miércoles, 30 de junio de 2010

Cardenal Von Schönborn, 2º varapalo. El fenómeno crece.


El año pasado, más o menos por estas fechas, escribía sobre la triste situación de la Iglesia en Austria, el sacrílego "Corpus" que sacaron en procesión en Linz y aquella extraña audiencia de Benedicto XVI a una comisión de prelados de la Iglesia Austriaca presidida por el Cardenal Schönborn. Al cumplirse el año de, en estos mismos días, ha habido otra audiencia más "rara" todavía que la del año pasado, muy llamativa por sus extraordinarias circunstancias e implicados.

Si quieren leer un poco los articuletes del año pasado, pueden verlos aquí mismo:

Una procesión del "corpus" estilo des-católico en Linz, Austria.

¿Roma toma medidas en el "Caso Austríaco?

Roma circunspecta circa Austria y sus "desórdenes"

Austria: Un negro contraluz para el Año Sacerdotal


Y si quieren leer lo sucedido anteayer, echen una ojeada al boletín de Zenit:

El Papa recuerda que un cardenal no puede acusar públicamente a un cardenal

Comunicado vaticano tras la audiencia del Papa al cardenal Schönborn

Las circunstancias de esta audiencia son extraordinarias, porque el asunto afecta al Colegio Cardenalicio, y tiene como protagonista implicado a un Cardenal y como afectado complicado a otro; Primado de Austria y Arzobispo de Viena el primero, y ex-Secretario de Estado Vaticano y Camarlengo del Sacro Colegio el segundo. Ayer los salones y pasillos de los Palacios Vaticanos echarían chispas por el roce de estos dos formidables personajes. Y el Papa dirimiendo la contienda.

La nota de Zenith, bastante circunspecta, como todo lo referente a los asuntos internos de la Santa Sede, deja entrever ciertos particulares interpretables. De ellos no sale bien parado Schönborn, recibido el primero por el Papa. Después se personaron en la cámara papal el ex-secretario Angelo Sodano y el actual Cardenal Secretario de Estado Tarsicio Bertone: El primero recibiría disculpas y explicaciones, y el segundo quedaría de testigo cualificado y privilegiado de la escena. Palabras reales, ni se recogen ni se refieren. Sólo los hechos, someramente descritos.

Aunque se saca a relucir un particular de la "espontánea" adhesión de Sodano al Santo padre en la pasada Pascua, la chocante expresión "chiacchiericcio" (charlatanería) que dijo el Cardenal Camarlengo en su imprevista y sorpresiva declaración, como si se hubiera querido "equilibrar" la amonestación a Schönborn con esta alusión a la desafortunada expresión coloquial de Sodano, es patente que la carga mayor del episodio se pone en la intolerable acusación hecha por Schönborn, que responsabilizaba a Sodano de la mala gestión de algunos de los episodios más turbios surgidos en el anterior pontificado, en el periodo en que fue Cardenal Secretario de Estado con Juan Pablo II. El titular de Zenith, que recogen otras agencias de noticias, es muy significativo, así como el encabezamiento de la noticia:

En la Iglesia, sólo el Papa tiene competencia para acusar a un cardenal. Así lo afirma la Santa Sede en un comunicado hecho público al término de la audiencia concedida hoy por el Papa Benedicto XVI al cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena.


¿Y ahora qué sucederá? Porque han sido dos rapapolvos públicos a Schönborn, dos amonestaciones en un año. Otros personajes, con menos, se van, se quitan de enmedio. Y estoy pensando en una noticia internacional ocurrida en estos últimos días, el caso del general de los EEUU, el de Afganistán, el general Mc Chrystal, que dijo no sé qué de que estaba disconforme con Obama y le han dado la patada y echado fuera de la plana mayor, nombrando a otro nuevo en su puesto. Sin más contemplaciones.

También me pregunto si tocante a casos y personajes de la Iglesia sólo un "pederastazo" cometido y/o encubierto merece cañazo y pérdida de oficio, si no hay casos y cosas dignas de censura efectiva. ¿Sólo el contra sextum es delito? ¿Este alboroto, esas salidas de tono de Schönborn, no deberían ser sancionadas con un salutífero y penitencial despido de la púrpura y el arzobispado, con papeleta de vuelta al convento (del que no debió nunca salir)???

Pero ya sé que no. Yo mismo me contesto y sé que no, que no pasará nada. Que Schönborn volverá a Viena, seguirá con sus poses y guiños modernistas-inconformistas, volverá a disentir por lo que sea cuando sea, insistirá en sus simpatías con los terroristas de los "somosiglesia", mantendrá su paternal solicitud con el clero díscolo y amancebado de Austria, comprenderá y encubrirá barraganerías de unos y otros, y seguirá siendo el admirado y aplaudido nobilísimo graf Von Schönborn, que se permite todos los años gallear y plantar cara a Roma, al Papa, y a la Santa Sede. Y no le pasa nada aunque se meta con el Camarlengo (sin que yo le ría las gracias al Camarlengo Sodano, que esa es otra traca con petardo gordo, conste de paso).

Incluso el episodio de anteayer, vísperas de San Pedro y San Pablo, servirá para orlar de mitos inconformistóides al siniestro Schönborn. Se ha creado un monstruo, y el monstruo es consciente de su peso y representación. Se irá con el rapapolvo, con nota oficial y todo, pero se va "crecido", como el torero que sabe que la polémica le aúpa en el escalafón toreril. Aunque no salga de la plaza por la puerta grande ni a hombros, sale por la puerta de cuadrillas, con su cuadrilla, con sus aficionados en la puerta esperándole, que le dan palmaditas en la espalda y el hombro, y le piden autógrafos y una foto dedicada. Pues así sale Schönborn de Roma, con cañazo pero sin perder el tipo, genio y figura.

Y los suyos jaleándole: ¡Bueno está, maestro! ¡Vamos a otra, que esta no ha valío!

Y así.



Si no me creyeran, si estiman Uds. que exagero, miren ustedes esta web de promoción del Cardenal Schönborn. No sé quién la mantiene, si cuenta con algún sponsor, o con alguna fundación para su financiación o mantenimiento. No sé. Pero ofrece hasta una tienda/shop on line para comprar camisetas y tazas de coffe del Cardenal Schönborn. Increíble, ¿no? Pero tan cierto como ustedes pueden comprobar.

¿Es, acaso, una nueva forma de ser Cardenal, de presentarse y publicitarse con "imagen", con todos los recursos disponibles? ¿Para qué? ¿Una promoción publicitaria para un futuro Cónclave, quizá?

Inquietante. Y sumamente equívoco, como todo lo de Schönborn, ese fenómeno.

Volviendo a la alegoría taurina, yo no digo que lo coja un toro, pero que le corten la coleta sí que me gustaría. Para siempre.


+T.

domingo, 27 de junio de 2010

Cardenal Kasper, o el enemigo dentro

Le profeso antipatía a Walter Kasper desde que me tuve que leer y presentar un comentario de su "obra" Jesús el Cristo. Eran aquellos años en que hacían furor en los seminarios y facultades teológicas los autores de la "nueva cristología". Se trataba de una versión años 70-80 de las tesis modernistas con un disfraz de barniz biblicista-neotestamentario, para disimular. De ese género, en España el best-seller fue La Humanidad Nueva-Ensayo para una nueva cristología, de J.I. González Faus. Los que pretendían escapar del neo-arrianismo de Glez-Faus escogían a Kasper, más "moderado". En tiempos de agitación como aquellos (y como estos), al final los "hombres prudentes" terminan escogiendo las medianías como solución ponderada. Y los "varones timoratos" promocionaron a Kasper, el "medio" entre heterodoxias extremas como H. Kung, E. Schillebeecx y demás criminales del dogma. Kasper era el medio moderado. Se repetía la historia de los que pensaban que el semi-arrianismo o el semi-pelagianismo eran la solución para la herejía total, como si la mitad de lo malo significara bueno. Por eso me he alegrado de que se haya despedido.

Aunque me parece tarde, incluso me parece excesivo, porque nunca debiera haber sido nombrado ni obispo ni cardenal. Pero Kasper es una perla más del rosario de desconcertantes nombramientos hechos por Juan Pablo II, un disparate que no puede decirse "inculpable" porque fue doble: Primero obispo (1.989) y luego cardenal (2001), con la addenda de presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos (1.999); (su presencia como miembro de la prescindible y equívoca Comisión Teológica Internacional sí es explicable/razonable, dada la entidad mínimamente católica de la misma, tal para cual).

Haciendo alarde de lo que es y de lo que piensa, la despedida ha sido de antología, para no olvidarla y registrar en carpeta a parte. El boletín de Zenit trae una breve reseña, con un par de afirmaciones descomponentes, dignas para examen en un tribunal de fe. Por ejemplo cuando dice:
"El ecumenismo no es para la Iglesia algo opcional, un lujo, sino un elemento constitutivo, uno de sus objetivos principales, y lo mismo se puede decir sobre las relaciones con el judaísmo"
¿Un "elemento constitutivo", como una nota eclesiológica? ¿La Iglesia es Una, Santa Católica, Apostólica y "ecuménica"? ¿Eso quiere decir Kasper? Inquietante. Porque en el fondo subyace la tesis implícita/tácita de los conciliaristas vaticanosegundistas de que hasta el Vaticano II no hay Iglesia, y sólo hay Iglesia desde y según el Vaticano II, tremenda tesis. ¿Sin "ecumenismo" no hay Iglesia? ¿Y qué es lo que hubo hasta el Vaticano II?

