Tenía que haber escrito ayer, que fue su día, pero no pude. Me gusta (tanquam sancta) la Magdalena; y las madalenas también, de chocolate o con chocolate, especialmente. En las confiterías de Sevilla, las clásicas, no son de mojicón, como las de serie que se venden en bolsa de plastico, sino que las madalenas-madalenas de toda la vida son entrelargas, con su papelillo de molde debajo, y envueltas en papel encerado de La Campana, Ochoa o San Buenventura. A mi padre le gustaban las de La Española, que ya no existe porque cerró.
Volviendo a la Magdalena original (que no sé por qué dio nombre a las madalenas de repostería), me obligo a sacarla por devoción y por desagravio, por los muchas afrentas sufridas por la prensa impía y blasfema
Hace un año, escribí algo sobre La conversión de la Magdalena. Lo he releído y mantengo lo dicho y comentado. Pero me he dado cuenta de que no dije apenas nada de cosas tan interesantes como las de los "apéndices". Me explico.
Como les pasa a muchos (los que creemos) me quedo con ganas de más precisamente cuando ya no cuentan más. Y entonces acudo a los "apéndices", que son, principalmente, Apócrifos (ortodoxos) y Legenda Aúrea (un gran recurso). Y ya la cosa toma otros colores, otros perfiles.
Por ejemplo, dejamos a la Magdalena donde el Evangelio de hoy, que ya no sale más. Por cierto con un parón que la dejó de estatua : -"Noli me tangere" ¿Por qué? Porque al Señor Resucitado sólo le tocan los Apóstoles que ya son "sacerdotes"; verbigracia, a Santo Tomás, dudando y todo, le deja que le toque hasta el Corazón. Pero a la Magdalena, "noli me tangere!" (esta exegesis "impresionista" ni la desarrollo (por obvia) ni dejo que me la discutan (lo advierto). Yes, of course).
Bueno, pues después de todo eso y lo demás (que no se cuenta) se supone que antes del fatídico año 70, cuando la destrucción de Jerusalén, Lázaro y sus dos hermanas, Marta y María (Magdalena), se embarcan. Van con ellos también, en el mismo barco, un tal Maximino, y una tal Martila (criada de Marta) y un tal Cedonio (que era el ciego de nacimiento que Cristo curó) y un grupo de cristianos (innominados). Después de las consabidas peripecias marítimas, desembarcan en las Galias, en Marsella, poco más o menos. Como es Santa de primera (y con fama) las milagrerías son de primerísima, dignas de leerse en directo, sin blog intermediario. Háganme caso.
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Pero les resumo: En Marsella, los tres hermanos de Betania se separan. Y Maria Magdalena (que es la hermana menor, y todo lo demás) se va a hacer penitencia. A una cueva. Treinta años.
Y allí se la encuentra seis lustros después un sacerdote cristiano que se perdió por aquellos remotos pagos. María Magdalena hacía penitencia y oración contínua, y se recogía en una cueva, donde vivía retirada de la vista de los hombres. Sucedía a diario una gran maravilla: Siete veces al día, los ángeles la trasladaban al Cielo para que asistiera al Oficio Celestial y se encendiera más su deseo de la Gloria. Entonces, Magdalena dijo al sacerdote que avisara la obispo de Aix, Maximino (el compañero de barco etc.), porque el Domingo de Resurrección siguiente iría a verle.
Así que llegó el día de Pascua, la Magdalena apareció en el oratorio del Obispo Maximino, donde escuchó Misa y recibió la Comunión Pascual. En ese momento cae extática y, yaciente al pié del altar, expira dulcemente. Al punto, todo el recinto quedó envuelto en un fragante y exquisito aroma, que duró una semana, hasta que dieron sepultura allí mismo al cuerpo de la Santa. Que siguió haciendo milagros. Después aparece en Vezelay (el cuerpo venerable de la Magdalena) sin que se explique cómo. Las cosas de los Santos y sus reliquias son así.
Como les decía, recomiendo la lectura de la Legenda Aurea, que no tiene comparación con lo que yo pueda contar, porque cuenta muchas cosas. Por ejemplo, dice que Hegesipo y Josefo (el Flavio) escribieron cada uno una historia de la Magdalena, que se han perdido las dos, como tantas cosas que se han perdido. ¡Vaya por Dios!
