Es la noticia que me ha alegrado el Día: La Sgdª Congregación para las Causas de los Santos ha ordenado la exhumación del cuerpo de John Henry Newman. Lo han publicado hoy mismo en The Catholic Herald , sucintamente, como son estas cosas. El único detalle signficativo de la noticia es que ya está preparada una sencilla urna de mármol para depositar las reliquias del Cardenal después de su exhumación y reconocimiento canónico.
Me imagino que - salvo milagro - los restos estarán muy consumidos, a un siglo y pico desde su inhumación. La sepultura se hizo - por expresa voluntad de Newman - en la tierra del pequeño cementerio anejo a la capilla de Rednal, y tengo entendido que en la misma fosa en la que enterraron a su amigo Ambros Saint John. En la estilizada cruz céltica que marca la sepultura, el nombre y la fecha obituaria de fr. Ambros está marcada en el círculo, y la inscripción de Newman aparece grabada sobre la cruz, ambas muy sencillas, tanto que no destacan entre las demás del íntimo camposanto.
Se supone que será por Adviento cuando se comunique la fecha de la beatificación, tan esperada. No ha sido una causa popular; sólo en algunos círculos católicos se ha seguido con cierto interés la promocíón de Newman a los altares. Ignoro si el tema ecuménico haya podido ralentizar el proceso; tampoco sería prudente suponer que las recientes crisis de la Iglesia Anglicana tengan que ver con la inminente beatificación. Pero sin duda que un Newman beatificado afectará a todo eso.
Los "Tracts for the Times" y todo el Movimiento de Oxford se mantienen tan "actuales" como cuando empezaron, hace siglo y medio. Me pregunto a veces si no serían tan revulsivos para los católicos de hoy como para aquellos anglicanos de entonces.
Y me contesto que sí.
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Querido Terzio: perdona la extensión. En estos últimos días se han sucedido y se han reflejado en tu blog algunos hechos cuya coincidencia en el tiempo me parece significativa:
ResponderEliminar- El plazo y condiciones señalado a los lefebvrianos para su regularización. Su cumplimiento debería haber coincidido con la fiesta de San Pedro y con el I aniversario del "Summorum Pontíficum". Los que sí han aprovechado esta ocasión de Gracia han sido los Redentoristas Transalpinos. (No sé si en relación, un ilustre comunicante de este blog está hablado en el suyo de la Pataria).
- Aprobación definitiva del Camino Neocatecumenal.
- El Patriarca ortodoxo de Constantinopla ha acompañado al sucesor de Pedro en su fiesta. Se inauguraba también el Año Paulino. (En tu blog se ha hablado de la IV Cruzada y de la discordia con los ortodoxos).
- Actualidad de los anglicanos y nuevas divisiones entre ellos en relación con la "ordenación" de mujeres y la cuestión homosexual. Algunos se plantean el retorno a Roma. Y simultáneo anuncio oficioso de la beatificación del Card. Newman.
A mí se me ocurre ponerlo todo en relación con este reciente discurso del Papa (Sidney, vigilia del pasado 19):
«La sociedad contemporánea sufre un proceso de fragmentación [...]. Como testigos cristianos, ¿cuál es nuestra respuesta a un mundo dividido y fragmentario? [...] La unidad y la reconciliación no se pueden alcanzar sólo con nuestros esfuerzos. Dios nos ha hecho el uno para el otro y sólo en Dios y en su Iglesia podemos encontrar la unidad que buscamos.
»Y, sin embargo, frente a los fallos y decepciones, tanto individuales como institucionales, tenemos a veces la tentación de construir artificialmente una comunidad "perfecta". No se trata de una tentación nueva. En la historia de la Iglesia hay muchos ejemplos de tentativas de esquivar y pasar por alto las debilidades y los fracasos humanos para crear una unidad perfecta, una utopía espiritual.
»Estos intentos de construir la unidad, en realidad la debilitan. Separar al Espíritu Santo de Cristo, presente en la estructura institucional de la Iglesia, pondría en peligro la unidad de la Comunidad Cristiana, que es precisamente un don del Espíritu. Se traicionaría la naturaleza de la Iglesia como Templo vivo del Espíritu Santo. En efecto, es el Espíritu quien guía a la Iglesia por el camino de la Verdad plena y la unifica en la comunión y en servicio del ministerio. Lamentablemente, la tentación de "ir por libre" continúa [...].
»La unidad pertenece a la esencia de la Iglesia. Es un don que debemos reconocer y apreciar. Pidamos esta tarde por nuestro propósito de cultivar la unidad, de contribuir a ella, de resistir a cualquier tentación de darnos media vuelta y marcharnos [...].
»¿Quién puede satisfacer este deseo humano esencial de ser uno, de estar inmerso en la comunión, de estar edificado y ser guiado a la Verdad? El Espíritu Santo. Éste es su papel: realizar la obra de Cristo. Enriquecidos con los dones del Espíritu, tendréis la fuerza de ir más allá de vuestras visiones parciales, de vuestra utopía, de la precariedad fugaz, para ofrecer la coherencia y la certeza del testimonio cristiano».
Caro Mendrugo: Tus comentarios mejoran este blog, verbigracia.
ResponderEliminarNo sólo por las citas, sino por su intención.
Grazie mille!
p.s. ¿Cuando vas a abrir un blog? Estoy deseando "comentarte".
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Gracias, Terzio. Me halaga que me animes a abrir blog, pero no podría mantenerlo.
ResponderEliminarMira lo que le oí decir el otro día a una señora con mucho donaire:
- No hay que tener campo, ni barco, ni cosas así, que dan tanto gasto y quebraderos de cabeza y que las disfrutas de vez en cuando. Lo que hay que tener es amigos que las tengan y que te inviten.
Pues eso ;-)
Gracias por difundir a Newman y recordarlo. Muy bueno el blogg.
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