Si nos preguntamos qué entiende Kasper por "ecumenismo", la respuesta parece estar dentro de esa misma frase: Al final cita "lo mismo", estableciendo cierta conexión en paralelo respecto al Judaísmo. Se desprende que quiere decir que la Iglesia se define constitutivamente según sus "objetivos ecuménicos" respecto a las iglesias cismaticas, las confesiones no católicas, y el judaísmo. ¿Cómo? Sospecho que perdiendo esencia de catolicidad para "rebajar" distancias (esto con respecto a cismáticos y no-católicos protestantes).

Respecto al Judaísmo no sé qué decir porque, en principio, la "unidad" supondría la absoluta negación o bien del Judaísmo, por conversión de los judios a la verdadera fe, o bien del Cristianismo por negación de los dogmas cristianos, con la vuelta/regresión a una confesión pre-neotestamentaria.

Como estructurador elemental-fundamental de todo esto, Kasper establece el "mágico" concepto de "diálogo":
"El diálogo es vida. El diálogo es parte integrante de la vida de la Iglesia"
Como una especie de mantra obsesivo y alucinógeno, Kasper repite la consigna "el diálogo es vida". ¿Una verdad "dialogada" por encima de la Verdad Revelada? Esta es una de las cuestiones que se me plantean cada vez que me insisten sobre el valor del diálogo. Muy preocupante cuando se trata de diálogo intra-cristianao, por lo que puede suponer de des-identificación del Catolicismo; verdaderamente inquietante si se trata de diálogo inter-religioso, porque entonces lo que estaría (¡está!) en juego es la propia identidad cristiana.

En el boletín de la agencia Zenit no se recoge otra afirmación, no ya tan abusiva como estas que he comentado, sino, en este caso rayando la heterodoxia bruta; (recojo la cita del semanario Toscana Oggi, más completo que Zenith). Dice el texto:
“Errori o meglio imprudenze nel modo di formulare la verità – ha ammesso il card. Kasper -, sono stati commessi tra noi e anche da parte nostra”.
Es decir: "Se han cometido errores, o quizá imprudencias en el modo de formular la verdad, entre nosostros mismos y por nuestra parte".


(del artículo de Toscana Oggi se puede leer una traducción española aquí)

Se refiere Kasper concretamente al balance de las relaciones/logros ecuménicos con los no-católicos, las confesiones reformadas-protestantes. Obviamente, se comprende que en Zenit no hayan recogido/publicado esta enormidad. Porque se trata, ni más ni menos, que de una descalificación del Magisterio de la Iglesia pronunciada por todo un señor Cardenal de la Santa Romana Iglesia.

Ignoro - aunque sospecho - el alcance de su opinión, pero - opino yo - se le debería citar a que compareciera ante quien corresponda y que diera debida cuenta y explicación de lo que ha dicho. ¿A qué se refiere? ¿A algún documento en particular? ¿A algún magisterio pontificio concreto? ¿A alguna doctrina o censura conciliar determinada? ¿A qué se refiere Kasper cuando afirma que han habido "errores" e "imprudencias" en el "modo de formular la verdad", "cometidos por nuestra parte"?


Cuando la publicación en el año 2000 de la Dominus Iesus, Kasper fue de los que se permitió alguna crítica, significativamente reticente. Siendo el Cardenal Ratzinger responsable entonces de la publicación de tan importante documento, y siendo actualmente Papa Benedicto XVI, las palabras de Kasper resultan doblemente críticas, ahora con una grado más grave de desapego disconforme. Una disidencia patente.

Pues este es Kasper, tan elocuentemente inquietante, tan suficientemente des-católico, tan híper-ecumenista, pan-cristiano y omni-religioso. Una muestra de los siniestros personajes que tenemos acomodados (iba a escribir "infiltrados") en el seno del mismísimo Colegio Cardenalicio. Con derecho, todavía, a ser elector en un eventual Cónclave, puesto que aun no ha cumplido los 80.

Repito otra vez el calificativo de inquietante porque tal es el desagradable regusto que me dejan las palabras de despedida de Kasper:


"...dejo un trabajo que he hecho con entusiasmo, que siempre he considerado como una cantera de la Iglesia del futuro."

Según parece, ha dejado el nido con crías (?).

Si son ciertas las impresiones, re-actualizaría la tesis de Ralph M. Wiltgen, que encabezó su interesante libro con el título de El Rhin desemboca en el Tiber.

Sea como sea, la despedida de Kasper suena como un trueno sordo.


Oremus!


+T.

jueves, 24 de junio de 2010

Oración para la causa de canonización laical del venerable Pepe Bonno, radiante siervo de Pesoez




Breve nota biográfica del venerable.

El venerable Pepe abrió sus ojos a la luz en España, que limita al norte con los Montes Pirineos que nos separan de Francia. A penas con una semana de vida, se aferraba al pezón de la teta nutricia para satisfacer sus ansias de gracia y ventura, pero los primeros lunes de mes ayunaba y no mamaba en recuerdo de la vergüenza del fundador del partido que sería su gloria, viniendo el tiempo. A los tres meses, se le marcó milagrosamente el capullo en el puño, emblema de salvación, en mitad del colodrillo, prodigioso hecho que fue la admiración de sus propios y extraños. Creció en sabiduría y ciencia aprendiendo a leer, escribir y las 4 reglas, artes que luego le serían de gran provecho para la fortuna que el destino le deparaba. Sirvió a la patria y per-juró bandera con espléndido beso a morro lleno, suscitando clamores patrióticos que su ardiente pecho refrenaba para no explotar como una bomba de nuclear patriotismo. Arribado después, por místico impulso, a la carrera político-económica, escogio como lema personal las animosas proclamas "¡Yo soy la mancha!" y "La mancha es mi honor", tan definitorias de su carácter y aspiraciones.
Modelo integérrimo de medro y ganancia, ocupó finalmente el alto estrado de la sinecura nacional, incubando un próspero y ubérrimo comedero. Su fama es mundial, traspasando nuestras fronteras y dando dorado cumplimiento a la antigua profecía:

"...Extenderé mi poder como una mancha/
como aceite derramado es mi presencia/
manchando voy por donde paso..."
Bpp 18, 88 bis.
.



Oración al venerable:

Pepe Bonno, Pepe Bonno, excelso hijo manchego que manchas con propiedad nunca vista; mira, oh venerable, nuestra penuria y alcánzanos desde esa cómoda altura en que te aposentas un poquito de manchón rentable, acumulable y desgravable. Que si con tu gracia sacamos cuello de este valle de penas mileuristas, te votaremos tres veces y otras tres veces más. Míranos a tus revotantes clientes, o modelo del cacique futuro, y no nos abandones, Pepe Bonito, en nuestras cuitas hodiernas, que en tí hemos depositado nuestra fianza. Por las manchas de tus manchas. Amen.

- Ahora se dan tres botes a la pata coja diciendo la jaculatoria : - "Al bote, al bote, con Pepe siempre hay bote" (también se puede cantar). Y pídase en secreto y concisamente el bote que se desea alcanzar.-

Para la pustulación: Comuníquese a la Delegación Nacional de Descristianos en el Pesoísmo si ha habido alguna gracia merecida por la intercesión del Venerable Pepe, así como su cantidad, a cuyo recibo se comunicará la comisión a deber..

*** Para solicitar reliquias de sus paños menores, dirigirse a la misma agencia, Avenida del Chapapote, sin número, portal principal - iJquierda.



Fdo: La Pustulación.-

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miércoles, 23 de junio de 2010

Algún gen mutante invade y transforma a la obra ???



Para cualquiera que la haya conocido hace cincuenta años, la "evolución" resultará patente. ¿En qué direccción, hacia dónde? Hacia esto, parece ser.

Lo comentaba el otro día con un joven amigo, estudiante de Arquitectura, a propósito de un interesante blog de un colega suyo. Me preguntó qué me parecía el templo modernista de Rivas Vaciamadrid, y le contesté que nauseabundo. Me dijo que el arquituerto ideador del engendro era numerario de la Obra. Quedé un segundo perplejo, porque a pesar de no ser el primer síntoma que reconozco, cada vez que descubro uno nuevo me sumo en cierta inevitable perplejidad. La idea de fondo que me asalta es esta, más o menos: Si así están en la IIIª fase, ¿cómo estarán cuando llegue la Vª??? Sobre la VIª o la VIIª me da miedo imaginar nada, no sé si lo resistiría mi impresionable ánimo.

Pero la aparición de indicios no cesa. De vez en cuando, uno nuevo. Y este ha sido el nuevo, que no conocía. Lo de la conversación con el estudiante de arquitectura ocurrió el sábado, y esta mañana me encuentro con otra referencia breve en Sector Católico. Con otra y más inquietante sospecha, la entrevista salteada que le hacían al arquituerto en El País (¡horreur!). Pasen y miren y lean y sientan escalofríos con las respuestas airosas, desparpajadas, del susodicho:

La Iglesia debe volver a la vanguardia

Del articulete publicado hace 3 semanas, entresaco un micro-florilegio de citas memorables, por decirlas quien las dice:

"Hacer arquitectura es como surfear"

"Lo que me preocupa como católico y como arquitecto es devolver la Iglesia donde siempre ha estado: a la vanguardia de los movimientos artísticos"

"El templo es donde el pueblo de Dios celebra gozosamente los misterios de la redención...Es decir, un espacio comunitario y alegre, no un lugar siniestro".


