sábado, 22 de diciembre de 2007

A coger lentisco

Antes de las nueve, ya estábamos lavados y vestidos; en el lavabo del aseo grande, tan frío, con jabón y agua fría, el vaho del aliento empañando el espejo. Como la neblina que hacía en el patio, y en la calle, con escarcha de Diciembre en los cristales, casi repitiendo los encajes de los visillos en el cristal de las ventanas.

En el comedor estaba encendido el brasero, que habían empalmado poniendo cisco nuevo a los rescoldos de la noche antes. Sentarse a desayunar en la camilla redonda, y taparse con la falda de franela, y tomar la leche caliente, con un poco de café, y las rebanadas de pan frito y azúcar, y las tostadas con manteca, y algún alfajorillo, y el agua fría de la jarra; todo el ritual de la mañana que se hace hogar, que huele a casa.

Sobre las diez, llegaba el tio Enriquito, dispuesto para la excursión, la más expectada del año. Traía en el morralillo de cuero un hacha corta, unas tenazas de podar, dos machetes, y un par de azoletas. Los niños llevábamos una cantimplora de aluminio, con el culo abollado, con las iniciales de abuelo Pepe, que la tenía para las cacerías. En una esportilla de pleita, nos metían unas madalenas; de camino cogeríamos naranjas en alguno de los huertos, y también algún palmito.

Todavía no había levantado la niebla; en las cunetas, los zarzales estaban envueltos en bruma. Todos íbamos con los abrigos cortos, con las bufandas, y el tio Enrique llevaba su gorra verde de cazador; no se había traído la escopeta porque le daba miedo llevarla con los chiquillos. Pero estaba pendiente cuando volaba un zorzal, y apuntaba con el bastón de caña, y remedaba un tiro, y saltábamos: - "Le ha dao, le ha dao, le ha dao..!!!".

- "¡Mira, un conejo!! Y era verdad, un conejo; y un poco más allá una liebre. Alguna vez vimos un hurón, fino y casi rubio de pelo. El tio Enrique lo veía todo, y lo enseñaba. Sabía ver y escoger los espárragos en la esparraguera, y también los gurumelos, cuando era el tiempo, y siempre que salía al campo traía algo para la cocina.

Los niños queríamos ver un jabalí, pero el tito decía que era un bicho peligroso, que embestía, y que por allí no había, que estaban en el monte, que cuando fuéramos mayores ya nos llevaría a alguna montería, para que vieramos venados y jabalíes, como los de los colmillos que estaban en la cuadra, grandes como las cabezas que había en el Casino.

Parábamos en algun claro, cerca del Arroyo Hondo, o arriba de la huerta del Armito, o por la Loma de las Vacas. Las matas de lentisco eran grandes y frondosas, mojadas todavía por la escarcha, con las bolitas coloradas entre las hojas verdes, unas más oscuras, otras más claras. Rezumaban olor cuando se cortaban, y las manos se pegaban con la resina; el romero olía distinto que en verano, más vegetal, menos penetrante; pero el tomillo estaba fresco, rico de olor, y el cantueso. Había que tener cuidado con las ahulagas, que pinchaban y arañaban las piernas.


Las pitas se arrancaban con la azoleta, escarbando al pié; se escogían las más chicas, para que estuvieran en proporción con las figuritas; y tambien cuatro o cinco medianas, para ponerlas en el rincón, y en las puntas del tablero.

Los musguitos eran más delicados, y había que saberlos desprender sin que se desmoronasen, y sin mojarse, porque algunos estaban al filo del arrollo, y las piedras resbalaban.

Si subíamos por el caminillo de la Tejonera, cerca de la Fuente Vieja había madroños, y también arrayanes. De los chaparros se cortaban unas cuantas ramas recias, con las hojitas espinando; y unas retamas largas, para rellenar el fondo.
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Al final se amarraba todo en tres o cuatro haces, y nos sentábamos a comer las madalenas; llenábamos la cantimplora en el arroyo, y el agua estaba dulce. Las naranjas se pelaban con las manos, que olían luego todo el dia, aunque te las lavaras. Y volvíamos por el camino de detrás del Cementerio, y entrábamos en la ermita, a rezarle a la Soledad y al Cristo de la Agonía.

