miércoles, 23 de enero de 2008

Manifiestos


La primera vez que oí la palabra "Manifiesto" fue en casa, porque mi abuela y mi madre y mi tía llamaban "Manifiesto" a la Exposición del Santísimo, y cuando les tocaba el turno de la Hora Santa decían que iban al Manifiesto. Y la gente del pueblo lo mismo: Manifiesto. Así que la palabra me huele, en primera acepción, a incienso, y me suena a Tantum Ergo.

Como en mi casa a los niños nunca nos consintieron palabrotas, ni los mayores las decían jamás, lo del "manifiesto comunista" no lo oí hasta 4º de bachiller, en clase de historia moderna-contemporánea, completando el vocablo con una segunda acepción todavía sin olor ni sonido, sólo con la imagen de ese Marx hirsuto y con cara de ogro que salía en la ilustración del manual de historia. Más tarde, supe también qué mal apestaba y qué estridente sonaba ese otro "manifiesto".

El Viernes pasado, apareció publicado en el Correo de Andalucia un "manifiesto" firmado, decían, por doscientos y pico "cristianos"; entre ellos noventa curas, algunos entre los mejor colocados en el stablishment de la Iglesia Hispalense, ex-curiales, canónigos y párrocos de notables parroquias de la ciudad. Muy mal redactado, como verán, se manifiestan contra el acto pro-Familia del 3o de Diciembre pasado en Madrid (nada que objetar, si eso fuera todo, que no les gustara la fiesta del Día de la Familia en Madrid). Pero el "manifiesto", aparte de apestar a sectario y politicamente proclive a la piara, contiene muy graves enunciados:

1º niegan la potestad-autoridad de la Jerarquía para enseñar doctrina moral sobre la familia y temas anejos

2º desprecian el concepto de ley natural y su valor/contenido universal como fuente/principio de ética

3º nombran despectivamente/agresivamente a los Cardenales y Obispos convocantes-presentes en el acto, y - me temo - incluyen en el desprecio al Papa Benedicto que estuvo virtualmente presente, por conexión-alocución dirigida desde Roma

4º a la vez que invocan la Constitución (dos veces la nombran), no citan ni un versículo siquiera de la Sagrada Escritura ni el Magisterio ni la Tradición que sostenga lo que dice el "manifiesto"

La tropa firmante (Sevilla es una capital provinciana y quasi todo se sabe de quasi todos) apenas tiene credibilidad, salvo la que se auto-invisten los sectarios de esta laya. Pero si el que alienta y promueve el manifiesto es el más notable de entre los supuestos firmantes, la acción/decisión lleva carga de trilita y metralla, porque es de los que no dan puntada sin hilo.

Quizá sea que se echa encima el 9 de Marzo y hay que sacar las comparsas para la campaña de apoyo a la piara y su candidatura. ¿No he comentado que entre los firmantes - clero incluído - los hay estrechos, íntimos colaboradores de la piara caciquera, paniaguados y arrimados al pingüe pesebre? Si será clamorosa la empatía, que al dia siguiente, el alcalde Menteserrín de Sevilla pegaba el "manifiesto" en su blog junto a un retrato suyo (risum teneatis!) de Primera Comunión, manifestando su apoyo manifiesto al "manifiesto".

Increíble si no fuera tan cierto como que la Giralda seguía esta tarde en pié.

Dice el cura de mi Parroquia que cada docena tiene su Judas: Trescientos con firma tiene la Diócesis de Sevilla, clérigos ordenados in sacris incluso, digo yo.

Alguien debería hacer/decir (por lo menos) algo. Dice Antonio Burgos, el periodista, que en Sevilla, pase lo que pase, nunca passsssa nada. Y me temo que nada passsse.

Pero el "manifiesto" con las firmas de los firmantes está publicado y dice lo que dice (y esconde aun más veneno que el que rezuma).

A mí me da mucha pena, me indigna más, y me asquea todavía más.

p.s. Hoy los Obispos andaluces han publicado estas orientaciones: Lástima que no hayan salido antes para que la piara del manifiesto hubiera podido ladrar también en contra.

p.p.s. Pero un comunicado multi-episcopal no debería disimular la gravedad del "manifiesto".