En este youtube habla el personaje y explica su obra:





Una de sus respuestas-comentarios me resulta curiosa, especialmente. Dice:


"cuando llegó la oportunidad de revolucionar la arquitectura sacra, parte de la Iglesia se asustó"


Y me pregunto si se referirá a su fundador, San Josemaría, que mandó hacer el Oratorio de Santa Maria della Pace de la célebre villa de Bruno Buozzi según gustos clásicos-eclécticos, una versión especie de art-decó con inspiraciones romano-bizantinas muy seguida luego con diversas variantes locales en todos los oratorios del Opus Dei. ¿Ya pasó aquella época?

El estilo litúrgico "opus dei" se definió con idiosincrasia propia, muy distinta, produciendo unos diseños bien marcados por la dignidad material-conceptual de todos sus elementos: Arquitectura, mobiliario, vestuario, decoración, etc. Cuando se hicieron cargo de la clásica empresa "Talleres Granda", supieron incluso despojar a Granda de su opaco sello de "postguerra", renovando en calidad y con mejor gusto los moldes rancios que repoblaron el mobiliario litúrgico español arrasado por la barbarie republicano-marxista entre 1936-39. La justa fama de los Talleres Granda y Artesanía Los Rosales es hoy mundial, con clientela del mejor nivel en todos los continentes, con encargos, incluso, para catedrales y templos no-católicos, tengo entendido.

Por eso me resulta más extraño, más anómalo, esta novedad de este socio con estas ideas de ese estilo. Sólo una explicación me resulta compatible con la reserva sobre la integridad de la institución consigo misma: Esto se lo han consentido para que no se vaya. Si no, no le encuentro explicación. Y temo hacer conjeturas y sacar conclusiones por deducción, perdónenme si les afectara.

Dejando el fondo y volviendo al caso del fantaseador espacio-estructural lumínico-litúrgico, el tal Ignacio Vicens, debe ser un pedante con apéndice y addenda por entregas. Pero le he descubierto. En cuanto ví el engendro, le dije a mi amigo, el estudiante: - Eso es como la nave de los jawas de la Guerra de las Galaxias. Comparen ustedes y díganme si no:



Es una Sandcrawler como las que usan los jawas en la 1ª peli de la Guerra de las Galaxias. Y no me digan que no, comprueben ustedes. ¿Coincidencias? Coincidencias serán. Pero hay que estar muy descompuesto de intencíon y de ideas para concebir ese engendro como una iglesia, un templo católico.

Siempre cabe el timo, como los que daba Miró o todavía practica Tápies y los de su calaña, y el Barceló y demás plebe (no cito a más porque ya sabrán ustedes que mantengo cierta intención moral de damnatio memoriae (y pido perdón por citar el trío que he citado)). Pero si fuera timo, todavía se entendería menos, ¿no?

En el blog del amigo de mi joven amigo arquitecto (en ciernes), encontré esta cita que explica en palabras de un profesional acreditado parte del problemático asunto:


"Las iglesias modernas no convencen. Al visitarlas, se percibe la dificultad de los contemporáneos para expresar lo trascendente en las obras de arte sacro. (…) En estos ambientes enajenantes no se logra establecer relación alguna con Dios ni con los hombres. Se advierte a veces la soledad como en ningún otro espacio. Y uno piensa que la iglesia ya no es el lugar donde se ora, sino donde tiene lugar la asamblea, precisamente como ocurre en las aulas de culto protestantes.

La arquitectura moderna del siglo XX también ha producido obras de arte en este ámbito. El problema es que son un monumento del arquitecto a sí mismo, como el santuario de Ronchamp, de Le Corbusier, o las iglesias de Alvar Aalto. Desde este punto de vista no son arquitecturas logradas, ya que podrían emplearse para otros fines, operación que resultaría imposible en el caso de la catedral de Chartres o de S. Carlino alle Quattro Fontane."
cfr. Ciro Lomonte en revista Humanitas nº 36

En fin, que me uno con este articulete a la cruzada de mi batallador amigo Francesco Colafemenina en su Fides et Forma. Con la esperanza de que la cosa cambie, a ver si la cosa cambia (a mejor, naturalmente).

Es triste comprobar que algunas instituciones que se tenían por "baluartes" van cediendo a la presión del ambiente generalizado y se amoldan a la situación con esa impresión de resaca descompensada por lo anterior que mantuvieron.

No pretendo ni sentenciar ni baldonar ni lesionar fama o buen oficio, pero esa "iglesia" post-modernista de ciencia-ficción denota un "desajuste" impropio de tal profesional y de sus circunstancias. ¿Hubiera sido capaz de concebirla tal cual para uso interno de sus con-socios? Si me dijera que sí, malo; y si me respondiese que no, malo también.

Y es pertinente preguntarse que si así están los justos, ¡cómo andarán los pecadores! O con las palabras del Salmo: "...quoniam quae perfecisti destruxerunt iustus autem quid fecit" Sal 10, 4.

p.s. Para confirmar mis inquietudes al respecto, me acaban de mandar este link de una iglesia en Mexico dedicada a San Josemaría que parece confirmar que el templo-engendro de Vaciamadrid no es un pecado aislado, sino que parece se trata de una tendencia aprobada y promovida por los interesados. O tempora, o mores !!!




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martes, 22 de junio de 2010

Tiempo de odiar


La profanación del Gran Poder ha caído en Sevilla como una bomba. La noticia se ha publicado en todos los medios, prensa, radio y televisión. Hablar de conmoción no es exagerado, porque en Sevilla estas cosas afectan hasta ese grado.

En la acelerada descomposición social de una ciudad de estructura moderna, la sensibilidad religiosa se evapora ambientalmente, sin que la ideología laicista tenga que emplear muchos recursos para ello, porque la espiritualidad se aviene mal con los cánones de esta modernidad de diseño deliberadamente desestructurado. En una ciudad del XXI, el desarraigo de las instituciones naturales va acompañado de la erradicación de lo sobrenatural. El sky line de una metrópolis lo marcan los rascacielos, no el Cielo, y las antenas no dejan ver la cruz.

Pero en Sevilla, a pesar del tenaz propósito de la piara del enemigo, la Giralda sigue siendo una referencia válida, y marca el canon de altura con toda su carga simbólica: La fe cristiana triunfante sobre una maciza torre de los moros; fundido con el mismo bronce de las campanas, el Giraldillo es una airosa proclama de la historia, como toda Sevilla, tan profundamente marcada, córpore et ánima, por la fe. Todo lo que afecta a la fe, afecta a Sevilla; la fe tal y como se entiende en Sevilla.

Por eso ha impactado como un proyectil de muerte la profanación del Gran Poder. Las noticias, la prensa, dicen "agresión" porque la prensa y sus gacetilleros han perdido calidad, sensibilidad y profesionalidad. Si tuvieran la altura que debieran, hubieran dicho y escrito "profanación" o "sacrilegio", como corresponde cuando se trata de algo santo objeto de violencia por ser santo. Esta es la clave, y conviene que se distinga.

Una profanación es un ultraje real, material, cometido contra algo sagrado en razón de su esencia sacra. Puede darse la paradoja de que sea producto de una fe alterada, que estalla en violencia impropia contra lo que cree, una expansión anómala de una fe defectuosa o pervertida. Pero lo común es que sea consecuencia de la falta de fe, o de una intencionalidad expresamente anti-religiosa. Y, por supuesto, deliberada.

El Domingo por la noche, al rato de haberse consumado el sacrilegio, ya corría por internet cierta versión "oficial" que daba por loco al culpable. Es la primera reacción del perplejo honrado, incapaz de atribuir el crimen a una persona en sus cabales, y por eso escoge la explicación de lo irracional, como una paradoja remotamente exculpatoria, dolida y escandalizada, pero compasiva: ¡Es un loco, ha sido una locura!

Justamente es lo que nos preguntamos los más conscientes (y quizá más doloridos): ¿Ha sido locura, un simple arrebato demente? No es lo mismo matar a uno en un momento de enajenación, que enajenarse para matar a uno. Una cosa es perder la cabeza y otra dejársela perder queriéndolo. Estar loco es una cosa y actuar como un loco voluntariamente, otra. No es igual, es distinto.

España lleva seis años sufriendo una contínua e implacable presión laicista, muy agresiva, que ha inyectado un odio anti-católico por todos sitios, aplicándose en ciertos sectores que modelan efectivamente la opinión social, especialmente la televisión, la prensa (la prensa gratuíta) y el cine. En los últimos años, no hay serie de TV ni película de cine que no cargue las más negras tintas contra la Iglesia, el clero y/o la religión en general; y el catolicismo en particular. Es una de las más acusadas líneas del gobierno de Zp, uno de sus perfiles más apreciables y distintivos. Y es así por expresa elección del presidente de gobierno y de su equipo (y sospecho que, también, de su partido, en cuyo nombre "gobierna").



