lunes, 31 de diciembre de 2012
Te Deum, por tantas cosas...
Por el todo y por los pormenores, por generales y particulares, por personas y por almas, por acciones, intenciones, pensamientos, imaginaciones, sueños y recuerdos, por cosas vistas, oídas, olidas, gustadas, tocadas, por cosas de arriba y cosas de abajo, por lo sembrado, lo trabajado y lo recogido, pro universi omnia y por mil y mil detallitos, cosas pequeñas, chispas de Cielo, de Amor y de Gracia que tengo que agradecerLe a Él :
Te Deum laudamus:
te Dominum confitemur.
Te aeternum Patrem,
omnis terra veneratur.
Tibi omnes angeli,
tibi caeli et universae potestates:
tibi cherubim et seraphim,
incessabili voce proclamant:
Sanctus, Sanctus, Sanctus
Dominus Deus Sabaoth.
Pleni sunt caeli et terra
majestatis gloriae tuae.
Te gloriosus Apostolorum chorus,
te prophetarum laudabilis numerus,
te martyrum candidatus laudat exercitus.
Te per orbem terrarum
sancta confitetur Ecclesia,
Patrem immensae maiestatis;
venerandum tuum verum et unicum Filium;
Sanctum quoque Paraclitum Spiritum.
Tu rex gloriae, Christe.
Tu Patris sempiternus es Filius.
Tu, ad liberandum suscepturus hominem,
non horruisti Virginis uterum.
Tu, devicto mortis aculeo,
aperuisti credentibus regna caelorum.
Tu ad dexteram Dei sedes,
in gloria Patris.
Iudex crederis esse venturus.
Te ergo quaesumus, tuis famulis subveni,
quos pretioso sanguine redemisti.
Aeterna fac
cum sanctis tuis in gloria numerari.
Salvum fac populum tuum, Domine,
et benedic hereditati tuae.
Et rege eos,
et extolle illos usque in aeternum.
Per singulos dies benedicimus te;
et laudamus nomen tuum in saeculum,
et in saeculum saeculi.
Dignare, Domine, die isto
sine peccato nos custodire.
Miserere nostri, Domine,
miserere nostri.
Fiat misericordia tua, Domine, super nos,
quem ad modum speravimus in te.
In te, Domine, speravi:
non confundar in aeternum
Ex Voto
+T.
sábado, 29 de diciembre de 2012
No es una inocentada retrasada
En la Catedral de San Esteban, en Viena, én el presbiterio, ante el Altar Mayor, con un cura (el párroco de la Catedral, al parecer) revestido con una casulla decorada con dos franjas del arcoiris gay-lesbi del mariconerío militante, asistido por una 'acólita' con sotana y roquete, montaron esta secuencia del musical Sister Act.
Ya han pasado los días del bochorno y el escándalo, ya nadie se lleva las manos a la cabeza, ya parece que hasta gusta e incluso se espera que el cura ocurrente de turno se invente algo y añada la aberración de cada día a la Sagrada Liturgia, cada vez más descralizada y menos litúrgica.
Abochorna ver en la cúspide jerárquica a obispos que se resisten a la recuperación de la Misa tradicional, que jamás consentirán una Misa en sus catedrales, que prohíben a sus sacerdotes celebrar la Misa, pero que se prestan gustosos a bailar en la raya de la profanación y el sacrilegio, como si lo Sagrado que tienen gravemente encomendado fuera una broma, una ocasión para el chiste vulgar y la frivolidad de un vodevil.
Hoy en Viena, mañana en París, y otro día en Madrid, y en Sevilla, en Buenos Aires, en México, en New York, en London...por todo el mundo.
En Roma también.
Y la gente mira, apláude, sonríe, participa...
...Pero la fe se va.
+T.
jueves, 27 de diciembre de 2012
Villancico 1
Cuánto brilla la Estrella en el cielo
más que otra ninguna, radiante de luz,
pero más brilla la Virgen Madre
que mece adorante a su Niño Jesús.
Cómo cantan los Coros Celestes,
Ángeles y Arcángeles, la Navidad,
pero más dulce suena la nana
que la Madre al Niño cantándole está.
Qué felices están los Pastores
de la Nochebuena que vieron a Dios,
pero más regocijo atesora
José, el Patriarca, en su corazón.
Quién pudiera vivir escondido
en un rinconcito del pobre Portal,
y al ladito del buey y la mula
mirar como duerme el Rey Eternal.
Si los Magos de Oriente le llevan
oro, incienso y mirra, yo le llevaré
lagrimitas de miel y rocío
que entre mis zarzales pude recoger.
¡Venid y creed!
¡Venid y adorad!
Y cantadle con mil campanitas
al Niño Divino por su Navidad.
*** para cantar con campanilleros ***
+T.
más que otra ninguna, radiante de luz,
pero más brilla la Virgen Madre
que mece adorante a su Niño Jesús.
Cómo cantan los Coros Celestes,
Ángeles y Arcángeles, la Navidad,
pero más dulce suena la nana
que la Madre al Niño cantándole está.
Qué felices están los Pastores
de la Nochebuena que vieron a Dios,
pero más regocijo atesora
José, el Patriarca, en su corazón.
Quién pudiera vivir escondido
en un rinconcito del pobre Portal,
y al ladito del buey y la mula
mirar como duerme el Rey Eternal.
Si los Magos de Oriente le llevan
oro, incienso y mirra, yo le llevaré
lagrimitas de miel y rocío
que entre mis zarzales pude recoger.
¡Venid y creed!
¡Venid y adorad!
Y cantadle con mil campanitas
al Niño Divino por su Navidad.
*** para cantar con campanilleros ***
+T.
lunes, 24 de diciembre de 2012
El Burro que lleva a Dios
Se convirtió al catolicismo y en un gran artista católico, mitad naif, mitad expresionista
Hace un año, en 2011, montaron una exposición monográfica que me hubiera gustado ver. En esta página hay una buena selección de obras y una nota biográfica.
Una de sus obras más conocidas fue la serie de ilustraciones de Navidad, publicada bajo el título de A Northern Nativity , con estampas imaginadas en paisajes y escenarios ambientados en el Canadá de los años 60-70
La ilustración con la figura del borrico portando un tabernáculo con el Sacramento se publicó a fines de los años '60 como una tarjeta de felicitación navideña para el apostolado de la Madonna House; en el interior del díptico, aparecía impresa esta cita de Catherine Doherty:
"En mi pensamiento, el burro que lleva a la Virgen de Belén tomó otra forma: Era un animal mudo que portaba a la Palabra y al llevar a la Virgen que lleva a Dios, por lo tanto él era también el portador de Dios. Sus campanillas fueron las primeras campanas de la iglesia , y María fue la primera iglesia, el primer tabernáculo de Cristo."
La fe, que es luz, nos hace penetrar y captar todo luminosamente. Todos los seres, todas las criaturas que sirven al Señor y participan en/de su Misterio, todas le alaban, todas cooperan con la obra de salvación del Redentor.
En la ilustración de Kurelek aparecen las estrellas del firmamento sobre el cielo oscuro, la tierra pedregosa y árida, la sombra del asno proyectada sobre un retazo de suelo nevado. El animal camina al paso, despacio, humilde y manso, con una especie de grave consciencia de ser el portador del Misterio, a cuya contemplación y adoración son convocados todos los seres, terrenales y celestiales.
Pero en la estampa no aparecen seres inteligentes, ni hombres ni ángeles, que no se ven, o que no están. Tampoco el Misterio es evidente: Es Sacramento, el Sacramento del Enmanuel/Dios-con-nosotros, llevado a lomos de un borriquillo, pasando por enmedio del mundo, al encuentro del caminante que lo encuentre.
In principium erat Verbum ...
Al principio de todo, antes que todo, existía la Palabra; y la Palabra se hizo carne y sangre, se hizo alma, se hizo hombre, y vivió entre nosotros, con nosotros: Pero vino a los suyos y los suyos no Le recibieron...
La Sabiduría Increada apareció entre nosotros con la forma inocente de un Niño, fue adorado y creído por unos pastores, ignorantes y simples; junto al pesebre donde reclinaron su cuerpo de recién nacido, una mula y un buey le reconocían, misteriosamente sapientes, casi místicos, dos irracionales formando escena con un coro de Àngeles que proclamaban gloria a Dios y paz a los hombres.
El Belén, el Misterio, se compone con muchos seres, unos de lo alto, otros de muy abajo, todos necesarios para que todo fuera real, verdadero, verdadera historia de salvación, tabernáculo para el encuentro y la comunión con Dios hecho Niño, Emmanuel, Dios y Hombre verdadero para los hombres de buena voluntad.
O Emmanuel !
+T.
sábado, 22 de diciembre de 2012
Calamidades germanas: El Emmº Marx
Cada vez resulta más alarmante (hace medio siglo que vivimos en estado de alarma in perpetuum) la situación de la Iglesia en Alemania. La deriva no es reciente, tiene un currículum que viene de ca. 50 años, con personas y hechos. Las personalidades actuales de la Iglesia en Alemania - y las personalidades alemanas de la Iglesia actual - ilustran un pequeño catálogo con prominentes monstruosidades des-católicas y muy pocos campeones de la catolicidad.
El más conspícuo de todos, Müller, es una piedra de tropiezo por ser quien es y estar donde está. Y otros prelados germanos inquietan también, tanto si callan como si hablan. Por ejemplo, recientemente, el rubicundo cardenal bávaro de infausto apellido, Marx. Ya corre por internet lo que el eminentísimo arzobispo de Münich dijo durante una intervención en el Mary Ward Gymnasium de Nympheburg, en las cercanías de Münich.