#

Tres

No me pregunten qué o quienes son porque no lo sé:


En el comentario del sitio de donde la he robado, decían que eran las asesoras de campaña de Hilaria (la "ella" del ex ). Pero me resisto a aceptar tamaña ofensa para tan simpáticas viejitas.

Si fueran brujas, son encantadoras. No están lejos de una vieja de aquelarre de una pintura negra de Goya, o de un Disparate. Pero la humanidad de los tres amables rostros les chispea a las tres desde la punta del gorro a la boca sin dientes.

¿Música? Of course: El coro de las brujas del Macbeth de Verdi, por ejemplo. Pero he pensado que mejor algún fragmento de La Bella Durmiente de Tchaikovsky, donde salen Tres hadas tan atractivas como estas tres ladys mágicas que toman té.




Aunque supongo que las Tres magas de la foto no están para un pas-a-deux como estas ágiles y gráciles danzarinas del youtube.

p.s. Una duda: ¿Tendrán escoba?


&.

martes, 22 de enero de 2008

Schubert para la intimidad

Estaba buscando la Serenata de Schubert cantada por Fischer-Dieskau, pero sólo he encontrado este precioso youtube con el Lindenbaum, el Tilo:





Pero también he hallado esta joya: El "mítico" Richard Tauber disfrazado de Schubert, tocando y cantando Serenata, con su dramática voz de spinto:




Y otra pequeña Serenata-tesoro: Beniamino Gigli cantándola con letra en italiano:




De todos los lieder de Schubert, este es mi predilecto, porque lo conozco desde la cuna. Me lo cantaban para dormirme, porque mis Tias sabían la Serenata de Schubert con letra "arreglada" para la Novena de la Virgen. Ellas cantaban: "Nubes doradas/orlan tu frente/ de candor virginal;/ y en tu mirada brilla esplendente/ luz de amor celestial./..."

El primer casette que compré, fue uno que traía una versión orquestada de la Serenata de Schubert, con otras piezas "melódicas" (el intermezzo de Cavallería Rusticana, la Meditatión de Thais de Massenet, el Sueño de Amor de Listz, una pieza de Rachmaninoff...y algo del amigo Fritz...y un vals de Chopín...y ya no me acuerdo de qué más). El casette se gastó de tanto ponerlo y volverlo a rebobinar y poner. Todavía está por ahí, en alguna caja de cartón, porque me da pena tirarlo.

Esta versión se parece a aquella del casette, tan "melódica", pero que a mí, con dieciseis años, me hacía soñar:
.



&.

domingo, 20 de enero de 2008

Geografía Salutis


Esta mañana, en el Oficio de Lectura, se leía este fragmento del Deuteronomio 1, 3-7:
.
El año cuarenta, el día uno del undécimo mes, habló Moisés a los israelitas exponiendo todo cuanto Yahveh la había mandado respecto a ellos.
Después de batir a Sijón, rey de los amorreos, que moraba en Jesbón, y a Og, rey de Basán, que moraba en Astarot y en Edreí,
al otro lado del Jordán, en el país de Moab, decidió Moisés promulgar esta Ley. Dijo:
Yahveh, nuestro Dios, nos habló así en el Horeb: «Ya habéis estado bastante tiempo en esta montaña.
¡En marcha!, partid y entrad en la montaña de los amorreos, y donde todos sus vecinos de la Arabá, la Montaña, la Tierra Baja, el Négueb y la costa del mar; en la tierra de Canaán y el Líbano, hasta el río grande, el río Eufrates.

Nada más empezar a leer me rebrota este tema recurrente: Esa geografía Sagrada, la de la Tierra Santa, sigue siendo actual, trazando las terribles coordenadas donde sangre de hombres de ahora renueva la de Abel, mientras otros perpetúan la vocación de Caín.

La gravedad añadida es que todo eso ocurre ahora, en el siglo XXI. Con el pasado marcando nuestras espaldas, somos los herederos del siglo precedente, el de las dos guerras mundiales, el siglo más traumáticamente belicista y mortífero de todos los siglos. Desde que se intentan paces mundiales después de probar que una guerra, a estas alturas de la historia, termina siendo algo que acaba implicando al mundo entero, parece como si lo peor de la guerra, como una cultura activa, se hubiera instalado en esas coordenadas que comprenden la geografía de la Biblia, entre el Sinaí y el Aram de los Patriarcas; desde el Egipto a la Babilonia mil veces citados en los versículos santos.