Hace un par de años, ocurrió una arremetida estudiadamente elegida: Se escogió, nada más y nada menos, que a la Macarena, acusando a la Hermandad de mantener símbolos franquistas en la Basílica, en la capilla donde está la sepultura del General Gonzalo Queipo de Llano, el que se alzó en Sevilla el 18 de Julio contra la debacle de la ominosa 2ª República, gran benefactor de la Hermandad de la Macarena; dos símbolos bien seleccionados. Se reclamó que se despojara a la imagen de la Virgen del fajín de capitan general que suele llevar puesto en la cintura. Al poco, una mañana, el azulejo del retablillo cerámico de la Virgen venerado en la esquina de la Basílica con la calle San Luís, una obra maestra de la artesanía sevillana, amaneció con una pintada blasfema. Nunca se supo quién, pero Sevilla entera sabía quiénes había excitado el mal ánimo que perpetró, finalmente, el atentado contra la imagen de la Virgen. Uno fué el que desgració el azulejo, pero eran ellos, los de la "izquierda progresista", quienes removían el gallinero y afilaban los espolones de los gallos. Eran ellos.

En Sevilla, de pronto, se despertó cierta sensación de que estábamos como en las provincias vascas, con la mala gente bien sentada en los sillones de las alcaldías, haciendo la vista gorda a la kaleborroka de las bestias que ellos mismos y sus partidos criaban en sus siniestras madrigueras. Pues algo parecido, pero a la sevillana.

En la mala conciencia de marxistas y republicanos atormentan con su eco horrísono los hechos del pasado que fue, ese que Zp se empeña en falsear y tapar a golpe de decreto. En Sevilla y en España todos saben quienes quemaron las iglesias, asaltaron los conventos, profanaron y destruyeron las imágenes y los objetos sagrados, y se ensañaron en una persecución martirial contra el clero y los buenos católicos. Eso ni las películas ni los seriales de la tele lo podrán mudar, por mucha subvención que pague la filmación aberrante de la contra-historia. Cuando estos malos años pasen, cuando esta mala gente caiga, alguien volverá a contar la verdad y cantar las verdades.

Pero mientras estaremos expuestos. Con exposiciones blasfemas, cine propagadístico, malos seriales, periódicos corrompidos, revistas prostituídas, y toda esa falsa "cultura" subvencionada y pagada, muy bien pagada. La última "paga" ha sido la que ha cubierto la producción y rodaje de ese miserable anuncio con la galería de rostros de los cómplices actuales dando voz a fantasmas del pasado (sus fantasmas). La mala intención se intuye, los malos efectos se temen. Porque están alentando el odio con palabras, con imágenes, como se aviva el fuego con un aventador. Luego, si hay incendio, mirarán para otro lado y hasta habrá algunos que lo celebrarán. Como ya pasó, entonces.



La profanación del Domingo en la Basílica del Gran Poder, el sacrilegio cometido contra la Imagen del Señor, es uno de esas consecuencias, si no queridas sí suscitadas. Han preparado la bomba, la han colocado en la esquina, y han repartido mechas encendidas por todos sitios, a todo el mundo. Y cuando explota, dicen que ha sido un loco.

La España en declive de Zp es un campo de minas, plantadas durante seis años de siembra explosivamente ideologizada, por todos sitios. No indiscriminadamente, sino de forma bastante selectiva. Los objetivos no son casuales, la estrategia no es caprichosa. Hay quien sabe, quien escoge, quien dispone. Y quien luego explica según su tesis: Es el fanatismo de la religión, es la intolerancia de los intransigentes, se trata de la España católica e inquisitorial, que tiene que desaparecer.

¿Cuánto y cuántas veces nos acosarán para que desaparezcamos? La Historia moderna de España es un siglo de persecución anticatólica, desde los desmanes liberales y la Desamortización de 1836 a la Guerra Civil del 1936-39, la Iglesia de España sufrió cien años de crímenes, expolios, victimaciones, destrucciones. Ningún patrimonio religioso de una nación occidental ha sufrido tamaña barbarie en el siglo XX. Una agresión que se ensañó con lo santo por ser santo. Por eso, hablar de "sacrilegio nacional" no es una exageración, porque fue eso.

Lo grave, muy grave, es que todo aquello se resucite por la perversa intención descabellada de quien entiende el presente como una revancha odiosa contra el pasado, que pide más de lo mismo, como un demente insatisfecho por el crímen que hizo, con sed de más víctimas, intentado aplacar su abyección recurriendo a los espectros que se fueron, transportándolos al presente como el brujo que invoca los demonios en un aquelarre de tiniebla diabólica.

La España de Zp es un políptico que unas veces enseña una pintura negra, otras un capricho, un día un disparate y al siguiente una tauromaquia, como una versión en power-point de los grabados de Goya, tan terrible en su amarga ironía como veráz en su descarnada visión.

La escena de la profanacion del Gran Poder merecería un grabado de Don Francisco, que no sé qué título le pondría. Por ejemplo: "¿Un loco?"; o quizá "Dicen que estaba loco"; o también "Lo que mueve la locura".



Me dan ganas de meterme con alegorías y explicar en antitético los versos sagrados que hablan, en los Salmos y los Profetas, del "brazo de Dios" y de "su gran poder". Después me viene cierto desengaño de intención y me digo ¿para qué? si los que tenían que oir no escuchan, si no creen, si no les queda fe, si a lo peor nunca la tuvieron.

Pero sí tienen odio. Un odio del que serán más o menos conscientes, pero del que son militantes. Viven odiando la fe, las cosas santas y - ¡miedo da decirlo! - a Dios. Odian lo más alto y los más bajo, la vida en la tierra y a Dios en el cielo. Todo lo odian, todo.

Ignoran, sin embargo, que también eso está escrito, que dice la Biblia, clama el Predicador, que hay un "...tiempo de odiar" Ecl 3,8. Es un misterio, pero una verdad: En los planes de Dios, en esas perspectivas inescrutables de su Providencia, también hay un tiempo, un espacio profetizado para el odio. Y ahora, ellos, el loco sacrílego y quienes le inyectan la locura, están, sin saberlo, cumpliendo la profecía del "tiempo de odiar".


Que Jesús del Gran Poder nos conceda a nosotros, los odiados con Él, por Él y en Él, la fuerza de su brazo, de su divino y omnipotente brazo, el que le han profanado odiando, dicen que un loco.

¡Y bendito sea siempre el Gran Poder de Dios!


+T.

domingo, 20 de junio de 2010

Munilla en el ruedo


Hace algún tiempo, cuando el nombramiento, comenté algo sobre Munilla. Decía, en sustancia y entre otras impresiones, que Munilla no era el prelado idóneo para ese encargo pastoral, tan delicado. A los pocos meses del aterrizaje en San Sebastián (alias Donosti) todavía me parece poco prudente sentenciar el caso. Yo le daría un quinquenio como plazo razonable para una evaluación con cierta consistencia. Unos meses es casi nada. Pero, también es cierto, que un trimestre es suficiente para detectar estilo, formas, tendencias.

Los toros amagan en los chiqueros y, desde que salen a la plaza, se desvelan apenas se les ve salir por el portón de toriles. Los buenos aficionados saben mucho de todo eso. El blogger F.J. Cigoña, definía ayer en un artículo - no sé si consciente o subconscientemente - a Munilla (supongo) con unas pinceladas bastante plásticas, muy toreras; decía que era:

"...un novillero con escasa experiencia con apenas la muleta y un estoque de madera..."
(pueden leer el artículo completo aquí)

De entrada me extrañó la comparación, no me la esperaba. Pero yo diría que acierta. Que es eso, más o menos. Tal cual, o muy aproximado.

Hay chavales arrojados que con poca experiencia, apenas unas capeas de pueblo y un par de tentaderos, se echan al ruedo con toda la temeridad de sus pocos años, una mezcla de ilusiones, sueños, ambiciones y todo eso que conforma el mundillo vocacional de los maletillas que se hacen espontáneos, que llegan a novilleros en plazas de pueblo, y un día se preparan para la alternativa en una plaza de 3ª. Luego se tienen que probar ellos mismos y dejarse probar por el respetable, temible respetable, tanto como los toros e incluso más fieros, según.

Suele pasar que por una cosilla que se dijo, que recogió la prensa, que se divulgó por corrinches y mentideros de peñas de aficionados, un torero en ciernes pierde el favor de la afición de una plaza a priori, y cuando llega el día del debut las gradas le esperan con el pollice verso desde que hace el paseíllo. Si quiere merecer, tiene que echarle valor a la cosa para compensar la mala impresión previa, por adelantado. La captatio benevolentiae de los toreros es asunto de bemoles, de ganas, de gestos con asomo de maestría. Y si no, pitos, bronca, bochorno y almohadillas volando desde los tendidos y alfombrando el ruedo que el torerillo no honró para desquitarse con la afición. Una escena de tarde de toros, con el público manteniendo una extraña división de opiniones, porque los adeptos no son donostiarras y los donostiarras son son adeptos (al diestro).

Dejando la plaza y el terreno tauromáquico, volviendo a lo que dije al principio, el episodio entre Munilla y Arregui es bastante "descriptivo", o "sintomático"; que sirve para hacerse una buena composición de lugar, quiero decir. Por lo pronto, yo diría que se trata de una escena entre vascos, más típica que un cuadro de El Caserío de Guridi, como el duo-zorzico de Chomín de Amorebieta y Chiquito de Arigorri. A eso me suena a mí.

De todas formas, opino que con explicaciones es peor. Esa nota del Obispado complica más el asunto, porque lo realza. En vez de dejarlo en anécdota de periódico, lo eleva a caso de curia. Además dice cosas extrañas, por lo menos a mi me suenan raras. Por ejemplo que diga que el enredo se dirime en el "fuero interno de la Iglesia", equívoca expresión porque "fuero interno", cuando se dice, se refiere antes que nada a la conciencia. Aun entendiendo que se quiera aludir a las interioridades pastorales, tampoco me parece feliz la expresión porque parece suponer una especie de "tribunal secreto", que tampoco pega porque si las culpas son públicas, el juicio debe serlo también. Y la sentencia.