Tratándose de un colegio-instituto de monjas irlandesas (IBVM), supongo que hablaría ante las alumnas del centro y, quizá por eso, como una graciosa captatio benevolentiae, declaró 'abierta' y falta de ulteriores 'profundizaciones' la gravísima cuestión del ministerio sagrado femenino. En The Tablet aparece una breve reseña del acto, con cita de las chocantes palabras del Cardenal Reinhard Marx:
"...Entiendo cuando la gente dice que no puede comprender un argumento u otro. Los interrogantes permanecen. Tenemos que seguir pensando en esto intensamente. Tal vez todavía no hemos llegado al final del camino..."
Unas palabras que, aun dichas en ese contexto poco comprometedor, de hecho comprometen porque no exponen la doctrina ya definida, muy clara y terminantemente. La Carta Apostólica Ordinatio Sacerdotalis es uno los pocos actos magisteriales consistentes y valiosos ejecutados por Juan Pablo II, quizá el de mayor valor en cuanto ejercicio del magisterio infalible; en su texto, se declara esto:
"...Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia. "
Si un Cardenal de la Santa Madre Iglesia pone en discusión o habla ligeramente sobre una doctrina tan bien definida, el tal Emmº y Revmº Sr. enseña erróneamente y actua en contra de la Iglesia Católica, a la que se debe.
Si al Patriarca de Lisboa se le llamó la atención, esperamos que al orondo Marx también le amonesten y se vea obligado a desdecirse y corregirse.
A no ser que, por ser alemán, tenga bula para rebuznar ad líbitum et sine poena.
+T.
sábado, 15 de diciembre de 2012
La discutible canonización de Montini
Esta mañana leía que la causa de beatificación del Papa Montini va viento en popa, incluso con pronóstico de pronta beatificación. El caso será uno más entre los muchos expedientes tramitados bajo el pan-santoralismo juanpablista, una de las herencias más extravagantes del mega-entusiasta Beato Magno.
La rebaja de méritos, obras, cualidades y realidades, en suma, de los candidatos a la dulía ha sido escandalosa. La misma causa clamorosa de Juan Pablo II con la explosión (y promoción) del 'santosubitismo' marcó un nivel muy bajo, impensable hace medio siglo, cuando las cosas de le fe se trataban, evaluaban y gestionaban con más gravedad, como corresponde.
A 50 años del Concilio, bajo la manta que todo lo tapa del 'Año de la Fe', sufriendo las tremendas consecuencias del post-concilio, a falta de una profunda, juiciosa y responsable revisión oficial /magisterial de esos diez lustros, ensalzar la patética y siempre muy discutible figura y obra de Paulo VI, me parece un indiscreto error, una imprudente decisión.
Además con el agravio comparativo anejo, una herida fresca que sangra injusticia de una memoria santa: El parón a la causa de Pio XII, que sí murió en olor de santidad, cuyo único y principal handicap es el odioso, implacable e insaciable victimismo sionista.
Al fin se descubre/se sospecha una muy tendenciosa canonización de los protagonistas de la crisis conciliar y post-conciliar, como si con las Papas se beatificara/canonizara todo lo demás, o, por lo menos, se quisiera montar una apoteosis sobre las ruínas que, obcecadamente, se niegan.
Las consecuencias de estas promociones inmerecidas son muy lesivas, porque conllevan el descrédito de la misma causa, de su procedimiento y sus promotores. Quiero decir que al final lo que queda en entredicho es el propio concepto de santidad y el valor de una causa, de una beatificación, de una canonización.
Y la misma Iglesia, también.
+T.
viernes, 14 de diciembre de 2012
Addenda-youtube al articulete anterior
Un amigo quasi-demiurgo, medio-gnomo, perito en cibernéticas y otras mecánicas enigmáticas de la red virtual, me ha conseguido el youtube con la grabación de la Vigilia. Ahí va:
En algunos pormenores, es peor que lo que imaginé, porque cuando escribí el articulete sólo había visto una secuencia de la parte final: El monitor con sus moniciones es tremendo; el corito de nenas es lamentable, las coplas que cantan son lamentabili-plus...Etc.
El sermón del Sr. Arzobispo está muy bien, pero desconectado en formato con la trivialidad confusa de las moniciones del monitor y el ambiente teen-junior creado por el corito melífluo-dramático de las chicas, tan descontextualizadas (intérpretes e interpretaciones) con el marco catedralicio.
Me ha chocado especialmente la entrada del libro y su entronzación, que se repetía casi en formato paralelo con el Santísimo (portado con humeral y bajo palio, menos mal), como subrayando una cierta 'presencialidad' (?), incluso una relativa 'complementariedad' (?), dando una impresión muy equívoca, resultando todo tan anómalo, tan inquietante, tan inapropiado. Con otros detalles más, algunos dignos de comentar con apostillas.
Imagino/sospecho la mano y creatividad de algunos de los concurrentes, agentes disculpables/excusables porque no han tenido, quizá, oportunidad de aprender más y mejor, y se les supone una buena intención, aunque luego no se alcancen resultados óptimos, como se puede ver.
En fín, así fue y así se transmitió.
Esperemos, para otra ocasión, mejores logros de puesta en escena y una menos confusa realización litúrgica, sin paralelos equívocos, con el libro en el ambón (que es su sitio) y el Santísimo en el altar, sin competencias de confusas y extemporáneas exposiciones simultáneas.
Amén.
+T.
En algunos pormenores, es peor que lo que imaginé, porque cuando escribí el articulete sólo había visto una secuencia de la parte final: El monitor con sus moniciones es tremendo; el corito de nenas es lamentable, las coplas que cantan son lamentabili-plus...Etc.
El sermón del Sr. Arzobispo está muy bien, pero desconectado en formato con la trivialidad confusa de las moniciones del monitor y el ambiente teen-junior creado por el corito melífluo-dramático de las chicas, tan descontextualizadas (intérpretes e interpretaciones) con el marco catedralicio.
Me ha chocado especialmente la entrada del libro y su entronzación, que se repetía casi en formato paralelo con el Santísimo (portado con humeral y bajo palio, menos mal), como subrayando una cierta 'presencialidad' (?), incluso una relativa 'complementariedad' (?), dando una impresión muy equívoca, resultando todo tan anómalo, tan inquietante, tan inapropiado. Con otros detalles más, algunos dignos de comentar con apostillas.
Imagino/sospecho la mano y creatividad de algunos de los concurrentes, agentes disculpables/excusables porque no han tenido, quizá, oportunidad de aprender más y mejor, y se les supone una buena intención, aunque luego no se alcancen resultados óptimos, como se puede ver.
En fín, así fue y así se transmitió.
Esperemos, para otra ocasión, mejores logros de puesta en escena y una menos confusa realización litúrgica, sin paralelos equívocos, con el libro en el ambón (que es su sitio) y el Santísimo en el altar, sin competencias de confusas y extemporáneas exposiciones simultáneas.
Amén.
+T.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
Equivocolitúrgias con bi-adoración (?)
Pero existe la gente que piensa que juventud y solemnidad no casan bien, un prejuicio aprendido, inculcado y practicado luego, cada vez que solemnidad y juventud se encuentran. La interferencia se salva con un adorno juvenil, un estrambote junior, una huella 'teenager', que será más o menos estridente, pegotera y/u hortera según el grado de idem del ocurrente de turno. El ocurrente suele estar fuera de la órbita teen por exceso de años cumplidos, pero parece ser una constante contrastable que cuanto más maduro, más petardo (ad casum).
Esta vez, salvo alguna copleta made in Taizé y algún detallito más, el aditamento juventud-católica-de marcha no fue troppo estridente. La estridencia vino aportada desde un nivel mayor y más alto. Confieso que no sé de quién sería la desconcertante idea, pero imagino la intención (y la fe) extraviada de algún pseudo-liturgista malformado y deformante.
Resumiendo y concretando, para evitar excursus, perpetraron esto:
- El Santísimo quedó expuesto en la custodia, sobre el altar, entre seis candelabros altos de plata y otros seis cirios tamaño codal con la calcomanía del logo-año de la fe
- En el mismo eje, en un plano un poco más bajo, más cerca de los fieles, otro altar más pequeño, también con seis cirios encendidos, y en su centro un atril con un libro abierto (no sé si Biblia, si Evangeliario, o si Leccionario)
La excusa - colijo - podría haber sido la de la misma vigilia, que incluía un pequeño aditamento temático: "...La Vigilia (...) consistirá en una oración en torno a la Palabra de Dios, Lectio Divina, concretamente del relato de la Anunciación con una exposición del Santísimo...", como explica el anuncio oficial de la misma. El resultado fue - como todo el mundo en general pudo ver - una superposición de presencias (?) expuestas (?) y adorables (?), el Sacramento en el altar, y el libro (biblia, evangeliario o leccionario) en su altarcito, un poco más abajo pero en el mismo eje, de modo que la vista iba de uno al otro, del libro expuesto a la Custodia con el Señor en manifiesto.
¿Lecturas, interpretaciones, explicaciones? Ustedes entenderán - si me entienden - que las argumentaciones en torno a cómos y porqués podrían ser varias, variopintas y con variantes, todas tan estrambóticas como el mismo hecho en sí, tan raro y poco visto. No diré que heterodoxo, porque asistían al acto y presidían dos prelados, a quienes no se les puede achacar nada semejante.
Este - entiendo - sería el último detalle (entre los más llamativos): Que todo eso ocurrió bajo la presidencia de dos prelados, que no sé qué pensarían cuando se encontraron con esa bi-exposición, esa adoración (?) dual.
Nosotros, los católicos, nunca hemos adorado libros. Tampoco reconocemos en ningún texto sagrado una presencia real, sólo apreciamos y veneramos una presencia virtual, que se podría explicar comentando que Cristo está latiente en la página escrita, miniada o impresa de un evangeliario de la misma y relativa manera que San Pablo se esconde tras la tinta y la escritura, impresión o pintura de un ejemplar de una de sus epístolas. Si me explico. Pues así.
