lunes, 2 de junio de 2014
Se muere, pero no se abdica
Una abdicación lleva implícito un fracaso, sea personal, sea coyuntural. Las explicaciones huelgan; primeramente porque un Rey no se explica, segundo porque explicar derrotas y/o rendiciones es un ejercicio de patética esencia que es de buen gusto evitar pro bono generale, para no infundir en el ambiente la siempre muy molesta vergüenza ajena.
Un Rey se muere siendo rey en su lecho mortuorio, o batalleando espada en mano, o en un magnicidio bañado en sangre regia, o en un patíbulo, con inmensa dignidad, frente al populacho indigno y abyecto.
Morirse abdicado es, para un Rey, morir sin ocaso de gloria, la última gloria de un Rey.
Ahora, además, no es tiempo de abdicar, no son fechas, no es el momento. Los antiguos reyes consultaban los horóscopos, que algo tendrán que ver o que decir los astros de las mecidas y vaivenes del péndulo de la Historia. Pero, incluso sin cartas astrales, parece obvio que Junio del 2014 no es el momento para meterse en abdicaciones y todo lo que sigue. A no ser que se sepa que los meses siguientes van a ser todavía peores, que entonces sí que cabría cierta razón (sin decir con esto que sea bueno abdicar).
Los derrumbes comienzan, muchas veces, así, con un movimiento que precipita un mundo que se viene abajo incontinente. Como cuando cae una torre, como cuando detonan un edificio. Lo que queda luego, cuando se disipa la nube cegadora de polvo, es un desolador vacío con peana informe de cascotes y deshechos.
El Señor nos libre, pero conste que los siniestros zapan y minan porque profesan el odio ncestral al trono y el altar.
Algunos estúpidos católicos no saben valorar lo que de trono y altar nos queda, necios que rezan sin sentir el 'adveniat Regnum Tuum'.
Aunque la ocasión no provoque al fin otro desgraciado hiato monárquico-español -¡Dios nos libre!- , aprovecho, no obstante, para clavar un par de rejones a quien le duela, a todos los que les duela:
¡Reviente la España republicana!!!...y se hundan con ella todos los perros republicanos, todos.
Y es que, como recordamos de vez en cuando en ExOrbe, en esta casa somos monárquicos axiales, católicos conscientes, no pazguatos, críticos hasta con el Santo Rey David, si se tercia, pero fervientes siempre, siempre leales al Altar y el Trono.
Vivat Regnum !! Vivat Rex !!
+T.
España es Monarquía o no es. España es católica o no es.
ResponderEliminarEste Rey que ahora abdica es el Rey que no fue. Estaba llamado a ser el restaurador de una Monarquía Católica. Esa era su legitimidad. Era el sucesor de Franco y el encargado de plasmar en instituciones nuevas la Victoria del 1 de Abril de 1939.
En lugar de eso, se entregó a la democracia del Nuevo Orden Mundial y convirtió a España en este espectro que es hoy y que tanto nos duele a los que tanto la amamos, de un lado y otro del Mar.
Dios salve a España.
¡Arriba España!
Mario Caponnetto
No esperaba menos de usted, Don Terzio, en este 2 de junio de 2.014. Solo puedo sumarme con un Amen! y dos Vivat!!
ResponderEliminarSaludos cordiales.
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ResponderEliminarCaramba...usted tendría que haber estado en el Virreinato del Río de la Plata en 1810, y nos hubiéramos librado de toda la chusma revolucionaria y de una guerra civil que nunca más cesó.
ResponderEliminarNo parece el mejor momento para cambios. Estamos en tribulación y mejor nada de mudanzas. Lo peor es que quizá el porvenir se presenta más negro, peligrando la mayoría absoluta del PP (por sus traiciones al electorado).
ResponderEliminarLos republicanos no van a dejar que nos aburramos.
The real problem is that the whole Europe is no more catholic and no more christian, even Spain and Italy are lay countries, Austria and Poland, Malta, have voted for divorce and homoweddings, it's not a mere question between monarchy or republic, the problem is the lost faith. May God have mercy on us. Anonymous.
