martes, 15 de abril de 2014

La trampa de los 'viri probati'

Monseñor Erwin Kráutler entre dos de sus diocesanas
Hace unos días publicaron en el informativo católico The Tablet un artículo que recogía parte de una entrevista al austriaco (de nacimiento y procedencia) Erwin Kräutler, Obispo de Xingú, en la selva de Brasil. Es el de la foto de arriba; aunque para la audiencia con PP Franciscus se puso una sotana (vieja) de obispo, con su fajín de moiré (a punto de saltar los corchetes) que parecía prestada por un ropavejero del Trastévere. El pectoral era una cruz-galleta de jengibre colgando de un cordel, quizá una manufactura artesanal de los indígenas de la selva tropical (véase)

Monseñor Erwin Kräutler ha sido uno de los expertos que han participado en la confección de una ya anunciada encíclica de PP Franciscus sobre temas y problemas de ecología. A ver qué sale. Pero lo preocupante no es la doctrina francisquista sobre ecología, sino un particular comentario sobre un tema especialmente grave, muy importante, que recoge el susodicho artículo.

Al parecer, en la conversación entre PP Franciscus y el prelado austriaco-brasileño, Erwin Kräutler, surgió el acuciante problema de la escasez de sacerdotes:


- "...Le dije que como obispo de la diócesis más grande de Brasil, con 800 comunidades eclesiales y 700.000 fieles, sólo tenía 27 sacerdotes, lo que significa que nuestras comunidades sólo pueden celebrar la Eucaristía dos o tres veces al año como mucho (...) Él (PP Franciscus) señaló que las conferencias episcopales regionales y nacionales deberían buscar y encontrar un consenso sobre la reforma y luego deberíamos traer nuestras sugerencias a Roma."

Esto contaba Kräutler. Según él, el tema siguió con la mención por parte de PP Franciscus del caso muy conocido del obispo de Chiapas, Felipe Arizmendi (San Cristóbal de las Casas), que ha ordenado 300 diáconos permanentes (casados) para quienes postula (sugiere) la ordenación sacerdotal.


Monseñor Erwin Kräutler en procesión ecuménica (?) al lado de un hembra pseudo-clériga, no sé decir si falsa-obispesa o si falsa-presbiteresa, no problem (para Kräutler)


Todo esto significa que los llamados 'viri probati' vuelven a ser el señuelo (la trampa) para introducir por la puerta falsa el matrimonio de los presbíteros y acabar con el celibato sacerdotal tradicional en la Iglesia Católica Romana. Lo que empezó con los diáconos se quiere continuar con los presbíteros. Esa intención implícita (nunca reconocida) en quienes pidieron en el Vaticano IIº la rehabilitación del diaconado permanente, vuelve a surgir, al parecer con el favor y el estímulo de PP Franciscus, según se desprende de la fuente que traigo a colación.

Dejar asunto de tanta gravedad en manos de las Conferencias Episcopales podría ser la re-edición de lo sucedido con la petición/concesión de la Comunión en la mano, que pasó en unos años de ser sacrilegio a ser abuso, luego abuso consentido, después una opción pastoral reconocida, más tarde una práctica promovida, finalmente una concesión (amplísima) de la Santa Sede, y al poco tiempo la única forma de administrar la Comunión practicada en muchos sitios y hasta impuesta y obligada en muchos lugares. Dejando el asunto en manos de las Conferencias Episcopales, con la muy deficiente Jerarquía actual, con la influencia de la vanguardia teológica y la presión de activistas y grupos des-católicos, en cinco años, podría desaparecer el celibato sacerdotal en la Iglesia Católica.

Primero - especulo - se concedería ad experimentum, en algunas diócesis escogidas; luego se introduciría en diócesis de misión; luego se accedería a peticiones de determinadas diócesis, conferencias etc. Y al fin se generalizaría, reconociéndose la situación y promoviéndola después.

La excusa será la necesidad de vocaciones. La mentira será que todos saben que el no-celibato no soluciona las vocaciones, ni trae más vocaciones, ni fomenta nuevas vocaciones. Al revés: se perderán vocaciones, se impedirán vocaciones, se frustrarán vocaciones.

El artículo de The Tablet recuerda de paso algunas otras opiniones presumiblemente favorables a la reforma del celibato sacerdotal, publicadas en directo o captadas off the record, pronunciadas por significativos prelados católicos, como el Cardenal Hummes, el Cardenal Scola o el mismísimo actual Secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolín.

Yo, por mi parte, estoy persuadido de que el día en que caiga el celibato vinculado al sacerdocio, será el punto en que habría que re-plantearse y re-decidir una conciencia católica según la tradicional identidad del catolicismo romano que, en esa futurible (y temible) coyuntura, se habría, finalmente, roto.

Los que llevan 50 oscuros años trabajando para ello estarán batiendo palmas (y afilando cuchillos).

Huelga decir que todo esto está pasando bajo el fantástico y muy aplaudido pontificado de PP Franciscus, por lo que cabe pronosticar que, sea lo que sea que pueda pasar, todo concluirá con una entusiasta ovación. Y todos contentos.

La mayoría de todos, es decir.

+T.