Para la hora de almorzar, ya estábamos en casa. Y mis tias, con mis hermanas, habían bajado del soberao el cajón con las figuras del Nacimiento, y ya tenían montados en el estrado los caballetes con los tableros, y la tela del faldoncillo prendida, y preparado un cubo con serrín y otro más chico con tierra húmeda del arreate; y los corchos metidos en sus sacos, debajo de los tableros, a punto para montarlos.

En una esquina de la sala estaba el portal, de corcho y escayola; y sobre el velador de mármol, los Reyes con los camellos y los pajes, todavía envueltos en papeles; y la Virgen y el San José y el Niño estaban en la cocina, porque mi tia los limpiaba con clara de huevo, para que les quedara brillo.

Mi hermana chica jugaba haciendo piaritas con los borreguitos, y los cochinitos, y las cabritas, y los pavitos; a la hora de ponerlos, cogería un berrinche, y después se pasaba el día quitando y poniendo ovejitas y pavos del Nacimiento.

Por la tarde, cuando volvía mi padre, ya estaba el Nacimiento acabado, y mamá sacaba los primeros mantecados. La casa olía a pestiños, a miel y matalahúga, desde que se entraba al zaguán, y hasta en la calle.
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Nos daban las panderetas, y cantábamos el primer villancico

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miércoles, 19 de diciembre de 2007

Cuadros y otras pobres herencias


De mis abuelas, de mis abuelos, quedaron en casa una colección de cuadros y algunos muebles de sus abuelos y sus abuelas. Aparte los apellidos y algunos escuditos y algún árbol de familia que un tataratío con delirios de nobleza dibujó y también quedó en casa, en el piso de mis padres, ahora nuestro, apenas hay más rastros de los buenos tiempos de cuando hubo fincas, cuando hubo herencia.

De las fincas, como una cantinela, aprendí de mis tías los nombres: El Majadal del Moro, Alcornocalejos, Fuenteluenga, La Dehesa, y alguna más que ya no recuerdo. Las fincas existen, con los mismos nombres, pero en distintas manos que ya no son ni de la parentela, ni gente conocida, ni gente del pueblo, sino gente forastera que las compró y ahora las tienen encargadas a administradores, también forasteros.

Las cosas de valor se fueron vendiendo o se fueron estropeando o se fueron repartiendo. Como mi familia ha sido recurrentemente endogámica, han sucedido dos cosas quasi milagrosas: No hemos salido ningún tonto a pesar de tantos primos y re-primos casados con primas y re-primas (aunque alguna rareza sí que ha habido en alguno y en alguna, pero disimulable, nunca notoria, siempre "normal"); la segunda providencia familiar es que casi todas las antigüedades de cierto valor que han susbsistido, quedaron o vinieron o todavía están llegando a casa.

Mis hermanas no hay temporada que no recojan de casa de las tías alguna pulsera, algún brazalete, algún anillo, unos zarcillos, una mantilla, un pericón. Cada vez queda menos tesorería, pero el decurso del pequeño patrimonio sigue. Y sigue con sentimientos, porque cada cosa lleva el suyo propio en la intención o en el recuerdo, ya sea personal, ya circustancial, siempre familiar.
De niño, el criarse en casa grande con cuadros antiguos, espejos viejos, cómodas, arcones, y camas altas de penacho alto, imprime carácter. Por lo pronto, miras despreciativo las casas de los amigos y su moblaje, sin un cuadro de verdad, ni un espejo apulgarado, ni un quinqué de bronce y tulipa. Cuando uno tiene una tia encantadora, con más de ochenta y la cabeza ochenteando, que cuando te va a dar dinero para el autobús te pone en la mano un duro pelón de Alfonso XIII y otro de Amadeo, uno sale así de poco normal, gracias a Dios y a la familia.

La casa grande de los abuelos se tuvo que vender, y mi padre compró un piso para todos en el que se intentó meter todo, y lo que no cabía se vendió. Adios las camas altas de penacho alto; adiós las cómodas grandes de caoba; y las consolas, y las rinconeras, y la trincheras, y los aparadores, y los veladores, y los tocadores...Adios!