La extravagancia que desataron las iniciativas y experimentos post-conciliares han degenerado en aberraciones como esos extraños sagrarios neocatecumenales-kikos, con doble compartimento: una taca para el Sacramento y otra taca para la Biblia (de Jerusalén, editorial DDB).
Lo que no me imaginaba, lo que no esperaba ver, lo que nunca podría delirar en mis delirios, es que en la Catedral Metropolitana de Sevilla se celebrara una exposición conjunta del Santísimo y un libro.
Témome que la cosa pase a mayores y que el ocurrente fautor de la aberrante/extravagante co-exposición/liturgia dual proponga sacar este año para el Corpus, en la procesión, una segunda custodia con la Biblia de Arias Montano, un poner.
Como es el Año de la Fe, así nos nuevangelizamos, más confusos que ayer y menos equívocos que mañana.
n.b. No he podido encontrar on line ninguna fotografía del acto. Se grabó en directo y fue emitido en diferido la tarde del 8 de Diciembre por MariaVisión. Agradecería si alguien aportara documento visual.
Tu autem, Dómine, miserere
+T.
domingo, 9 de diciembre de 2012
Sine Labe Concepta
dando perfil a una nube
blanca, con nimbo dorado,
y un coro de mil querubes
rodeando a una chiquilla
humilde porque es humana,
excelsa porque es elegida
pura y limpia, sin mancilla,
sin pecado concebida,
espejo donde se mira
y se recrea Sevilla.
*** *** ***
"...Desde siglos
-¡Tú lo sabes!-
fue la gloria de Sevilla
aclamarte sin mancilla
en tu Pura Concepción..."
***
Ex Voto
+T.
martes, 4 de diciembre de 2012
Confundiendo, no confirmando
Después de lo de la mula y el buey, ahora toca el turno a los Reyes Magos, 'desmitologizados' y 'desubicados'. Es el efecto que causa en el vulgo este tipo de publicaciones, que no son para el vulgo, pero que terminan siendo vulgarizadas con las consecuencias que estamos viendo: El descrédito de las tradiciones y la sensación, cada vez más generalizada de que los Santos Evangelios son narraciones poco fiables, poco fidedignas.
En el 'Año de la Fe' resulta verdaderamente chocante esta ambientación revisionista de los Misterios de la Navidad del Señor, todo ello propiciado por la aparición de ese equívoco libro, absolutamente innecesario, tan poco adecuado si se considera su procedencia y autoría.
El 'apacienta a mis corderos' parece haberse transmutado en un 'desconcierta a mis ovejas'.
Lamentable, muy lamentable. Tanto más si se considera que, al fin, todo parece ser prurito personal de un insigne teólogo que no parece haber asumido en todos sus detalles las consecuencias de ser quien ejerce el Magisterio Universal de la Iglesia, con el privilegio (aunque no lo use) de la Infalibilidad.
Un don único y singular expuesto a ser devaluado por la opinión de una masa necia y confusa.
+T.
lunes, 3 de diciembre de 2012
Celebrando a Javier
"...aunque toda fe, esperanza, confianza sea don de Dios, dala el Señor a quien le place; pero comúnmente a los que se esfuerzan, venciéndose a sí mismos, tomando medios para ello"
... ... ...
"...si estudiasen en la cuenta que Dios nuestro Señor les demandará de ellas, y el talento que les tiene dado, muchos de ellos se moverían, tomando medios y ejercicios espirituales para conocer y sentir dentro en sus ánimas la voluntad divina, conformándose más con ella que con sus propias afecciones, diciendo: “Señor, aquí estoy, ¿qué quieres que yo haga? Envíame donde quieras"
... ... ...
"...todos estos peligros y trabajos, voluntariamente tomados por solo amor y servicio de Dios nuestro Señor, son tesoros abundantes de grandes consolaciones espirituales…"
Fue un hombre de ánimo enardecido, todo movido por Cristo y su causa, entregado al Señor con todas sus potencias. En las cartas que escribió desde el lejano oriente, su impaciente corazón estalla en fervores, chispazos de un alma arrebatada que contagia el ansia por el Evangelio en que se consumió, enteramente, trabajando por la gloria de Dios.
En nuestra parroquia no había una imagen de San Francisco Javier, el titular, salvo una extraña escultura colocada en el atrio/entrada, un monigote de cemento pintado simulando bronce oxidado, una estatua no-devota, de ese estilo minimalista post-conciliar-montiniano que se impuso en los años '70 como una traducción estética de las innovaciones marcadas por la espiritualidad del momento.
Este curso pasado, el párroco encargó una imagen piadosa del Santo a la escultora imaginera Encarnación Hurtado, que ha logrado una expresiva obra, muy adecuada para el culto. Representa a Javier en figura de misionero, durante los años de su predicación en Oriente, enjuto y ascético, arrobado y extático mirando a la Cruz, como sorprendido y raptado por la fuerza del Signo de la Salvación, durante uno de sus sermones.
También ha compuesto un breve himno, con letra y música pegadizas, para que la gente lo aprenda y lo cante; por lo menos, esa es la intención del cura.
Himno:
Misionero de Cristo y su Iglesia,
buscando incansable la gloria de Dios,
desde España llevó hasta el Oriente
-¡Divino Impaciente!- la Cruz del Señor.
Predicaba con celo ferviente
el nombre sagrado de Cristo Jesús,
en su pecho un corazón ardiente
-¡Divino Impaciente!- que a Oriente dio luz.
San Francisco Javier te rogamos
nos alcances de Cristo el Señor
la salud para los enfermos
y para las almas la gracia de Dios. (bis)
buscando incansable la gloria de Dios,
desde España llevó hasta el Oriente
-¡Divino Impaciente!- la Cruz del Señor.
Predicaba con celo ferviente
el nombre sagrado de Cristo Jesús,
en su pecho un corazón ardiente
-¡Divino Impaciente!- que a Oriente dio luz.
San Francisco Javier te rogamos
nos alcances de Cristo el Señor
la salud para los enfermos
y para las almas la gracia de Dios. (bis)
Orémus
Deus, qui Indiarum Gentes beati Francisci praedicatione et miraculis Ecclesiae tuae aggregare voluisti: concede propitius; ut cuius gloriosa merita veneramur, virtutum quoque imitemur exempla.
Per Dóminum nostrum Iesum Christum, Filium tuum: qui tecum vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti Deus, per ómnia sǽcula sæculórum.
Amen.
+T.
domingo, 2 de diciembre de 2012
Divagación de Adviento
El cura de mi parroquia, muy reverendo mío, tendrá virtudes, que se le suponen, pero consta que no tiene el don de la puntualidad. Clérigo tradicional, firme en sus convicciones, todas muy venerables, parece que ajusta su reloj con aquellos 10 minutos de retraso que perduraron en los horarios eclesiásticos de Sevilla hasta tiempos del Cardenal Segura (otro venerable irreductible), cuando los relojes de la Catedral, la Giralda y el Seminario de San Telmo daban la hora diez minutos retrasados con respecto al horario civil oficial.
Es así que en mi parroquia, muy frecuentemente, la Misa ferial comienza diez minutos más tarde de lo supuesto. Digo supuesto porque el cura dice que los horarios de Misa son orientativos, más o menos, porque la Misa no es el AVE ni la parroquia la Estación de Santa Justa.
Pero en el colmo de su irreductibilidad, el otro día, a una beata indiscreta que le dijo que debería ser más puntual, mi cura le espetó:
-"Mire usted, advierta y sepa que la puntualidad no es virtud, porque el Señor dijo que vendría pronto y ya ve usted lo que está tardando..."
Los que lo oímos, allí presentes, quedamos muy edificados (y divertidos).
Volverá, ciertamente y sin duda, pero no se sabe la hora.
Ap 22, 20: "...Venio cito. Amen..."
Amén!!!
+T.
martes, 27 de noviembre de 2012
Ravasi irritado e irritante
Que le tengo poca, muy poca, simpatía ya se habrá notado, salva reverentia (a la púrpura cardenalicia). Conste, empero, que no le busco obsesivamente defectos, sino que el eminentísimo me excita la atrabilis sin que yo rastree sus intervenciones, porque, sin ser sabueso, me topo sin querer con las barrabasadas de Ravasi. Esta misma tarde, hela aquí:
Que los llamados “tradicionalistas” retornen a estudiar el latín, porque muchas veces ellos quieren que las misas sean en latín pero conocen poco la lengua
Primeramente yo diría que habrá conocido a 'tradicionalistas' de poca monta, quizá de perfil light, si no no lanzaría esa puya acibarada. Segundo, implícitamente, se erige él mismo como latinista mayor de la Santa Madre Iglesia, juez y censor de latinidades insuficientes. En tercer lugar apunta sólo a un sector muy determinado, justamente el más sensibilizado por el latín, y, en vez de alegrarse por ellos y agradecer su interés, les pone en la picota dejando en entredicho sus aptitudes latinas. Qué cruel.
¿No se nota que frunce el ceño y encoge la nariz cuando dice 'tradicionalistas', como si fuera un soviet pronunciando 'zarista'? Qué mal disimulan el desprecio estos prelados que luego llenan sus sermones, exortaciones y pastoraladas repitiendo redundantes 'caridad pastoral' 'caridad pastoral' 'caridad pastoral'.
Una vez dejado claro que él no es tradicionalista y que desprecia, desde su egregio sitial de Cardenal de la pan-cultura, el latín de los tradicionalistas; haciéndonos cargo, nosotros, los tradicionales, del guantazo de Ravasi, pregunto en nombre de muchos: ¿Dónde, cuándo, cómo?
