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En el antiguo de San Pio V, en la sección Missae propriae Sanctorum qui in Hispania celebrantur solamente aparece el graduale-alleluja: "O sidus refulgens Hispaniae, sancte Iacóbe apóstole.Alleluia." Y lo mismo en el Misal retocado de Juan XXIII (1.962). En el bilingüe latín castellano de 1.965, no está, curiosamente.
No dispongo de información a mano, pero supongo que el actual formulario de la Misa de la Solemnidad de Santiago Apóstol, patrono principal de España (sic en el Misal) se elaboraría a partir de textos existentes, antiguos o en uso; imagino que los más significativos procederían de la tradición compostelana (oracionales, cantorales, etc.). Como digo, no puedo precisar más.
También estimo que en el momento de la composición de estas oraciones del Misal, las mentes de sus creadores no estarían tan hipotecadas a ciertos supuestos que hoy las harían imposibles. Ignoro si en Cataluña o las Vascongadas se rezan tal cual, o han sido censuradas para evitar nombrar a España, tan explícita y enfáticamente. Pero me temo lo peor.
La oración es imponente:
Dios todopoderoso y eterno, que consagraste los primeros trabajos de los Apóstoles con la sangre de Santiago, haz que por su martirio, sea fortalecida tu Iglesia y, por su patrocinio, España se mantega fiel a Cristo hasta el final de los tiempos. P. ntrº Sr. Xtº... Amén.-
Quizá el espíritu de trueno del Apóstol se ha revelado tan patente, tan fuerte y vehemente en su oración. Y hasta parece un reto, un desafío rezar y pedir eso en la España que se desentiende institucionalmente de su legado histórico, y reniega políticamente de la fe vinculada a su historia y su identidad.
No sé si el Voto de Santiago estará también entre las instituciones hispano-cristianas a abolir proximamente por el infra-gobierno zpista. Con el rifirrafe de la Misa del Carmen en Marín y el plantón de la ministresa recién parida, vamos avisados. A ver cómo deriva la piara encanallada.
Personalmente, le tengo una particular devoción a la iconografía santiaguista. Sin duda, la representación del Apóstol en hábito de peregrino es una de las más genuinamente hispánicas, y la prefiero. La otra - tan española también - del Santiago en Clavijo no me resulta tan apropiada para el culto sacro. Sin embargo, cada vez me interesa más como símbolo, como seña de contraste "histórico". Y reconozco también que si en vez de moros pusieran debajo del caballo las cabezas de quienes yo sé, me parecería muy bien.
Ita sit!
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A mí las noticias acerca de Santiago me recuerdan a su catedral.
ResponderEliminarSí señor. Quien ha peregrinado una vez a Santiago no puede oir el nombre del santo sin esa emoción del que ve las torres desde el Monte del Gozo.
ResponderEliminarPero la mención a esos dos tipos iconográficos, el Peregrino y el Matamoros, me recuerda un lema que campea en este blog: "Ad utrumque paratus".
El "ad utrumque" que pongo es el lema que aparece en un azulejo historicista (de Gestoso?) sobre el portón del Alcázar de Sevilla: Cruz y corona como símbolos de trono y Altar; o quizá, más aggiornato, patria y Fe.
ResponderEliminarTu lectura, Mendrugo, es interesante, pero no quita que la iconografía del Matamoros resulte, como decía, menos apta para el culto que el del Peregrino.
El mismo que le dijo a Pedro "...mete la espada en la váina..." etc le podría decir lo mismo al Santiago con la espada en ristre (y que a mí me gusta tanto, que conste).
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"Ad utrumque paratus" es también el lema de varias unidades del ejército. Los soldados de antes lo tomaban, en broma, como alusión a los "paratos".
ResponderEliminarA mí la guerra me da más terror que a nadie. Le pido a la Virgen que a nuestra generación nos toque lo de "mete la espada en la vaina", y no aquello de "quien no tenga espada venda su manto y compre una". Pero como me decían a mí, de niño, cuando hacía alguna trastada:
- ¡Prepárate!
Por hacer un chiste negro y malo, quieren suprimir el "Voto de Santiago" para dárselo a los moros.
Pero yo siempre confío en la Divina Providencia y en la protección maternal de la Santísima Virgen sobre España.
El tema de las espadas en los Evangelios es "misterioso"; ese texto que citas y el correlato del Prendimiento. Y los cometarios no me satisfacen (los que conozco).
ResponderEliminarHace años (tenía 21 años, o por ahí) actué unas cuántas veces en una obra de teatro de Jaime Salón, "Tiempo de espadas", que se inspiraba y desenvolvía desde esas citas. Muy buena.
Sobre la guerra, te diré que tengo juicios muy "encontrados". Por un lado, me horroriza; por otro, me atraen el fenómeno y sus consecuencias, y hasta dudo si será una consciente/inconsciente "institución" hasta cierto punto imprescindible para el hombre (sin entrar en el tema del pecado, que sería necesario considerar al respecto).
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Bueno. La guerra es la constante más constante de la historia humana.
ResponderEliminarPero creo que a mí me han salido los anteriores comentarios tan sombríos porque estoy bajo los efectos de un par de artículos que he leido sobre el juicio de Dios que se nos viene encima. Los dos escritos por evangélicos. (Se encuentran en Religión en Libertad: uno lo inserta en su blog Pérez Bustamante y otro es de César Vidal). No es que hablen de la guerra como forma del castigo, pero a cualquiera se le ocurre.
Esto me pasa por leer a protestantes. Y lo peor es que no tengo "nariz católica" para detectar lo que está mal (salvo la valoración que hacen de pasada de algunos hechos históricos).
Pues mantente higiénicamente alejado de esas lecturas, que infectan. Después del empalagoso pedante emboscado en la cope, el Bustamante es el segundo cuelo, tan amigo del protestante copero que se ha ganado que lo coloquen en la web de rel. en libertad. Es un confuso que se volvió protestante y dice que se ha re-vuelto católico (aunque entre el fervor radical del converso apunta todas esas maneras protestantonas que puedes apreciar).
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Muchas gracias por la advertencia, Terzio. Creía que no me habías publicado el comentario y con eso la daba por recibida y la agradecía igual. Malas lecturas. Con este motivo he hecho expurgo de marcadores, que de vez en cuando hace falta.
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