Es lo que pasa cuando se quieren aplicar medios radicales con radicalizados, que responden y se defienden sin parar en mitras, precisamente porque no se creen en báculos. Si se pretendía dar un baculazo, habría que haber medido el golpe, sus circunstancias, afectados e implicados, y preveer consecuencias y reacciones.

Además no entiendo que la tela se rompa, finalmente, por ese roto, habiendo otros mayores, de dimensión mayor y más urgentes de remendar. No entiendo por qué hacer crisis con un regular y no con un secular. No lo comprendo. ¿Pensaba que iba a ser más fácil, más dócil? ¿No sabía el prelado cómo están las obediencias conventuales? ¿Acaso ignora que el diálogo ha barrido el clásico perínde ac cadáver? ¿Tampoco sabe historia, no conoce siquiera anécdotas de la tensión tan particular entre obispos y superiores, clero secular y regular?

Y - de verdad que es asombroso - ¿supuso que nada iba a trascender, que no se sabría fuera del "foro interno" que cita???

Bien. Todas estas y alguna más son mis perplejidades referentes al suceso. Ahora, para que conste, digo y protesto que:

Arregui es un baldón, pero no es el mayor. Deberían haberle acallado sus superiores, more franciscano, sin tener que esperar el chaparrón. Claro que dudo que su superioridad, la de la Esclarecida Orden Seráfica de aquellos montaraces pagos, sean de otra ley o tengan otro perfil más católico que el del insolente fray disidente.

Declaro que estoy con Munilla y me constan sus bondades, que las tiene. Pero el ordeno y mando con baculazo no le pega, no se corresponde con la "eclesiología-guay" y la "pastoral-chócala, tío" que practica. A ver si nos aclaramos y nos ponemos serios, de verdad. Y para todo. El otro dia, por ejemplo, salía una de sus cartas-homilías con un título muy poco acorde con un obispo que arrea baculazos; el título del artículo era "El gol de Pablo" (omito explicar de qué Pablo se trata, que bastante propaganda peliculera tienen ya montada los amiguetes de Pablo).


Excursus:

Cuando tenia 14 años, por estas fechas, me partí el brazo en una caída patosa, el cúbito y el radio, por la mitad. Mi padre me entablilló de urgencia en casa, con unas vendas del dispensario de mi abuelo que mi madre guardaba en una especie de alacena-botiquín. Me llevaron a la clínica de un famoso traumatólogo, colega de mi abuelo, pero no estaba en el hospital porque era Domingo, y me atendió su hijo, muy buen médico también. Radiografías, escayolas, etc. Al día siguiente, ya en casa, llama el médico viejo, el del tiempo de mi abuelo, y le dice a mi padre: - Ricardo, tráeme al niño. No, no pasa nada, pero quiero verlo esta tarde, a eso de las 5.

Cuando llegamos a la clínica nos recibió en el despacho y le dice a mi padre: - Es que la fractura me preocupa, y habrá que recomponerla. Ayer mi hijo me llevó a casa las radiografías, diciendo que no había quedado satisfecho. Quiere que le operemos, porque los huesos no encajaron bien y pueden presentarse complicaciones. Mira, si yo fuera médico joven, como mi hijo (su hijo "joven" tendría 50 años y él, Don Pedro, andaría por los ochenta y tantos, muy bien llevados) le metía hora mismo en quirófano, pero como yo me hice médico al lado de tu padre, verás cómo le apaño el brazo la mar de bien, sin quirófano.

Me llevaron a una sala de curas, me apoyaron el codo del brazo escayolado en el borde de una mesa, sujetándome mi padre por la mano y una enfermera como un gorila con cofia por el codo. Y Don Perico, con un serrucho, empezó a serrucharme la escayola del brazo, por la mitad, rrriss-rrrasss-rrriiisss-rrraaaassss. Me miró con cara de perro pachón y me dijo: - "Tú, cuando sientas que te llega a la carne grita, jojojojojo!!!" (y le guiñó un ojo a mi padre (y mi padre me miró a mí (y yo me miraba el brazo))). Cuando llegó a cierto punto perfectamente calculado, con un movimiento rápido, quebró el yeso, yo dí un grito, y él tomó un pedazo de algodón en rama y lo introdujo en la abertura de la escayola, y otro trozo, y otro más, y otro, hasta que se formó un promontorio de algodón que recubrió con una venda de escayola nueva. El brazo quedó monstruoso, un típico brazo escayolado, con el codo doblado, pero con una especie de joroba en mitad del antebrazo, imponente.

Don Perico me explicó: - "Mira, sin necesidad de operarte, la presión del algodón va a ir corrigiendo el mal encaje de los huesos, que se irán poniendo en su sitio y soldando la mar de bien. Esto me lo enseñó tu abuelo, que sabia mucho de cirugía de campaña, que aprendió de tu bisabuelo, que fue médico militar cuando las Guerras Carlistas, y allí conoció a tu bisabuela Elvira, que era la hija del boticario de Salvatierra...". Y yo encantado con la historieta de Don Perico, que me arregló el brazo sin meterme en el quirófano.

Estuve cuarenta días (y cuarenta noches) con la escayola aquella, y hasta hice los exámenes finales y la reválida de bachiller con el yeso y el brazo derecho en cabestrillo, escribiendo como podía, con una letra garrapatosa. Cuando me quitaron el monstruoso artefacto, el brazo estaba estupendamente, como nuevo.

Perdón por la historieta, si me he puesto pesado. Pero es que se me ha ocurrido que venía bien, como ilustración. Espero que sepan sacar ustedes mismos la moraleja.

p.s. Si le sirviera a Don Munilla, se la brindo. Gratis. Con mucho gusto. De nada. Para eso estamos. Y tal.

p.p.s. Sí, sí, sí. Por supuesto que es muy fácil dar consejitos sentenciosos desde el tendido o el callejón, detras del burladero. Lo sé. Pero ese toro lo ha escogido él, y él ha querido torear en esa plaza. Con muy determinada determinación, que decía la Santa. No digo más.


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viernes, 18 de junio de 2010

Mariola Cantarero, una diva de Graná


Me da tantísima alegría cuando surge un admirable fenómeno entre tanta vulgaridad, que lo celebro como puedo y con quien puedo, como estoy haciendo ahora, con ustedes, los que me lean. A la postre todo queda entre fenónemos, dicho sea con todo afecto.

El fenómeno que celebro, en este caso, es una soprano estupenda, de trentipocos años, que acaba de cantar La Traviata en el Maestraza de Sevilla. Que no es La Scala, ni La Fenice, ni el San Carlo, va bene. Pero esta granaína ha cantado su Violeta como para no desmerecer en ninguno de esos escenarios. Sin exageración.

En Sevilla era conocida porque parte de sus años de formación y rodaje escolar los ha pasado por aquí. Ahora, el Sábado pasado, ha cantado en el segundo elenco de La Traviata que se representa estos dias en Sevilla, con el montaje escenográfico de Franco Zefirelli, de excelente gusto. Y ha sido un debut admirable, del gusto del buen gusto de todos los que han podido gustarla. Escuchen ustedes en esta gacetilla tres muestras de audio en directo, para que se hagan idea:

La primera Violetta de mariola Cantarero

Que en España siguen saliendo grandes voces, es un hecho, gracias a Dios. A ver si la Mariola cuaja y hace carrera. Voz tiene, llena, potente, amplia, magnífica. Y tipo. Un tipo rotundo, guapa y con volumen de prima donna, hasta cuando se rie.

Miren si no en este recital, de hace unos años, cantando el É'strano de La Traviata:




Cuando habla, al natural, le sale incontinenti el acento granaíno con toda la gracia y su mijita de "mala follá". Pero lo mejor es que se rie con un ji-jo-jó digno de una Tebaldi, una Freni, o una Caballé, con un toque jovial, jocundo como la corriente del Darro o un chorro fresco del Generalife (perdón por la empalagosa cursilería, pero es que ese ji-jo-jó me ha prendido el corazón como las berenjenas con queso de mi paisano Alcázar). Escuchen, oigan, voz, personaje, soprano y ji-jo-jó de diva jocunda en este otro youtube cantando un Tancredi (repertorio muy poco representado) en Trieste, hace unos años, moviéndose con todo el tipo y el empaque de una diva de la escena operística:






Y para cerrar el articulete, esta preciosa interpretación de la Marinela de La Canción del Olvido, deliciosa:




Lo dicho, una delicia!


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miércoles, 16 de junio de 2010

Una mini-peli digna de verse y entenderse

No me gusta recibir este tipo de correo, alguna vez he comentado cuánto me fastidian los powerpoints y demás chucherías. Pero esta peli, un corto premiado hace unos años en el Festival de Berlín, me parece que merece esta excepción:





Me lo ha mandado un amigo, ingeniero, un tipo estupendo. Le despidieron del trabajo hace año y medio, y hasta hace unos meses que le contrataron en otra empresa ha pasado una mala racha, personal y familiar, de esas que todos tememos. Sin duda, la peli tiene para él un significado/mensaje muy especial, por las circunstancias. La vida con sus golpes nos hace más sensibles al dolor ajeno, más comprensibles. Y, si tenemos fe, más creyentes.