Pero lo más "cotilla" que cuenta, lo más crónica rosa de todo-todo-todo, es esto: Que la Magdalena y San Juan Evangelista fueron novios !!! Yes. Ita. Como lo cuento. Transcribo:
"Dicen algunos que María Magdalena y Juan Evangelista fueron novios; que cuando ya estaban punto de casarse Cristo llamó a Juan y lo convirtió en discípulo suyo, y que ella, despechada, e indignada contra Jesús porque le había arrebatado a su prometido, se marchó de casa y se entregó a una vida desenfrenada. Quienes afirman esto añaden que el Señor, para evitar que el llamamiento de Juan pudiese dar ocasión a que Magdalena se condenase, usó de misericordia con ella, la convirtió, la puso en camino de penitencia, y que al arrancarla de los placeres carnales a que se había entregado, la colmó más que a nadie de las espirituales satisfacciones que derivan del amor a Dios. Estos mismos dicen tambien que si Cristo distinguió a Juan con su amistad y le hizo saborear más que a los otros Apóstoles las dulzuras de su conversación y trato, fue para compensarle de aquellos deleites conyugales que nunca llegó a conocer, puesto que lo aportó de ellos en vísperas de su proyectada boda."
¿Qué tal? Desde luego que esta tradición del noviazgo de Juan con Magdalena debería ser un verdadero filón para los exegetas y teóricos del "método histórico". Pero como esta gente no lee los "apéndices", no se enteran de rien. De todas formas, el Btº Vorágine matiza algo lo dicho:
"Estas afirmaciones son tan frívolas como falsas. Fray Alberto (Magno, San), en el proemio al Evangelio de San Juan, escribe que la joven con la que Juan iba a casarse y no se casó porque Cristo lo llamó al apostolado poco antes de que el casamiento se celebrara, permaneció siempre virgen; y añade que, al unirse Juan a Jesús, ella se asoció con la Virgen María, en cuya compañía fue vista después por la gente, y que conservó su virginidad hasta la muerte."
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Como decía, son buenas lecturas que si no se leen no se saben. Nótese también que siendo de la época que son, son más realistas y naturalistas que las lecciones pías decimonónicas. Decimonónica era una opereta que cantaban e interpretaban mis tías abuelas: "La esclava de Magdaló". Háganse idea de cómo sería, porque la ensayaban y montaban en el internado del colegio de las Esclavas Concepcionistas. Yo me la imagino la mar de bien.
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Aunque la imaginación, cuando no va rectamente hilada, produce imágenes de la Magdalena muy distintas, hasta impropias. Se retrata el artista, como tantas veces pasa, cuando hace su obra. Por ejemplo, la célebre Magdalena del Donatello es tremenda: Una imagen dura, como un haz de sarmientos, piel y huesos cubiertos por una cabellera enmarañada. El otro extremo, el de las Magdalenas "sensuales", con un rico muestrario. A mí, de entre todas, me gusta especialmente la de Romero de Torres, recien llorada, ojerosa (el rimmel corrido), desmelenada y hembra de tronío derrumbada, una magdalena como la de la copla: "Con esos tirabuzones/que te cuelgan por la cara/pareces la Magdalena/cuando por el mundo andaba". Tal cual.
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Pero, como en todo, hay iconografías indiscutibles: Para Magdalenas pintadas, las de Georges La Tour, tan buenas que se hizo "magdalenista" de género, insuperable en ambientación, captación, introspección y sinceridad intimista. Y en escultura, la mejor entre las mejores (con perdón de Donatello) la de Pedro de Mena, que la esculpió para la Casa Profesa de la Compañía de Jesús en Madrid. Ahora está en el Prado, después de un exilio que la llevó al Museo de Escultura de Valladolid. Es un portento, una de las cumbres de la imaginería religiosa de la Escuela Andaluza-Granadina. La Magdalena penitente de Mena es una cota insuperable de expresividad, forma, inspiración, belleza y espiritualidad plástica: La cabellera, el rostro bello y enjuto-demacrado, el esterón que ciñe un cuerpo que se adivina ascéticamente hermoso, en un movimiento extático de contemplación arrebatada y concentrada. Una escultura única, desesperación (pienso) de la "modernidad" incapaz.
