miércoles, 29 de agosto de 2012
Las neo-monjas transgresoras del hábito vaquero
Las veroniquesas de La Aguilera, yes. Transgresoras porque se saltan a pióla (en vaqueros) leyes municipales y planes urbanísticos. Como Stª Teresa (la Grande) no se paraba y arremetía cuando tenía que fundar y abrir convento, estas, que van de neo-teresas (¡ja!) y ostentan mega-fundaciones, también parece que juegan a arremetedoras.
Sancionan con 25.000 euros a ‘Iesu Comunio’ por construir sin licencia
Iesu Communio deberá adaptar su albergue a las normas de hostelería
El PSOE recurre el uso excepcional de suelo rústico del monasterio
Siempre me resisto, hasta los polos, si tengo que dar la razón a sociatas y demás pestes, pero esta vez me parece que la llevan con toda justicia ética y estética: El neo-convento de las del hábito blue-jeans es un horrendo adefesio que merece demolición urgente.
Junto al precioso conjunto del Santuario de San Pedro Regalado, las monjas-guay de Sor Verónica han levantado un queso fresco con ventanitas y terracitas digno de la peor arquitortura contemporánea, del estilo de lo que diseña y construye el monstruo-Vicens, el de la iglesia-horror de Vaciamadrid y los windsurfsonarios. El arquituerto de las neo-monjas de La Aguilera debe ser su discípulo aventajado.
No he encontrado más fotos que esas que pongo, pero me temo que el impacto visual-ambiental debe ser traumático, como si instalaran la sede del Tribunal Constitucional a la vera del Monasterio de San Lorenzo del Escorial, o algo así. A las vanguardias transgresoras del pseudo-arte contemporáneo les gustan esas cosas, como lo de meter un artefacto piramidal de metacrilato en el patio de Le Louvre, o el poner una bola de metal estilo 'Estrella de la Muerte' de Star Wars en el Cortile della Pigna. Cosas de esas.
Pero lo de La Aguilera, además, es un convento (aunque sea 'experimental'). Un convento junto a un santuario-relicario de la reforma franciscana española. Supongo que para dejar patente el plantón que le dieron a las clarisas y los franciscanos, las veroniquistas se desmarcan también del entorno formal y levantan ese edificio, tan modernista como su hábito de monjas pop-modernas (sic: pop-modernas).
El gusto iconográfico se les va definiendo, modernistizante también. Miren Uds. esta (con perdón) imagen:
Es la Virgen, la imagen que tienen puesta en la capilla del neo-convento; para más inri la llaman 'bella pastora'. Así se la imaginan: Vulgarmente sentada, en bata, arremangada, con chanclas y enseñando media pierna. Digo yo que será una especie de transposición de ellas mismas, de su ideal vocacional.
Yo que ya tenía quasi olvidadas a estas reverendas nenas, y mira por donde vuelven a ser actualidad. Por su mal gusto y su descaro constructor frente al municipio que las acoje y el venerable lugar que se les prestó cuando eran clarisas (que ya no lo son).
+T.
martes, 28 de agosto de 2012
A propósito del meeting
Cuando me preguntan, digo que CL es algo tan italianamente italiano que tiene dificil acomodo fuera de Italia y sus circunstancias político-eclesiales. Item más: Es algo muy de la Italia-Nord, con poca ambientación en la Italia de Roma para abajo.
A fines de los '80 y mediados de los '90 me compraba y me leía el 30Giorni con fruición. Recuerdo algunos artículos crítico-documentales sobre los desarreglos conciliares y sus protagonistas; recuerdo una andanada de artículos contra el nefasto Cardenal Giácomo Lercaro de auténtico escándalo. Pero desde que el reverendísimo mega-repulsivo Giulio Andreotti desembarcó en la revista, tuve la impresión de que la edición había tomado otro estilo, otro aire, me desinteresé y no he vuelto a comprar el hoy ya desaparecido mensual.
Lo que no imaginaba entonces era que CL girara en tan poco tiempo hacia tendencias que antes no eran patentes. Estaban, al parecer, latentes pero activas; eran acciones no conocidas por todos que ahora te las publican como una heroicidad del fundador: Don Giussani era devoto amante de los budistas del monte Cho-Cho-San, con grabaciones de sus encuentros allende el oriente y todo. Cosas veredes (ver después de la comunicación sobre el Bosón de Higgs):
Intranquilizan estos movimientos. Intranquilizan a los católicos conscientes que vemos y entendemos como los postulados conciliares de la Nostra Aetate ya han sido superados ampliamente por la marea de los hechos cumplidos, hechos consumados y tendencias confirmadas, desde los jefes (léase 'jerarquía') a la tropa (entiéndase 'militantes consagrados'). Asís 1, 2 y 3 no es un ensayo, es un preludio de una sinfonía (patética) que no ha hecho más que empezar.
Conque ya son tres las formaciones pan-religiosas que se mueven (y con mucho poder) en el medio (importantísimo) de la Iglesia de Italia: Focolari, Comunitá Sant'Egidio y Comunione e Liberazione.
Lo del Meeting de Rímini, que es una feria de muestras para socios y prosélitos, debe tener detrás todo un programa con más planes e iniciativas. Como dije, son troppo italiani para exportarse fuera de Italia, pero, como he dicho, su influencia dentro de la Iglesia de Italia es mucha.
Por mucho que me lo expongan, me inquietan los compadreos con no católicos y me alarman las promiscuidades con no cristianos.
Iba a decir que 'el ecumenismo debilita la conciencia católica y el diálogo interreligioso debilita la conciencia cristiana'. Pero, con lenguaje más moderno, prefiero decirlo más contundentemente:
El ecumenismo deconstruye la conciencia católica y el diálogo inter-religioso deconstruye la conciencia cristiana. Y digo conciencia pudiendo decir también fe.