El corto está rodado en Filipinas. Es real, con escenas, lugares y personas reales, pero parece un apólogo antiguo. O una parábola.

Perfectamente planteado en la clásica secuencia narrativa de presentación-nudo-desenlace, alcanza su clímax entre los minutos 4,14'-5,21', durante la escena hogareña. Y luego la moraleja, vale. Pero la escena de casa, el padre con su mujer y sus niños, en torno a la mesa, le da un vuelco a todo el mini-film. Bastan esos minutos para trascender todo lo demás.

Hay miserias que son grandezas, por lo que suben. Como hay sublimidades que son cloacas por cuánto bajan.

De todas formas, la peli me deja chico, muy chico. Espero que a ustedes, los que la vean y la sientan, también.

Dios sea bendito.


+T.

lunes, 14 de junio de 2010

Afganistán re-versionado, corregido y aumentado


Yo pensaba que, a parte de la políticamente correcta excusa fantasmal de los talibanes, lo de Afganistán se razonaba de verdad tal cual habíase quedado en Kim (recomiendo su lectura; Kipling es muy bueno para el verano, muy vacacional, con sorbitos té fresquito, o, si se prefiere, un muy british gin-tonic). En la novela de los tiempos del Raj Británico, Afganistan interesaba a los ingleses por sus "pasos"; es decir, por ser la via de penetración de Rusia en Asia, con la India y sus rutas como principal objetivo táctico. Un caso tópico-típico de los intereses de la Rule-Britannia, rule-rule.

Pero esta mañana la opinión mundial sobre Afganistán ha dado un vuelco, un giro de 180º con la noticia sobre sus riquezas mineras. Un servidor, como todo quisque medianamente consciente/inteligente, he coreado de internis el consabido -"...Ya, ya, ya...", que es lo primero que uno dice cuando se entera de nuevas así.

Conque resulta que los talibanes de Afganistán son el cuento de la buena pipa para instalarse y explotar las minas de los preciados minerales que nos acabamos de enterar - ¡quién se lo iba a figurar! - existen por aquellos montaraces pagos.

Con la curiosidad picándome, me encantaría ver un mapa con las ubicaciones de las minas y los territorios ocupados/controlados por los yanquis de EEUU. Apostaría que están allí mismito donde ellos están. Y que los movimientos del ejercito yanqui en estos últimos años han sido tácticamente dirigidos para situarse allí donde importaba estar. Por las minas, más que por los talibanes. Los USA tienen, para estas cosas, una tropa muy eficaz .

Que yo no sé, mayormente, como es esa tropa, y apenas la conozco por las pelis de Hollywood que te cuentan la historieta del marine bueno y todos los demás malos, ya sean coreanos, vietnamitas, alemanes, japoneses, rusos, cubanos, extraterrestres del espacio sideral o españoles (últimos de Filipinas). Todo el mundo - es cosa universalmente sabida - es malo y sólo los USA son buenos. Y salvan al mundo. Con prueba documental cinematográfica made in Hollywood, incontestable, contrastado y garantizado con figuras históricamente testadas como el Teniente Rambo, Forrest Gump, el Sargento Quincannon, y cía. Ya sea en versión western, ya en formato 2ª guerra mundial, o en estilo vietnamita, los héroes son ellos y el mundo su campo de batalla. Y ganan siempre porque la peli es suya, que para eso la pagan.

¿Y ahora qué? Pues imagino que muchos años de gobierno títere y democracia de telón, con el Karzai de turno como cabeza de tonto visible y una disimulada y omni-sabida presencia USA en la sombra, detrás del decorado.

Los Chinos estarán que rabian, digo yo; y me alegro (soy bastante contra-chinista, estilo Mafalda). Pero más rabiosos estarán los talibanes, digo yo también. A mí - confiésolo - un taliban, por musulmán, me repatea. Pero - reconózcolo- los talibanes no me suscitan especial manía. También tienen sus cosas buenas; como el burka, prenda integralmente decente donde las haya, muy recomendable ahora que llegan los calores y el universo de la carne tiende a desvelarse en toda su horrenda monstruosidad (entiéndase gordas en traje de baño y demás especímenes de sirénidos playeros y urbanos).



¿Y Zp? ¿Qué pensará nuestro super-mequetrefe, aliador inventor de in-civilizaciones, del asunto? ¿Nos explicará que la no-guerra de Afganistán ya no es misión pacífica sino empresa colonial? ¿Y la re-puta-dísima Chacona ministrona, la impía? ¿Qué dirá del caso?

Si a Kipling le hubieran contado que parte de la trama aventurera de su Kim estaría de plena actualidad en el siglo XXI...a lo mejor no se hubiera extrañado. Los grandes que en el mundo han sido intuyen de este mundo y sus vicisitudes muchas cosas, de forma quasi enigmática, pero certeramente. Verbigracia.

Pero que no nos cuenten más el cuento de los talibanes (¡pobres talibanes!). Please!


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sábado, 12 de junio de 2010

Algo pequeñito...y otras pequeñeces

No quiero calcular el tiempo que hace que no veo un concurso de Eurovisión, porque se me vienen encima todos los años que tengo. Tengo tantos que recuerdo haber visto en directo el La-la-la; con tierna edad, pero lo vi y me acuerdo. Y recuerdo también la Poupée de cire-Poupée de son, y a Sandie Shaw, también. Los años de Abba y demás me pillaron con la edad del pavo, cuando ya no echaba cuenta de esas cosas, ocupado en asuntos más graves y con gustos más trascendentales.

Pero este año, por la anécdota del mequetrefe con la barretina que estropeó la actuación del representante España, he visto unas cuantas veces el video de Eurovisión...y me ha gustado. El Daniel Diges canta muy bien, y tiene cara de buena gente. Y me gusta mucho la coreografía de ballet con los cuatro muñecos, que bailan estupendamente y ambientan la canción con un toque "mágico-infantil" muy logrado. Pero lo que me ha enganchado es la música, porque en cuanto oigo un vals en tono menor, me afecta donde sea y como sea; debe ser algún invencible subconsciente romático, o algo así. También puede ser lo del síndrome de Peter Pan, y tal. No lo excluyo. ¡Touché!!

Pero además está la letra. La letra que no me sé y sólo me he quedado con el "Algo pequeñito, algo chiquitito...uoooó-uó-uoó...". Y también dice algo de una rosa blanca y un perdón...y no sé qué más. Lo suficiente para quedarme con la copla y tararearla y tal. En privé, naturellement.

Pero no iba a hablar de todo esto que estoy hablando, iba a hablar de curas, de curas y de cosas de curas. Y de malas y buenas interpretaciones/conceptuaciones sobre ser cura.

Por ejemplo, una excelente, acertadísima, justa y cabal, oportunísma idea sobre un cura y sus cosas, sobre esencias y potencias sacerdotales, es la que expusoo ayer o antes de ayer en Roma el Cardenal Meisner (por cierto que me alegro mucho de poder alabar a un Cardenal, y un Cardenal alemán, además). Pues el Emmº y Revmº Cardenal Joachim Meisner, entre otras cosas, ha dicho esto:

"Un confesionario en el que está presente un sacerdote, en una iglesia vacía, es el símbolo más impresionante de la paciencia de Dios que espera".

Me imagino que por tener en su Catedral de Colonia el relicario de los Reyes Magos, SS. MM. de Oriente le habrán concedido la gracia (¡todo es gracia!) de hacernos a los curas este extemporáneo regalo de Reyes, porque las palabras de Don Joaquín Meisner me han parecido como un desbordamiento obsequioso del Corazón de Jesús al que los Santos Magos regalaron Oro, Incienso y Mirra, y que ahora nos manda por boca del Arzobispo de Colonia esa preciosa comprensión/exposición del Misterio de su Corazón, pátiens et multae misericórdiae, que tantas veces está latiendo (viviendo y reinando) en escenas sacerdotales como esa que describe Meisner: Un sacerdote, un cura, sólo, en una iglesia vacía, en un confesonario, esperando y orando. Realismo santo, tan descarnado como místico, tan simple como sobrenatural. Es así.

Una aproximación al sacerdocio que olvide las circunstancias que envuelven y en las que se desenvuelve el sacerdote del siglo XXI, es una impostura. Quiero decir que teorizar sobre un ideal en coordenadas y parámetros ideales y/o idealizados, es un absurdo y hasta un engaño. Del sacerdocio hay que enseñar la doctrina verdadera y la realidad en medio de la que se vive esa doctrina. Por eso me han gustado las palabras de Meisner.

La vida diaria de un sacerdote no es una escena de triunfo como la de esos cuadros del barroco que pintan al santo entre un coro de angelotes, con arreboles de nubes destellando gloria, y la Paloma del Espíritu Santo sobre la cabeza. No. Esa gloria - que vendrá, eso es cierto - ni será así, ni será aquí.

Las horas del cura pasan a diario, más bien, en un escenario como el que evoca Meisner. Como parecen en esas otras escenas de otros maestros del barroco, expertos en el claroscuro. Pienso en nuestro Zurbarán, y en Ribera, y en La Tour, y también en Rembrandt; incluso en el Caravaggio. Pero no encuentro apto un cuadro de Rubens para enseñar qué es la vida de un cura. Podría servir para hacer una presentación alegorizante, quizá; pero no para enseñar la verdad con sus cosas tal y como son.