¿Dónde estudiaremos latín, cuándo, cómo? ¿Tendremos que irnos a Roma y matricularnos en la Pontificia Academia Latinitatis? Porque en nuestros seminarios o no hay latín, o lo despachan pronto y mal en un curso, un cursillo, donde todos aprueban porque el latín no importa.
Otra cuestión: ¿Hay que ser tradicional, tradicionalista, para pedir más latín? Y otra más: ¿A los que se definan tradicionalistas se les exigirá implacablemente ser latinistas de nivel? ¿Y si no saben más latín que Beatriz Galindo se les niega el latín? ¿Y si no saben más latín que Nebrija se les prohibe la liturgia en latín? ¿Y si no dan el nivel supuesto, reclamado, exigido por Ravasi, se les condena a la vulgaridad de las lenguas vulgares?
A Ravasi el latín le provoca sarpullido, me temo. Y sacude sus malas pulgas, para que todos nos rasquemos.
Bueno, todos no: Sólo los tradicionales. Los demás, pueden ir en paz.
Ite Missa est!
+T.
sábado, 24 de noviembre de 2012
El Belén minimalista de Ratzinger
Como decía en la entrada anterior, la confusión está en la calle. Una confusión que uno llega a pensar si no será deliberada, porque en la portada del librito aparece en tipos pequeños 'Joseph Ratzinger' y en letras mayores 'Benedicto XVI'. Por eso mismo no desatinarán los que digan que, con la letra chica, Ratzinger está escribiendo lo que Benedicto no se atreve a decir. Será o no será, pero el hecho se presta a esta conclusión/confusión. Incluso a peores (conclusiones/confusiones).
Hasta Tornielli, el vaticanista, hace uso de la comunicación de idiomas y dice Benedicto XVI por Ratzinger: El nuevo libro de Benedicto XVI sobre el nacimiento de Jesús
Y si el muy ducho vaticanista Tornielli se atreve, la prensa corriente, lo mismo:
La afirmación esencial del ultimo libro de Benedicto XVI, “La infancia de Jesús”, presentado el martes en Roma es que las narraciones de Mateo y Lucas son “historia real y sucedida, interpretada y comprendida sobre la base de la Palabra de Dios”.
aquí, también el ABC, sobre la mula y el buey, víctimas inocentes de la clarividencia histórico-crítica de Ratzinger o B16, tanto monta, monta tanto (no en mula, obviamente):
En su último libro, "La Infancia de Jesús", el Papa Benedicto XVI recuerda que no había animales en el pesebre en el momento del nacimiento de Jesús, según consta en los evangelios de Lucas y Mateo.
El Belén que imagina Ratzinger (seu Benedictus) es una composición de lugar minimalista, gélida, asépticamente histórico-crítica, tan lejos de la imaginería popular. Una imaginería que no es siquiera franciscana del siglo XIII, porque el tema de la mula y el buey en el pesebre ya aparecen en la iconografía navideña más antigua, por ejemplo en el bello Frontal de Stª María de Aviá que he puesto de imagen de cabecera.
El frontal, una pieza del románico hispano de fines del s. XII o comienzos del XIII, recoge todas esas escenas que Ratzinger dice 'creíbles' para luego dejarlas en un esqueleto conceptual, sin carne, ni sangre, ni piel, si me explico. En el precioso antipendio catalán están representados los Misterios de la Anunciación, la Visitación, los Magos, el Nacimiento y la Presentación, tal y como se entienden en una lectura concordada de los Santos Evangelios de San Mateo y San Lucas. Incluye también el icono detalles de la tradición cristiana más remota, como los nombres de los Santos Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, así como la mula y el buey junto al pesebre del Niño.
El frontal de altar románico figura en sus imágenes lo que se creía entonces. Así lo creo yo también, con todos esos detalles tan ricamente avalados por la tradición cristiana, católica. También la iconografía es tradición, también la imaginería tradicional del arte cristiano forma parte del depósito de la Tradición. Una iconografía navideña tan contrastada y universal que puede competir con toda su autoridad, revalidada a través de los siglos, con esa representación minimalista de Ratzinger, un teólogo al fin, sólo eso, un profesor. Porque el Papa no ha hablado, el Papa no ha dicho nada, el Papa no ha escrito ni una letra de ese libro, un libro que (bien considerado) un Papa no puede ni debe escribir.
El Papa (dicho salva reverentia) lo que debería haber hecho es poner traba y freno al Ratzinger extemporáneo.
He recordado mucho estos últimos días a una de mis tías, una fenomenal combatiente católica que se pasó los últimos años de su vida postrada en una cama y gobernando con un bastón su pequeño mundo. Sufrió enormemente la revolución litúrgica y demás trastornos y mudanzas del post-concilio. Muy consciente, muy firme, cuando le contaban las novelerías y las cosas que se iban haciendo, decía:
-Si el Papa se quiere condenar, que se condene, que yo me mantengo en lo de siempre.
Murió santamente, creyendo en los Tres Reyes Magos, la mula y el buey, la Estrella de Belén y todos los demás artículos de fe del Credo de los Humildes, limpios de corazón que ven a Dios en los Santos Evangelios sin crítica histórica.
¡Ay del que escandalice a esos pequeños!
+T.
Hasta Tornielli, el vaticanista, hace uso de la comunicación de idiomas y dice Benedicto XVI por Ratzinger: El nuevo libro de Benedicto XVI sobre el nacimiento de Jesús
Y si el muy ducho vaticanista Tornielli se atreve, la prensa corriente, lo mismo:
La afirmación esencial del ultimo libro de Benedicto XVI, “La infancia de Jesús”, presentado el martes en Roma es que las narraciones de Mateo y Lucas son “historia real y sucedida, interpretada y comprendida sobre la base de la Palabra de Dios”.
aquí, también el ABC, sobre la mula y el buey, víctimas inocentes de la clarividencia histórico-crítica de Ratzinger o B16, tanto monta, monta tanto (no en mula, obviamente):
En su último libro, "La Infancia de Jesús", el Papa Benedicto XVI recuerda que no había animales en el pesebre en el momento del nacimiento de Jesús, según consta en los evangelios de Lucas y Mateo.
El Belén que imagina Ratzinger (seu Benedictus) es una composición de lugar minimalista, gélida, asépticamente histórico-crítica, tan lejos de la imaginería popular. Una imaginería que no es siquiera franciscana del siglo XIII, porque el tema de la mula y el buey en el pesebre ya aparecen en la iconografía navideña más antigua, por ejemplo en el bello Frontal de Stª María de Aviá que he puesto de imagen de cabecera.
El frontal, una pieza del románico hispano de fines del s. XII o comienzos del XIII, recoge todas esas escenas que Ratzinger dice 'creíbles' para luego dejarlas en un esqueleto conceptual, sin carne, ni sangre, ni piel, si me explico. En el precioso antipendio catalán están representados los Misterios de la Anunciación, la Visitación, los Magos, el Nacimiento y la Presentación, tal y como se entienden en una lectura concordada de los Santos Evangelios de San Mateo y San Lucas. Incluye también el icono detalles de la tradición cristiana más remota, como los nombres de los Santos Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, así como la mula y el buey junto al pesebre del Niño.
El frontal de altar románico figura en sus imágenes lo que se creía entonces. Así lo creo yo también, con todos esos detalles tan ricamente avalados por la tradición cristiana, católica. También la iconografía es tradición, también la imaginería tradicional del arte cristiano forma parte del depósito de la Tradición. Una iconografía navideña tan contrastada y universal que puede competir con toda su autoridad, revalidada a través de los siglos, con esa representación minimalista de Ratzinger, un teólogo al fin, sólo eso, un profesor. Porque el Papa no ha hablado, el Papa no ha dicho nada, el Papa no ha escrito ni una letra de ese libro, un libro que (bien considerado) un Papa no puede ni debe escribir.
El Papa (dicho salva reverentia) lo que debería haber hecho es poner traba y freno al Ratzinger extemporáneo.
He recordado mucho estos últimos días a una de mis tías, una fenomenal combatiente católica que se pasó los últimos años de su vida postrada en una cama y gobernando con un bastón su pequeño mundo. Sufrió enormemente la revolución litúrgica y demás trastornos y mudanzas del post-concilio. Muy consciente, muy firme, cuando le contaban las novelerías y las cosas que se iban haciendo, decía:
-Si el Papa se quiere condenar, que se condene, que yo me mantengo en lo de siempre.
Murió santamente, creyendo en los Tres Reyes Magos, la mula y el buey, la Estrella de Belén y todos los demás artículos de fe del Credo de los Humildes, limpios de corazón que ven a Dios en los Santos Evangelios sin crítica histórica.
¡Ay del que escandalice a esos pequeños!
+T.
miércoles, 21 de noviembre de 2012
Jesús de Ratzinger, 3ª entrega
La palabra del Señor sobre la irrevocabilidad de una vocación asumida (la vista de aquel que empuña el arado no puede permitirse mirar atrás cfr. Lc 9, 62) tiene en este caso - esa es mi opinión - una particularísima casuística, que no debiera haberse dado. El Papa no puede aparecer detrás o bajo la sombra nostálgica del profesor.
Confirmar la fe es enseñar la Revelación, el Misterio de Cristo, tal y como ha sido recibido por los Apóstoles, y mantener firmemente la regla de fe del Magisterio, una doctrina, una solamente; confirmar la fe no es exponer una galería de opiniones, de autores, de obras, de exégesis, de hipótesis abiertas a otras opiniones que puedan ir llegando de mano de otros autores, de otras obras, con otras hipótesis, dejando en suspenso, en el aire, una vaga indefinición, tanto más cuanto ello, como en este caso, puede suponer la desacreditación/credibilidad de un texto sagrado que es fuente de Revelación
El autor, Joseph Ratzinger (o Benedicto XVI???) se comporta como un docto erudito pero no enseña y confirma como un Papa. La gente leerá su libro como el libro 'del Papa' porque así se vende, esa es la propaganda que va aneja a su lanzamiento editorial para ser el best seller de Diciembre, el libro más vendido y regalado en Navidad, el más atractivo para un gran público católico que comprará, sin más distingos, 'el libro del Papa'.