Es una tesis evidente tras estos 50 años de ensayos, dichos y hechos.
Pero el meeting riminiense amaga más, mucho más (en el marco del año de la fe y la nuevangelización, of course).
+T.
domingo, 26 de agosto de 2012
Desechos jmjotistas
Los súper confesonarios de híper diseño imaginados por el delirante des-arquitecto jmjotero se regalan a quien tenga el mal gusto de quererlos. Entérense, por si les interesa a Uds. procurarse uno para sus más traumáticas confesiones:
Los confesionarios de la JMJ Madrid 2011 se ceden de gratis a los interesados, «a los que solo se les pide un donativo»
Los confesonarios eran un horror peregrino, una extravagancia parida por una mente confusamente creativa, enredada en no se sabe qué vericuetos espiritualóides. Al ideísta se le ocurrió un confesonario-tabla-de-windsurf como se le podría haber ocurrido un modelo inspirado en un globo aerostático, o un modelo tiovivo/noria de feria, o uno estilo cono de tuttifruti merengado. Pero pensó en lo de la vela de surf y coló. Así es ese mundo donde el que se ha colocado en su escabel y tiene apoyaturas y aplausos se rie del respetable público e impone su delirio, venga o no venga a cuento. Así se hacen los genios modernos.
Hablando de apoyaturas, los confesonarios las tenían mínimas, exiguas: Una media tablilla de asiento en la que cabía 1/4 de culo de cura confesor, y un reclinatorio milimétrico que prestaba mortificante apoyatura a 1/3 de las rodillas del penitente. Penitente (o penitenta) que se daba de bruces con la plancha donde se abría la rejilla de comunicación inter-penitencial sobre la que, forzosamente, debía aplicar el hocico/morro y/o pabellón auricular al confesar sus pecados al confesor. Deduzco que, como se trataba de un mueble penitencial, el diseñador de marras ingenió un artefacto propiamente dotado con todas sus incomodidades, para ambientar el acto en sí.
Si, además, la confesión transcurría en horas de sol (sol canicular agosteño carpetovetónico) el lomo/espalda del penitente se turraba como un pollo a la brasa, desgravando (supongo) llamas de Purgatorio. El Confesor, por su parte, sufría la insolación con paciencia de Job en el muladar, con gafas de sol, gorra de visera o sombrerito de palma y botellita de agua cabe la estola morada, para rehidratarse entre absolución y absolución.
Por todo ello, fue grande el número de penitentes (y penitentas) que optaron por el tête à tête, sentados en practicas sillitas plegables (más cómodas que el poyo minimalista del cura) o devotamente arrodillados (algunos también acuclillados) ante el preste.
Dice la noticia que ya se han dado nosecuántos de los doscientos torturadores muebles litúrgicos, que han quedado estupendamente instalados en las parroquias receptoras de los mismos. No sé - confiésolo - en qué tipo de parroquia puede quedar bien un artefacto de esos, o qué penitente se puede sentir atraído por confesarse en semejante engendro, o qué temerario párroco tiene el gusto de descalabrarse el culo y las cervicales usando un potro de tormento como ese. Pero parece que sí, que existen esos heróicos practicantes, activos y pasivos, de la tortura confesonarial.
Sin admirar tales excéntricas valentías ni recomendarlas como medio ascético-disciplinante, no dejo, empero, de asombrarme de los extremos entusiastas del juanpablismo militante y sus aficiones/fijaciones de quasi dulía.
En el gusto (nunca mejor dicho) llevan la penitencia.
He pensado que mejor hubiera sido que los hubieran empaquetado y mandado a Rio, para la la JMJ-2013 adveniente. Allí podrían servir plenamente, desplegando todas sus posibilidades y prestaciones: Confesonarios para los arrepentidos y tablas de windsurf para los bañistas de Copacabana.
+T.
sábado, 25 de agosto de 2012
De otros santos lugares
(Eleazar pinxit)
Me parece que fue la Semana de Pascua de 1983, o quizá la del año 84, cuando sufrí una de las ocurrencias de mi siempre muy confuso y confundente rector de seminario. Como nos dieron, por vez primera, vacaciones pascuales académicas, para aprovecharlas (de)formativamente, nos organizó un periplo de tres días por la Andalucía profunda que entonces devoraba pastoralmente un invento clérigo-marxista conocido como 'Misión Sur'.
El itinerario transcurriría por un triángulo marcado por tres puntos: Arahal, Estepa y Écija, bellos y monumentales pueblos sevillanos, repletos de historia y arte, y, entre ellos, camino de uno a otro, una serie de paradas menores a otros tantos pueblos menos nombrados: Aguadulce, Marinaleda, Matarredonda, el Rubio y Cañada del Rosal. El periplo no era una secuencia ordenada, sino fruto del capricho y la intención de nuestro ocurrente Sr.Rector, para que conociéramos in situ la realidad pastoral de aquellos pagos. Huelga comentar la atracción que nuestro mentor sentía por las experiencias pastorales que por allí se perpetraban, dignas, según su equívoco criterio, de sernos expuestas por sus propios autores.
Pero los autores, curas párrocos de los enclaves a visitar, nos atendieron con división de opiniones: En Arahal nos recibieron discretamente, sin agasajo; el arcipreste de Estepa nos despachó con un almuerzo frugal de bocadillos y agua fresca en una fuente serrana, extramuros; el de Santa Cruz de Écija nos acogió encantado, como un señor párroco del lugar, brindándonos merienda, cena y pernocta. Y en los pueblos/parroquias radicales de la 'mision sur' los curas se quitaron de en medio para no tener que encontrarnos. Pasaban de seminaristas.