Así y todo metieron en el piso dos arcones de cedro que cada uno ocupa media habitación, más el dormitorio completo de mis padres, y los cuadros:
Un San Joaquín con la Virgen Niña (sevillano, 1696), un San Juan Bautista (murillesco) y un Ángel de la Guarda (copia de Murillo, ca.1800). También la Virgen de Belén, una Dolorosa, dos retratos familiares, cuatro copias de mediados del XIX (copistas madrileños) del Carlos V de Tiziano, del Felipe II de Pantoja, de un caballero del Greco, y uno del auto-retrato de Velazquez, más cuatro paisajes sevillanos, costumbristas, de 1900.

Yo tengo en mi piso-leonera un Buen Pastor, una Dolorosa, dos paisajitos, dos docenas de grabados enmarcados, y un San Fcº Javier que me ha prestado mi tia y a ver si me quedo con él.

Como soy estático acumulativo, me encanta un cuadro colgado en la pared, pero también esquinado encima de un sillón, o medio sujeto en una pila de libros, o sobre una silla; y así los tengo, haciendo y dándome ambiente.

Cuando voy al pueblo y subo al piso relleno de cuadros malcolgados, los reconozco con un golpe de vista, sin apenas mirarlos, pero sabiéndolos tan mios, tan interiorizados, tan exteriorizados. Ninguno tiene especial valor en dinero, pero valen mucho entre las piezas de mi pequeño museo interior.
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P.s. Hay veces que las lágrimas se desvían por recurso, y al no querer llorar más a quien se quiere, se escoge recordar lo que se quiere, que es un poco lo mismo, pero disimulando: Sunt lácrimae rerum.


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sábado, 15 de diciembre de 2007

Fundamentalismos


El órgano mediático del laicismo de la piara psoera (lamentablemente no es el único en su especie), trae hoy un artículo semi-entrevista de un tal Éli Barnavi, rumano de nacimiento, de familia hebrea, e israelí de nacionalidad (supongo que no es judío de religión por lo que dice y las tesis que mantiene) .
El artículo es interesante, de los que dan para discutir, porque el personaje demuestra ser inteligente (esa es otra, que el diario insignia de la piara es interesante y cuenta con gente inteligente, destacándose sobre el mediocre resto). Dice cosas como estas (cito y discuto):

_ "No me gusta referirme a la libertad en abstracto, prefiero hablar de libertades. La de ir y venir, la de hablar de cualquier cosa, la de pensar lo que quieras, incluso la de hacer caricaturas ofensivas. Todo eso está en peligro". _

Sí, pero. Postular la libertad como valor exige la posibilidad real de ejercer positivamente ese derecho y expresarlo. Sin embargo no encaja bien con este principio, por ejemplo, el admitir la ofensa caricaturesca dentro de los límites de la libertad-valor. Entiendo que un acto así transgrede otras libertades positivas de otros con igual derecho. De ahí a postular la libertad para el crimen y una omnímoda libertad de acción-expresión que incluya lo aberrante, sólo hay un paso. ¿Libertad para todo, inclusive el mal?

_ "Quizá sea un peligro que ahora resulta todavía difuso", dice E.Barnavi. "Pero lo mismo pasó el siglo pasado cuando irrumpieron el nazismo o el comunismo. Los fundamentalismos religiosos que se convierten en ideologías políticas totalitarias tienen exactamente el mismo peligro". Y hay que defenderse. ¿Cómo? Reivindicando lo que es propio de Occidente, el laicismo, la democracia, los derechos humanos, la herencia de la Ilustración. _

Ah! El "enemigo" es un ente religioso. El concepto "fundamentalismo" se precisa con el adjetivo "religioso", que no se precisa. ¿El comentario que he hecho al párrafo anterior podría considerarse fundamentalista y tendente a degenerar en una tesis totalitaria? ¿No se estará definiendo la sustancia de toda entidad religiosa como "fundamentalista-totalitarista"? ¿Significa el concepto "enemigo" que las entidades religiosas que se atengan a principios que contradigan ese postulado de la "libertad omnímoda" son enemigos a perseguir, rendir y exterminar? ¿No estaría esto en contradicción con el mismo postulado de libertad de todos para todo? ¿El derecho a la libre expresión no reconoce el derecho a la libre religión? ¿No existe un fundamentalismo libertario, que sería malo? ¿Qué es lo "enemigable", lo "fundamentalista" o lo "religioso", la religión, o el fundamentalismo?

