Publio Elio Adriano. Le tengo simpatía porque es paisano, pero al fin reconozco que si no hubiera sido emperador romano, no merecería más aprecio que el común. Pero ser emperador de Roma facilita las simpatías (todos llevamos dentro un píccolo autócrata).
Ciertamente, su época fue esplendida, con Roma en el cenit de su siempre violenta historia (sólo hubo pax con Augusto - ¡?-), y la buena memoria de Adriano es casi universal. La Roma que se visita, tiene un tanto por ciento muy notable de monumentos, ruínas y mármoles adrianeos: Desde el Castel Sant'Ángelo al Panteón, parte de la Roma más visible e identificable es de Adriano o de su siglo. Un siglo fascinante, con los cinco mejores emperadores de todo el Imperio (Gibbon dixit), de Nerva a Marco Aurelio, con Trajano (viva!!) sobresaliendo entre todos, y el longevo Antonino Pio haciendo puente entre unos y otros.
Adriano no fue Trajano. Las virtudes raramente se heredan (las de verdad son gracia, y no genes), no así los vicios. Lo mejor de su antecesor que había en Adriano era esa sangre de los Elios hispalenses. Lo estético, lo artístico, lo literario y filosófico serían cualidades personales, bien desarrolladas a tenor de lo que nos ha llegado del brillante Adriano. Es admirable que siendo tan "apolíneo" fuera a la vez un buen gestor/administrador político y militar, caso rarísimo. Volvería a pasar con Marco Aurelio, pero sin el fascinante sello de Adriano, ni su estilo. Hasta escribía versos, como estos, que dicen que escribió poco antes de expirar:
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Animula, vagula, blandula / Almita, vagabunda, tierna
Hospes comesque corporis / huésped y compañera del cuerpo
Quae nunc abibis in loca / que ahora marcharás a los lugares
Palidula, rigida, nudula / lívidos, rígidos, desnudos
Hospes comesque corporis / huésped y compañera del cuerpo
Quae nunc abibis in loca / que ahora marcharás a los lugares
Palidula, rigida, nudula / lívidos, rígidos, desnudos
Nec, ut soles, dabis iocos / y no (me) solazarás como sueles
Esos versos de Adriano moribundo se popularizaron cuado Marguerite Yourcenar publicó sus Mémoires d'Hadrien (1951), y Adriano re-actualizó su presencia, saliendo de la remota historia del siglo IIº para convertirse en un mito homosex, o tempora o mores!
Es una tentación para el escritor proyectarse-redactarse en lo que escribe, y es comprensible. Pero en ese género sui géneris de la "novela histórica", es un abuso; doble: se abusa del personaje real y a la vez del lector. Tanta gente evoca los personajes históricos desde la re-creación de una ficción literaria, con efectos muy equívocos. Por ejemplo, una escritora belga instalada en USA, de reconocida tendencia "sáfica", por mucho que "sintonice" con el personaje, resultará muy poco convincente si se considera que re-crea la historia de un militar-político, emperador del siglo I-II; el detalle "homosex" que podría entenderse como motor de la empatía está - tiene que estar - muy lejos de poderse explicitar en paralelo al gusto/molde/actualidad del siglo XX. Pero la novela de la Yourcenar se lee bien, y es buena en su género. Desafortunadamente, otros han seguido con el filón sin la vis literaria de la belga.
En el British Museum exponen un monográfico, Hadrian : Empire and Conflict ; merece la pena asomarse al link para ver cómo los museos han captado la onda y presentan sus ofertas en los formatos más sofisticados. No sé si la atracción por la Roma imperial es una moda (Roma perennemente atractiva/inspiradora). Me pregunto si el neo-paganismo galopante de la Europa post-moderna estará buscando un "perfil" mediante esa evocación de su pasado romano a la vez que se desprende de sus raíces cristianas. Consciente o sub-conscientemente, pudiera ser.
