Enmanuel, Niño bendito,
Hijo de Dios adorado,
bendice a este pobrecito
que junto a tu pesebrito
te contempla embelesado.
Aun pecador, reverente,
con el ánimo temblando,
en lágrimas se le van
los ojillos en torrente
pues tu Amor le ha enamorado:
Créale un corazón limpio
para que así pueda verte
y al fin quede en el pesebre
siempre tu mirar mirando.
Virgen Madre de este Niño
que puedes por tu Hijo tanto:
Pídele, que si le ruegas
los ojos que tanto lloran
consuelo tendrán logrado.
¡Reina de Belén bendita,
de los pobres dulce amparo!
+T.