Aunque le pesara a nuestro rector, fue lo mejor que nos pudo pasar porque con ello nos libramos de tratar con los elementos más nocivos del clero diocesano de entonces. Comandábalos un famoso, el cura Diamantino, una especie sui generis de Camilo Torres andaluz. Ni vimos al célebre Diamantino García ni a ningún otro de los curas de Misión Sur.
La debilidad y una cierta patológica simpatía de los obispos de Sevilla, Málaga, Cádiz y Jerez, hizo de la región limítrofe de estas diócesis un territorio invadido por las tesis y las iniciativas del más radical des-catolicismo, de corte anarco-comunista-asambleario. Las parroquias de la zona fueron arruinadas pastoralmente, el clero se corrompió y los fieles degeneraron según la perversa trayectoria de sus pastores. Eran los años en que el Sindicato Obreros del Campo S.O.C. se gestó como el brazo político-social de los curas de Mision Sur. Algunos párrocos fueron captados, otros se resignaron y sufrieron hasta la consunción aquella peste, otros abandonaron el ministerio o desaparecieron de la escena. Los obispos escribieron alguna pastoralada, suavecita y moderada, siempre proclives a comprender a los insurrectos y dar palmaditas en la espalda a los que aguantaban pacientes el diluvio pastoral de hoces y martillos. Ninguno de los curas malos fue sancionado canónicamente, al contrario, se les mostraba como ejemplo de compromiso evangélico con el pueblo. Casi fueron fundidos en mito. Fueron los padres del populacho que hoy capitanean Gordillo y Cañamero.
En aquella ocasión del periplo por los pueblos de Mision Sur y el SOC, antes de salir de excursión, me documenté un poco sobre los sitios que íbamos a visitar, y fue entonces cuando por primera vez me topé con el histórico mote de 'Santos Lugares' referido a aquellos sitios, en la obra El Bandolerismo Andaluz, de Constancio Bernaldo De Quiros (leer desde final de la página 176 y ss, anécdota del Jesús Nazareno inclusive) :
Los pueblos de los asaltadores de supermecados y tiendas (acciones reivindicativas y simbólicas, dicen ellos) fueron los enclaves del más recalcitrante bandolerismo, la patria chica de los bandoleros, las guaridas impenetrables de los que atracaban a las diligencias y viajeros de la baja Andalucía, entre Córdoba y Sevilla. Sin solución de continuidad, el tardo-marxismo libertario los reúne ahora bajo la bandera anarco-comunista del SOC, demostrando incluso con eso el atraso atávico, cultural y social, de los célebres Santos Lugares, siempre peligrosa y violentamente a la cola de todo, estrujando la teta de los otros con el achaque del no tener y el descaro del rufián que saca la faca y pide la bolsa. Cazadores y recolectores versión tercer milenio.2
Nadie se los toma en serio. Aunque algunos saben aprovecharlos. No es casualidad que las bandas del SOC de Gordillo y Cañamero alarmen a la población y sean primera plana de noticiarios cuando el pantanal corruptor del psoe andaluz está compareciendo ante comisiones (forzadas) y tribunales. Maniobras de distracción y títeres de cachiporra.
Al fin y al cabo estos neo-bandoleoros son los principales beneficiarios de los pagos y subvenciones del pródigo sistema clientelista andaluz. Sería interesante saber cuánto cobran y cómo viven los 'jornaleros' de los Santos Lugares.
&.
Me parece que fue la Semana de Pascua de 1983, o quizá la del año 84, cuando sufrí una de las ocurrencias de mi siempre muy confuso y confundente rector de seminario. Como nos dieron, por vez primera, vacaciones pascuales académicas, para aprovecharlas (de)formativamente, nos organizó un periplo de tres días por la Andalucía profunda que entonces devoraba pastoralmente un invento clérigo-marxista conocido como 'Misión Sur'.
El itinerario transcurriría por un triángulo marcado por tres puntos: Arahal, Estepa y Écija, bellos y monumentales pueblos sevillanos, repletos de historia y arte, y, entre ellos, camino de uno a otro, una serie de paradas menores a otros tantos pueblos menos nombrados: Aguadulce, Marinaleda, Matarredonda, el Rubio y Cañada del Rosal. El periplo no era una secuencia ordenada, sino fruto del capricho y la intención de nuestro ocurrente Sr.Rector, para que conociéramos in situ la realidad pastoral de aquellos pagos. Huelga comentar la atracción que nuestro mentor sentía por las experiencias pastorales que por allí se perpetraban, dignas, según su equívoco criterio, de sernos expuestas por sus propios autores.
Pero los autores, curas párrocos de los enclaves a visitar, nos atendieron con división de opiniones: En Arahal nos recibieron discretamente, sin agasajo; el arcipreste de Estepa nos despachó con un almuerzo frugal de bocadillos y agua fresca en una fuente serrana, extramuros; el de Santa Cruz de Écija nos acogió encantado, como un señor párroco del lugar, brindándonos merienda, cena y pernocta. Y en los pueblos/parroquias radicales de la 'mision sur' los curas se quitaron de en medio para no tener que encontrarnos. Pasaban de seminaristas.
Aunque le pesara a nuestro rector, fue lo mejor que nos pudo pasar porque con ello nos libramos de tratar con los elementos más nocivos del clero diocesano de entonces. Comandábalos un famoso, el cura Diamantino, una especie sui generis de Camilo Torres andaluz. Ni vimos al célebre Diamantino García ni a ningún otro de los curas de Misión Sur.
