viernes, 3 de febrero de 2012
Un raro ejemplo
Un grupo de curas, amigos y conocidos míos, están de retiro, de ejercicios, en el Santuario de Regla, en Chipiona. Les predica los ejercicios Don Juanmari Uriarte.
Una vez asisití a unos ejercicios que predicaba Don Juanmari, organizados por el Colegio Español, en la casa de unas monjas españolas (Siervas de Cristo Rey), en via di Monte Cucco, en Roma. Tuvo que ser Enero-Febrero, por estas mismas fechas, poco más o menos, del año '92, si no me equivoco.
Recuerdo una plática sobre el celibato sacerdotal y lo que nos dijo Don Juanmari, para que meditáramos: Nos puso el ejemplo, muy 'visual', muy gesticulado, de una cesta de navidad, de las caras, con toda clase de viandas exquisitas, productos de delicatessen, vinos de bodega, chucherías de marca y, entre los lujosos patés, confituras, champañes, ahumados y conservas de primera, un rústico salchichón. Pues como el salchichón entre las delicatessen, así era el celibato en el lote sacerdotal.
Si no lo dijo con estas palabras, eran quasi las mismas palabras y - de eso doy fe - el mismo concepto. Así entendía, explicaba y exponía Don Juanmari la esencia del celibato sacerdotal, para que lo meditáramos.
Es decir, algo que va incluído, sine qua non, en cierto sentido, pero relativamente 'desencajado', entre los bienes sacerdotales, que se acepta porque viene con y está entre, pero que en sí mismo es como el vulgar salchichón entre las finuras del surtido selecto. Eso fue lo que entendí yo y lo que entendieron los otros. Me parece que ese era el sentido.
Aquella tarde en Monte Cucco, dejé sobre la mesa de la celda el cuaderno con los apuntes de la plática de don Juan Mari, y me llevé al oratorio el libro de los Exercicios de San Ignacio, que siempre son un recurso cuando flaquea el director de los ejercicios. Pero entre binarios y coloquios, composiciones de lugar y la oración sólita, lo que se me venía a la cabeza era la cesta del salchichón.
Me fuí al jardín, con mi tabarro y mi sciarpa, a una gruta de Lourdes, en un rinconcillo umbrío del giardino, que parecía Siberia, con el Kempis, que te pone en la cabeza y la boca la oración que no te sale, tan socorrido. Pero el canasto con el salchichón volvíame recurrente, como una obsesión maligna, impía. El salchichón de Uriarte.
Y de aquellos ejercicios con Don Juanmari es lo que recuerdo, su fina, espiritual y muy sacerdotal estimación del celibato católico.
El tiempo me ha confirmado que el personaje es tal cual, comparativamente, como ese ejemplo que nos puso del salchichón/celibato, tan lamentablemente episcopal como parece y deja patente, passim.
Habiendo sido Don Juanmari el patrono y padrino de Pagola y sus neo-arrianismos (disimulados), me temo que más de una cita del Jesús de Pagola aflore en Chpiona, estos días de retiro. Espero que no les deje a los curas asistentes, además, la impresión del salchichón que me dejó a mí.
Rezo por ello (a la Virgen de Regla, of course).
+T.
Habiendo sido Don Juanmari el patrono y padrino de Pagola y sus neo-arrianismos (disimulados), me temo que más de una cita del Jesús de Pagola aflore en Chpiona, estos días de retiro. Espero que no les deje a los curas asistentes, además, la impresión del salchichón que me dejó a mí.
ResponderEliminar¿Y que quiere Padre Terzio?
Ese es el humo de Satanás que por alguna grieta se introdujo en la Iglesia, como dijo acertadamente el Papa Pablo VI.
Pues ya sabe lo que va a predicar este Don Juanmari..muy astutamente y hábilmente predicará un Cristo, exclusivamente arriano, mundano y pelagiano, pero muy hábilmenente, como que no quiere la cosa, con sutilezas y astucias.
No me extraña que el celibato eclesiástico sea para él el pobre salchichón de la cesta.
Lo que yo vengo y sosteniendo en los foros, la Iglesia necesita una depuración doctrinal y teológica a fondo, para limpiarla de modernismo y neoprotestantismo.
Dómine: Que el Señor nos libre de esas sutilezas salchichoneras para siempre. Tal ingenio le quita la devoción a cualquiera.
