- Te adoramos, Jesús Nazareno, Hijo de Dios Altísimo, Redentor nuestro; por la fuerza de tu Santa Cruz defiéndenos de nuestros enemigos y fortalece con tu brazo potente a tu Iglesia Santa: Te alabamos, Cristo, Señor y Rey nuestro: Padrenuestro...
- Te adoramos, Jesús Nazareno, Hijo de Dios Omnipotente, Salvador nuestro; por la virtud de tu Cruz Sacrosanta extiende la paz por el mundo y ampara propicio a nuestra patria. Te alabamos Cristo, Rey y Pastor nuestro: Padrenuestro...
- Te adoramos, Jesús Nazareno, Hijo de Dios Eterno, Señor nuestro; por el misterio de tu Cruz Salvadora líbranos del pecado y haznos fuertes para vencer la tentación. Te alabamos, Cristo, Rey de eterna gloria: Padrenuestro...
- Te adoramos, Jesús Nazareno, Hijo de Dios Misericordioso, Mediador nuestro; por los méritos de tu Cruz Amorosa santifica nuestras almas y condúcenos a tu Reíno. Te alabamos, Cristo, Rey y Sacerdote Eterno: Padrenuestro...
- Te adoramos, Jesús Nazareno, Hijo del Dios Verdadero, Señor nuestro y Dios nuestro; por la gloria de tu Cruz Redentora bendícenos con tu poder y danos tu amor y tu gracia. Te alabamos, Cristo, Rey del Universo, Señor de Cielo y Tierra: Padrenuestro...
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo...
Los del coro cantan ahora la copla antigua del Quinario:
"Sufriendo, Jesús mío,
y a fuerza de dolor,
diste la Gloria Eterna
al pobre pecador...
(...) Oh Jesús! Oh Jesús
¡cuánto sufres por mi amor (...)
¡Ten compasión, ten compasión!"
El sacerdote, frente al Nazareno, con la mirada fija, reza y canta, siguiendo la letra de la copla, o dice alguna oración que no se oye, sólo se le ve mover los labios. A un lado y otro, el Hermano Mayor y otros señores hermanos de la Junta de Gobierno, algunos ancianos venerables y otros jóvenes estrenando vida, parecen igual de estáticos que el sacerdote, como si la Imagen del Señor les fascinara y envolviera en un halo de piedad, de emoción, de recogimiento, mitad embelesados, mitad temerosos, como si vieran más allá y más alto de la misma visión que captan sus ojos al contemplar la faz del Nazareno.
Cuando el coro entona el 'Christus factus est', el acólito acerca el turíbulo y el sacerdote incensa, cadencioso y pausado, la Imagen del Señor; se inclina y gira hacia la capilla de la Virgen e incensa desde allí mismo a la Imagen de María Santísima: Inclinación y tres glopes dobles de incensario al Señor, reverencia; inclinación y dos golpes dobles de incienso a la Virgen, reverencia...
Sigue el responsorio 'Adoramus Te, Christe, et benedícimus Tibi / Quia per Sanctam crucem Tuam redimisti mundum'
El oremus del sacerdote suena grave y solemne, con la oración cantada
"Deus protector noster aspice, et respice in faciem Christi tui; custodi virtute Crucis Eius quibus in Suo Sánguine redimisti. Per eundem Christum Dominum Nostrum...Amen."
Concluídas las preces, el preste y los acólitos retornan a la sacristía, mientras el órgano toca otra vez la saeta primera.
El capiller comienza a apagar las luces de la capilla, después las del presbiterio. La Imagen del Señor queda sólo iluminada por unos reflectores que resaltan la figura sagrada rodeada de la penumbra del altar mayor, sólo con la luz de las velas de los candeleros y los faroles.
Se acercan quedamente algunas mujeres para besar los pies del Señor, el talón de la Imagen, el extremo de la Cruz de plata y carey. El prioste espera a que los últimos hermanos besen otra vez; algunos fotógrafos aprovechan para hacer las últimas instantáneas, captando algún perfil, algún detalle.
Se oyen chirriar las aldabas del cáncel de la iglesia, y, poco después, los cerrojos del portón de la calle, con esos ecos tan sonoros, tan identificativos de un ambiente, de un momento, de un lugar y un tiempo conocido, repetido, sabido.
Al salir al compás del atrio, el aire frío de la noche huele al incienso de la capilla, un aroma de resinas y rosas que nos llevamos prendido en la ropa y en la mente, que luego nos volverá en sutiles volutas de evocación, como un tracto de oración, con las notas de las coplas, con la neblina transparente, suave y vagamente radiante, de una visión de lo que hemos contemplado, olido, besado, sentido, rezado...
Deo gratias!
Ex Voto
+T.
la hermosura de la Iglesia católica es inconmensurable, la belleza de los ritos de cuaresma, particularmente las procesiones de las hermandades españolas católicas son un tesoro de piedad y exaltasión poética y espiritual.
