brotan por donde pisa la Nazarena
Virgen, como una estrella,
brilla en la tarde:
Del Hijo del Eterno
va a ser la Madre.
Luceros relucientes,
Santos Arcángeles,
Reyes y Profetas
venid, cantadle,
¡rezadle Avemarias!:
Su intacto talle
contiene al Infinito
que en Ella late.
¡Tal es su aroma,
que a su paso florecen
nuevas las rosas!
+T.