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Un detalle más: La iconografía extraña de la impropiamente llamada "asunción de la Magdalena" y que se debe titular, mejor, el "rapto" o el "éxtasis" de la Magdalena. Representa el momento en que los ángeles transportan a la santa al Cielo para los 7 rezos canónicos (leer más arriba); se abandona practicamente en el 1500, y luego sólo reaparece (Ribera p. ej.) en raras excepciones: Los ángeles rodean y toman el cuerpo extático de la Magdalena, estante y cubierto por larga cabellera hasta los pies; debajo se suele representar un paisaje, con la cueva y algunos atributos penitenciales, más la calavera y el vaso de las miroforas, que son los atributos más comunes.
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Bueno, pues ya está: Una píccola ofrenda a Stª Maria Magdalena en su octava, dentro de la cual se celebra la fiesta de su hermana, Santa Marta, el 29, D.m. Una costumbre muy buena esta de aproximar a Marta y María (no obstante las identidades de las supuestas identificaciones, cfr. la Legenda y los "apéndices", vuelvo a recomendar).
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Ex voto.
+T.
+T.
Quizá, sí y de seguro que eran sacerdotes. Pero si la Magdalena hubiese tocado el cuerpo sin vida de Cristo, entonces sería impura.
ResponderEliminarSin embargo, los apóstoles no compartieron ese estado.
Una piadosa reflexión, bien ilustrada con el Crivelli, yes.
ResponderEliminarPero apostillo: El Cuerpo del Señor (vivo o muerto) es fuente de salud y vida--> desde la Encarnación está sustancialmente unido al Verbo Divino, por eso es imposible que transmita la impureza legal del Levítico, que se refiere a los cadáveres de los hombres, no al cuerpo "teándrico" del Redentor.
De los Apóstoles, sabemos que Juan está con la Madre del Señor iuxta Crucem , y la iconografía (esa misma Pietá de C. Crivelli, p. ej.)le representa como participante en todas las escenas post mortem: Conque Juan el Apóstol sí tocó el cuerpo exánime del Señor.
De los demás, no nos consta, pero tampoco se les excluye absolutamente. Más bien, por los relatos de las apariciones de Xtº Resucitado, se desprende que le vieron en la Cruz, o que vieron su cuerpo con las señales de la Pasión, porque es eso lo que les muestra Cristo como "señal de identidad".
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Creo, Don Jose, que no contempla la posibilidad de que fuese la impureza de la Magdalena la que se hubiese transmitido a ella misma.
ResponderEliminarDe la misma manera que nos podemos hacer daño a nosotros mismos.
Ya estaba perdonada y exorcizada.
ResponderEliminarItem más: Al "participar" de forma tan presencial y directa del Misterio Pascual, recibe también la Gracia abundantísimamente.
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En vez de "la impureza de la Magdalena la que se hubiese transmitido a ella misma", debí decir "la Magdalena la que se hubiese transmitido la impureza a ella misma".
ResponderEliminarYa ve... Servidor que tiene los conceptos cogidos con clips y además a unos sesos claramente acometidos de idiocia.
Glorioso Don Terzio! Aplausos.
ResponderEliminarRespetos.
Natalio
Maravilloso artículo, don Terzio. Siguiendo su criterio, y el tradicional, entiendo que se ha identificar a la Magdalena con María, la hermana de Lázaro, y también con la “pecadora” de la unción en casa de Simón el Fariseo. Y esta unción con la de Betania, en casa de Simón el Leproso. Y reducidas a una ambas unciones, me parece que es la única vez, que sepamos, que se cumple lo que significa su título de Cristo o Mesías, es decir: ungido. ¿Es así? Sería muy curioso. Porque aunque Cristo posea la realeza y sacerdocio eternos, recibidos de Dios, la unción que los simboliza la habría recibido de una mujer pecadora. ¿O le habrían ungido en la cuna los Reyes Magos?
ResponderEliminarMendrugo, a veces el nombre se te impone y comentas como un tarugo, hasta con bastante impiedad. Si hubiera hogueras virtuales (a ver si consigo una) ya te hubiera puesto a arder una cuantas veces. Además me sorprende que no sepas ciertas cosas sabiendo otras, como me consta.