ResponderEliminarLas letras de las canciones y el sentimiento intenso con que son entonadas me despiertan un fervor profundo... Nadie parece retratar con tanto fervor la cuaresma como la mística española.
Muchas gracias, me copio las oraciones para rezarlas por mis pagos...
La belleza de la Iglesia Católica es inagotable... Dentro de ese abismo estan las majestuosas hermandades y cofradías españolas que enriquecen la cuaresma con la piedad, la penitencia y la poesía. Con cantos sentidos y melodías intensas que estremesen al alma. Con imaginería que conmueve hasta las lágrimas en su contemplación y meditación. Creo que no existen crucifijos más hermosos o Mater Dolorosas más sufridas que las españolas, si se aprovecha de corazón se puede cosechar una profunda contricción de los pecados y una sentida compación a los sufrimientos de Cristo y la Virgen Santísima.
ResponderEliminarMuchas gracias por estas oraciones, me las copio, realmente muy hermosas no las conocia.
Esto a muchos pijocatolicos les horroriza de hecho. El borrego pijo feliz catolicismo no es cristianismo. Y diles algo... y se les ha dicho, no podran decir que no se les dijo, especialmente a los del system neoconico, no te digo a los jesuiticos con sus niñatos. A los progre marxistas no te digo, desde hace mas tiempo, Betto castro-comunista in pectore impune... Sería religiosismo cristianoide de la era final.
ResponderEliminarLetanías de la Pasión
ResponderEliminar(A cada invocación se contesta: miserere mei, Dómine.)
Jesu Verbum Patris,
Jesu Verbum caro factum,
Jesu nobiscum Deus,
Jesu in formam servi factus,
Jesu de María Vírgine natus,
Jesu ab Herode ad necem quæsitus,
Jesu gratis odio hábitus,
Jesu contumeliis vexatus,
Jesu lapídibus impetitus,
Jesu præ compassione lacrymatus,
Jesu triginta argenteis appretiatus,
Jesu ad discipulórum pedes inclinatus,
Jesu panis vivus nos confirmans,
Jesu potus verus nos lætificans,
Jesu in oratione prostratus,
Jesu in agonía sanguíneo sudore perfusus,
Jesu ab Ángelo confortatus,
Jesu ósculo a Juda traditus,
Jesu a ministris ligatus,
Jesu a discípulis derelictus,
Jesu Annæ el Caiphæ præsentatus,
Jesu alapa a ministro percussus,
Jesu a falsis téstibus accusatus,
Jesu reus mortis iudicatus,
Jesu in faciem consputus,
Jesu óculis velatus,
Jesu colaphis cæsus,
Jesu cuius corpus percutiéntibus et genæ velléntibus datæ,
Jesu a Petro ter negatus,
Jesu vinctus Pilato traditus,
Jesu ab Herode et eius exércitu spretus et illusus,
Jesu veste alba indutus,
Jesu Barabbæ postpósitus,
Jesu flagellis cæsus,
Jesu propter scélera nostra attritus,
Jesu quasi leprosus reputatus,
Jesu veste purpúrea indutus,
Jesu spinis coronatus,
Jesu harúndine percussus,
Jesu a Judæis ad Crucem postulatus,
Jesu morte turpíssima condemnatus,
Jesu voluntati Judæorum traditus,
Jesu Crucis póndere gravatus,
Jesu tamquam ovis ad occisionem ductus,
Jesu véstibus exutus,
Jesu clavis in Cruce confixus,
Jesu propter iniquitates nostras vulneratus,
Jesu pro inimicis Patrem deprecatus,
Jesu cum iniquis reputatus,
Jesu opprobrium hóminum factus,
Jesu prætereúntibus blasphematus,
Jesu a Judæis derisus,
Jesu a milítibus in Cruce illusus,
Jesu a latrone convitiis lacessitus,
Jesu opprobriis saturatus,
Jesu latrone pœnitenti paradisum pollícitus,
Jesu qui Joannem Matri tuæ in filium tradidisti,
Jesu te a Patre derelictum attestatus,
Jesu felle et aceto in siti potatus,
Jesu consummata omnia de te scripta testatus,
Jesu cuius spiritus in manus Patris commendatus,
Jesu a Patre pro tua reverentia semper exauditus,
Jesu usque ad mortem Crucis obœdiens factus,
Jesu láncea transfixus,
Jesu de cuius látere exivit sanguis et aqua,
Jesu cuius livore sanati sumus,
Jesu propitiatio nobis factus,
Jesu de Cruce depósitus,
Jesu in síndone munda involutus,
Jesu in monumento novo tumulatus.
Gratias tibi, Direstratis
ResponderEliminar'
Se puede intercalar:
ResponderEliminarJesu in gremio Matris perdolentis rédditus.