lunes, 18 de junio de 2007

Ella y su víctima

Ella es bulímica-anoréxica, ella es cómico-hipócrita, ella es cripto-post-moderna, todo maquillaje, todo lifting, todo rimmel. Ella se llama Mari-Stela (Martínez de Perón, no; esa es otra).

Hoy, sobre las cuatro y media, en su programa magazine de una tele popular, se sentaba y le rellenaba el mini plató Juan Manuel de Prada, elefantiástico, omni-rotundo, hiperbólico-corpóreo (el sofá debe ser sólido, o tener refuerzos, porque aguanta).

La gata engañosa empieza ronroneando y saluda: - "Bienvenido, Don Juan Manuel" (no cabe la ironía histórico-literaria porque no le figuro tantas letras; el "Hola!" sí, pero El Conde Lucanor, seguro que no; ella no lee apólogos de Patronio). El orondo articulista casi auto-derrite una libra de lípidos abdominales caldeado por la lisonja de la lisonjera, toda sonrisa, toda dientes. Todavía no asoma las uñas.

Se saca un tema de actualidad: La violencia de género. Él, caballeroso, intenta templar la puya que va y que viene, que pica y se retira, que pincha y se escapa. - "Querida Maria Stela, permíteme que te diga..." Ella-laraña hila, teje, trama...Él parece que suelta gas por la espita, como olla express a presión, mucha presión: - "Querida Maria Stela, como buena feminista que eres...". La pantera le salta al cuello, saca garras y susurra atropellada como una Bagheera con silbo de Kaa : - "¡ Yo no sssoy feminista, sssoy fffemenina!!!".

Eran las cuatro y media, y yo tenía que echarme la siesta y ahí dejé el combate implacable. Lo penúltimo que escuché fue que el multicalórico periodista decía no sé qué de la -"...fuerza física del varón...".

Me quedé dormido, embeleñado con una idea: "La perversidad psíquica de la hembra" ; de la hembra esa frente al macho aquel. El juicio es particular-singular-concreto, no universal omnímodo - (aunque el peligro/riesgo sí sea naturalmente general).

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sábado, 16 de junio de 2007

Un toque de luz, belleza y armonía

La National Gallery de Londres ha instalado 44 reproducciones de otras tantas obras maestras de su museo por las esquinas y las calles londinenses. Los cuadros, en tamaño real, pretenden atraer al público a la famosa galería, como un aperitivo que incitara desde la calle a adentrarse en el santuario del Arte.

Como ocurrencia publicitaria, me parece mejor y más acertada que las otras que intentan provocar desfigurando, o presentando de forma agresiva o manipulada los originales. En este sentido, se ha hecho casi de todo, inclusive la imbecilidad de la pirámide de metacrilato de Le Lovre. Esta nueva publicidad cultural, explicita la transformación estética que opera el Arte sobre la realidad más trivial. Vean el ejemplo en las fotos:

1-


La esquina de la muy británica Rose street (con WC y todo) se ha transformado con el Rembrandt, absolutamente. El ocre del ladrillo y el formato del cuadro, realzan todo el entorno a la vez que atraen la mirada sobre el retrato rembrandtiano. Ese ángulo callejero se ha transfigurado, elevado de su pedestre plano urbano a otro nivel superior por la dominante estética del Arte presente. Item más: Con luz diurna, al atardecer, iluminado de noche por las farolas, el cuadro irá moderando estéticamente todo el ámbito, como un centro emisor y referencial de belleza y significado.
2)


En esta, la Virgen de las Rocas de Leonardo metamorfiza todo un lienzo de pared comercial, abriendo una sfumata puerta al misterio, la belleza sacra y el pincel renacentista en el opaco muro del ladrillo urbano. La Madonna impone su contraste estético y relativiza la efímera presencia que transcurre por la acera. La estática belleza de lo representado en la pintura, se impone sobre el movimiento, trivializándolo en su vanidad insignificante. Ni siquiera la vulgar publicidad , el mobiliario urbano, o las estridentes señales perturban la armónica composición, tan reservada en sí misma, a la vez que clamorosa en su poderoso atractivo.

Aunque tampoco hay que pasarse, que sería temible el exceso de vulgarizar por las calles lo que no se pensó para estar colgado a la intemperie. Como aquí todo se remeda, pronto aparecerán Las Meninas en la esquina de Serrano con Goya, o la Inmaculada de Zurbarán en la avenida de Pedralbes, o el San Hugo en el refectorio colgado junto a un cajero automático de la calle Sierpes.

...Y se mearan los perros encima del más sagrado y eximio arte.

Mientras no saquen los originales...