Los autores de esta guerra en suelo bíblico, son en parte los mismos que combatían en el Creciente Fertil desde el despuntar de la civilización agrícola, la que pasa de la piedra a la arcilla, y del bronce al hierro. Ese paso jalonado de la cultura que formará en torno al Mediterráneo, madre del Occidente actual, se mide estrato a estrato, debajo del suelo hoyado sin cesar por guerras, unas tras otras, hasta el presente.
.

Las profecías están tan frescas como la sangre, siempre nueva. Ya sean trenos terribles, elegías, maldiciones o cantos de esperanza que mantienen misteriosamente activa la Palabra, como una secuencia reactualizada violentamente por el pecado de los hombres, los de entonces, de hace siglos, y los de ahora, los que disparan morteros y cohetes en los mismos sitios donde pelearon con carros y espadas de bronce.

Ningún día sin Caín, cada tarde con su Abel.

Pero también con algo nuevo, que es Testamento Eterno:"... sanguinem aspersionis, melius loquentem quam Abel..." Hb, 12,24. Como un grano sínapis Mt 13,31, también ha sido plantada en esa Tierra que no es de muerte, sino de Salvación.


+T.

sábado, 19 de enero de 2008

De Societate Iesu

Cuando empiezo a escribir esto, acaban de dar la noticia: Adolfo Nicolás es el nuevo Praepósitus Generalis de la Compañía de Jesús. Español, 71 años, de Palencia, desde hace más de 40 años jesuíta en Japón. Es desde hoy - a la espera de la confirmación del Papa - en 30º general de la Compañía de Jesús.

No sé cuántos votos de los 217 electores aistentes a la Congregación General habrá obtenido, pero en estos casos suelen ser más de los estrictamente necesarios.

De entrada, extraña la edad, que es poco más o menos la misma que tiene Kolvenbach, el hasta hace dos semanas Prepósito General, que presentó su renuncia al Papa por motivos de edad-cansancio-salud. Supongo que, como tantas veces, en situaciones poco clarificadas, se opta por una salida de cierto compromiso: Un hombre mayor, al que se le prevé un mandato relativamente corto, a ver si mientras se despeja el horizonte.

Un particular a tener en cuenta es que, año más año menos, es de la misma generación que Benedicto XVI. Y también que por edad y por circunstancias, estará muy en sintonía con el estilo de la Compañía marcado por el p. Pedro Arrupe, prepósito post-conciliar, también español y también jesuíta muchos años en Japón.

Me reconozco simpatizante del padre Arrupe; fue por un libro suyo "Ese Japón increíble", una breve y entretenida autobiografía, especie de novela de género vocacional-misional, donde contaba su juventud estudiantil, el despertar de la vocación, los años de formación en la Compañía, y sus primeros apostolados en USA y Japón, donde vivió y sufrió en directo los preámbulos de la 2ª Guerra mundial, y hasta la terrible experiencia de la bomba de Hiroshima. Por eso la simpatía.

Pero las buenas empatías no quitan que reconozca la penosa trayectoria de la Compañía durante los años en que Arrupe fue su Prepósito General. Fueron los tiempos entusiastas del Concilio y su post-concilio, esos que vieron cómo degeneraban y se arruinaban tantas congregaciones religiosas por (todavía no sé bien por qué) una mala digestión/asimilación del Concilio (o lo que no era ni concilio, ni obra, ni doctrina del concilio).

Tengo la impresión de que el padre Arrupe fue la primera víctima del "espíritu arrupe", como el Vaticano II se corrompió por el "espíritu del vaticano segundo". El mismo Pablo VI tuvo que "amonestar" a la Compañía; a Juan Pablo I, no le dio tiempo de amonestar; y Juan Pablo II amonestó duramente, una de las intervenciones papales más severas que se recuerdan en la historia de la Compañía de Jesús. El episodio coincidió con un rápido declinar de Arrupe, enfermo, el nombramiento de un delegado personal del Papa (el jesuíta p. Paolo Dezza, luego cardenal) para regir ínterim la Compañía, y la convocatoria de la Congregación General en la que salió elegido el hasta ahora prepósito, Peter Hans Kolvenbach.