ResponderEliminarBueno, padre, a usted por lo menos le hablaban de viandas, pero no le han hecho hinchar un globo de goma (sin segundas acepciones)y frotarlo en triste parodia de aquella película del naúfrago que hablaba con una pelota de futbol.
ResponderEliminarY ciertamente, no se que es más sufrido para el alma, si el majadero del globito y sus dinámicas pseudoespirituales o el férreo método de meditación ignaciano que tantas almas ha asfixiado y encadenado cuando debían volar altas en la oración.
Uriarte y sus amigos los chorizos...
ResponderEliminarYo echo mucho de menos sus ejercicios espirituales, aprendí mucho y los recuerdo con añoranza,así como el bien que me hicieron;¿cuándo volverá a impartir más? ¿hay que buscarle lugar y celda? me apunto el primero.
ResponderEliminarMe fuí al jardín, con mi tabarro y mi sciarpa, a una gruta de Lourdes, en un rinconcillo umbrío del giardino, que parecía Siberia, con el Kempis, que te pone en la cabeza y la boca la oración que no te sale, tan socorrido. Pero el canasto con el salchichón volvíame recurrente, como una obsesión maligna, impía. El salchichón de Uriarte. El humo de Satanás, que por alguna grieta se coló en la Iglesia (Pablo VI dixit), necesita de vendedores dentro de ella, VENDEDORES DE HUMO... Técnicas de venta de estos modernistas: En una Iglesia sólo horizontal, arriana, pelagiana y protestantizada, se trata de rebajar al cura católico al mismo nivel que al pastor protestante, ese es el producto final u objetivo. El vendedor de humo un lider con "carisma," dotado de autoridad y prestigio "desde arriba", simpático, agradable, que conecta enseguida con el grupo y con amplio don de gentes. Técnicas de venta y de manipulación: -Crear la necesidad para después ofrecer la solución, (ej. creamos un lenguaje oscuro, ambiguo y contradictorio y luego lo "interpretamos". así decimos "evolución" "homogénea" del dogma y luego lo interpretamos en clave relativista) -Estrategia de la degradación, o del poco a poco, así para degradar al sacerdocio católico, primero se degradan los signos exteriores, como que no son importantes, el celibato, el hábito eclesiástico, los sacramentales, los signos de adoración exteriores ..para luego dejar sin valor lo interior. -Estrategia del diferido, se trata de que el cura tradicional católico necesariamente tendrá que evolucionar con la sociedad, en la pastoral, en la liturgia en la doctrina..y que los cambios serán inevitables, esto deja más tiempo para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarlo con resignación cuando llegue el momento por via de obediencia. - Dirigirse al público como a niños de baja edad, este es el caso que nos ocupa, se presentan los dones sacerdotales como los regalos de Navidad, de los Reyes Magos.Porque? Si se dirige a una persona como si tuviera la edad de 12 años entonces, en razón de la sugestibilidad, ella tendrá, con cierta probabilidad, una respuesta o reacción también desprovista de sentido critico al igual que una persona de 12 años, así mediente ideogramas, nuestro subconsciente recuerda, nuestra niñez y lo más apetecible. -Utilizar el aspecto emocional más que a la reflexión, se usa el clásico truco de: esto es como si tenemos esto o aquello,..o mediante simbolismos, ..paralelismos o analogías.. ideogramas, que movilizan las emociones (ej: al sacerdote lo podemos comparar con..y aquí lo comparamos con lo que nos interesa y aquí entra la famosa cesta y el salchichón) -Mantener al grupo en la ignorancia y la idiotez Hacer de forma que el grupo sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control Se cuentan chistes, anécdotas, cotilleos de la vida diaria.. tonterías, como "una Iglesia más viva, más dinámica más participativa", "una pastoral integrada en la familia y compatible con ella"...etc. Promover el pelagianismo, hacer,..hacer..hacer..reuniones,.. programas...métodos para.... "nuevos itinerarios de formación cristiana".." "puesta en marcha de nuevos métodos pastorales"..que el cura esté siempre reunido, siempre ocupado, que corra de aquí para allá..como si fuera un negociante de este mundo.
ResponderEliminarEl responsable no es Mons. Uriarte, sino el que le llama. Un borrón para su CV.
ResponderEliminarDon Terzio: ¿estos ejercicios están organizados por el Arzobispado de Sevilla?
ResponderEliminarMe temo que yes.