Por otra parte, curiosa la apreciación parcial y reduccionista de la identidad sustancial e idiosincrática del Occidente que estaría definida por cuatro hechos-rasgos-coordenadas, a saber: 1º El laicismo, 2º la democracia, 3º los derechos humanos, 4º la Ilustración.

Asombroso. Porque supone que Occidente empieza a existir, más o menos, a partir de 1789, no antes. No serían pués occidentales ni integrantes de la identidad de Occidente los Treinta Tiranos, ni los Siete Reyes de Roma, ni César el dictador, ni los Emperadores romanos, ni los Reyes Bárbaros, ni Carlomagno y el Sacro Imperio, ni Gregorio VII e Inocencio III, ni Carlos V y Felipe II, ni Louis XIV, ni Oliver Cromwell, ni Napoleón Emperador, ni Hitler, ni Stalin.

Quizá en estos dos últimos personajes tan occidentales estribe parte de la laguna mental/lapsus histórico de E.Barnavi, traumatizado por esos dos occidentales epígonos del laicismo ilustrado y sus consecuencias. Discutir que la democracia nace como discriminación de derechos entre atenienses libres y esclavos ilotas, me parece un estorbo que obviará E.Barnavi; y si se le recuerda que los derechos humanos se proclaman con la guillotina funcionando, no le gustará tampoco, o no lo juzgará relevante al caso.

¿Y el "laicismo"? ¿Cuando aparece el "laicismo" ideológico, militante, programático, en Occidente? ¿En el siglo VII que bautiza a lo godos? ¿En el siglo XII de la Escolástica? ¿En el siglo XVI de la Reforma y Trento? ¿En el XVII de las luchas doctrinales?...Un fenómeno sólo emergente y reconocible en cuanto tal desde fines del XVIII, en muy concretos y reducidos círculos ideológicos, y ampliamente contradicho y rebatido desde el seno de la más genuina identidad occidental, ¿puede considerarse constitutivo de la identidad de Occidente? ¿De qué Occidente?

¿El laicismo de Hitler, el laicismo de Stalin, el laicismo del Ceaucescu de su Rumanía natal, son valorables como algo "propio" del Occidente del que habla E.Barnavi.

Supongo que el Occidente que tiene en mente un rumano israelí con todo el peso del ominoso Occidente del siglo XX gravitando sobre su limitada compresión del Occidente, su identidad, su pasado y sus circustancias, es un Occidente tan artificial, tan maquetado, tan reducido a determinada escala y modelo como el barquito de palillos, papel y pegamento que se mete artificiosa y habilmente en una botella (en una entrevista sobre un libro en este caso).

Dice algunas cosas más, también interesantes y dignas de discutir como:

_ "Cualquier religión es política, tiene vocación de poder. Poco a poco va afinando y se centra en las tres grandes religiones, las que tienen un corpus de textos sagrados a los que referirse. Trata de los fundamentalismos de cada una de ellas que, en principio, podían quedarse en meras curiosidades. Y va llegando al grano: hay un momento en que determinados fundamentalismos se convierten en revolucionarios. Consideran que tienen derecho de servirse de la violencia para imponer su lectura de los textos sagrados a los impíos. Quieren conquistar el poder, imponer su verdad, borrar toda disidencia. _

Inquietante el análisis si de él hay que extraer consecuencias y esperar reacciones "políticas". Paradójicamente, esta misma reflexión vuelta a reconsiderar poniendo de sujeto al factor-elemento "político" en general o determinado en una ideología o partido concretos, tiene el mismo decurso con las mismas consecuencias, mutatis mutandis. Lo que no sé es si el perspicaz autor lo calla, o es que no lo contempla así. Inquietante, de todas formas, lo entienda o lo pase por alto.