A la par que la exposición, están rodando (o acaban de filmar) una peli con guión inspirado en la novela de la Yourcenar. El director es el inglés John Boorman, con pelis como Excalibur (muy buena) y La Selva Esmeralda (que me gustó). El actor que hará de Adriano será el petardo prostituído a Hollywood Anthony Banderwas, gloria de la cultura zpera y embajador-introductor de la cutre movida española en Beverly Hills. El Antinoo no sé quién será, pero me temo que la peli irá de eso: Antonio (Banderwas) y Antinoo. Lo siento por Adriano, que a veinte siglos de distancia va enseñar el culo y sus intimidades en la gran pantalla (o tempora o mores, yes!)
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Por cierto que el bello Antinoo ha sido una piedra de toque para descubrir "sensibilidades". Ya el gran Winckelman se retrató muy significativamente con un atuendo ambiguo y un grabado del Antinoo Farnese en la mano. Yo mismo me estremecí el dia que le descubrí un póster de un Antinoo a un terrible profesor de Historia:
- "Una estatua romana...", me dijo;
- "Oh! sí.", dije yo.
Apostaría que la peli del Adriano de Boorman, también captará la atención del público más sensiblemente filo-antinooista, of course.
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Adriano y Trajano, dos elementos de cuidado, claves para entender la historia en sus detalles y esenciales para comprender Roma y por ende España han tenido a lo largo de (mi)historia dos cosas: una que todo lo que se ha hablado de ellos, hasta en ámbitos académicos, es sobre su sexualidad que, esencialmente es lo que menos me importa de ellos; la otra es la confusión: uno de Híspalis, otro, de Itálica: pocos libros y autores los encajan bien.
ResponderEliminarVaya! Lamento tu historia sexualizada de los dos - uno de Itálica y otro de Hípalis - Yo no me enteré de sus sexualidades hasta que llegué a la Universidad: item más: los Trajanos y Adrianos que conocía no tenían ni pelotas siquiera (ni brazos tampoco; y la cabeza, unas veces sí y otras no, según la estatua).
ResponderEliminarp.s. Trajano, por cierto, era de Triana (que no es ni Híspalis, ni Itálica, ni Sevilla siquiera. Es dificil de explicar).
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Te lo explico yo y a ver si acierto.
ResponderEliminarLa primera vez que fuí a Sevilla; ciudad desconocida, además de regalarle un petardo a Joaquín (que cara puso, el pobre)por la noche tuve una especie de cena (le llaman tapear) por el hotel M y demás sitios que desconozco totalmente: sólo recuerdo alrededores de la catedral.
Al retirarme, uno del grupo, le acercamos a su casa: al cruzar el puente se vuelve en el coche y me dice "y aquí, empieza Sevilla"
¿lo entendi?
Oh! Una explicativa pincelada.
ResponderEliminarYes.
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Oh!
ResponderEliminarEl libro de Yourcenar estuvo de moda hace unos años, y no había político que no reconociese "estar leyéndolo". Pero sigue en librerías, muy lozano.
Es evidente que la película que comentas toma como pretexto la figura imperial, para meter de matute otros argumentos. Creo que la historia romana no ha sido tratada bien en filmes. Salvando la serie "Yo Claudius", que es excepcional.
Y sin embargo, hay una peli cómica de romanos que es buenísima: "Golfus de Roma", digna de ver.
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Esa de Golfus la tengo lejana en la memoria, tendría que revisitarla...
ResponderEliminarPero ¡mea culpa! ¿Que no hay buen cine de romanos...?
BEN HUR
LA CAIDA DEL IMPERIO ROMANO
(esta última excepcional, en cuanto a la recreación del ambiente histórico).
En fin...
Si, no te quise contradecir. Precisamente me acordé de esas dos. Ben Hur no es propiamente de romanos, pero las escenas de la batalla de Arrio etc. son muy buenas. Y La Caída, es muy buena (y rodada en España); y otra buenísima es el Espartaco de Kubrick; item más: Gladiator (que casi calca en su primera parte La Caída del Anthony Man) es también muy buena, y R.Crowe interpreta estupendamente.
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Espartaco, otro olvido imperdonable.
ResponderEliminarPero "Gladiator" me decepcionó: demasiado "hollywoodiense", ya comienza a separarse del motivo romano.
Alguna de Julio César debe estar bien. Ahora recuerdo "Cleopatra".
Siempre que veo a un tullido pienso en Antinoos.
ResponderEliminar¿Por alguna razón el comentario citando la Vida de Brian no ha salido?
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