Si el docto teólogo se impone al Papa, malo, muy malo. Y esa es la impresión que dan este libro y los otros dos. Una tríada absolutamente prescindible, que no dice nada que no hayan dicho ya otro autores; tres libros sin especial relevancia, moderadamente católicos, típicos de una moderna exegética católica sugestionada por el método histórico-crítico. Un tríptico ratzingeriano que sumirá a muchos en la confusión de no saber si enseña el profesor que fue o el Papa que es.
La cátedra de Ratzinger no puede aparecer, coexistir y/o ser presentada confusamente junto a la Cátedra de Pedro.
+T.
martes, 20 de noviembre de 2012
Corolario a Welby
Un cometarista de la entrada anterior reclamaba un corolario y dejaba dos tópicos supuestos:
- 1: tras el cuidado de las formas está la hipocresía
- 2: más allá del cuidado de las formas está la autenticidad
Supongo que el susodicho advertirá (le estimo un comentarista inteligente) el absurdo presente en los dos enunciados, pero, de todas formas, respondo:
ad primum: la forma íntegra/perfecta (cuidada, pues) es parte del ser, so pena de que pueda perder su integridad o perfección como tal ser por incurrir en imperfección formal, por lo cual el cuidado de la forma es una necesidad; lo hipócrita sería el disimulo de la imperfección a costa de una deliberada falsedad/engaño o merma/falta en la forma
ad alterum: más allá de lo formal o está el vacío o el engaño (si la forma no se identifica con su sustancia) o la verdad de una esencia congruente con su forma (si la realidad esencial ha sido bien e integramente expuesta/representada en su forma correspondiente)
No me gustan las dialécticas, pero si hay que razonar, soy bastante razonable. Y ya puesto, como relativamente pertinente ilustración, vean estas fotos:
Cuando la forma pierde dignidad en relación con aquello que debe representar dignamente, se desliza, más o menos perceptiblemente, hacia lo ridículo y/o lo burlesco. Esta es una de las claves de lo cómico-mimético tal y como se utiliza en la pantomima, el carnaval o la sátira humorística. Ocurre siempre como consecuencia de una más o menos consciente degradación/depreciación de un concepto y su representación. Quiero decir que una devaluación conceptual de lo que es un obispo conduce a la depreciación del significado de los ornamentos episcopales y se traduce en una escena final como la de la foto: El intercambio de la mitra del obispo y el casco del policia en un contexto trivial, popularmente divertido, que, sin embargo, significa más de lo que aparenta.
La degradación de las formas afecta a la integridad de las esencias.
p.s. Un apéndice de lo mismo: La hija del arzobispo con una mitra cómica, empatizando con su muy ilustre y digno (?) papá:
Como 'ellas' son pseudo-ordenadas 'obispas' en algunas 'iglesias' de la Comunión Anglicana y el nuevo Archbishop de Cantebury parece ser partidario del engendro, su hija podría ser un día su sucesora como 'archiobispesa' y portar (¡por qué no??) esa misma extravagante mitra que luce en la foto. Así están las cosas en la (no)Iglesia Anglicana, con estos (no)obispos tan light (formal y sustancialmente).
Recordando las muchas escenas de sombrero y empatismo popular protagonizadas por el Beato Magno y también (en menor grado y con menos frecuencia) por nuestro Benedicto, debemos rezar para que no caer en la tentación (para que no caigan, es decir).
+T.
- 1: tras el cuidado de las formas está la hipocresía
- 2: más allá del cuidado de las formas está la autenticidad
Supongo que el susodicho advertirá (le estimo un comentarista inteligente) el absurdo presente en los dos enunciados, pero, de todas formas, respondo:
ad primum: la forma íntegra/perfecta (cuidada, pues) es parte del ser, so pena de que pueda perder su integridad o perfección como tal ser por incurrir en imperfección formal, por lo cual el cuidado de la forma es una necesidad; lo hipócrita sería el disimulo de la imperfección a costa de una deliberada falsedad/engaño o merma/falta en la forma
ad alterum: más allá de lo formal o está el vacío o el engaño (si la forma no se identifica con su sustancia) o la verdad de una esencia congruente con su forma (si la realidad esencial ha sido bien e integramente expuesta/representada en su forma correspondiente)
No me gustan las dialécticas, pero si hay que razonar, soy bastante razonable. Y ya puesto, como relativamente pertinente ilustración, vean estas fotos:
La degradación de las formas afecta a la integridad de las esencias.
p.s. Un apéndice de lo mismo: La hija del arzobispo con una mitra cómica, empatizando con su muy ilustre y digno (?) papá:
(ver aquí)
Como 'ellas' son pseudo-ordenadas 'obispas' en algunas 'iglesias' de la Comunión Anglicana y el nuevo Archbishop de Cantebury parece ser partidario del engendro, su hija podría ser un día su sucesora como 'archiobispesa' y portar (¡por qué no??) esa misma extravagante mitra que luce en la foto. Así están las cosas en la (no)Iglesia Anglicana, con estos (no)obispos tan light (formal y sustancialmente).
Recordando las muchas escenas de sombrero y empatismo popular protagonizadas por el Beato Magno y también (en menor grado y con menos frecuencia) por nuestro Benedicto, debemos rezar para que no caer en la tentación (para que no caigan, es decir).
+T.
domingo, 18 de noviembre de 2012
Degenerando: De Cosmo Lang a Justin Welby
Cuando ví la foto del nuevo (preconizado) Arzobispo de Canterbury, se me vino a la mente, incontinenti, la imagen de su predecesor Cosmo Lang, más concretamente el retrato que le pintó el aristocrático Laszlo. Comparen Uds. las dos estampas, y concluyan. Concluirán, por lo menos, que el estilo ha decaído, que el nuevo look es manifiestamente desmejorado y desmejorante, que tanto va de Cosmo a Justin como de un Pugin a un Moneo.
Aunque el caso podría exponerse desde la perspectiva del post hoc ergo propter hoc, como una secuencia de degeneración sucesiva, escalón a escalón, bajón a bajón, desde Lang hasta Welby, con el último en la serie, Rowan, como precedente inmediato.
El Cosmo Gordon Lang que marcó época y estilo post-victoriano fue uno de los personajes más controvertidos del stablishment de entreguerras. Yo destacaría en él cierta tendencia errática, por lo menos dubitante y contradictoria por momentos, momentos que fueron circunstancias de altísimo nivel, como corresponde al Arzobispo Primado de Canterbury, el Primado Anglicano, si no efectivo sí representativo. Me lo imagino (dsipénsenme la fantasía) como un Denethor perplejo, que viendo y sabiendo tantas cosas, desde la perspectiva encumbrada de su alta torre y la videncia del palantir, terminara desconcertado y abrumado, resolviendo (o no), dejando cuestiones marcadas (o no) que dejaban prever una deriva que sólo en la actualidad se aprecia en cuanto a sus graves consecuencias.
Por ejemplo, el Cosmo Lang tan severo durante la crisis que concluyó con la abdicación de Eduardo VIII (20 Enero 1936 / 11 Diciembre 1936), fue el mismo que un año después, en 1937, evitó oponerse efectivamente a la liberalización de la legislación divorcista argumentando que "...ya no era posible imponer por ley el estándar cristiano a una sociedad en gran parte no cristiana".
Una dialéctica claudicación en los principos que, a la larga, marcaría esa transición paulatina de la High Church victoriana a la Iglesia Anglicana que regirá el recién electo Welby, partidario de la ordenación de las 'clergy-women' y las 'obispas', del 'matrigaymonio', de los clérigos y cleriguesas gay-lesbis y de todo lo demás que se supone en un Archbishop que viste y se luce como aparece Welby en la foto.
Por cierto que el look estridente-esperpento de Welby se parece mucho al estrafalario fondo de sacristía usado por el Beato Magno en sus últimos años, cuando se impuso el estridente mal gusto del ceremoniero post-moderno Piero Marini, monseñor-dictador de moda eclesiástica.
No quiero decir con esto que el mal gusto estético-litúrgico concluya necesariamente en una degeneración doctrinal/moral/pastoral. Pero sí mantego la tesis que de vez en cuando recuerdo aquí, en ExOrbe: Que las formas significan el fondo, que lo interior asoma por debajo de lo exterior y que el continente transparenta el contenido.
+T.
Aunque el caso podría exponerse desde la perspectiva del post hoc ergo propter hoc, como una secuencia de degeneración sucesiva, escalón a escalón, bajón a bajón, desde Lang hasta Welby, con el último en la serie, Rowan, como precedente inmediato.
El Cosmo Gordon Lang que marcó época y estilo post-victoriano fue uno de los personajes más controvertidos del stablishment de entreguerras. Yo destacaría en él cierta tendencia errática, por lo menos dubitante y contradictoria por momentos, momentos que fueron circunstancias de altísimo nivel, como corresponde al Arzobispo Primado de Canterbury, el Primado Anglicano, si no efectivo sí representativo. Me lo imagino (dsipénsenme la fantasía) como un Denethor perplejo, que viendo y sabiendo tantas cosas, desde la perspectiva encumbrada de su alta torre y la videncia del palantir, terminara desconcertado y abrumado, resolviendo (o no), dejando cuestiones marcadas (o no) que dejaban prever una deriva que sólo en la actualidad se aprecia en cuanto a sus graves consecuencias.
