lunes, 13 de octubre de 2014
Seis comisarios de PP Franciscus
Estimular al Sínodo, darle un empujoncito, un impulso, por si frena su ritmo o titubea en aquello que se pretende que diga, que concluya, que proponga, que enseñe. Como el Sínodo ha sido previamente concertado y luego adelantado gracias a la propaganda (¿maquinaciones?) de Kasper y la prensa francisquista (una eficiente maquinaria de publicidad, como no la tuvieron ni pudieron tener ninguno de sus predecesores), puesto que el mundo sabía (y el mundo católico se temía) lo que el Sínodo iba a gestar y parir, por si acaso la cosa no sale tal y como se previó (¿tramó?), usando su papal prerrogativa, PP Franciscus ha nombrado un comité de seis prelados que se unirán a los elegidos por los sinodales.
Los elegidos por los sinodales (divididos en grupos por idiomas) fueron:
S.E.R. Cardenal Angelo Bagnasco
S.R.E. Cardenal Leo Burke
S.R.E. Cardenal José Fcº. Robles Ortega
S.E. André-Joseph Leonard
Los seis nombrados por PP Franciscus :
S.E.R. Cardenal Gianfranco Ravasi.
S.E.R. Cardenal Donald William Wuerl (arz. de Washington)
S.E. Mons. Víctor Manuel Fernández (rector de la Universidad Católica Argentina)
S.E. Mons. Carlos Aguiar Retes (presidente del CELAM)
S.E. Mons. Peter Kang U-Il (presidente de la CE de Corea Sur)
Rev P. Adolfo Nicolás Pachón, SJ (prepósito gral. de la Compañía de Jesús)
El sexteto francisquista es para temerse lo peor.
¿Se impondrán los 6 comisarios a los demás? ¿Ganaran los modernistas? ¿Cantarán victoria los kasperistas?
Allá van leyes do quieren reyes, decían nuestros antiguos.
Si tanto empeño había, tiene o tenía, más rápido y directo hubiera sido un motu proprio, sin necesidad de Sínodo, pues parece como si todo estuviera siendo una mera puesta en escena, una comedia prelaticia, un paripé romano.
Quién se iba a imaginar que el aire fresco primaveral fuera el disfraz de un ciclón impetuoso-impositivo, experto en el trágala.
Oremus, nihil obstante, fratres.
+T.
Siempre fue así Bergoglio.
ResponderEliminarY peor. Los que lo sufrimos en Argentina lo sabemos bien. Lo empaquetó al gordo Quarracino vendiéndole el mismo pescado podrido que ahora.
Oportunista, falso, inescrupuloso, populista (pero impopular), bruto, y completamente falto de misericordia. Todos sus "gestos" de supuesta humildad los hace para ser visto y alabado. Y de eso se alimenta su ego. Rara vez le veímos una sonrisa en Buenos Aires. En ese aspecto está irreconocible.
¿Por qué lo eligieron los Sres cardenales? Aquí hay algo más gordo...
¿Por qué lo eligieron los eñores Cardenales?
ResponderEliminarEso me regunto Don Tercio.
Diez Lucas de Buenos Aires
Querido Terzio:
ResponderEliminarPues menuda panda. En 1994, recuerdo como en el Opus se jactaban de apoyar al hoy San Juan Pablo II en ese tortuoso año de la familia. Hoy, so pretexto de su devoción por el Romano Pontífice e incondicional obediencia, censuran a Monseñor Livieres por una carta en la que ni una coma podría ser valorada como “desafortunada” ¿Acaso en la Obra hubo una mutación en 20 años? ¿Están conscientes que la postura de los Kasper, Tuchos y otros” teólogos de rodillas” contradice la doctrina que en la Obra se jactaban de defender sin tregua? Hay un librito interno en la Obra, algo así como “Hogares luminosos y alegres” que reúne un importante número de citas sobre el matrimonio en escritos de San Josemaría. Me pregunto ¿Se irá a la basura? Después de todo, en editorial Palabra se publicó todo un Enchiridion de la Familia donde la Carta encíclica CASTI CONNUBII brilla por su ausencia, como si en 1965 se hubiera reinventado la doctrina sobre el matrimonio. En dicha encíclica, Pío XI dice, con gran valor:
“Pero lo que impide, sobre todo, como ya hemos advertido, Venerables Hermanos, esta reintegración y perfección del matrimonio que estableció Cristo nuestro Redentor, es la facilidad que existe, cada vez más creciente, para el divorcio. Más aún: los defensores del neopaganismo, no aleccionados por la triste condición de las cosas, se desatan, con acrimonia cada vez mayor, contra la santa indisolubilidad del matrimonio y las leyes que la protegen, pretendiendo que se decrete la licitud del divorcio, a fin de que una ley nueva y más humana sustituya a las leyes anticuadas y sobrepasadas.
