EX ORBE

L o que fascina a la gente de nuestro tiempo suele ser lo más pútrido de nuestra época. Y pocos mundos más putrefactos y fascinantes para...

S uelo tener a mano un misal antiguo, de los de mano, de devoción, como complemento y auxiliar; de hecho, varios: en el despacho, en casa, ...

R ecuerdos de mis años universitarios, cuando el vetusto Don José Hernández Díaz, papada floja y temblona, con temblona y flojita voz, repet...

  E s blanca como nieve y azucena, humilde en santidad que vive y siente, la paz de su semblante sonriente refleja el alma de es...

A l Santo Mártir cantauriense le mantengo una devoción que crece cuando comparo según aquello que predicaba en Sevilla nuestro venerable ...

  E l aire limpio, el silencio de aquella mañana fría, el buey, la mula, José junto al pesebre y la estrella que brilla sobre María....

C uánta voluntad divina en la Palabra que late con pulso de carne y sangre en el seno de María. En ella las profecías se fraguan en T...