Bien. Paso ahora a criticar brevemente lo que no es, las malas interpretaciones, los montajes, las películas sobre curas que falsean lo que es la vida de un cura. O, mejor dicho, "la película", porque me refiero a una película en concreto.

-***- Aquí aviso con asterisco para que se retire el beaterío entusista aplaudidor, la claque beata, la comparsa y el coro de los entusiasmados-as. Avisados quedan. Si siguen leyendo, allá se las apañen con el berrinche (si es que les atacara).-***-

Me refiero a esa peli a la que están dando tanta publicidad. Una publicidad, de entrada, muy extraña, muy chocante: ¿No se han dado cuenta de que no es de buen gusto montar el reclamo publicitario de una peli sobre un cura diciendo que la peli "ha hecho en taquilla más recaudación que 'Sexo en Nueva York' ??? ¿En qué están pensando, con qué están comparando???

Pero además entiendo que se trata de un documental admirativo, entusiasmado y excesivo. Que el joven sacerdote protagonista haya sido un tipo fenomenal, con muchos amigos, con mucho gancho y simpatía arrolladora, con muchos recursos personales, con brillante trayectoria y excelentes facultades, todo eso no lo niego. Pero todo eso no vale para proponerle como modelo. Un cura modélico, entiendo yo, es otra cosa.

Un cura-cura no suele ser un cura "de cimas", sino de planura, de llanura, de piso bajo. No quiero decir que no aspire a lo más alto del Cielo (recalco: ¡aspirar al Cielo!); lo que quiero decir es que su vida circula por terrenos bajos, a nivel del suelo. Ni se arrastra por las alcantarillas (aunque a veces tenga que bajar a ellas), ni se pasa el dia en las azoteas de un rascacielo (aunque algunas veces haya que subir a los pisos altos). Normalmente, la trayectoria a recorrer, el camino a transitar, es de baja altura, de discreto, muy discreto relieve.

Un cura-cura, corriente, sin "brillos", no despierta esas admiraciones ni sale en una peli taquillera. Tampoco se puede permitir el "lujo" de irse un Domingo a esquiar, porque los Domingos son los los días en que los curas-curas están ocupados, desde que amanece hasta que es de noche. El Domingo, para un cura, no es día de vacaciones.

Proponer con entusiasmo a un cura alpinista, es una ficción que puede despistar al que se sienta atraído por una "aventura" que luego no va a poder vivir cuando le toque ser cura en un pueblecito sencillo, con su gente sencilla; o en un barrio cualquiera, con gente tan corriente como la de cualquier sitio. Con gente y con cosas igual de corrientes, muy corrientes; vulgares incluso, de medio pelo y hasta de pelaje raso. La vida de un cura no es "aventura", no es "riesgo", no es "escalada". Un cura real no es un Don Quijote que ve gigantes donde hay molinos, ni confunde a una aldeana con una Dulcinea. Un Quijote no vale para cura.

Que no estoy diciendo que el protagonista de la peli haya sido un cura quijotesco. Lo que digo es que proponer un modelo sacerdotal "de cima", no es realista. Y la santidad es realismo. Tan crudo como las cinco llagas reales de Cristo Sacerdote, con corona de espinas auténticas y cruz pesada y azotes que te destrozan el cuerpo. Y tres clavos que te clavan al madero. La santidad de verdad suele ser una vida sencilla, sin destellos, como los treinta años de la Vida Oculta de Nazareth. Nazareth es un Misterio que se olvida mucho, como también que esos 30 años de vida del Salvador forman parte - la más extensa - del Misterio de la Redención.

Si a un seminarista o a un joven sacerdote se les anima con un modelo/proyecto "entusiasta", y después se topa con una realidad pura, dura y (entiéndasme) "rutinaria", ese joven se puede romper en mil añicos irrecuperables. Suele pasar, desgraciadamente. Los Domingos de "vida oculta" de un cura corriente, no dan oportunidad para escaparse a hacer montañismo.


Entre un atractivo cura de película y el depresivo Curé de Campagne de Bernanos, hay matices y niveles intermedios, más realistas, más apreciables, oportunos, y tanto más fructíferos sacerdotalmente cuanto más sencillamente amoldados a una santidad que no exige "cimas" sino que pide fidelidades. Fidelidades que son sencillos ministerios, carentes de brillos humanos, aunque plenos de gracia divina. Pero la gracia no se ve, ni se siente (aunque actue y transforme el alma, que tampoco se ve).

Lo que me sigue resultando chocante - perdón por insistir - es eso de escalar un Domingo. Y en compañía (detalle que, por mucho que lo expliquen, no tiene explicación). Como tampoco me imagino qué clase de vocación tiene este otro, ni qué tipo de parroquia piensa que va a tener. ¿Se dedicará a celebrar emocionantes misas en un 8.000, o en las crestas de hielo del Perito Moreno, o en lo alto de un errante iceberg???

Un buen final puede arreglar un mal principio, incluso una trayectoria regular, y hasta mala. Si la historia acaba bien, el final es bueno. Pero si el final fuera, digamos, extraño, dejaría la historia que fuera con esa misma extraña impresión final. En este caso que cuenta la peli, opino que brillan, por su ausencia, la discreción y la prudencia. Y como dije, me parece una peli excesiva, que peca por exceso.

Ningún cura, por regular que sea, se escapa de tener su pequeño coro de admiradores-as. Gente buena y agradecida, pero que quizá olvidan (o no saben) aquello que dijo el Señor que se debía responder cuando cumplimos algo a la perfección: "Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que debíamos hacer". Y ya está. Sin películas. Sin claque.

Volviendo a la copla de Eurovisión, que con eso empecé, me he hecho estos dias algunas reflexiones al hilo de la misma; meditaciones de andar por casa, o por iglesia vacia como la que evoca el Cardenal Meisner, consideraciones pías chiquitas, pequeñitas, infantiles. Por ejemplo pensaba, ahora que ya han pasado las solemnidades del Corpus, con procesiones solemnes y todo ese despliegue que - ¡gracias a Dios! - hacemos en nuestras parroquias, por toda España, por tantos sitios; pensaba que, sin embargo, la piedad eucarística de nuestras parroquias, la de todos los días, es de tono sencillo. No se le expone al Señor Sacramentado en una custodia del Arfe todos los dias, sino que se le adora en su Sagrario con gestos y signos y cosas más sencillos, más pequeñitos/chiquititos: Una oración, una visita, una flor, una comunión espiritual, la comunión con recogimiento, con devoción, con temor y temblor (también), la acción de gracias acabada la Misa, alguna oración "de propina", alguna ofrenda por algo o por alguien...

Cosas pequeñas, chicas, que son grandes no por aquello que en sí son, sino por Aquel para Quien son y por Quien son . Si me explico.


p.s. Se me olvidaba el youtube con la copla deEurovisión; ahí va:



+T.

miércoles, 9 de junio de 2010

Dos estilos para una verdad (o la verdad de los viejos contra la hipocresía de la madurez)


De entre todas las repercusiones que ha tenido el asalto criminal a los barcos de los cooperantes pro-palestinos, me ha llamado la atención, por su dramatismo "intra-personajístico" el pequeño bombazo de la veterana periodista-corresponsal de la Casa Blanca. Esta es la noticia: Un comentario anti-israelí acaba con la carrera de la corresponsal decana de la Casa Blanca.

La señora, a punto de cuplir 90 años, se ha despachado a su gusto y ha hecho erupción como un volcán humano con 50 años de lava de pasión contenida. Lava periodística, sangre y linfa de opinión, análisis, comentario y publicidad, todo eso que corre por las venas de un profesional. Y esta veterana periodista lo es.

El mascarón facial de la Helen Thomas es formidable, digno de un casting de pelis de terror de serie B. En cuanto vi la foto me acordé, de un golpe y sin solución de continuidad de imagen, de Golda Meir y de uno de los monstruos peludos de The Muppets/Los Teleñecos. Una monstruosidad de mujer; quiero decir que es de esas que son atractivas por su misma constitución anti-estética, que trasluce un fenomenal carácter-personaje.

Cincuenta años en los límites de la corrección política, preguntando/acosando a los presidentes de los USA y a los personajes que entran y salen de la White House, incordiante y provocadora sin pasar la línea de lo que no se debe decir para poder seguir comiendo del periódico nuestro de cada día, todo eso han amasado esas impactantes facciones medio drag-queen, medio ninot de falla. Formidable señora, en todo caso e indiscutiblemente.

Volviendo al exabrupto de Doña Helen Thomas, me preguntó cuántas veces se habrá tenido que morder la lengua y los puños para no soltar por su boquita de carmín la sentencia que ha lanzado como un bombazo contenido. Cito tal cual la noticia, tal y como sale en El Mundo:


"...La controversia empezó el 27 de mayo, día en el que la Casa Blanca celebra el Día de la Herencia Judía. Cuando el rabino David Nesenoff, fundador de la web Rabbilive.com preguntó a Thomas - "¿Algo que decir sobre Israel?", respondió H. Thomas: -"Dígales que se vayan de una vez de Palestina". "¿Algún comentario mejor?", insistió Nesenoff, con voz distendida, mientras Thomas se reía: -"Recuerde: esa gente está siendo ocupada", replicó la periodista, refiriéndose a los palestinos. Añadió: -"Y es su tierra. No es Alemania, no es Polonia". "Entonces, ¿a dónde deberían ir", preguntó Nesenoff. - "A casa", dijo Helen. "¿Dónde está su casa?", insistió el rabino. -"Alemania, Polonia, América, el resto del mundo"...contestó la Thomas.