Esto es interesante también:

_ "El catolicismo, en cambio, ya no puede ser hoy un fundamentalismo revolucionario. Lo fue, y de qué manera, en tiempos de Felipe II con la Liga Santa. Pero con el tiempo, y con la separación entre Iglesia y Estado que se consiguió gracias a la influencia de la Ilustración, es inconcebible que pretenda imponer su verdad de manera totalitaria." _

Curioso que diga Catolicismo y no Cristianismo. De entrada supone un reconocimiento histórico, pero a la vez una acusación de la que se excluirían las confesiones crisitianas no católicas. ¿Significa que sólo el Catolicismo puede derivar en fundamentalismo? ¿No las sectas evangelistas americanas? ¿No otros grupos religiosos activistas más o menos fundamentados en el cristianismo? ¿Con qué grupos cristianos actuales se identificaría más un "fundamentalismo" religioso cristiano? Las sectas fundamentalistas que misionan Centro y Sudamérica, ¿de qué tradición política-cultural proceden? ¿No nacen en la primera nación con una constitución democrática y garante de los derechos humanos? ¿La Liga Santa de Felipe II con la Santa Sede, Venecia y Génova es un acto histórico del "fundamentalismo católico"?

Escandalosamente, como buen ciudadano del actual Estado de Israel, todo el artículo-entrevista rezuma un anti-islamismo militante agresivo y disimulado con la coartada actualísima del fanatismo terrorista islámico. Sin embargo la existencia de suEstado de Israel no se sospecha que sea un "fundamentalismo" ni religioso (judío) ni político (sionista); la presencia de Occidente y sus potencias en Oriente Medio, tampoco. Pero la Liga Santa de Felipe II, Roma, Venecia y Génova contra la Turquía otomana en el siglo XVI, sí, eso sí es un claro acto del intrínseco fundamentalismo del Catolicismo, que hoy ya no se espera que se repita porque triunfó la Ilustración con su "écrasez l´infamme". Esto dice E.Barnavi, y lo presenta El País (aquí el articulito completo).

¿Que cómo se llama su libro, el libro de E.Barnavi? Su libro se llama "Las religiones asesinas", tal cual.
Una última cita:
_ "Occidente es la primera civilización que aprende a dudar y a cuestionarse a sí misma. Y a veces parece que dimite, que es incapaz de defender sus valores. Por eso hay que buscar un acuerdo de todos en torno al laicismo, y luchar por las libertades que tanto costó conquistar". _

Y el inteligente laicista no entiende que Occidente se examina en conciencia por su conciencia que se ha gestado, formado y madurado cristiana (y católica).

¿Negará a Occidente el derecho a reconsiderar el laicismo, la ilustración y esta democracia que incluye como derecho humano el aborto y la eutanasia? ¿O acusará a la conciencia de Occidente de fundamentalista religiosa si lo hace?

That's the question?


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viernes, 14 de diciembre de 2007

San Juan de la Cruz


Letrilla de San Juan de la Cruz, para el Adviento:

Del Verbo Divino
la Virgen preñada
viene de camino;
¡si le dais posada!


Una glosa:

Del Verbo Divino,
camino, camino
con puerta en la entraña
de una nueva Eva
que una nueva era
con Él nos alcanza.

La Virgen preñada,
colmada, inundada,
la Luz conteniendo
su vientre es sagrario
vivo santuario
del Dios verdadero.

Viene de camino
divino, divino,
pisando la tierra
con huella la Vida
que alienta en su seno
la Virgen María.

¡Si le dais posada!
parada, morada,
parirá su Gracia
y será Belén
tu establo, tu alma,
tu casa también.
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¡Abrid la posada!
que viene en camino
la Virgen trayendo
al Verbo Divino.

La tesis de los tomistas y la escuela de los dominicos en general, es que el desarrollo ordenado de la vida espiritual lleva a los estadios de la mística.

El padre Royo Marín al exponer el pensamiento de diversos autores, autoridades y escuelas, reconoce, empero, la complejidad práctica de esta tesis optimista. Con cuatro citas, dos de Stª Teresa y dos de San Juan de la Cruz, expone la contradicción que sobre el particular aparece en los mismos grandes maestros de la la "mística experimental": Si la contemplación es para todos o sólo para algunos; si todos pueden llegar, o sólo unos pocos son conducidos a ella.

Finalmente formula y explica esta tesis:

"El constitutivo esencial de la mística que la separa y distingue de todo lo que no lo es, consiste en la actuación de los dones del Espíritu Santo al modo divino o sobrehumano, que produce ordinariamente una experiencia pasiva de Dios o de su acción divina en el alma."