ResponderEliminarAh, pero ¿queda algo en España de unión entre el trono y el altar...? Yo creo que tanto la Corona como la Iglesia se han esforzado en eliminar cualquier vestigio de dicha unión, que ha sido sustituida por la unión entre el Episcopado católico y la democracia liberal, que es la nueva religión de hoy día. Basta leer las declaraciones de diversos prelados españoles con motivo de la abdicación, en las que tanto ponderan la labor del Rey Juan Carlos en pro de la democracia. Poco parece importarle ahora a nuestros obispos que bajo su reinado España haya conocido la mayor y más profunda descristianización de la Historia.
ResponderEliminarPor otra parte, existe en la Historia algún precedente de abdicación que no puede considerarse exactamente como un fracaso: la del César Carlos. Concedo, no obstante, que uno y otro caso no son comparables.
Si pública es la mujer
ResponderEliminarde conducta disoluta;
república debe ser:
la más grande prostituta.
Todo el que se reputa:
"hijo de la república"
sin duda debe ser
un hijo de la G: P.
Bravo Don Terzio!, abajo la república!
ResponderEliminarAunque no soy español, soy hispanico y no me es indiferente la Madre Patria.
Rodrigo
Pues espero que a La Catolica España, que al nuevo continente nos ha legado hermosa lengua y Catolica Fe, con el cambio no le resulte el sucesor tal como a Benedicto...sin ser gran entendedor de las monarquías no deja de sonar en mi cabeza lo que decían en tiempos del Cid Campeador "que buen vasallo (don terzio), si tuviera buen señor"
ResponderEliminarYo ayer le vi a don Juan Carlos un rostro tan acabado. Si fuere que los médicos le detectaron Alzheimer, no estaría mal que dimitiera. Bien hizo Benedicto y no mentía.
ResponderEliminarEl único problema que no teníamos era la Corona, con todas sus insuficiencias (y Juan Carlos I ha dado muestras groseras de ellas).
ResponderEliminarAhora tenemos un nuevo mal en la patria, otro más, el republicanismo disoluto que empieza a vomitar su odio a lo más conspicuo de nuestra identidad, como en 1931.
¿Se dará cuenta Felipe VI que él es Rey Católico que une a los hombres y mujeres de España si es fiel a su misma tradición?
Recemos por él, que el Señor le ilumine, nunca ha sido Rey, todo puede pasar.
¿Cabe el trono vacantismo? yo creo que sería lo mejor, no veo persona digna para ocupar el trono, mejor dejar el trono, pero dejarlo vacante en espera que lo ocupe el Rey de Reyes.
ResponderEliminarJuvenal
España tiene monarquia-trono-corona y eso es un bien absoluto que hay que preservar, defender, mantener, sostener y transmitir.
ResponderEliminarCon la esperanza de que vendrán tiempos mejores con reyes mejores.
A la vez, la oposición al republicanismo debe ser absoluta, cerrada, tenaz, sin titubeos.
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España tiene una Monarquía que hasta para suceder un rey a otro requiere de la aprobación del Parlamento. Es lo que se dice una república coronada.
ResponderEliminarEn cuanto a que esta Monarquía pueda dar reyes mejores, creo que su optimismo raya en la utopía, D. Terzio.
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ResponderEliminarOJOCUIDAO! Curvas a la vista...
ResponderEliminar[Si le parece inconveniente, no lo publique, pero hoy un asistente parlamentario de Izquierda Unida ha consultado en un Despacho de abogados de Madrid bastante importante y dedicado al Derecho internacional, la posibilidad de elevar al Tribunal de Estraburgo dos demandas contra el Rey].
1. En España, la Constitución reconoce la inviolabilidad e irresponsabilidad judicial del Rey.
2. Cuando ascienda al Trono su actual Alteza el Príncipe de Asturias, D. Juan Carlos dejará de ser rey y, por tanto, cesará en su privilegio judicial.
3. Previsiblemente, el Gobierno y el Congreso decretarán algún tipo de inmunidad legal para el Rey, incluso por ley orgánica, pero carecen de jurisdicción para ello: para determinar la inmunidad de un ciudadano que ya no es el Rey, debe reformarse la propia Constitución (del mismo modo que no puede variarse la prevalencia del varón para heredar el Principado de Asturias sin reformar la Constitución).
