Ayer noche me mandaron por mail este aviso:
transmitirá EN VIVO por Intérnet la aparición de la Virgen Santísima a Iván
el martes 31 de Enero, por www.marytv.tvdesde la Iglesia de San José,
en Kalamazoo, Michigan.
Habrá traducción simultánea al español proporcionada por la iglesia.
La transmisión comenzará a las 5:30 pm (EST - hora local)
y la aparición tendrá lugar a las 6:40 pm, (EST - hora local).
El enlace, aquí . A estas horas, no sé si permanecerá el aviso, o habrá algún vídeo de la 'aparición'. En la página aparece un youtube con la 'aparición' programada del pasado 17 de Noviembre, en la catedral de Viena, ante el equívoco Cardenal Schönborn.
La Virgen en directo. Lo estoy escribiendo y me causa una gran repugnancia escribirlo, porque me parece una quasi-blasfemia. Pero hay gente que se lo cree.
No soy 'aparicionista'. Venero Lourdes y Fátima; más Lourdes que Fátima. Y todo lo demás (¿cuánto es, para un católico recto, 'todo lo demás'?) lo recibo con circunspección, con bastante despego.
Lo de Medjugore es un fenómeno, lo han convertido en un fenómeno, con intereses e implicaciones poco atractivas para quien proyecte un mínimo de juicio católico-racional sobre todo ello.
No recomiendo a la gente que vaya, no me gusta que la gente acuda a esos sitios, lo desapruebo. Pero la argumentación es muy efectiva: - " Allí sólo se reza, y la gente viene convertida". Eso te dicen. y te lo dicen gente buena, piadosa. Incluso gente con cierta formación.
Rezar es bueno. Aunque la buena oración tiene ciertas condiciones que no sé si se cumplen en sitios y ambientes 'de apariciones'. De entrada, la gente no va a Lourdes o a Fátima para que la Virgen se le aparezca: Van a rezar a la Virgen, sin esperar una aparición.
Pero lo de Medjugore lleva aneja la expectación de la aparición. Y no una aparición 'local' sino 'personal', a un 'vidente de Medjugore' que dicta, más o menos estático o meloso, un 'mensaje de la Virgen'.
La Virgen, por supuesto, no se aparece, ni con figura visible ni con voz audible, nadie la ve ni la oye. Sólo el vidente escucha y ve, según el 'formato' acostumbrado en este tipo de sucesos. El mensaje es vago, generalista, más bien tranquilizador, con expresiones bastante aproximadas a la sensibilidad contemporánea, por ejemplo este que aparece fechado el pasado 25 de Enero:
"Queridos hijos, con alegría también hoy os invito a abrir vuestros corazones y a escuchar mi llamada. Yo deseo acercaros de nuevo a mi Corazón Inmaculado, donde encontraréis refugio y paz. Abríos a la oración, hasta que ésta se convierta en alegría para vosotros. A través de la oración, el Altísimo os dará abundancia de gracias y vosotros llegaréis a ser mis manos extendidas en este mundo inquieto que anhela la paz. Hijos míos, testimoniad la fe con vuestras vidas y orad para que la fe crezca en vuestros corazones día tras día. Yo estoy con vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!"
Comprendo que este tipo de mensajes sirva para calmar ansiedades devocionales, pero no aprecio nada extraordinario, salvo la emoción que cada uno quiera sobreponerle.
La emoción religiosa es uno de los epi-fenómenos que pueden ir anejos a la fe, a veces como un consuelo espiritual. Aunque todos los maestros espirituales insisten en que hay que huir y nunca buscar, pretender o pedir estas 'consolaciones', que son regalos de Dios, que no tienen mérito en sí.
Si se nos ofrecen apariciones-visiones con mensajes edulcorados, consuelos espirituales y entusiasmos animosos, con horario y lugar prefijados y retransmisión del acto por radio-televisión, me parece que algo no va bien, algo que no concuerda con lo que nuestra doctrina tradicional enseña a propósito de estos fenómenos extraordinarios, que no son, precisamente, 'programables'.
Es verdad que se reza, pero con una expectación descentrada, más atenta a la 'aparición' programada que a la oración en sí. La gente no se dirige al Misterio respetando/contemplando su esencia oculta, sino que espera una 'experiencia', si no en directo personal por lo menos a traves de la mediación del vidente-comunicante.
En otros tiempos, en otros momentos, también se vivieron escenas más o menos semejantes. Pero con la 'globalidad' de lo de Medjugore, no. Esto es nuevo. Y la forma de atraer a la gente, también. Hace un par de semanas, en una iglesia conventual sevillana, convocaron una velada de oración medjugorista, me parece que también con mensaje. Lo mejor fue el rezo del Rosario, y todo lo estrictamente medjugorista un añadido prescindible, estrambótico.
¿Es todo esto una espectacularización multi-media para un mundo que también consume y demanda 'experiencia' y emocion religiosa?
Pudiera ser, no sé qué decir exactamente. En estos casos, la circunspección deja siempre una ventanilla abierta, por consideración con la sinceridad cándida, inocente, conmovida o convertida de la gente. De internis neque Ecclesia.
Pero la impresión (la mia) no es confirmativa, sino delusiva, más bien.
+T.