ResponderEliminar1º La "unción" de Xtº está claro en todos los textos neotestamentarios que es de orden superior y no humano; su unción mesiánica ocurre (y se celebra como fiesta propia) en la escena del Bautismo, cuando el Espíritu Santo unge con su gracia al "Siervo Jesús", una de las escenas más relevantes para la primitiva Cristologia pre y post nicena. Es decir, no fue ungido por rito, ministerio o representación ritual humana, ni siquiera por intervención "profética" o "levítico-sacerdotal", sino directa y propiamente por Dios (la primera Teofanía de la Trinidad en el Nuevo Testamento es esa escena del Bautismo-unción, nada más y nada menos).
2º La unción en casa de Simón el fariseo es un ritual de hospedaje, como el Señor recalca; y la de Betania, lo mismo con el añadido de que el Señor la recibe como una "unción profética de su Muerte y Sepultura", también dicho por Él mismo.
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Gracias, don Terzio. La hoguera sólo si me pongo pertinaz, pero algo de tormento siempre hace bien. Tenga paciencia y siga instruyéndome.
ResponderEliminarbitte, ¿was meint "teándrico"?
ResponderEliminarlo busqué im wörterbuch, aber no lo encontré(jeje). Danke.
Ana.
Si no hablas claro ni te expresas bien, no sé cómo te vas a enterar, "anónima Ana". Para ilustración de todos, sin embargo, aclaro:
ResponderEliminarEl concepto "teándrico" se refiere a la unidad de naturaleza divina (theos) y humana (andros) en la Persona de Cristo; todo lo que pertenece a la Persona de Cristo posee esta "constitución" y "dignidad" única que existe desde el momento de la Encarnación del Verbo.
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Siento de veras haber dicho algo impío y herético sobre la Unción de Cristo. Al menos ha servido para que Vd. exponga tan bien la doctrina católica. Para reparar, permítame citar estas autoridades:
ResponderEliminarEl Catecismo de la Iglesia Católica (§ 438) la apoya en esta frase de San Pedro: «Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder» (Hech. X, 38), y en ésta de San Ireneo: «En el nombre de Cristo está sobre entendido El que ha ungido, El que ha sido ungido y la Unción misma con la que ha sido ungido: El que ha ungido, es el Padre. El que ha sido ungido, es el Hijo, y lo ha sido en el Espíritu que es la Unción».
http://www.vatican.va/archive/ESL0022/__P1F.HTM
Y el Catecismo Romano dice que Cristo fue «ungido para exercer estos cargos [de Sacerdote, Profeta y Rey], no por mano de algún mortal, sino por virtud del Padre Celestial, ni con ungüento de la tierra sino con óleo espiritual; porque se derramó sobre su santísima alma la plenitud del Espíritu Santo […]».
http://books.google.es/books?id=w4EaBDYpljIC&pg=PA34&dq=%22catecismo+romano%22+%22para+exercer%22
Sí, es uno de los discursos de San Pedro.
ResponderEliminarTambién te habrás dado cuenta de qué manera tan preciosa lo dice el Catechismus Romanus:
"...Christus dictus est, et unctus ad illorum munerum functionem, non quidem alicuius mortalis opera, sed caelestis Patris virtute, non terreno unguento, sed spirituali oleo; quippe cum in sanctissimam eius animam Spiritus Sancti plenitudo gratiaque et omnium donorum uberior copia effusa sit, quam ulla alia creata natura capere potuerit..."
Las cosas buenas que se olvidan tanto. Habría - pienso muchas veces - que re-editar más y publicar menos.
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"...al Señor Resucitado sólo le tocan los Apóstoles que ya son "sacerdotes";"
ResponderEliminarLa afirmación me llama la atención, porque la Iglesia permite impartir la Sagrada Comunión a quienes no son sacerdotes o al menos así lo he visto hacer a monjas e incluso a seglares. ¿Es ortodoxo este proceder? Gracias
Leo en Iota Unum (§ 31): «El Papa [Juan XXIII] ordenó también que se reeditase el Catecismo del Concilio de Trento, pero la orden no fue obedecida. Sólo en 1981, y por iniciativa privada, se publicó en Italia su traducción (OR, 5-6 julio 1982)».
ResponderEliminarBueno, pues gracias a Google está accesible a todos:
http://books.google.es/books?id=w4EaBDYpljIC&pg=PR1&dq
Y el español de Manterola no desmerece del latín original.