Por ejemplo, el Cosmo Lang tan severo durante la crisis que concluyó con la abdicación de Eduardo VIII (20 Enero 1936 / 11 Diciembre 1936), fue el mismo que un año después, en 1937, evitó oponerse efectivamente a la liberalización de la legislación divorcista argumentando que "...ya no era posible imponer por ley el estándar cristiano a una sociedad en gran parte no cristiana".
Una dialéctica claudicación en los principos que, a la larga, marcaría esa transición paulatina de la High Church victoriana a la Iglesia Anglicana que regirá el recién electo Welby, partidario de la ordenación de las 'clergy-women' y las 'obispas', del 'matrigaymonio', de los clérigos y cleriguesas gay-lesbis y de todo lo demás que se supone en un Archbishop que viste y se luce como aparece Welby en la foto.
Por cierto que el look estridente-esperpento de Welby se parece mucho al estrafalario fondo de sacristía usado por el Beato Magno en sus últimos años, cuando se impuso el estridente mal gusto del ceremoniero post-moderno Piero Marini, monseñor-dictador de moda eclesiástica.
No quiero decir con esto que el mal gusto estético-litúrgico concluya necesariamente en una degeneración doctrinal/moral/pastoral. Pero sí mantego la tesis que de vez en cuando recuerdo aquí, en ExOrbe: Que las formas significan el fondo, que lo interior asoma por debajo de lo exterior y que el continente transparenta el contenido.
+T.
martes, 13 de noviembre de 2012
Pijo-catolicismo y Belenmanía
Cuando escribí el articulete 'Patético funeral juvenil' me comentaron (comentarios que borré) que me había pasado. No me pasé, me quedé corto porque la pantomima pseudo-pía sigue y sigue, con mucho ritmo. Vean si no:
Belén, sonrisa de Dios, que por tu intercesión se haga presente su Amor
(aquí el youtube con la coplita belenmaníaca)
Ya tiene copla y todo. Si tienen paciencia y tragaderas amplias, escuchen la irritante (para oídos católicos sapientes) letra hagiográfica. Como alguien adelantó en los comentarios, lo próximo podría ser una peliculita biográfica-ficción, un suplemento monográfico Alfa-Omega y la distribución de estampitas por estadios deportivos, discotecas y conciertos-rock, que para eso están los amigos, y la peña está mogollón motivada, mazo movilizada.
En estos últimos años se ha ido creando un característico perfil pijo-católico, muy urbano, muy madrileño, muy juanpablista, muy jmjotero. Se reconozca o no, la especie existe, yo diría que incluso con cierto nivel sociológico de tribu urbana.
Son chicos y chicas de clase media-católica, con familias insistentes en lo religioso, pero faltas de sólida formación. Más que por convencimiento, actúan por cierta inercia social-gregaria generada en colegios religiosos, clubes de apostolado juvenil, campamentos y colonias de verano, encuentros ocasionales en convocatorias y actos multitudinarios, manifestaciones pro-vida, movidas HO, pperíos callejeros, jmjoterías, etc. Ese sería el caldo de cultivo de la especie, insistiendo en el entorno familiar poco-formado de corte neo-católico.
Ello no quiere decir que la familia funcione, sino que se funciona según el patrón familiar impresionado por determinada espiritualidad de movimiento o corriente. Lo chocante es que desde principios supuestamente sanos se derive hacia comportamientos/grupos tan contradictorios respecto a una recta, sólida y sencilla moral católica. Según se comprueba en casos como el que comentamos, al final todo aflora en una espiritualidad apenas incoada, inmadura, incompleta, facilmente desbordable en sentimientos así como peligrosamente expuesta a las malas influencias, degeneraciones y conflictos del entorno juvenil generacional más común, manteniendo la 'clase' con el referente católico como cierto guión/rol de identidad grupal. Pero no hay más.
El querer probar que todo funciona bien porque son familias numerosas y existen vocaciones es una argumentación que se tambalea, justamente por razones muy serias de índole familiar y vocacional, que no entraré a comentar, porque no era el asunto que ha movido este articulete. El asunto ha sido esta coplita de este youtube. Si se pusiera de moda (que lo dudo) se podría repetir el pijo-éxito de otros conocidos grupos pijo-juniors.
Espero que no. Pero no sé pronosticar más, porque nuestra actualidad es experta en convertir lo insustancial anecdótico en fenómeno social.
Si corriéramos ese peligro, que el Señor nos libre (de la belenmanía y de los pijo-católicos).
+T.
domingo, 11 de noviembre de 2012
Lo que se da a Dios
En el clásico 'Jerusalén en tiempos de Jesús' de Joaquim Jeremias aparecen algunos datos sobre la magnificencia del Templo re-edificado por Herodes el Grande. Se cuenta la opulencia de los Príncipes de Adiabene, prosélitos devotos, que dejaban espléndidas ofrendas cada vez que visitaban Jerusalén. Se recuerda también algunos exornos magníficos, como un emparrado todo de oro del que los fieles iban colgando como ofrenda hojas, sarmientos y racimos de oro comprados en las tiendas de los orfebres y joyeros de Jerusalén, famosos por la belleza de sus artesanías.
La escena del óbolo de la viuda transcurre en el Gazofilacio del Templo de Jerusalén. El texto del Evangelio (Mc 12, 41 ss.//Lc. 21. 1-4) dice que la pobre viuda echó en el arca de las ofrendas dos moneditas ínfimas. Pero el Señor ponderó la entrega de la viuda, que no daba de lo que le sobraba, sino que puso en el cepillo todo lo que tenía.
El valor de lo que se da a Dios es relativo, vale según las circunstancias de cada cual, y, así, lo mucho que da un magnate es poco comparado con sus bienes, en cambio lo poco que da un pobre es mucho porque es casi todo lo que posee. Pero, ampliando la compresión de este pasaje del Evangelio, hay que entender que se puede referir igualmente a otra clase de donaciones, no sólo las de dinero. Por ejemplo, el que disponiendo de poco tiempo dedica a Dios unos pocos minutos de ese tiempo ofrenda más, relativamente, que otro que tenga disponibles para el culto y la oración las 24 horas del día y dedique a ello dos, o tres, o cuatro horas. Salva siempre la intención recta y la intensa voluntad, las posibilidades de un caso respecto a otro pueden revalorizar un acto pequeño y desmerecer otro aparentemente mayor.
Aplicando ese sentido moral del texto a nuestra interioridad espiritual, tendremos que valorar por encima de las muchas acciones buenas que practicamos sin esfuerzo aquellas otras acciones pequeñas, incluso mínimas, que nos suponen especial esfuerzo, disciplina, vencimiento. Así, si uno es generoso por naturaleza de carácter y da limosna abundante sin fatiga, pero, sin embargo, es perezoso y negligente a la hora de cumplir sus obligaciones, un pequeño acto de diligencia y aplicación atenta puede tener más mérito en cuanto virtud que una buena limosna entregada sin particular esfuerzo (sin que quiera decir con esto que un acto pueda sustituir al otro y evitemos la limosna escogiendo a cambio practicar otra acción ascética). Se trata del valor intrínseco de nuestros actos, que pueden ser de mejor calidad y mérito aunque sean extrínsecamente mayores cuantitativamente.
In conspectu Domini, nunca lo olvidemos: Todas nuestras acciones suceden en presencia de Dios, que es quien las sopesa y juzga, como Cristo valoró el óbolo de la viuda en el Gazofilacio.
Otra reflexión más: Es la ley de la Caridad la que, finalmente, avalora nuestros actos meritorios, según el Amor de Dios con que los hagamos y según el amor al prójimo con que los practiquemos. Siempre con esta secuencia, primero el amor de Dios, luego, como su consecuencia, el amor al prójimo. Por eso se pedían (antes, antiguamente) las limosnas 'por amor de Dios', y se respondía al donante "-Que Dios se lo pague". Una simple pero cristiana y precisa comprensión del pedir y el dar, según la regla de la caridad.
Esta mañana, predicando el Evangelio del óbolo de la viuda, recordé mis primeros ejercicios espirituales, tendría yo unos 10 años, una Cuaresma en la que nos llevaron a hacer unos días de retiro a todos los alumnos del instituto de bachillerato, sería el año 1970, ó el 71. El cura, en una de las meditaciones, nos relató un cuento de Rabindranath Tagore, que era, más o menos, así:
- Estaba un mendigo harapiento pidiendo limosna al borde de un camino cuando vió venir a lo lejos el cortejo del rey. Los jinetes de la guardia real pasaron montados en sus caballos con ricas guadralpas y banderines en la punta de sus lanzas enhiestas, seguían lacayos y servidores con ostentosas libreas, otros pajes llevaban estandartes y banderas delante de la carroza real.
Al llegar al sitio donde estaba el mendigo, la carroza se detuvo, un paje abrió la puerta y el rey bajó, con su manto y su corona, y se dirigió al mendigo tendiendole la mano y pidiéndole:
-'Dame!', le dijo el rey al mendigo.
El mendigo, mudo de estupefacción, no sabía qué hacer. El rey volvió a pedirle con la mano tendida -'Dame!...' Entonces el mendigo abrió su alforja, tomó un grano de arroz y lo puso en la mano abierta del rey. El rey, en cuanto tuvo el grano de arroz en su palma, cerró la mano y se inclinó agradecido ante el mendigo, luego subió a la carroza y el cortejo siguió su camino, mientras el mendigo, asombrado, miraba cómo se alejaban.
Aquella noche, cuando el mendigo llegó a su mísera casucha, encendió un candil y volcó el contenido de la alforja sobre la mesa: Con los ojos muy abiertos vió que entre los granos de arroz brillaba un reluciente grano de oro, y comprendió que, prodigiosamente, por el grano de arroz que le dió al rey aquel otro grano se había convertido en oro. Y lloró amargamente por no habérle dado todo al rey.