La debilidad y una cierta patológica simpatía de los obispos de Sevilla, Málaga, Cádiz y Jerez, hizo de la región limítrofe de estas diócesis un territorio invadido por las tesis y las iniciativas del más radical des-catolicismo, de corte anarco-comunista-asambleario. Las parroquias de la zona fueron arruinadas pastoralmente, el clero se corrompió y los fieles degeneraron según la perversa trayectoria de sus pastores. Eran los años en que el Sindicato Obreros del Campo S.O.C. se gestó como el brazo político-social de los curas de Mision Sur. Algunos párrocos fueron captados, otros se resignaron y sufrieron hasta la consunción aquella peste, otros abandonaron el ministerio o desaparecieron de la escena. Los obispos escribieron alguna pastoralada, suavecita y moderada, siempre proclives a comprender a los insurrectos y dar palmaditas en la espalda a los que aguantaban pacientes el diluvio pastoral de hoces y martillos. Ninguno de los curas malos fue sancionado canónicamente, al contrario, se les mostraba como ejemplo de compromiso evangélico con el pueblo. Casi fueron fundidos en mito. Fueron los padres del populacho que hoy capitanean Gordillo y Cañamero.
En aquella ocasión del periplo por los pueblos de Mision Sur y el SOC, antes de salir de excursión, me documenté un poco sobre los sitios que íbamos a visitar, y fue entonces cuando por primera vez me topé con el histórico mote de 'Santos Lugares' referido a aquellos sitios, en la obra El Bandolerismo Andaluz, de Constancio Bernaldo De Quiros (leer desde final de la página 176 y ss, anécdota del Jesús Nazareno inclusive) :
Los pueblos de los asaltadores de supermecados y tiendas (acciones reivindicativas y simbólicas, dicen ellos) fueron los enclaves del más recalcitrante bandolerismo, la patria chica de los bandoleros, las guaridas impenetrables de los que atracaban a las diligencias y viajeros de la baja Andalucía, entre Córdoba y Sevilla. Sin solución de continuidad, el tardo-marxismo libertario los reúne ahora bajo la bandera anarco-comunista del SOC, demostrando incluso con eso el atraso atávico, cultural y social, de los célebres Santos Lugares, siempre peligrosa y violentamente a la cola de todo, estrujando la teta de los otros con el achaque del no tener y el descaro del rufián que saca la faca y pide la bolsa. Cazadores y recolectores versión tercer milenio.2
Nadie se los toma en serio. Aunque algunos saben aprovecharlos. No es casualidad que las bandas del SOC de Gordillo y Cañamero alarmen a la población y sean primera plana de noticiarios cuando el pantanal corruptor del psoe andaluz está compareciendo ante comisiones (forzadas) y tribunales. Maniobras de distracción y títeres de cachiporra.
Al fin y al cabo estos neo-bandoleoros son los principales beneficiarios de los pagos y subvenciones del pródigo sistema clientelista andaluz. Sería interesante saber cuánto cobran y cómo viven los 'jornaleros' de los Santos Lugares.
&.
viernes, 24 de agosto de 2012
De la Novena
Las novenas preparatorias son un invento piadoso del s.XIX. Lo clásico, lo antiguo y tradicional, era festejar las Vísperas, celebrar la Fiesta y prolongar la celebración durante su octava; así se formaron las antiguas novenas, nueve días (la víspera de la fiesta más los ocho días siguientes). Así se celebra la Novena de la Asunción en mi pueblo, una Novena post, no pre. Con calor, con mucho calor material y fervor espiritual.
Antes de la reforma (traumática) del Concilio (discutido), la Misa de la Novena se celebraba por la mañana, Misa rezada, con la excepción de la Función Solemne el día de la Asunción y la Misa de Comunión General el último día de Novena. 'Función Principal de Instituto' se llama (en Sevilla y Andalucía) a la Misa Solemne que se reglamenta como culto principal de una hermandad o cofradía, en cuyo transcurso, después del sermón, se hace solemne protestación de fe con juramento de los hermanos presentes. La Misa de Comunión General obligaba a todos los miembros de la Hermandad, previa confesión. Se celebraba temprano, por el ayuno, el ayuno antiguo que empezaba la medianoche anterior, por lo que se procuraba la Misa rezada con sermón breve, para agilizar la Comunión. Así y todo, entre el calor de Agosto y la preocupación del ayuno, eran frecuentes los desmayos (mocitas pre-casaderas y solteronas nerviosas, mayormente).
En recompensa por la devoción, los desayunos post-Misam eran deliciosos, un disfrute de chocolate, café, calentitos, sopaipillas, buñuelos, tortas, pestiños, piñonates, gañotes, bizcochos, brazos de gitano, empanadillas, rosquillos, magdalenas. Y copita de anís o de coñac (otros licores no se conocían en las casas decentes, salvo la ginebra, para el dolor de barriga). Decía mi tía Rosario que desde que quitaron el ayuno largo de la Comunión, se perdieron los desayunos de fiesta, de batea y mantel, por castigo de Dios. Una sutil apreciación, mitad beata, mitad gourmet.
Ahora, como la Misa de la mañana se incorporó a la Novena de la tarde, la Comunión es general todas las tardes, sin ayuno. Quiero decir sin ayuno consciente, no preparado; de todas formas, desde que empieza la Novena hasta el momento de la Comunión, se salva la exigua horita de ayuno, que la despreocupación de los curas y la ignorancia de los fieles ha dejado en quasi nada, un obstáculo molesto, en todo caso, que unos olvidan y otros no saben. Pero se comulga, todo el mundo en general. Hasta el pobre pedigüeño de la puerta, un rumano (dicen que sí está bautizado, en su rito) se metió un día en la fila de los comulgantes (con división de opiniones de sí podía o no; conmigo no pudo).
