Agnus Dei bendecido por el Btº Inocencio XI en Pascua de1677 |
Como adorno de Pascua, también como felicitación y regalo, pongo en Ex Orbe estos dos preciosos documentos, testigos de la decadencia del catolicismo romano. Las grabaciones nos permiten ver qué grave ha sido la caída, desde el sublime ritual de la tradición reverente y creyente, respetuosa consigo misma, hasta la simplicidad minimalista, vulgar y desconcertantemente ocasional, sujeta al capricho personal. Se despreció el antiguo tesoro de ricos signos y se nos obliga a aceptar la baratija insignificante.
El primer vídeo (con montaje un poco deficiente) muestra partes de la liturgia papal del Jueves Santo de 1964 en San Juan de Letrán. Pablo VI entra en la Basílica, incensa el Altar (con las reliquias de la Mesa de la Institución), ocupa la sede en el ábside basilical y cumple el rito del Mandato, lavando los pies a doce clérigos romanos.
Me resisto a comentar detalles, tantos y significativos. Lo principal es ver al Papa ritu servando, cumpliendo el rito, sujeto a las venerables ceremonias, siguiendo las indicaciones de los ceremonieros, con la solemnidad y devoción exigidas. La humildad del celebrante no necesita moniciones explicativas. Si el yutube tuviera sonido, los cánticos litúrgicos de la celebración completarían la emocionante impresión de las imágenes.
El segundo vídeo es una rareza, porque recoge no ya un rito reformado-deformado, sino que visualiza un ritual católico romano extinto, realizado por última vez por Pablo VI. Puesto que el ritual se cumplía en la Pascua del primer año de pontificado del Papa y después sólo se repetía cada siete años, la grabación recoge la penúltima ceremonia de bendición de los Agnus Dei, el Miércoles de la Octava de Pascua de 1959, por Juan XXIII, la única vez que el Papa Roncalli cumplió ese antquísimo rito papal:
Las oblatas de cera con la imagen del Cordero Pascual se preparaban por los cistercienses de San Bernardo alle Terme. El Papa, en una de las estancias del Palacio Apostólico, bendecía primero el agua con mezcla de Santo Crisma y bálsamos, luego echaban en la fuente bautismal las oblatas de cera, el Papa las removía con una espátula y las recogía poniéndolas en un cesto, rezando las oraciones que señalaban las rúbricas para cada momento del ritual (aquí una descripción más detallada del rito, con las oraciones - en italiano todo - y , menos detallado, aquí en español). El rito se celebraba el Miércoles de la Octava de Pascua, y los Agnus Dei se distribuían el Sábado de la Octava.
Ahora, como una (¡otra!) escena de paraísos perdidos, los Agnus Dei (con su bendición perdida en cuanto se ponen en venta) se pueden comprar en tiendas de antigüedades religiosas, restos y sombra de la piedad que los veneró, acusaciones en cera del catolicismo que los pretirió. Tal cual si fueran un epílogo de lacrimae rerum, o unas líneas de devota nostalgia al estilo de las páginas finales del Il Gattopardo del Lampedusa.
A todos los frecuentadores, afines y afectos de Ex Orbe, ¡Feliz Pascua Florida !!!
+T.
Estimado AMDG: Primeramente, perdona que te haya borrado (por error) el comentario.
ResponderEliminarEl Agnus es un sacramental, se usaba como bendición y propiciatorio contra tentaciones, enfermedades, rayo y calamidades, como cualquier otro objeto bendito.
Si lees los artículos que enlazo, verás que la bendición de los Agnus tenía relación con los neófitos bautizados en la noche pascual, pues la liturgia se relaciona con ellos y se les regalaba como un don pascual y en recuerdo del Bautismo.
Intuyo que la teología del carácter/fragis bautismal que se explicaba como una marca perenne de Cristo y su gracia en el alma del bautizado, al modo del 'sello' sobre la cera, tenía que ver con la elaboración y bendición de los AgnusDei.
Parece mentira que tan rica simbología, en una época que se inventa signos absurdos, haya desaparecido.
Se trata, al fin, de otra víctima de la desastrosa reforma litúrgica y sus impiedades des-católicas.
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Tengo la dicha de que una amiga de los USA haya compartido conmigo dos de estos bellos sacramentales, uno bendito por s S Pio X y otro por Pio XII a, ambos los tengo como tesoros en el Altar de mi casa. Es lamentable cómo la herejía modernista reinante ve cualquier recurso sobrenatural como los sacramentales como superstición y al mismo tiempo valora las religiones falsas y sus símbolos. Bello video del Mandatum algo similar puede verse con la misma pompa y circunstancia en la iglesia Ortodoxa Rusa a lo menos no veremos trasvestis o mujeres musulmanas en la ceremonia, que cosas veredes Don Terzio amigo...Santa Pascua para Ud. El Resucitado es prenda de Su triunfo final, no perdamos la esperanza
ResponderEliminarTanto, tanto se ha perdido... ¡qué tristeza!... Pero verdaderamente Cristo ha resucitado; ¡Felices Pascuas, Don Terzio!y lectores del blog.
ResponderEliminarPara los tiempos que corren, estas hermosas ceremonias lucen en exceso prometidas, autorreferenciales y pelagianas ...
ResponderEliminar¿Qué es lo que se ve a Pablo VI bendiciendo en el primer vídeo, minuto 1:00? Parece un altar portátil, pero no creo que lo sea porque luego se ve al Papa celebrando Misa en el altar fijo.
ResponderEliminarPor cierto, parece mentira que muchos de esos clérigos que se ven tan devotos participando en la ceremonia muy poco tiempo después se apuntaran rápidamente al carro de las novedades y de las novelerías que estaba por llegar.
¿Bendiciendo? Está incensando el altar mayor de San Juan de Letrán (por la parte que mira al ábside); a partir del minuto 1'33 se ve un plano general.
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Cierto, ahora veo que se trata del altar mayor de San Juan de Letrán.
ResponderEliminarEn mi comentario anterior quise decir "bendiciendo", pero tuve un lapsus.