Me pilló en Roma la muerte del padre Arrupe. Sus últimos años fueron un silencioso y humilde declinar, muy sufrido, ascéticamente asumido y ofrecido; me consta. Murió en Febrero de 1991, una noche muy fría, que casi nevó, y amaneció la Plaza de San Pedro blanca de escarcha y aguanieve. Con unos amigos sacerdotes del Colegio Español, estuve en la capilla ardiente de Arrupe, en la la residencia de Borgo Santo Spírito; recuerdo su cadáver, consumido, color de cera, casi con la apariencia de esos cuerpos de santos que se veneran en las urnas sotto l'altare, tan frecuentes en Roma. El dia de su funeral en el Gesú, también pude estar en la Misa, celebrada según tradición por el P. Maestro General de los Dominicos. Recuerdo que Martini llegó retrasado, con la Misa empezada, sentándose en un sillón especialmente reservado para él, en el presbiterio. También me acuerdo del fervor espontáneo de cientos de personas que besaban, tocaban y pasaban estampas con la foto de Arrupe por su ferétro. Hace poco fué exhumado y trasladado a una cripta de una de las capillas del Gesú.

Si Arrupe cometió errores, hubo un Arrupe antes y un Arrupe después que son buenos garantes de la santidad y los méritos personales del Arrupe del libro que leí y del Arrupe que vi enterrar. Son uno y el mismo, con un peso en la balanza de mucha virtud entre notables desaciertos a la hora de regir la Compañía en tiempos tormentosos para la Iglesia.

Pero a este sucesor suyo, no sé si le dará tiempo para enderezar la derivación calamitosa de la Compañía. Y este padre Adolfo Nicolás no es Arrupe, aunque sea español y haya estado en Japón (lo que no sé cuánto ni cómo pueda obrar en su crédito o su descrédito)

En la actualidad, la Compañía está enredada en todas las "vanguardias" católicas que des-catolizan y afectan desfavorablemente a la Iglesia Católica, que en muchos sitios se ha desvirtuado a la par y al ritmo de la Compañía. Porque la Compañía de Jesús sigue siendo muy influyente en la Iglesia Católica, para la que se concibió y fundó por el gran Ignacio de Loyola, maestro en el "sentire cum Ecclesia".

Si el padre Adolfo Nicolás supiera cómo aportar la dosis necesaria de ese "sentir con la Iglesia" que la Compañía necesita para recuperarse y regenerarse como la Societas Iesu que San Ignacio puso al servicio de la Iglesia, bienvenido sea el padre Adolfo Nicolás. Pero si su generalato fuera una re-experiencia de los confusos y errados tiempos de Arrupe y su "espíritu", mejor que sus años sean breves y que ceda pronto el gobierno.

Algo así - me atrevo a decir - estará pensando aquel al que rinden un 4º voto "circa misiones", tan necesitado de misioneros fieles, inteligentes, activos y santos para la missio en este recien abierto primer siglo del Tercer Milenio .

La grandeza espiritual de la Compañía y su historia, es prueba de que pueden; si no pudieran, la Compañía no merece ser, porque significaría que no quieren (?), definiéndose contra la Iglesia y el alma de la propia Compañía.

Preghiamo!

+T.

jueves, 17 de enero de 2008

Necia Sapienza


La Universidad de la Sapienza de Roma, la funda el Papa Bonifacio VIII recien comenzado el siglo XIV, en 1303, a los pocos años del famoso 1er Giubileo del Trecento, en medio de una fascinante época que se despegaba lentamente del Medievo y se abría irrefrenable al Rinascimento.

Con historia y vicisitudes propias, es desde entonces la universidad de Roma, conviviendo con los muchos y prestigiosos centros de estudios eclesiásticos que han compartido con ella parte de la historia cultural de la Urbe. Hasta 1870, cuando la anexión de Roma y los Estados Pontificios al nuevo Reino de Italia, la Sapienza fue sostenida, administrada, regida y patrocinada por los Papas y sus representantes. En el perfil de Roma, el extraño y barroco helicoide que remata la cúpula de Sant`Ivo alla Sapienza, sobresale ligero y dinámico entre las iglesias del centro romano. Esta original cúpula del Borromini, se adorna con los montes y estrellas del stemma del Papa Alejandro VII Chigi, bajo cuyo pontificado (1655-67) se renovaron los edificios de la antigua universidad.