Este es un particular que manifiesta la relajación universal-católica (valga la redundancia) imperante. Tiene su gracia, relativamente, porque destapa la idiosincrasia de lo popular con su lógica argumentativa. Quiero decir que en nuestros pueblos, donde todos se conocen y todo se sabe, es un problema negar la Comunión por motivos de irregularidad, digamos: Separados y divorciados vueltos a casar (por lo civil) o sin casar (por la moda) resultan pastoralmente incontrolables por el escándalo que supondría negarles el Sacramento. No se ve el escándalo de que lo reciban porque la aceptación in-moral social se ha impuesto a una inexistente/desaparecida conciencia moral religiosa católica, y se tiende a disculpar religiosamente como se disculpa socialmente. Item más: Se censura la censura, absolutamente, tan rigurosamente como antes se imponía la disciplina, ahora reina la tolerancia omnímoda. Que la Iglesia y el Papa recuerden constatemente la disciplina vigente es sintomático, porque no se cumple. Una vez, una doña devota, muy suya, cuando le explicaba el quid de la cuestión, me espetó:
- "Pues a la nuera del Rey, a la que se ha casado con el Príncipe, sí que le dan la Comunión, habiendo estado casada por lo civil y divorciada".
- "Pero - repuse yo - se le concedieron las dispensas".
- "Pues que se las concedan a mi Rosarito (su hija divorciada), que no vale menos que la Infanta.
Y en esas estamos, aquí y en las antípodas, con estos lodos de aquellos polvos. Polvos de los que se excusan nuestros obispos con vagas exortaciones pastorales porque no tienen que bregar con el común de los fieles descarriados. Y cuando el cura interviene imponiendo lo exortado (por la Iglesia, por el Papa, por el Ordinario) se arma el escándalo, lo que horroriza a los obispos (que hablan pero no actuan) y perjudica a la postre al pobre cura, apaleado en primera instancia por el vulgo y machacado - en segunda instancia - por su padre y pastor que censurará (de internis (atque de externis etiam)) la impericia pastoral de su subordinado. Sic.
El problema me excede y supera. Pero no soy tonto. Ayer mismo me planteé seriamente si no debería quedarme en el confesonario y no acudir a la hora de la Comunión. El día en que la Jerarquía actue con claridad y sin excepciones, la praxis pastoral será menos problemática. Pero no lo harán, doy fe. No me valen las actitudes ejemplares de un prelado, un día, a una descarriada ignota, en un enclave pastoral de un satélite de Saturno in partibus infidelium: Necesito un ejemplo claro, patente, constante, perseverante, de mil prelados conocidos, en circunstancias de general conocimiento. Como antes, es decir. Como siempre. Si me explico. Pero en nuestra Iglesia del Tertio Millenio, el antes pasó y está vetado, y el siempre está en crisis de identidad contradictoria consigo misma.
Justamente lo que me gusta de la Novena es su identidad medular temporal. Entre el espacio, las oraciones, las canciones, parece que se mantiene un centro inalterado, estático, en cuyo torno giran personas y cosas. El eje, en este caso, es la Virgen, con un punto incluso material en la imagen de la Virgen Asunta, atrayendo la devoción de todos, entonces y ahora.
Ayer, por ejemplo, tuve una especie de re-versión, una instantánea de un dejá-vú consciente: Desde el altar, vi a la prima Conchita levantarse, sentarse, moverse, mirar y gesticular tal y cual su madre, mi tía Concha, que rezaba de memoria y del tirón, sin un titubeo, las preces de la Novena, desde el 'Soberana y Celestial Señora' al 'Virgen de Vírgenes María' con el 'Ave Maris Stella' y el 'Exaltata est'. Sólo le faltaba el velo negro y el hábito del Carmen que llevaba mi tía Concha, la mayor. No era lo mismo, pero lo mismo las identificaba en la distancia, como una actualización repentizada en mi memoria.
Pero aspiramos a eso; eso, variando las expresiones, es precisamente lo que pedimos en la Novena, en las preces de la Asunción: "...ut a supernis semper intenti", reza la oración del Misal; "...esos piísimos ojos con que interminablemente mirais la incomprensible gloria de la eterna Luz", dice una de las oraciones del Novenario; "...míranos, míranos, siempre a tus pies ¡oh Madre!", canta una de las coplas, y el himno asuncionista: "...si yo pudiera volar contigo y contemplar".
Te intercedente possumus, Domina nostra ac Mater!
+T.
lunes, 13 de agosto de 2012
Clérigos politicastros
Entre los clérigos, la afición política (que al fin es ambición de poder y reino, mejor o peor disimulado) suele ser una tentación bastante frecuente. Si se consuma con una actuación política activa-oficial del clérigo en cuestión, denota una crisis de identidad sacerdotal/ministerial en peligro de inminente abandono (u ocultación interesada de la ruptura interior). Terminan siendo patéticas figuras. Pocos llegan al cinismo exitoso de un Talleyrand, pero casi todos finan sumidos en una amarga e insatisfecha desesperación.
Los magníficos ejemplares de la Historia son, también, escandalosas contrafiguras de lo que un sacerdote no debe ser. La enorme personalidad política de un Richelieu, por ejemplo, le valida para pasar al elenco de los grandes, sin embargo es lamentablemente frustrante en el legendario Cardenal la débil impronta sacerdotal, dificilmente perceptible en su biografía. Habrá siempre quien lo justifique, pero es muy problemático defender la vocación política de quien debe servir a un Reino que no es de este mundo. Cuando irrumpe en el alma de un sacerdote la seducción por el poder mundano, es que ha perdido el norte del Reino de los Cielos.
Con todo, se montan las más arteras explicaciones para justificar esta injerencia impropia; los clérigos suelen ser muy hábiles para dar razones a sus intereses abusando de lo Sagrado. Así se han argumentado pseudo-teologías que postulaban, incluso, la necesaria participación del sacerdote en la trama política. El siglo XX post-conciliar pergeñó con las tesis de J.Btª Metz y su 'teología política' más el cóctel del Mayo'68 y el omnipresente marxismo cultural, un potpourrí que parió engendros tan difíciles de desarticular como la 'teología de la liberación' que fascina al recien nombrado Prefecto de Doctrina de la Fe.