El cura insistió en esta última frase: -'Cuánto lloró aquel mendigo, qué amargamente, por no haber tenido voluntad para habérselo dado todo al rey'. Nos la repitió enfáticamente, dos o tres veces.
Teníamos diez u once años, no sé si todos comprendimos el cuento y su final. A mí, no se me ha olvidado.
+T.
La escena del óbolo de la viuda transcurre en el Gazofilacio del Templo de Jerusalén. El texto del Evangelio (Mc 12, 41 ss.//Lc. 21. 1-4) dice que la pobre viuda echó en el arca de las ofrendas dos moneditas ínfimas. Pero el Señor ponderó la entrega de la viuda, que no daba de lo que le sobraba, sino que puso en el cepillo todo lo que tenía.
El valor de lo que se da a Dios es relativo, vale según las circunstancias de cada cual, y, así, lo mucho que da un magnate es poco comparado con sus bienes, en cambio lo poco que da un pobre es mucho porque es casi todo lo que posee. Pero, ampliando la compresión de este pasaje del Evangelio, hay que entender que se puede referir igualmente a otra clase de donaciones, no sólo las de dinero. Por ejemplo, el que disponiendo de poco tiempo dedica a Dios unos pocos minutos de ese tiempo ofrenda más, relativamente, que otro que tenga disponibles para el culto y la oración las 24 horas del día y dedique a ello dos, o tres, o cuatro horas. Salva siempre la intención recta y la intensa voluntad, las posibilidades de un caso respecto a otro pueden revalorizar un acto pequeño y desmerecer otro aparentemente mayor.
Aplicando ese sentido moral del texto a nuestra interioridad espiritual, tendremos que valorar por encima de las muchas acciones buenas que practicamos sin esfuerzo aquellas otras acciones pequeñas, incluso mínimas, que nos suponen especial esfuerzo, disciplina, vencimiento. Así, si uno es generoso por naturaleza de carácter y da limosna abundante sin fatiga, pero, sin embargo, es perezoso y negligente a la hora de cumplir sus obligaciones, un pequeño acto de diligencia y aplicación atenta puede tener más mérito en cuanto virtud que una buena limosna entregada sin particular esfuerzo (sin que quiera decir con esto que un acto pueda sustituir al otro y evitemos la limosna escogiendo a cambio practicar otra acción ascética). Se trata del valor intrínseco de nuestros actos, que pueden ser de mejor calidad y mérito aunque sean extrínsecamente mayores cuantitativamente.
In conspectu Domini, nunca lo olvidemos: Todas nuestras acciones suceden en presencia de Dios, que es quien las sopesa y juzga, como Cristo valoró el óbolo de la viuda en el Gazofilacio.
Otra reflexión más: Es la ley de la Caridad la que, finalmente, avalora nuestros actos meritorios, según el Amor de Dios con que los hagamos y según el amor al prójimo con que los practiquemos. Siempre con esta secuencia, primero el amor de Dios, luego, como su consecuencia, el amor al prójimo. Por eso se pedían (antes, antiguamente) las limosnas 'por amor de Dios', y se respondía al donante "-Que Dios se lo pague". Una simple pero cristiana y precisa comprensión del pedir y el dar, según la regla de la caridad.
Esta mañana, predicando el Evangelio del óbolo de la viuda, recordé mis primeros ejercicios espirituales, tendría yo unos 10 años, una Cuaresma en la que nos llevaron a hacer unos días de retiro a todos los alumnos del instituto de bachillerato, sería el año 1970, ó el 71. El cura, en una de las meditaciones, nos relató un cuento de Rabindranath Tagore, que era, más o menos, así:
- Estaba un mendigo harapiento pidiendo limosna al borde de un camino cuando vió venir a lo lejos el cortejo del rey. Los jinetes de la guardia real pasaron montados en sus caballos con ricas guadralpas y banderines en la punta de sus lanzas enhiestas, seguían lacayos y servidores con ostentosas libreas, otros pajes llevaban estandartes y banderas delante de la carroza real.
Al llegar al sitio donde estaba el mendigo, la carroza se detuvo, un paje abrió la puerta y el rey bajó, con su manto y su corona, y se dirigió al mendigo tendiendole la mano y pidiéndole:
-'Dame!', le dijo el rey al mendigo.
El mendigo, mudo de estupefacción, no sabía qué hacer. El rey volvió a pedirle con la mano tendida -'Dame!...' Entonces el mendigo abrió su alforja, tomó un grano de arroz y lo puso en la mano abierta del rey. El rey, en cuanto tuvo el grano de arroz en su palma, cerró la mano y se inclinó agradecido ante el mendigo, luego subió a la carroza y el cortejo siguió su camino, mientras el mendigo, asombrado, miraba cómo se alejaban.
Aquella noche, cuando el mendigo llegó a su mísera casucha, encendió un candil y volcó el contenido de la alforja sobre la mesa: Con los ojos muy abiertos vió que entre los granos de arroz brillaba un reluciente grano de oro, y comprendió que, prodigiosamente, por el grano de arroz que le dió al rey aquel otro grano se había convertido en oro. Y lloró amargamente por no habérle dado todo al rey.
El cura insistió en esta última frase: -'Cuánto lloró aquel mendigo, qué amargamente, por no haber tenido voluntad para habérselo dado todo al rey'. Nos la repitió enfáticamente, dos o tres veces.
Teníamos diez u once años, no sé si todos comprendimos el cuento y su final. A mí, no se me ha olvidado.
+T.
viernes, 9 de noviembre de 2012
Una cum Papa...sed sine Papa
La peregrinación de grupos tradicionalistas católicos a Roma ha animado estas últimas semanas las webs tradis. Más de dos mil, casi tres mil peregrinos, han estado en la Misa celebrada en San Pedro del Vaticano por el Cardenal Cañizares, el prefecto de Culto y Sacramentos. En vez de en la capilla del Sagrario, como en anteriores y menos numerosas celebraciones de otros años, la Santa Misa se ha celebrado en el Altar de la Sede.
Que los asistentes eran numerosos se puede ver en las fotos; las sillas ocupaban todo el espacio detrás de los bancos de delante del ábside, colmando todo el trasaltar de la Confesión; los asientos y los fieles de pie se extendían hasta los laterales del baldaquino, por ambas naves. Los fieles formaban ese grupo heterogéneo en edad y condición, ancianos, familias con niños, adultos y jóvenes, todos perfectamente 'participantes', siguiendo los sagrados ritos con sus misales, cantando o rezando las partes de la Misa según era corriente en todas las iglesias católicas cincuenta años atrás. Son una extraordinaria muestra de lo que pudo haber sido y no ha sido, como ellos podrían ser hoy los católicos piadosos, militantes, conscientes, dignamente preparados y aptos para participar del culto católico de siempre, como siempre, con el plus de ser, estar y moverse en el siglo XXI. Son, gracias a las instituciones más firmes y activas del Catolicismo Tradicional, que se han encargado de formarles y asistirles, lo mejor de la Iglesia, la mejor parte de la Iglesia militante actual.
El coro rebosaba de clérigos, todo el amplio coro del ábside central de San Pedro repleto de sacerdotes, religiosos, minoristas y seminaristas en hábito coral. También asistió una digna representación de revmos. prelados, el más representativo, quizá, Mons. Agustín di Noia, vicepresidente de Ecclesia Dei. El Cardenal Cañizares estuvo también asistido por un escogido clero, entre ellos monseñor Ferrer Grenesche, subsecretario de Culto y Sacramentos, y el reverendo Don Almiro de Andrade (fssp) oficial de Ecclesia Dei, que actuó como ceremoniero.
Extraordinaria concurrencia de fieles, dignísima representación de clero asistente y celebrante, pero el Papa no estuvo. Mandó su bendición y saludo a los presentes por intermedio del Cardenal Bertone, Secretario de Estado, del quien se leyó un mensaje firmado que, además de la bendición papal, contenía estas chocantes palabras:
"...En este Año de la Fe, mientras la Iglesia celebra el quincuagésimo aniversario de apertura del Concilio Vaticano II, el Santo Padre invita a todos los fieles a manifestar de manera particular su unidad en la fe; así serán eficaces agentes de la nueva evangelización."
He dicho 'chocantes palabras' porque citar/nombrar en esa ocasión, ante esos muy determinados fieles, palabras/conceptos como 'Concilio Vaticano II' y 'nueva evangelización' me parece salirse de tono; yo diría, incluso, que resultaba 'provocativo', o, por lo menos, indiscreto. Entiéndaseme. Compréndase que los católicos conscientes recordamos el Vaticano 2º, pero no lo celebramos. Y sobre algunos neo-conceptos pastorales mantenemos cierta distancia crítica. Sin duda, probablemente, sería cosa de Bertone; no me cuadra, no imagino al Papa, tan delicadamente atento y mesurado en formas y expresiones, dadas las circunstancias y los circunstantes. A los huépedes - más si son peregrinos, más todavía en una efemérides así - se les debe toda atención y regalo. Las espuelas están fuera de lugar, y las menciones incómodas también.
Fuera lo que fuese, a eso se redujo la presencia del Papa, una presencia más virtual que real, casi intencional remota. Con lo cerca que están los Palacios Apostólicos, pared con pared. Con lo fácil que se baja de la casa del Papa a la casa de Pedro. Con lo que hubieran disfrutado los peregrinos si el Papa hubiera aparecido un momento, unos minutos, en la Loggia delle Benedizioni, la que da al interior de la Basílica, y hubiera bendecido a sus peregrinos católicos, sin más palabras, sólo la bendición, su bendición, porque por él, por Benedicto XVI (además de por la Misa, en primer lugar) habían ido a Roma, todos con el Papa en la mente y en los rezos. ¿Se merecían o no una presencia, una bendición de consuelo y confortación, de ánimo y benevolencia de parte del Vicario de Cristo? Por eso el seco mensaje del Cardenal Bertone me parece poco, desabrido, corriente, demasiado expeditivo y oficialóide para una ocasión tan solemne, tan memorable: Después de cincuenta años, un Cardenal celebraba la Misa que siempre se celebró en aquel privilegiado lugar, cabe la Cátedra de San Pedro, en el corazón de la Catolicidad.