El Papado es un hecho cultural de magnitud universal. Prescindiendo (quien neciamente quiera) de consideraciónes religiosas anejas inseparablemente, es imposible obviar la enorme significación cultural del Pontificado Romano en la historia de Occidente, hasta el punto de que no existe al dia ninguna institución "histórica" que pueda igualársele remotamente en "hechos culturales".

Roma, la Urbe, sigue siendo la ciudad del Papa, mal que les pese a los italianos "oficiales", que apenas han superado este tráuma-complejo desde el tiempo de la efímera dinastía saboyana, una de las más penosas y ridiculas de la historia; por no decir lo mismo de la actual república, marcada con todos los defectos posibles del sistema desde su instauración sin solución de continuidad (o, simplemente, sin solución). Misteriosamente, el estado italiano funciona e la nave va!....má non si sá cóme va (yo pienso que la cosa marcha porque la magnífica Italia es inmensamente más que su penoso stato y su tragicómica reppública).

El caso es que hoy el Papa debería haber visitado "su" universidad de la Sapienza, pero se ha visto obligado a suspender la visita porque 67 profesores (de un total de casi 4.500 en claustro) y 150 alumnos (un no sé cuántos por ciento del total de 150.000 matriculados) se han movilizado rabiosamente protestando por la visita.


Muy originales y ocurrentes, han sacado el fantasma de Galileo. El caso de Galileo es una excusa que la inculta clase culta ha venido blandiendo desde el siglo XIX para arremeter contra la Iglesia y el Papado (que salvaron al cabezota Galileo de un problemón mayor que hubiera podido acabar con Galileo de haberle pillado a Galileo, por ejemplo, en la Ginebra que quemó a Miguel Servet...pero que apenas recuerda nadie ni nadie protesta porque al médico español Miguel Servet lo quemaron los calvinistas suizos, suerte que no le cupo al cabezota de Galileo con su rezongón "eppur si muove", que contó con todas las simpatías del Papa que hizo lo imposible para que pudiera escaparse - como se escapó - del rigor de un tiempo y una época).

Lo estridentemente chirriante de esta visita "traumática" a la Sapienza, es que la tropa porcina de 67 profesores y 150 alumnos serán todos ellos simpatizantes de la siniestra barbarie marxista que tiene fresca la sangre de toda la intelectualidad aplastada a golpes de hoz y martillo en la Europa que sufrió su ominosa dictadura proletaria. Item más: En Cuba, China y Korea, que tendrán todas las simpatías de la panda necia de la Sapienza, hoy mismo, en este momento, están las cárceles llenas de intelectuales, científicos y estudiantes.

No sé por qué no existe, por ejemplo, un "caso Lavoisier" que se pueda espetar cada vez que se tercie a los herederos ideológicos de la Revolución Francesa, pero sí se mantiene en ristre este caso Galileo para asomarlo como tio de la porra cada vez que se quiere arremeter contra el Papa o el Papado o la Iglesia Católica.

Infames laicistas, desechos degenerados del marxismo criminal, que no saben qué pensar y piensan contra lo que deberían admirar y reverenciar, si no como creyentes, al menos como inteligentes.

Al final, es la Sapienza la que queda manchada con la tacha de no haber honrado a uno de los hombres más y mejor significados del recien abierto siglo XXI. A parte de que han preterido al sucesor del que la fundó y de los que la mantuvieron y engrandecieron, también le han cerrado las puertas al que, por donde va y a donde vaya, viene en nombre de la Sabiduría, la Sapienza, la Sofía, el Señor.

Ellos sabrán (o más probablemente no sabrán), pero nunca se mostró tan necia la Sapienza.

&.

martes, 15 de enero de 2008

Música y Patria

Una joya así no necesita letra:



Entre otras razones porque, como pieza musical, se compuso mucho antes de que proliferaran "himnos nacionales" con letra y música.