Cuando emerge - profundo Sur de la profunda Italia - en Sicilia un partido político auspiciado por un cura, se teme ver transplantado al Mediterráneo un escenario archi-conocido en Sudamérica, donde la especie del cura aspirante político es un casi tipo característico. Pero el fenómeno se ejemplifica también con casos más cercanos: En España, en los últimos dos o tres años, han sido cuatro o cinco (o más) los curas que se han presentado como candidatos para alcaldes o concejales, en las listas de algún partido o como independientes en una candidatura improvisada ad casum. Me imagino que las estadísticas de otros países europeos será similar. En Italia, donde la deshinbición politíca es más frecuente, quizá el índice de clérigos politicastros sea mayor.
Del tal reverendo siciliano, Don Felice Lupo, no sé qué esperaran sus con-sicilianos. Tampoco sé que opinará de Don Felice la Cosa Nostra, que en Sicilia no es un argumento de peli americana sino un poder de hecho y quasi derecho. Los obispos, of course, lo han desaprobado, como corresponde. Pero no me fio un pelo de los obispos, que (para estos negocios) usan recámara como los boticarios rebotica.
Italia tiene una historia político-católica muy turbia, pero muy intensa. Y muy poliédrica, muy polivalente, muy poli-taimada: Desde hace siglos, pero muy especialmente en el XIX y hasta el presente, Roma ha predicado una cosa cuando ya había algún clérigo con algún obispo en connivencia apañando lo contrario y entendiéndose por debajo del baldaquino con los poderes políticos del momento (en el momento enemigos de la Santa Sede), todo muy oficioso pero muy eficiente. La versatilidad italiana es genial.
Conque a saber lo que esconderá de profundis la trama del Don Felice ese, con su cara de mezzo-aseglarado (su poca impronta sacra).
Pero, sea lo que sea, insisto: Ambicionar esos poderes es dejar de aspirar a los carismas mejores, que no son de este mundo.
No sé si será prudente decirlo, pero yo diría en este caso - con mil reservas - que quizá valga más capo conocido que prete por conocer. Si me explico.
+T.
lunes, 6 de agosto de 2012
Interreligioneando
Primero fueron los controvertidos textos del Vaticano IIº (NAe y DH); el segundo jalón-hito-estación fue lo de Asís, y ahora, en fase post-Asís-3º, suceden sin más escándalo cosas como esta:
Mensaje de Benedicto XVI al sacerdote supremo del templo budista del monte Hiei por el 25º aniv. del encuentro interreligioso de oración por la paz
Aquí un resumen en español: El Papa anima a los líderes religiosos en su causa en favor de la paz
El texto dice cosas que podríamos pasar por alto, por repetidas y oídas mil veces en estos últimos tiempos. No obstante, son afirmaciones inquietantes:
"...nello spirito dello storico incontro del 1986 ad Assisi, promosso dal mio predecessore il Beato Giovanni Paolo II. L’impegno per la causa della pace da parte dei leader religiosi è della più grande importanza (...) di primaria importanza che contribuisce in modo efficace al dialogo tra le genti di diversi credi // en el espíritu del histórico encuentro de 1986 en Asís, promovido por mi predecesor el Beato JP2º. El empeño por la causa de la paz por parte de los líderes religiosos es de la mayor imortancia (...) de primaria importancia, que contribuye de modo eficaz al diálogo entre la gente de credos diversos"
Además de testimoniar el surgimiento de 'otro espíritu', el de Asís (que parece formar tándem espectral con el 'otro espíritu', el del vaticanosegundo), el texto parece situarse en un estadio post-evangelizador, supuesta una superación del mandato misionero de Cristo y del "¡ay de mí si no evangelizare!" (IªCo 9,16) apostólico, puesto que la Jerarquía ya no siente la urgencia de anunciar el Evangelio y expandir la Iglesia, sino que entiende que su primera/primaria y más importante misión es la de promover la paz internacional. Por lo menos eso es lo que se desprende del texto (inquietante) del mensaje (preocupante).
Pero hay más. Por ejemplo esta otra frase:
"Secondo la prospettiva cristiana, l’amore dato a coloro che soffrono è un riflesso della carità divina di Dio, che ha tanto amato il mondo da mandare il suo unico Figlio Gesù Cristo. // Según la perspectiva cristiana, el amor entregado a quienes sufren es un reflejo de la caridad divina de Dios, que tanto ha amado al mundo que envió a su Hijo Único Jesucristo"
¿Qué significa "según la perspectiva cristiana"? ¿Es que acaso se situa la Revelación, el Misterio de la Redención, el Credo Cristiano, como una doctrina religiosa más entre las otras versiones mitológicas, fantásticas, ancestrales, de las sectas y grupos religiosos que se reúnen en el Monte Hiei? ¿Así se entiende la Fe Católica cuando comparece en un foro interreligioso, esa opinión/consciencia tiene de sí misma? ¿De esa forma predica nuestra Jerarquía la Fe Católica en una convención de paganos no-cristianos, como un mensaje en el mismo plano y del mismo nivel que el de las cosmovisiones mitológicas del paganismo?
He evitado decir 'el Papa' y he puesto 'Jerarquía'; después de todo es un saludo, una carta de formato bastante diplomático que presenta en nombre del Papa un tal Mons. Pier Luigi Celata, Secretario emérito del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
Claro que, precisamente, ese el problema: Que el Papa escriba cartas como esa y que las lleve en su nombre un monseñor de la Curia, que pertenece a un dicasterio que se dedica propiamente a eso.