No me resisto a poner el youtube, con la carátula parlante y la voz espesa de la formidable Mrs Thomas:



Más claro, agua: Aquello, Palestina, no es su tierra. Que se vayan a sus respectivas naciones de origen, a Alemania, Polonia, América y el resto del mundo. Que se dispersen, más llanamente, dicho con todas las letras.

A mi me hace muchísima gracia la salida de este vejestorio fenomenal (dejando en paréntesis lo trágico del caso y sus implicaciones). La hiper-sensibilidad israelí y sus hipersensibles terminales nerviosos, esa gran "red" del judaísmo internacional, ha reaccionado como cabía esperar. En los EEUU se ha dictado el herem contra la Thomas, que ha sido ipso facto obligada a retirarse de su decanato de honor. Una patada y un portazo, sin contemplaciones. Por blasfema, por impúdica, por indecente, por irreverente, por decir lo que no se debe de quien no se debe: Israel es tabú, Israel no se toca, Israel es incuestionable, incriticable, incondenable, indefectible, irreprochable. Si alguien se atreve a rozar a Israel, Israel lo fulmina como cuando el Arca exterminó a Uzá (II Sam 6,3-8).



Y a mí me da mucha pena de la berrenda Helen Thomas. Tantos años sin decir lo que pensaba y sentía, mascando freno, a cuatro bridas que sujetaba ella misma para no desbocarse como potra sin domar.¡Patética y tremenda Thomas!

Pero, por otra parte, quizá ahora sus palabras tengan más efecto que si las hubiera dicho y publicado hace cuarenta años. A lo mejor esta vaca brava es una vaca vieja con más peligro que una vaquilla resabiada de tentadero, más toreada que una novilla de feria de pueblo. Y ahí está, formidable adefesio aguardentoso que dicen que bebe whysky como la reina madre de Inglaterra (la difunta), conservada en alcohol como un viejo pirata del Caribe. Desde luego ha hecho historia. Si se cuentan de ella mil anécdotas, con esta última se ha asegurado una dificil de superar. La Thomas ha salido, sí, pero por la puerta grande, como los toreros que cortan dos orejas y rabo. ¡Vaya si los ha cortado!

En resumen, yo diría que un triunfo de la conciencia sobre la corrección política. Un triunfo de la verdad sobre la oportunidad.

p.s. La segunda parte del articulete iba a hablar sobre estos dos, un ministro y un ex-ministro zapateristas, dos fantoches de gabinete, baldones de la Justicia, uno y otro; masones, se dice. Con mucho gusto, han aceptado no sé qué galardón de esos que no se sabe bien si agradecen servicios prestados o suponen futuros favores (todo legal, of course). El que otorga el premio es uno de esos ubícuos apéndices de Israel, una "federación" de tantas por el estilo que habrá por ahí. Iba a escribir sobre el acto y las palabritas liberal-indiferentistas-panreligiosas de los excelentísimos petardos. Pero prefiero no decir nada más. El monstruo moral de la Thomas ha devorado el canapé pastelero de esta segunda parte de mi articulete.

p.p.s. Del monigote negrito de tómbola Omama, tampoco iba a decir nada. Diré solamente que en este caso de la formidable y berrenda Helen Thomas se ha comportado como el negrito esclavito "sí bwana" que lleva en los genes. Un esperpento de chocolate.

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martes, 8 de junio de 2010

Tormenta sobre tormenta


Cuando la historia cuente la labor apostólica de Benedicto XVI, cada paso del anciano pontífice se medirá con metros de oro. En cinco años, las huellas del Papa Ratzinger ya son tan profundas como las de los 27 años de su predecesor.

Al visitar esta semana pasada la isla de Chipre, un viaje "discreto" a una nación de tercer rango, Benedicto XVI se sumergía de lleno en la crudísima realidad del Oriente Mediterráneo, la fachada trasera de Occidente, su primera frontera.

En Chipre la historia es carne viva y sangrante, como si desde los tiempos de las Cruzadas y el efímero reino de los Lusignan la historia se hubiera enrarecido en un bucle de tiempo que repite con distintos protagonistas una misma historia, con la Cruz y la media luna campeando en un combate sin final previsible.

El viaje, tan deseado, se tiñó primeramente con la sangre de los cooperantes pro-palestinos asesinados por el terrorismo institucionalizado de Israel. Nada es casual en ese tenso escenario donde la silueta de Chipre apunta como un índice hacia el rincón del antiguo Reino de Antioquía, como señalando acusador al viejo Oriente Islámico y al nuevo Israel sionista. La geografía, a veces, es elocuente en sus formas.

De aquellas costas, fronteras del Chipre cristiano, vendría el eco de la segunda sangre "ambientadora" del viaje pacífico del Vicario de Cristo. La noticia del asesinato del Obispo presidente de la Conferencia Episcopal de Turquía imagino que pesaría dolorosamente sobre el frágil Benedicto. La Santa Sede no sabe todo, pero cuando sabe conoce más y entiende mejor. Entender mejor, en casos como ese, es hacerse cargo de lo peor, que no se contará con todos los detalles sino cuando el tiempo pase, las heridas estén cicatrizadas y el trueno sólo sea eco. Así y todo, la dolorosa verdad nunca aflora del todo. Lo que la prensa sensacionalista del enemigo llama "secretos" vaticanos son, la mayoría de las veces, heridas que el pudor santo de la Iglesia prefiere guardar envueltas en esos pequeños/grandes holocaustos del silencio.

Turquía no es un problema emergente, porque Turquía ha sido para la Cristiandad (cuando la había) el rostro más feroz del Islam. Así desde el siglo XI, cuando se afirma como el rabioso y tenaz enemigo del declinante Bizancio. La Iglesia lo supo, y la tensión Santa Sede-Sublime Puerta es un capítulo con contenido proprio dentro de la Historia de la Iglesia y el Occidente Cristiano. A pesar de nuestro victorioso Lepanto, la decadencia putrefacta del sultanato, y la reconversión militarista de Ataturk, la Turquía contemporánea siguió tan poderosamente monstruosa como para perpetrar el genocidio de la Armenia cristiana, una de las grandes sombras que pesan como una losa sobre la conciencia de unos y otros.

Esa Turquía corrompida por militares y agitada por fanatismos islamistas, conserva tanta fuerza maligna como para desplantarse ante Europa entera e invadir y secesionar Chipre, amenazar a Grecia y chantajear a la OTAN y los EEUU. Hay alianzas que nunca debieran haberse hecho y oportunidades históricas que debieran haberse aprovechado ipso facto, sin ceder ni una hora al reloj de la historia.

Turquía debería haber sido descompuesta al final de la 1ª Guerra Mundial, fragmentándola y restaurando la nación Armenia y otras tantas según el mosáico de nacionalidades étnicas de sus fronteras. Si no se hizo por garantizar un tope a la URSS bolchevique-comunista, el pago de aquella oportunidad perdida hipoteca actualmente la sensibilísima frontera de Europa con el Oriente en llamas.

De Turquía es el asesino terrorista que atentó contra Juan Pablo II, y si se confirma la nueva "pista turca" que parece contener el asesinato de Monseñor Padovese, el turbante fantasmal de Solimán parece haberse reconstituído como una monstruosa hydra, con tantas cabezas asesinas como tantos son los fanáticos que anidan en los múltiples resquicios de la historia, reciclada en actualidad vengativa y belicosa.

Hace unos dias me chocaba el tópico comentario periodístico que cacarea que "el problema es el fanatismo islamista", cuando todo el mundo intuye que la frase correcta debería decir llanamente que "el problema es el Islam". Un problema que ya es amenaza viva y enquistada en el seno del Occidente decadente, el Occidente de nuestro "sistema democrático" que se tambalea afligido por la crisis, sin atinar remedios, olvidándose del co-problema del Islam "interno".



Lo peor, sin embargo, es el problema sobre el problema; o dentro del problema; o anejo al problema. Me refiero a la bomba de relojería del estado de Israel, que o se desactiva pronto/ahora/ya, o reventará el dia menos pensado como una re-edición actualizada del mito de Pandora y su caja de mil terrores.

Trágico marco para la visita apostólica de Benedicto XVI a Chipre, con sangre en el mar y sangre en tierra marcando la linde de su itinerario.

Hay llagas que la historia no ha cerrado, sobre las cuales se han abierto heridas nuevas que descalifican a los responsables y acusan a los mantenedores. Enconar la historia con una actualidad de incomprensible violencia es asegurarse un futuro que revertirá en crímenes multiplicados con cada golpe.

Resulta comovedora, por patética, la foto de Benedicto revestido de rojo martirial sobre el fondo de bidones de gasoil blanqueados con cal, marcando la frontera de la guerra.

Mientras, tan cerca de esa instantánea chipriota, Erdogan bramaba en Ankara y Netanyahu disparaba desde Sión.

p.s. Añado como apéndice esta sucinta referencia que no incluí en el articulete, por despiste. Me parece tan relevante como oportuno: El entonces Cardenal Ratzinger allá por el año 2004 se declaró contrario a la recepción de Turquia como miembro de la Union Europea ( Cardenal Ratzinger defiende identidad cristiana de UE ante posible ingreso de Turquía ) por tantas y tan buenas razones como un hombre bien formado e informado como él sabría explicar. Imagino que esa "opinión" del entonces Cardenal, hoy Papa, no se ha olvidado en Turquía.

+T.