4. Las demandas de paternidad NO PRESCRIBEN NUNCA, y el Rey ha recibido dos por parte de dos personas que con casi total seguridad hijos del monarcar (perdón por el link, pero merece la pena leerlo, de veras: http://www.publico.es/politica/524701/el-futuro-judicial-del-exrey-marcado-por-dos-demandas-de-paternidad ). Estas personas podrían llevar al Tribunal Constitucional cualquier apaño que hicieran las Cortes para extender la inmunidad al margen de la Ley.
5. Supongo que al final el Tribunal Constitucional volverá a pasarse por el arco del triunfo la literalidad de la Constitución, tal y como lo hizo al interpretar torticeramente la constitucionalidad del homomonio, y en virtud de asimilar "rey emérito" a "Rey reinante", negarían la posibilidad de llevar al Rey a los tribunales.
6. Y aquí vendrían las curvas: LA PATERNIDAD ES SAGRADA EN EL TRIBUNAL DE DERECHOS HUMANOS DE ESTRASBURGO, y el Convenio Europeo de Derechos Humanos sólo admite la inmunidad de jefes de estado y de gobierno en activo, y sobre cuestiones dirimidas en su tiempo de actividad, pero la paternidad es una cuestión civil que no prescribe nunca y se encuentra al margen del ejercicio de su cargo. Este Convenio ha sido firmado y ratificado por España; por lo que aunque España no cumpliera la sentencia del Tribunal, resultaría imposible evitar el proceso judicial y la lectura de la sentencia.
[Dada la animadversión hacia su esposa, ¿se retirará D. Juan Carlos a Yuste... o al Paular? Ja! ¡Oh, gran Carlos I, enorme rey de una enorme España]
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ResponderEliminarJose M.
ResponderEliminarDesde mi antipatia por el monarca que firmó la ley del divorcio y la del aborto, me uno a Terzio en su grito:
"¡Reviente la España republicana!!!...y se hundan con ella todos los perros republicanos, todos."
No quisiera pasar de guatemala a guatepeor. No obstante, preferiría una monarquía católica tradicional como antaño.
ResponderEliminarJosé M:
Ad Mario Caponnetto,
¡qué bien ha ilustrado Usted lo que ha representado Juan Carlos I!
Lo suscribo al cien por cien. Me uno a su grito, diciendo también ¡viva la Hispanidad católica!
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ResponderEliminarComo súbdito de SM Británica, lamento mucho la decision de SM Católica de abdicar. Para los reyes cristianos, la monarquía hereditaria debe ser vista como una vocación sagrada, conferida por la gracia de Dios. Por eso la unción de los reyes - todavía conservada (hasta ahora) inclusive en el Reino Unido protestante - es tan significativa.
ResponderEliminarEn el momento en que sube al trono, el rey debe considerarse - y debe ser considerado - “casado” con su pueblo en una unión de por vida, en la prosperidad y la adversidad, en la salud y la enfermedad. Aunque la diadema real trae muchos privilegios, es también una corona de espinas que debe ser llevada hasta el final. Por eso, estoy totalmente de acuerdo con usted, Don Terzio: la abdicación siempre constituye un fracaso, un abandono, un rechazo del deber.
La institución de la monarquía es más importante que la personalidad, los méritos, las fallas y los deseos personales de aquel que temporalmente ocupa el trono. El monarca es la personificación de la nación: es el símbolo vivo de su identidad, su historia y su unidad. Más aún, sirve como un recordatorio permanente de que existe una Ley que está por encima de todas las leyes y constituciones de los hombres.
Es por esta razón que los que rechazan a Dios y la historia, las tradiciones y la unidad de sus países la odian tanto. E, igualmente, es por esta razón que los que son fieles a Dios y a su patria deben apoyar la monarquía y lamentar la abdicación, sin mucha consideración a las características particulares del monarca actual.
Cada abdicación genera la expectativa que los sucesores del rey que ha abdicado tomen la misma salida; y además fomenta especulaciones morbosas en otros reinos sobre el futuro de sus respectivos monarcas. Así, cada abdicación suele de socavar la institución de la monarquía en general, como cada divorcio socava la institución del matrimonio en general.
La República es la barbarie. En la I edición, ¿no fueron 5 presidentes en dos años?. De la II mejor no removemos, que aún huele esa m...
ResponderEliminarEspaña (está visto), o Reino o ruina.