La emoción de la belleza...aun cuando se cante el dolor. Son gracias de todos los tiempos, anejas a lo espiritual (que es sobrenatural) del alma humana, capaz de lo sublime (aun siéndolo también del pecado). Los maestros del Barroco (Bach, Haendel, Vivaldi, Corelli) le prestan especial forma insuperable.
...incluso cuando no cantaban cosas de Dios, dejaban la huella de Dios y estaban dando gloria a Dios.
Non nobis, Dómine, non nobis, sed Nomini Tuo da gloriam !!!