Antes cita a Jimenez Duque, que dice:

"¿Qué es la mística? Esencial y primariamente, la obra divinizadora de Dios en nosotros cuando ha llegado a ese estadio intenso que se caracteriza por el predominio y la invasión desbordante de la acción de los dones...Sí, la mística es eso y un poco más que eso, pero sólo un poco más que eso. La mística es esencialmente también, pero secundariamente, una experiencia de Dios."

Concluyo con unas citas de San Juan de la Cruz, de su obra escrita:

De Dichos de luz y de amor:


- 31 " El que la ocasión pierde es como el que soltó el ave de la mano, que nunca la volverá a cobrar"

- 34 "Un sólo pensamiento del hombre vale más que todo el mundo; por tanto sólo Dios es digno de él".

- 36 "Mira que tu ángel custodio no siempre mueve el apetito a obrar, aunque siempre alumbra la razón; por tanto, para obrar virtud no esperes al gusto, que bástate la razón y el entendimiento."

- 37 "No da lugar el apetito a que le mueva el ángel cuando está puesto en otra cosa."

- 38 "Secado se ha mi espíritu porque se olvida de apacentarse en Tí."

- 59 "A la tarde te examinarán en el amor. Aprende a amar como Dios quiere ser amado, y deja tu condición."

- 61 "No pienses que porque en aquél no relucen las virtudes que tú piensas no será preciosos delante de Dios por lo que tú no piensas."
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No es vivir como repentizar la glosa de una letrilla, pero es algo también así: Uno que sabe da el pié, la inspiración, el verso; y el que se atreve sigue lo pautado, como un remedo hasta donde alcanza, sabe, o puede.
Lo demás, es gracia. Más todavía : Todo es gracia; todo ha sido, es, y será gracia.
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+T.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Santa Lucía

Santa Lucía es italiana, y ejerce de italiana Vérgine e Mártire; y católica, como Santa que es (N.B. Los Santos, todos, son católicos, si no, no son santos, por supuesto. Esto hay que tenerlo claro, y así se ahorran complicaciones y todo eso).

Su vida, y su martirio son también muy italianos, muy mediterráneos, muy sicilianos. Porque la clave que cierra este arco rutilante de luz y gracia es Sicilia (N.B. Pronúnciese/léase "Sichilia" y "Luchía", prego; es que si no no es lo mismo). La secuencia de escenas que concluyen con su martirio es esta, resumidamente:

+ Nace en Siracusa, de familia cristiana, noble y pudiente
+ con su madre, Eutiquia, va a Catania, al sepulcro de Stª Ágata, para que su madre cure de unas hemorragias
+ estando allí, se le aparece en una visión Stª Ágata, su madre sana, y a ella se le augura ser compañera de santidad y martirio de la mismísima Stª Ágata
+ de regreso a Siracusa, le pide a su madre que le entregue la dote que pensaban gastarse para casarla, porque la va a entregar a los pobres y luego consagrará al Señor su virginidad
+ el prometido se entera y, despechado, arma un expolio y la denuncia por cristiana a los tribunales
+ siguen el interrogatorio ante el juez perverso y los crudelísimos pasos del tormento
+ al ser degollada con la espada, profetiza el fin de la persecución y la victoria de la Iglesia

Todo esto ocurría en Siracusa el año 310, apenas tres antes del Edicto de Milán.
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Su iconografía es una preciosidad, con la figuración del candor virginal, la fortaleza de la mártir, y la gracia de la taumaturga, con la palma en una mano y el platillo con los dos ojitos en la otra. Il Caravaggio, que es medio paisano, la pinta con todo el drama siciliano ("sichiliano", recuerden), representando Il Seppelio di Santa Lucía, que es un cuadro digno de que le pongan música de Caldara o Pergolessi (un aria verista de Mascagni también le pegaría). El cuadro, Sicilia pura, está en Siracusa, de donde es la Santa.
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Lo que pasa es que el cuerpo lo robaron los venecianos y está en la Chiesa di San Geremía e Santa Lucía, en el Altar Mayor, en su iglesia, inconfundible porque tiene una cúpula redonda como un globo, al borde mismo del Gran Canal, vicina alla Dogana vecchia. Yo pienso que estaría mejor y más celebrada en su Siracusa natal, pero si ella se ha querido quedar en Venezia, lo comprendo, porque Venezia es Venezia.