Pero es verdad: No se debe echar las perlas delante de los cerdos. ¿Verdad?

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jueves, 14 de junio de 2007

Auténticos o sea


Es un programa de sobremesa-siesta; la emisora, una tele popular. Presenta una anoréxica, de unos sesenta años, queriendo aparentar 30; pelo teñido, look juvenil, acento mestizo-hispano, y mucha caja de dientes lucida en sonrisa que no cesa hable de lo que hable.

El decorado es gay-ruiz de la prada, psicodélico-postmoderno, con lunares blanco-negros y elementos fucsia-verde limón, pobretón-escaso. Deficiente iluminación y una sóla cámara, los invitados al mini estudio-plató alternan en dos tresillos/dos sofás y dos sillones, que ocupan y desocupan con la presentadora, por toca, según van llegando.

Se intenta una macedonia con temas serios, frívolos, de sociedad, actualidad política, moda, espectáculos, prensa rosa, etc. Cuatro-cinco minutitos para cada cosa, y de oca en oca.

Aparecen dos chicos, ninguno de más de treinta años, porte pijo-clásico-pp-madrileño, con vaqueros, polos, mocasines uno y el otro náuticos; de marca, no copy, presumo. Uno es subdirector del periódico A*** , el otro jefe de sección del semanario É****.

La anoréxica sesentona disimulada que presenta saca un tema de actualidad internacional, y los dos chicos alternan una sarta de tópicos "de derecha" (centro-dcha., perdón), con cierto tonillo de crispada indignación y absoluta parcialidad, con algunos "o sea" mechando sus opiniones. Uno es menudillo, con pelito largo; el otro gordo, pelo corto. Se hablaba de las últimas cosas del caso palestino; ellos decían que aquello era - "... como Eta, o sea..."

Dos chicos de papá (también mamá), tan jóvenes generaciones, tan en su tipo, tan bien colocados, tan relacionados, como se espera que sean; muy de su círculo, dando el perfil.

Lo grave es que no era un programa de cómicos parodiando: Eran-son así de auténticos, o sea, como una caricatura viva de su mismidad.

O sea.

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Las redes de la muerte


El Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, organismo de la Santa Sede, ha anunciado que retirará la ayuda económica que hasta ahora prestaba a Amnistía Internacional después de que esta institución haya decidido apoyar el aborto:



Hoy también me he enterado de la contradictoria publicidad que aparece en el periódico ALBA:



Como denuncia el autor del artículo, ese consorcio opera en países depauperados con planes de intervención que incluyen la cobertura de campañas pro-abortistas.

Me espanta que tenga razón el denunciante.

Me horrorizan los largos tentáculos de la "cultura de la muerte".

Me horripilan esas redes tan bien tendidas, con tantas conexiones, tan cínicamente dismuladas.

No caben posturas ambiguas en temas pro vita. A esos enemigos, ni agua, ni un centimo, ni una línea.

Y de ellos, ni una sonrisa, ni un favor, ni un céntimo.


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miércoles, 13 de junio de 2007

Tal para cual


Le han dado el premio príncipe de asturias de las artes (léase en minúsculas; síc) a bob dylan (este también con letra chica). Lo peor no es eso, porque premio, patrocinador y premiado están a proporcionada altura. Lo lamentable es que sea un premio de Arte y que en la lista a ese premio figuraran mezclados tirios y troyanos, en un penoso totum revolutum:

El Dylan que ha ganado, estaba pre-seleccionado junto con:


caetano beloso
andrew lloyd webber
juan manuel serrat
ferrán adriá
clint eastwood
fernando trueba
.

Rafael Moneo
Victor Erice
Fernando Arrabal
Milos Forman
.

Peter Brook
Ennio Morricone
Cecilia Bartoli
Ann Sophie Mutter
Pier Boulez
Maria Joao Pires


La primera trupe debe ser del gusto del príncipe minúsculo que da nombre al premio (a un mozo con trono de herencia que se casa con asturiana-periodista-divorciada se le imaginan gustos "artísticos" tan ínfimos y confusos tales cuales la cacerola de adriá o lo que filma el ojo bizco de trueba; sin duda).

El segundo elenco es más "oficial", del estilo del jurado; "políticamente correcto", capaces de reputar como arte lo de Moneo o Arrabal; pero bueno, pase. A Milos Forman yo le agradezco Ragtime y Amadeus, y a Erice El Sur; pero pasen también, con las mores de estos témpora.

La tercera selección sí que es selecta, depurada, exquisita. Por aquí tuvo que meter cetro Doña Sofía o su delegado, y se nota: Estos sí son de Arte y dignos de galardón principesco.

