La sutil mención de lo pastoral como razón, confirma esa táctica anfibológica de conceder disfrazado de no ceder pero otorgando, de hecho, consentimiento y autorizando.
¿Es sacrilegio? Los autores (el sumo y su portavoz disimulado) dirán que no. ¿Y la fe católica y apostólica, qué dice? ¿Qué dice una bien formada conciencia católica consciente?
No somos tontos ni comulgamos con ruedas de molino...y distinguimos la manzana tentadora y el pan empapado en ponzoña.
Lo temíamos, lo esperábamos como se teme un crimen anunciado. Y ya está aquí.
Que sea en vísperas de Navidad, oscurece aun más el maleficio.
Tu autem Dömine, miserere.
+T.
Si es verdad la noticia, es un cambio tan grave que, en mi opinión, desarma a la iglesia porque deja desamparados a todas las personas que se habían refugiado en ella ya que veían una doctrina que defendía el amor entre un hombre y una mujer, y la indisolubilidad del matrimonio.
ResponderEliminarManuel
Sé que es mucho pedir, pero estaría bien que empezasen a firmar decretos en cascada los obispos, prohibiendo dichas bendiciones sacrílegas.
ResponderEliminarEn fin, por soñar que no quede.
Pues ya han empezado: en Astaná, en Malawi, el obispo Strickland... Resistiremos.
ResponderEliminarya veremos como termina, resistiremos!!!
ResponderEliminarya veremos como termina, resistir!!! https://www.onlinetis.com
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