ResponderEliminar'
yo creo que ese tipo, además de no saber o no querer saber lo más mínimo de Doctrina y Teología Católica en general (que se lo pregunten a las víctimas de la ETA), tampoco se ha enterado de cuestiones elementales sobre los inconvenientes y complicaciones de convivir con una mujer. El celibato podría ser como el broche de oro, del máximo de quilates, de la cesta navideña. Lo dice uno que ha convivido muchos años con una mujer y ahora vive sin mujer y célibe.
ResponderEliminar"Lo que yo vengo y sosteniendo en los foros, la Iglesia necesita una depuración doctrinal y teológica a fondo, para limpiarla de modernismo y neoprotestantismo."
ResponderEliminarPues si Miguel, ¿entonces por donde empezamos? ¿por el V II le parece bien?
Yo también estuve de ejercicios con D. Juan María Uriarte hace algunos años y recuerdo bien la imagen de la cesta de Navidad, y el celibato como salchichón. Pero recuerdo mejor que el ejemplo era para evidenciar el riesgo que tenemos muchos sacerdotes de no valorar suficientemente el celibato. La imagen era el punto de partida, para que los curas no cayeran en esa mediocridad, y vivieran el celibato como uno de los mejores productos de la cesta. De todos modos el obispo ha publicado suficiente sobre el tema como para desmentir la valoración que hace en su post. ¿Puede ser que se despistara usted durante la meditación?
ResponderEliminarPuede ser que Don Juanmari haya corregido el ejemplo, re-valorizando el salchichón; tonto no es (Don Juanmari), y puede haber reciclado el concepto. Pero entonces, lo contaba como lo cuento y se entendía como refiero.
ResponderEliminarTambién pudiera ser que me distrajera y el santo se me fuera al cielo. Pero el detalle aquel lo recuerdo bien. No recuerdo con precisión, sin embargo, otra historieta que contaba sobre un vietnamita emboscado, sobre lo mismo; no lo pongo en pié.
Me alegro, por supueto, que sepas extractar buen consejo de las charlas de Don Juanmari. Yo no llego a tal, sino que cada vez que me topo con una uriartada se me subleva el buen ánimo sacerdotal.
Por eso me destempla que venga al Sur, que no es su tierra, con la que se identifica tanto. Me preocupa que capte simpatías (sabe hacerlo) y me disgusta también que dicte espiritualidad en Chipiona y desconcierte con salidas políticas en las Vascongadas, siempre escorado hacia la banda que no debiera.
En fin, todo eso que incomoda tanto en cuanto se tenga un concepto mejor que el que trasluce Don Juanmari cuando interviene hablando (o callando).
No sé si me explico.
'
¡Tenía olvidado lo del vietnamita! También sobre el celibato y el riesgo que tenemos de autoengañarnos camuflando por gestos o palabras de amistad lo que es otra cosa. Se trata de un vietnamita que todos los días cruzaba la frontera en bicicleta (puede que llevara un fusil consigo). No recuerdo muy bien por qué razón los policías de la frontera controlaban que no hubiera tráfico de armas. Tan concentrados estaban en su labor con los fusiles, que no se daban cuenta de que en realidad el vietnamita traficaba con bicicletas. Parece que Uriarte saca rendimiento de sus ocurrencias; como todos supongo...
ResponderEliminarYo no voy a opinar sobre salchichones ni sobre el celibato sacerdotal ya que del primero hace años que no me dejan comer por culpa del colesterol y del segundo poco podría opinar como padre de familia numerosa que he sido (legalmente dejé de serlo el pasado 16 de diciembre, ya se sabe, los hijos se hacen mayores).
ResponderEliminarEn cambio le recomiendo al padre Terzio una visita a esta página de Facebook. Es del director del Museo de Montserrat y hoy domingo comenta una acuarela en la que se representa al Papa Pío IX.
http://www.facebook.com/profile.php?id=100000393008449
Sobre el resto de gustos artísticos de ese monje benedictino prevengo al padre Terzio que probablemente no serán de los de su mayor agrado.
Fortu dice:
ResponderEliminarPáter:
Hablando de retiros sacerdotales, quisiera comentarle estos "daños" colaterales que me han referido hoy mismo:
Esta semana que viene, el rector y el vicario de un pueblo, capital de comarca, se ausentarán para asistir a un retiro sacerdotal. Por lo tanto, de lunes a viernes, en principio, sólo habrá la Celebración de la Palabra en ausencia del Sacerdote.
Saludos, D. Terzio.