Después nos enteramos de que ha habido presiones, indirectas o directas, interferencias, intervenciones y consejos para que el Papa pareciera lo menos posible, lo mínimo. Hasta parece que no ha gustado ni esa mínima comparecencia virtual en la carta mensaje de Bertone. Priemro fue Andrea Tornielli quien dió el aviso, en su blog Sacri Palazzi; después en el blog Messa in Latino identificaron la pista de Tornielli y señalan la web de korazym.org como especialmente implicada en las 'presiones', concretamente este artículo que dice al final esto:
"....Intanto il 3 novembre sarà il cardinale Cañizares Llovera, prefetto del Culto Divino, alle 15.00 a celebrare il pontificale con il rito straordinario. Il Papa per ora non ha fatto sapere se ci sarà da parte sua una forma di partecipazione. Negli ambienti vicini dicono di si. Ma certo anche un messaggio sarebbe un gesto che rischia di essere frainteso dalla maggioranza dei fedeli del mondo che ama e vive la riforma liturgica traendone grandi frutti spirituali. Resta il fatto che un gesto di amore verso l'unità potrebbe trasformarsi agli occhi di molti fedeli come un volgersi indietro.
Allora forse il migliore consiglio per i fedeli di parrocchie e movimenti di tutto il mondo è quello del Papa di riprendere in mano i documenti del Concilio e rileggerli davvero, senza lasciarsi condurre da strani venti di dottrina che soffiano avanti ed indietro ma raramente verso Cristo. //
// ... Mientras tanto, el 3 de noviembre sel cardenal Cañizares Llovera, Prefecto de Culto Divino a las15 h. para celebrar el pontifical según el rito extraordinario. El Papa no ha comunicado por ahora si participará de alguna forma. En los ambientes próximos dicen que sí. Pero, por supuesto, incluso un mensaje sería un acto que corre el riesgo de ser mal entendido por la mayoría de los fieles en el mundo que aman y viven los grandes frutos espirituales conseguidos por la reforma litúrgica. El hecho es que un gesto de amor hacia la unidad podría convertirse a los ojos de muchos de los fieles como dar volverse a atrás.
Así que tal vez el mejor consejo para los fieles de las parroquias y de los movimientos de todo el mundo es el que nos hace Papa para tomar los documentos del Consejo y leerlos de verdad, sin dejarse llevar por los vientos de extraña doctrina que soplan adelante y atrás, pero rara vez en dirección a Cristo. "
El articulete lleva carga de trilita, rezumando bad milk con sublimado de cicuta. Lo más sorprendente es enterarse de que los responsables y redactores de la web Korazym.org son, ni más ni menos, que los jmj's italianos (gmg's), una organización con bastante presencia de neocatecumenales y otros socios de algunos bien conocidos movimientos neo-católicos, con toda su agresiva y militante juventud, comportándose como si fueran unas juventudes socialistas, o unos pperos juniors, o una joven guardia roja. Quasi lo mismo, con el mismo ímpetu sectario/ideológico militante, pero corrosivamente críticos con el catolicismo tradicional mientras alardean de mil iniciativas ecuménicas e inter-religiosas.
Si esto fuera verdad, si las críticas de Korazym y grupos afines hubieran pesado para que al final la presencia del Papa en la Misa del 3 de Noviembre quedara reducida a la seca y antipática carta-mensaje de Bertone, se confirmaría, una vez más, lo que antes fue sospecha y hoy es vox pópuli: Que la presión de ciertos sectores y grupos de la Curia vaticana y de la iglesia de Italia están impidiendo/vetando que el Santo Padre celebre en público la Santa Misa que él mismo reconoció solemnemente vigente en y para toda la Iglesia. Si el celebrante, Cardenal Cañizares, explicaba un par de días antes que celebraría para hacer ver y entender que la celebración de la Misa según el misal antiguo es normal y debe ser visto con absoluta normalidad, resulta más desconcertante la paradoja de que el Papa del motu proprio Summorum Pontificum no puede hacer uso de su propio motu proprio, porque no le dejan.
En su entorno, cada vez aparecen más inquietantes ciertas figuras que, poco a poco, van desprendiéndose de la discreta prudencia y comedimiento de los recién llegados para ir dejando ver bajo la suave lana el pelaje feroz, como, por ejemplo (salva reverentia) el Emmº Cardenal Koch y sus últimas declaraciones, tan manifiestamente antipáticas (si no hostiles) con la Tradición y sus representantes más exigentes.
A cinco años del m.p. Summorum Pontificum, este es el panorama. Lo de la Misa en el Altar de la Cátedra es un mero signo alentador, ilusionante, pero, realmente, es sólo un punto, un pormenor en un escenario mayor más bien desalentador y sub mínimis. No cabe el entusiasmo. No se encuentran, salvo excepciones, cáuces favorables para que las posibilidades del motu proprio se desarrollen, arraiguen y fructifiquen. Item más: En el organigrama de la nuevangelización, la recuperación de la liturgia tradicional no tiene, al parecer, ningún sitio, ninguna oportunidad.
Concluyo con esta sorpresa, este friki-youtube que me encontré el otro día, por casulidad. Además de los capisayos celestones de monseñor Gilles Wach y sus canónigos del icrss, también tenemos otras rarezas en la galería de excéntricidades tradis. Escuchen, vean, disfruten atque tarareen este improptu summòo-summóo-summóorum pontíficum:
Un friki-tradi muy simpático, pienso yo. Ruego para que todos podamos mantener y compartir su, según parece, firme y decidido aliento (praeter musicam).
+T.
martes, 6 de noviembre de 2012
Patético 'funeral juvenil'
Que una chica menor de edad muera aplastada por una avalancha humana en una macro-fiesta de Halloween, no es una alegría. Tampoco es una muerte ejemplar. No es ejemplar que una chica acuda a sitios así, ni parece ejemplar la familia que consiente ese tipo de diversiones a sus hijos. Si no se sabía, si se ignoraba dónde estaba y cómo se divertía la joven, tampoco es ejemplar la ignorancia de su familia al respecto. Así fue la fiesta, como cuenta este youtube. (véanlo todo, hasta el final, para hacerse idea)
Pero parece bastar que se sumen una serie de circunstancias (la juventud de la difunta, la fatalidad del accidente, la noticia de portada en los medios, la concurrencia de todo esto en un largo puente-fin de semana proclive a usar la página de sucesos como portada cuando no hay noticias más impactantes) para envolver en papel de espectáculo con lazo de acontecimiento social y ribetes de prensa rosa una triste tragedia con un terrible final...con funeral en la Catedral de Alcalá.
Además surge el tema familiar por la índole particular de una familia particular. Mientras los otros tres funerales de las otras tres víctimas han transcurrido más discretamente, el de la cuarta chica se ha magnificado en determinado medios, por razón familiar, por ser de determinada familia adscrita o afín a un concreto grupo católico. Si los amigos, allegados y afectos, movidos por cierta y muy equivocada espiritualidad de la heroicidad malentendida han versionado esa muerte triste, trágica, lamentable, patética, como un guión triunfal, se equivocan e inducen al equívoco: Una adolescente que muere a consecuencia de un tumulto en una fiesta rock de Halloween, es lo que es. Antes, cuando imperaba la sensatez, este tipo de cosas se tapaban con pena, y se vivían con resignación, hacia dentro, pero ahora se exteriorizan, en formato casi de espectáculo, con una movilización en torno al suceso en el que confluyen fenómenos socio-religiosos sorprendentes.
Que el obispo, Mons. Reig Pla, el del escabroso sermón televisado del pasado Viernes Santo, celebre el funeral de la joven difunta, es otra sorpresa. Él sabrá por qué, que yo no le encuentro motivo. Cuando un obispo celebra el funeral de alguien debe entenderse que es por alguna razón de peso, que en este caso no encuentro; más bien entiendo que un obispo, dadas las circunstancias, no debería estar. ¿O es que también considera ejemplar, admirable, honrosa y valerosa una muerte accidental como la de la joven víctima?
Si la juventud lee todo este epitafio escénico a propósito de esa muerte infeliz y desgraciada, la conclusión que extraigan los jóvenes será muy errónea.
Si los católicos movilizados/afectados por la muerte de esa chica son sinceros y hacen un juicio moral sensato y rectamente cristiano, deberán reconocer que una muerte como esa no debe magnificarse ni adquirir carácter de celebración porque no ha sido una muerte deseable, ni para una joven ni, mucho menos, para una cristiana. No sé si tendrán el valor de concluirlo.
Tal y como cuentan el suceso en algunos medios, da la impresión de que ha faltado poco para que hubiera surgido un grupo de entusiasmados 'santosúbitáneos' postulando una beatificación. Lean:
"Tenemos un ángel en el cielo" Carta de las amigas de Belén
y también esta otra entusista entrada:
¡Ya tenemos a Belen en el Cielo!
o esta noticia en la prensa:
El funeral de la joven Belen marcado por el dolor y la esperanza
Sorprendentes y extraños juicios; más todavía si se considera que proceden de ciertos ambientes que se presumen bien formados, católicamente instruídos. Pero así son nuestros tiempos, y así sienten los católicos del tercer milenio.
¿Nadie ha aconsejado, recomendado, contención, templanza, resignación? Y sufragios por la finada, que los necesitará, como todos, no diré si más o si menos.
Por los que han muerto, luto y sufragios. Los aplausos y parabienes no cuadran, no corresponden.
+T.