Un himno nacional es una vulgaridad burguesa o proletaria, inventos post Revolución Francesa y cursilerías nacionalistóides de nuevas fronteras sin identidad propia, que se revestían de parafernalias para figurar la entidad y la historia que les faltaba (no pongo ejemplos para no ofender y/o picar susceptibilidades patrias a flor de piel).

Nuestra Marcha Real es esa sencilla y graciosa Marcha de Granaderos, que cuenta la tradición que es composición personal del mismísimo Federico IIº de Prusia regalada gentilmente a nuestro Carlos IIIº; sólo con eso, ya es un monumento. No tiene letra porque, más que nada, es un "toque", una música militar y hasta una "señal" de esas que acompañan a una persona, un símbolo, o una persona-símbolo (el rey o la bandera, verbigracia). Sin ser experto en musiquerías militares, recuerdo otra originalísima y españolísima: La marcha de Infantes, que es una medio fanfarria medio polka con toda la gracia que se toca cuando aparece un personaje real, o un militar de primerísima graduación (también sin letra, claro).

Desde que se adoptó la Marcha de Granaderos como tal Marcha Real-Nacional, sólo se la ha sustituído cuando las dos nefastas republicacas por el ridículo "himno de Riego". El himno de Riego es una musiquilla que se asoció al pronunciamiento de Rafael del Riego en Las Cabezas de San Juan, cuando Fernando VII y todo aquello.Las viejas y los viejos muy viejos (y algunos reviejidos que coleccionan cosas rancias) saben cantar la musiquilla del himno de Riego con una letrilla que se cantaba en juegos de corro de niños, y que dice así:

"Fulanito subió a los Cielos
a pedirle a Dios una corona,
y san Pedro que le vió le dijo:
¡Ponte el rabo de una mona!"


N.B. En vez de "fulanito" se dice el nombre del que sea, según la ocasión; por ejemplo: "Zapatero subió a los cielos/a pedirle.../ etc"...No sé si me explico. Bien.).

De Cantillana procede la música del "Himno de Andalucía", que Blas Infante, cuando estuvo allí de notario, plagió desde una copla de rogativas (una glosa popular de Agios o Théos) que todavía cantan para los tríduos, quinarios y septenarios de Cuaresma. Ni que decir tiene que la voz engolada del sacristán más las voces cascadas de las beatas (viejas y pías) concurrentes, cantan un vibrante SantoDios que deja tamaño de un peón al himnodeandalucía (que decían mis Tías que sonaba a rogativa, con toda razón).

Diré de otras músicas patrias, que me gusta el God save the King de los ingleses (que también cantan en Luxemburgo); que el americano de los USA es buenísimo (y casi anecdótico y por los pelos, tengo entendido); que el Deustchland, Deustchland de los alemanes, es un pedazo de himno; y que el Inno di Mameli "Italia, Italia..." con música del Verdi, me pone de buen humor desde la primera nota.


De los "ideológicos", diré que:

- El Cara al Sol es excelente, letra y música; y lo mismo el nazi "Der Abenteurer" y el fascista "Giovinezza, giovinezza!", buenísimos los dos.

- La Internacional, es excelente también (la letra demasiado "prolija"); y también buenísimo el de los anarquistas "¡A las barricadas!" ; y toda una pieza del género, el antiguo himno de la URSS.

Que no se me quede en el tintero: El "Por Dios por la Patria y el Rey" de los carlistas-tradicionalistas, una bocanada de cañón decimonónico donde los haya, vibrante puro.

Y quizá la pieza madre del género: La Marsellesa. Yo, que abomino de la Revolución y de sus "ciudadanos" (con libertades, igualdades y fraternidades incluídas), me sé la letra completa (terrible, porno-política-revolución pura y dura; que se escucha la guillotina, casi); más de una vez la canto y la tarareo porque es fascinante (mal que me pese a un convencido de la Santa Alianza del trono-altar). Un petit tráuma-contradicción, confieso sonrojado.

Pero si me tuviera que quedar con una música patriótica extra-española, sin duda que escogería el antiguo
Dios salve al Zar!!!

Y es que soy un nostálgico autócrata recalcitrante.

Convencido.

&.