Pero no: Se impone la vulgaridad mediocre imperante y le dan premio al bobdylan.

Tal para cual (con gaitas y patria querida, inclusive).

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martes, 12 de junio de 2007

Ut Rufina adveniat, et nobiscum maneat!


Hace dos o tres años, Sevilla entera se ilusionó con un cuadrito que era casi el retrato de su propia inocencia. Después se desencantó, como ante la foto de una hermosura perdida, o una nostalgia de lo imposible.

No sé si podrá acreditarse la Santa Rufina como obra indudable de Velázquez; pero con firma o sin ella, con documento o sin él, el cuadro es un poema de bellezas sevillanas que enamora.

Alguna vez me he preguntado qué habría pintado Velázquez si no se hubiera ido de Sevilla. Yo mismo me he contestado y he explicado a otros que su obra habría sido parecida en temática y catálogo final a las de Zurbarán, Murillo o Valdés Leal, y lo que se hubiera perdido en Felipes, Austrias, Infantas y enanos, se habría ganado en Cristos, Vìrgenes, Santas y frailes.

Pero un genio dotado para el arte, es grande y pinta hermosura lo mismo si retrata a una vieja friendo huevos, un aguaó con su cántaro, o una infanta de Habsburgo prognata y con verdugado.

Un Velázquez añejándose en Sevilla, habría llenado de la gracia de esta Santa Rufina las Iglesias y los Conventos de la ciudad que tan feliz hubiera sido con él en ella.

Ahora, cuando vuelve a ser posible que vuelva a Sevilla, la nostalgia ansiosa es casi una rogativa de empeño a la Santa, para que se quede en su casa y la regale.

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sábado, 9 de junio de 2007

El Niño de la Bola.

Una de las más encantadoras prosopopeyas bíblicas fué incorporada a la Iconografía Cristiana con una forma que se popularizó devocionalmente y con un éxito universal. En Proverbios 8, la Sabiduría Divina habla de sí misma; en los versículos 29,30y 31 dice:

"... cuando asentó los cimientos de la Tierra,
yo estaba allí, como arquitecto,
y era yo todos los días su encanto,
jugando en su presencia todo el tiempo,
jugando con la bola de la Tierra..."

A algún inspirado, se le ocurrió representar al Hijo Niño, con esa bola de la tierra en su mano; una ocurrencia para una iconografía sacra que conjunta el poder, la gracia, la inocencia feliz y la humilde condición de la Sabiduría encarnada: La Omnipotencia del Hijo siendo un Niño con el Orbe en su mano, como un Chiquillo Divino con su pelota de la Tierra.

En el pueblo de mi familia hay un Niño de la Bola; para ser más completo y teológico, su nombre oficial es El Niño de la Misericordia, pero los chiquillos le decimos el Niño de la Bola, o el Niño de la Bolita, dependiendo de la edad, que se nota y va creciendo desde Bolita-Bola-Misericordia, como si madurara en concepto y gravedad.

Está todo el año en su Capilla de la Misericordia, una vieja Iglesia con culto ocasional, con santera que la abre todos los dias, y si no está abierta se entra por la casa de la santera. Sale una vez al año, por el Corpus.

La Víspera del Corpus por la tarde, los chiquillos del pueblo van a la Misericordia porque llevan al Niño en su pasito a la Parroquia, para salir al día siguiente en la Procesión del Corpus, unos cuántos tramos delante de la Custodia. Y era un sufrimiento el rato que estaba en la calle porque nos contaban que - "...Como se le caiga la bola al Niño, se acaba el mundo!..." Y era un sinvivir ver al Niño con las levantás y los meneos del paso de maniguetas, moviendo las enaguas y el manojillo de espigas y uvitas agraces que le colgaba de una mano temblequeando, y la bola en la otra mano... Para un chiquito de tres o cuatro años, que empieza a entender las cosas, la aprensión duraba hasta que se recogía la procesión. Después la cosa se iba aclarando, porque al llegar a casa preguntaba: - "Mamá ¿Y si se cae la bolita el mundo se acaba de pronto?!!..." Y Mamá te explicaba como un magistral, mejor que un teólogo, más sabia que un Padre de la Iglesia; y uno respiraba, y ya podía disfrutar de la procesión del Niño sin llevar el corazón encogido.

Ahora, cuando voy al pueblo y rezo ante el Niño de la Bola - para mí ya de la Misericordia - recuerdo, y medito, y me creo más que cuando era un chiquillo ese misterio de la bola que está en su mano, y que se mantiene porque su manita poderosa la sostiene.

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