Por curiosidad, eché un vistazo a la página del susodicho Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, miren ustedes y vean también:
Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso
Un catálogo bien surtido de cartas y mensajes pontificios a todo quisque (pagano), hindúes, budistas, mahometanos, paganos de toda especie, raza, pueblo y nación. No se les predica el Evangelio y la conversión en nombre de Cristo, sino que se les felicita por ser lo que son, creer lo que creen y celebrar lo que celebran. El Papa y sus delegados se congratulan y les mandan parabienes y bendiciones.
Lo de la bendición es lo de menos. Si se bendicen borricos por San Antón y mascotas dométicas el día de San Francisco, que se bendigan paganos en fiesta es un detalle muy bonito. Si es con la esperanza de que la bendición obre como un excitante de gracia con el fin de la conversión, estupendo. Pero parece que no, que las bendiciones pontificias por carta en mano de monseñores no buscan eso; por lo menos no es lo que se deduce del texto epistolar:
"...le persone di diversi credi religiosi possano cooperare l’una con l’altra per il bene della persona umana (...) Con tali sentimenti, e come segno di buona volontà e di amicizia, invoco su di voi l’abbondanza della benedizione divina // ...que las personas de diferente credo religioso puedan cooperar unas con otras por el bien de la persona humana...Con tales sentimientos invoco sobre vosotros, como signo de buena voluntad y amistad, la abundancia de la bendición divina"
Dudo que la paz por la paz sea un bien supremo. Cuando el Señor dijo "...la paz os dejo, Mi paz os doy" dijo seguidamente "...no la doy Yo como la da el mundo" (Jn 14, 27). Hay una paz que es del mundo, que el mundo da, que no se identifica con la paz de Cristo. Y si no se busca la paz de Cristo ¿qué clase de paz es la que se pide en esas oraciones que rezan quienes no creen en Cristo? ¿La presencia de cristianos en esas reuniones interreligiosas hace que la paz por la que se ruega se defina según la paz de Cristo? Si no ¿qué hace un cristiano en un sitio donde no se busca la paz de Cristo? ¿Puede un cristiano desear y aspirar a esa paz?
Al final, todos estos actos parecen el triunfo de un humanitarismo panfilista estilo Albert Schweitzer, una filantropía remotamente cristiana que no evangeliza pero se suma a iniciativas de un confuso y desleído irenismo globalizante, mixtificado y de bajo perfil conceptual moral, asumible por todos lo credos e ideologías, también las a-religiosas, incluso las ateas y las anti-cristianas también. Y el Papa lo bendice, con una carta que lleva un monseñor de un dicasterio instituído ad casum.
He pensado, como en un flash, en Francisco Javier, misionero en el Japón, y en los Mártires de Nagasaki:
"...Al Padre Pablo Miki le parecía que aquella cruz era el púlpito o sitio para predicar más honroso que le habían conseguido, y empezó a decir a todos los presentes (cristianos y curiosos) que él era japonés, que pertenecía a la compañía de Jesús, o sociedad de los Padres jesuitas, que moría por haber predicado el evangelio y que le daba gracias a Dios por haberle concedido el honor tan enorme de poder morir por propagar la verdadera religión de Dios. A continuación añadió las siguientes palabras:
-"Llegado a este momento final de mi existencia en la tierra, seguramente que ninguno de ustedes va a creer que me voy a atrever a decir lo que no es cierto. Les declaro pues, que el mejor camino para conseguir la salvación es pertenecer a la religión cristiana, ser católico. Y como mi Señor Jesucristo me enseñó con sus palabras y sus buenos ejemplos a perdonar a los que nos han ofendido, yo declaro que perdono al jefe de la nación que dio la orden de crucificarnos, y a todos los que han contribuido a nuestro martirio, y les recomiendo que ojalá se hagan instruir en nuestra santa religión y se hagan bautizar".
Luego, vueltos los ojos hacia sus compañeros, empezó a darles ánimos en aquella lucha decisiva; en el rostro de todos se veía una alegría muy grande, especialmente en el del niño Luis; éste, al gritarle otro cristiano que pronto estaría en el Paraíso, atrajo hacia sí las miradas de todos por el gesto lleno de gozo que hizo. El niño Antonio, que estaba al lado de Luis, con los ojos fijos en el cielo, después de haber invocado los santísimos nombres de Jesús, José y María, se pudo a cantar los salmos que había aprendido en la clase de catecismo. A otros se les oía decir continuamente: "Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía". Varios de los crucificados aconsejaban a las gentes allí presentes que permanecieran fieles a nuestra santa religión por siempre.
Luego los verdugos sacaron sus lanzas y asestaron a cada uno de los crucificados dos lanzazos, con lo que en unos momentos pusieron fin a sus vidas.
El pueblo cristiano horrorizado gritaba: ¡Jesús, José y María!"
Supongo que con parecido horror hubieran gritado si les hubieran contado que cinco siglos después el Papa mandaría bendiciones al Kojun Handa 256° Tendai Zasu Sacerdote supremo del Tendai, en el Monte Hiei.
¡¡¡Jesús, José y María!!!