Y suelen éstos aducir muchas y varias causas del divorcio: unas, que llaman subjetivas, y que tienen su raíz en el vicio o en la culpa de los cónyuges; otras, objetivas, en la condición de las cosas; todo, en fin, lo que hace más dura e ingrata la vida común. Y pretenden demostrar dichas causas, por muchas razones. En primer lugar, por el bien de ambos cónyuges, ya porque uno de los dos es inocente y por ello tiene derecho a separarse del culpable, ya porque es reo de crímenes y, por lo mismo también, se les ha de separar de una forzada y desagradable unión; después, por el bien de los hijos, a quienes se priva de la conveniente educación, y a quienes se escandaliza con las discordias muy frecuentes y otros malos ejemplos de sus padres, apartándolos del camino de la virtud; finalmente, por el bien común de la sociedad, que exige en primer lugar la desaparición absoluta de los matrimonios que en modo alguno son aptos para el objeto natural de ellos, y también que las leyes permitan la separación de los cónyuges, tanto para evitar los crímenes que fácilmente se pueden temer de la convivencia de tales cónyuges, como para impedir que aumente el descrédito de los Tribunales de justicia y de la autoridad de las leyes, puesto que los cónyuges, para obtener la deseada sentencia de divorcio, perpetrarán de intento crímenes por los cuales pueda el juez disolver el vínculo, conforme a las disposiciones de la ley, o mentirán y perjurarán con insolencia ante dicho juez, que ve, sin embargo, la verdad, por el estado de las cosas. Por esto dicen que las leyes se deben acomodar en absoluto a todas estas necesidades, una vez que han cambiado las condiciones de los tiempos, las opiniones de los hombres y las costumbres e instituciones de los pueblos: todas las cuales razones, ya consideradas en particular, ya, sobre todo, en conjunto, demuestran con evidencia que por determinadas causas se ha de conceder absolutamente la facultad del divorcio.”
¿Debemos olvidar lo anterior? ¿Por qué no se habla, hoy día, de la ley natural? Y una pregunta más, ¿En este “Sínodo” recordarán a la Encíclica ARCANUM DIVINAE SAPIENTIAE de León XIII?
Un abrazo,
Rigoberto
Páter:
ResponderEliminarEn los sinodales, según Wanderer, hay uno más, el Card. Sarah de Guinea Ecuatorial:
"...El primer elegido fue el cardenal Burke, adalid de la posición conservadora. Es notable esta elección porque constituye un claro desafío a Bergoglio. Luego, el cardenal Sarah, de Guinea Ecuatorial y miembro de la Curia Romana; el arzobispo Léonard, primado de Bélgica; el cardenal Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y a quien Bergoglio le nombró el secretario que le boicoteó el cargo, y el cardenal Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara. Todos ellos son conocidos por sus posiciones conservadoras y ratzingerianas, claramente opuestos a los disparates francinquistas..."
http://caminante-wanderer.blogspot.com.es/2014/10/bergoglio-el-pluralista.html
Saludos,
Fortu
¿porque lo eligieron? está claro, porque era asi, porque sabían como era y era justo para hacer el trabajito que está haciendo y que bien dice lo está disfrutando en grande, se está vengando con fruición. ¿acaso el obedecía el motu proprio de B xvi? ya sabemos bien que no, pero ahora el pide obediencia....
ResponderEliminarSonríe porque lo esta disfrutando, eso de estar en el pináculo y que nadie ose corregirlo.
ResponderEliminarRigoberto no apoyan el divorcio pero las nulidades a granel son evidentemente el gran logro "legal" que encontraron para decir que defienden la familia, pero como quedan esos niños a los que a sus padres les fue concedida la nulidad, se tienen que plantear el hecho de que fueron todo el tiempo no hijos legítimos sino bastardos.....
ResponderEliminarNo se acuerdan de esa encíclica ni de ninguna otra anterior al vaticano segundo, despreocúpese Rigoberto. Esas encíclicas les gritan en la cara sus errores, por eso las han enterrado bajo kilos de tierra. Si hasta el mismo Ratzinger admitió que la Gaudium et Spes es una especie de antisyllabus...
ResponderEliminarDada la situación a la que hemos llegado, pienso que la oración ha de volverse por pasiva : en vez de buscar trabas para divorciarse lo que hay que hacer es ponerlas, y muchas, para casarse mediante el sacramento del matrimonio.
ResponderEliminarLa gente se casa con mucha frivolidad sin reparar en lo que hace porque nadie se lo explica. Y ahí está el error; ahí está el principio de la comedia que, a bien seguro, terminará en tragedia.
Parece que estamos descubriendo la polvora.
Hoy se presentó la Relación del cardenal Erdö. Entre muchos otros puntos dudosísimos (p. ej., la quasi-legitimación del matrimonio civil y el concubinato) traigo aquí el número 50 en su versión italiana:
ResponderEliminar"Le persone omosessuali hanno doti e qualità da offrire alla comunità cristiana: siamo in grado di accogliere queste persone, garantendo loro uno spazio di fraternità nelle nostre comunità? Spesso esse desiderano incontrare una Chiesa che sia casa accogliente per loro. Le nostre comunità sono in grado di esserlo ACCETTANDO E VALUTANDO il loro orientamento sessuale, senza compromettere la dottrina cattolica su famiglia e matrimonio?".
El Sínodo nos invita a "aceptar y valorar" la orientación homosexual. Ahí queda eso.
Veni, Domine Iesu! (veni etiam cito!)
La cosa se pone fea (por no decir jodida).
ResponderEliminarFrancisco logra que el Sínodo acoja a gais y nuevas familias
ResponderEliminarhttp://politica.elpais.com/politica/2014/10/13/actualidad/1413213817_924058.html
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Yo si decía que tanto Ebola y tanto Chikunguya no eran por nada
ResponderEliminarHágase Twitter, Padre. Tendría Usted muchísimo eco, mas que en Facebook
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