El cuerpo está visible en la urna. Hasta el año cincuenta y pico se veía al natural-que-espera-el-sobrenatural; quiero decir que estaba tal cual, incorrupta, revestida de rica y recamada túnica, con una corona en la cabeza...pero la cabeza y el rostro, a pesar de la corona y la rica veste, eran terribles de ver. Yo tenía (y debo tener por ahí, extraviada por algún sitio) una foto de cómo estaba. Digamos que daba la impresión, toda la impresión. Tanta que cuando llegó de patriarca a Venezia Don Ángelo Roncalli (todavía no era, claro está, Juan XXIII, pero lo sería, e incluso beato Giovanni XXIIIº), mandó inmediatamente que le cubrieran la cara con una mascarilla de plata, y así se la venera ahora, con mascarilla de plata, túnica roja bordada, y sin corona.
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De vez en cuando le han cambiado el vestido, y con el que le han retirado, han hecho reliquias (yo tengo una en un relicario precioso, veneciano, muy clásico). En el convento de Santa Lucía in Selci, en Roma, de madres agustinas, donde expíden las reliquias de la Lipsanoteca del Vicariato Pontificio del Laterano, tienen, a más de otras reliquias suyas, un par de zapatillas de la Santa, y también dan en unos frasquitos de cristal el famoso "Olio Benedetto di Santa Lucía", muy bueno para las cosas de los ojos.

Prospecto para su uso: Tómese el aceite bendito y pónganse unas gotitas en una gasa o un poco de algodón, y aplíquese sobre la parte afectada (ojos, preferentemente, aunque no se excluyen otras partes); al tiempo, recítese una oración encomendándose a la Santa; si pudiera ser, además del Páter y un Ave con Gloria, dígase también este "Scongiuri contro le malattie
in dialetto siciliano da Cianciana"

Santa Lucia m-mezzu l'ardia
forfici d'oru m-manu tinia,
s'ahià a passari la Matri Maria:
dimmi chi à, la figlia Lucia?
aiu l'ucchiuzzi malati;
tinni và a lu iardineddru.
piglia un mazzu di pitrusinuti
lu strichi manuzzi manuzzi
ca ti passanu l'ucchiuzzi.

Santa Lucia la saura sàna
iddra camina bbaggiàna bbaggiàna,
avi li pedi comu na BBammina.
iddra nun caminava, n celu liggiva,
oru tagliava e argentu cusiva.

(No importa si no se entiende porque la que se tiene que enterar es la Santa, que atiende mejor en siciliano)



La Santa Lucía, cantada por Caruso, para ambientar con sole sorrentino questa sembianza della gloriosa Santa Lucía.

Evviva Santa Lucía!!!!


+T.

martes, 11 de diciembre de 2007

Armenios

Me ha impresionado este mapa que he encontrado hoy en inet. Ha sido casual, pero escalofriante el impacto:


Los puntos rojos marcan lugares donde se masacró a los armenios (el tamaño de cada punto es proporcional al número de víctimas); el trazo rojo con puntas de flecha señala las rutas por las que las tropas turcas condujeron a los armenios en penosas condiciones hasta las fronteras, en algunas ocasiones por el desierto y al desierto; los puntos azules ubican los campos de concentración.

Una persecución contemporánea a una nación, un pueblo y una religión: Por ser armenios y por ser cristianos.

Turquía se resiste a reconocer el histórico y terrible genocidio.

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lunes, 10 de diciembre de 2007

Magnificat

Para no perder el ritmo del blog, y como estamos en la octava de la Inmaculada y en pleno Adviento, viene bien este vídeo con música, voz e imagen ilustrando el canto de la Virgen: El Magnificat que el compositor de música sacra Marco Frisina compuso para la cantante Mina:





Es muy bello. Frisina es un consumado maestro de música sacra moderna. Tiene apreciables influencias de Ennio Morricone; la partitura de The Mission suena mucho en este Magníficat. Está pensado en forma antifonal, con el estribillo "magníficat, etc." para intercalar como antífona-responsorio entre las estrofas del Cántico. La madura y poderosa voz de Mina está un poco forzada en los agudos y los bajos (tiene ya una edad muy respetable), pero suena magnífica, tan italiana, tan "Mina", tan Festival de San Remo.


Una música para Diciembre, por la Inmaculada.

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