+T.
viernes, 3 de agosto de 2012
Las madres conciliares
Cuando algún vaticanidólatra como el equilibrista/funambulista Cardenal Koch tacha de luterano a quien discute el Vaticano 2º, habría que recordarle que la discutibilidad vaticanosegunditista va aneja al concilio mismo en tanto en cuanto no ha cesado la recreación del mismo, en el mismo aula y fuera del aula misma, antes, durante y después del concilio mismo, siendo actualmente un corpus con extrañas adherencias, apéndices y excrecencias, unas de altísimo nivel (como la Nota Explicativa Previa, verbigracia) y otras de nivel cursivo/imaginativo, quasi de ficción, pero con intención de incorporarse desde el presente a la realidad (abierta/aggiornata) del concilio que fue. Si Uds. no me entienden a ver si me entienden con este ejemplo, de hoy mismo:
Las Madres del Concilio Vaticano II
Las veintitrés mujeres que participaron en el Concilio a instancias de Pablo VI
Las madres de la Santa Sede
Con el Vaticano II el soplo de la novedad en la historia de la Iglesia y de la humanidad fue algo verdaderamente inaudito: Veintitrés mujeres estuvieron presentes, convocadas por el Papa Pablo VI el 8 de Septiembre de 1964 como auditoras, utilizando (en la nominación) el adverbio 'simbólicamente', signifcando que su cometido no limitaba sino, más bien, acrecentaba su responsabilidad. La ruptura con los siglos pasados se había consumado. Adriana Valerio ["Madri del Concilio. Ventitré donne al Vaticano II" - Roma, Carocci Editore, 2012, 165 pag. - €-16)] estudia en su libro la personalidad de las veintitrés convocadas, todas vestidas de negro, con velos negros, relatando las circunstancias que hicieron de su presencia silenciosa en el aula una especie de corolario por encima de reales intervenciones concretas. Debemos al Papa un profundo agradecimiento por lograr romper la barrera secular que las confinaba (a las mujeres) a un modesto papel/rol, porque a este pequeño inicio siguió luego una sucesión numerosa y cualificada. El corte se había producido y hoy continua dando frutos. Fueron los mismos Padres Conciliares quienes, con mucho sentido del humor, las llamaron 'madres' ¿sin intención de una implicación más profunda? Estas mujeres-madres marcan la separación/superación de dos concepciones respecto a la mujer: la que las considera relegada a las labores domésticas, como auxilares de bajo perfil, y aquella otra que ve a la mujer en toda su potencial de inteligencia y responsabilidad, entendida como la misma Edith stein, la patrona de Europa, la consideraba, con la especial capacidad de escuchar y saber acoger a los otros.
Es decir, que como la Jerarquia integramente varonil del Concilio no es politicamente correcta, para enmendar el yerro (?) se inventan una participación inexistente de féminas en el aula conciliar, elevando nominalmente a un exiguo grupo de visitantes y observadoras (10 monjas y 13 seglares) al rango de 'Madres' del Concilio, para que no se diga. La irrealidad trasmutada en realidad, desde la percepción actual, proyectando en el pasado el presente.
Importa destacar como el articulete insiste y subraya la dimensión rupturista del Concilio Vat2º como uno de sus más característicos y apreciables valores, haciendo de la anécdota de las 23 invitadas todo un hito del feminismo intra-eclesial. ¿Una interpretación oficiosa de L'Osservatore? ¿O significa algo más?
Claro está que sé y sé que Uds. saben que esto es una pequeña crónica, una semblanza, una anécdota periodística, simplemente, pero una anécdota magnificada hasta el punto de ocupar un espacio en L'Osservatore, que eso ya es algo.
Así, tantas veces, desde otras perspectivas, se ha re-escrito el concilio, inquietando con inquietudes lo que debería estar quieto y parado.
A no ser que se conciba el mismo concilio como un ente en devenir continuo, un 'concilio vivo' que se extiende y expande y avanza y desarrolla y desenvuelve más allá de sus límites, de su clausura. Y así -¡oh prodigio! - su vitalidad nunca caducada, siempre vigente, emerge autorizada para elevar a aquellas muy reverendas y respetables invitadas y observadoras al rango de Matres Conciliares.
No me extrañaría que algún iluminado propusiera grabar un suplemento en mármol para añadir a las lápidas con las listas de Patres Conciliares los nombres de estas re-descubiertas y re-valorizadas venerables damas re-tituladas 'Matres Conciliares'.
Preveo que esto es sólo una avanzadilla para los fastos del 50 cumpleaños conciliar en el marco del Año de la Fe.
Si todo va a ser como esto, los temblores se nos van a volver crónicos, como un tremendo parkinson-eclesial.
Oremus!
+T.
jueves, 2 de agosto de 2012
Lo feminista es santo
La Agencia Rome Reports (que no sé quién patrocina ni quién es quien la dirije) mete las cuatro patas un día sí y el otro también. Esta vez es un video de propaganda de Santa Hildegarda, que aparece pregonando a la Santa como 'feminista':
La vida de Hildegarda de Bingen: Feminista, escritora, compositora y futura Doctora de la Iglesia
La afirmación es tan burda y escandalosa que en el youtube (y en el texto que acompaña) lo han corregido y han puesto 'defensora de la mujer', suavizando la especie.
Pero el sapo estaba ahí, sin duda porque los redactores (católicos) piensan como la mayoría de la masa (confusa) de católicos hodiernos: Que lo feminista es bueno y ser feminista es una obligación de toda mujer católica (y de todo varón católico que no sea 'machista').
Pocos son los que enseñan claramente que toda la ideología feminista es incompatible con la fe cristiana. Del feminismo proceden algunas de las mayores perversiones que sufre nuestro castigado mundo. Afirmar que Hildegarda de Bingen fue feminista es transmutarla en defensora del aborto, el divorcio, la revolución sexual y otras aberraciones feministas por el estilo.
Confieso que no le tengo simpatía a Stª Hildegarda, me parece demasiado excéntrica, no entra dentro de mis cánones (subjetivos, personales) de santidad. Durante mucho tiempo, incluso en Roma, no fue Santa catalogada. Ahora (querencias nacionales mandan (otro rasgo del juanpablismo que no cesa)) con lo del doctorado (¡excesivo honor!) la van a poner en un candelero para el que no me gusta.
Pero si la pintan de feminista, tengo que protestar, por poco que me guste.
+T.