Ahora el síndrome filo-homosex-familiar sube un nivel (o varios) y ha sido un cardenal, el brasileño Assis, obispo de Aparecida, quien destapa su proclividad y reclama que la Iglesia sea la casa paterna también para las parejas gays.
Es muy tremendo lo que voy a decir, pero el Emmº y Revmº Assis quiere, ni más ni menos, que la Iglesia sea Sodoma: Sodoma, la ciudad vecina de Gomorra, donde habitaban y vivían aquellos legendarios sodomitas y gomorritas. Huelga contar cómo acaba el relato del Génesis (Gn 18,16-19,29) que cuenta aquello, con el prólogo de la bella escena del regateo de Abraham con el Señor, rebajando la cuenta castigadora hasta los 10 justos sodomitas, que no se hallaron ni siquiera esos diez. En Sodoma no había ni diez sodomitas decentes.
La pregunta (retórica) a propósito del Sínodo y sus desviaciones no es si podrá jamás haber diez sodomitas justos. La pregunta es si caben en la Iglesia con todos los parabienes, como pide el purpurado brasileñí. ¿Cabrían?
Respondo: Como pecadores, sí; como justos, sólo si dejan su pecado, que no sólo es no practicar sodomías, sino no reconocerse en la tal condición y desprenderse, externa e internamente, de la categoría. Si no, si persistieran en la práctica nefanda y/o mantuvieran el gay pride, su lugar en la Iglesia es la lista de los pecadores, con las condiciones y privaciones anejas a su estado y su pecado.
Resulta repugnante que un cardenal confunda misericordia con tragaderas. El Hijo Pródigo, cuando volvió a la casa paterna, no se llevó a las putas ni a los cerdos. Se le admitió porque llegó arrepentido (con atrición, por lo menos).
Confundir a la Iglesia con Sodoma y Gomorra es muy grave. Pero en esas estamos. A eso hemos llegado.
Por lo demás, todo normal. Si en siglo IX hubo un Concilio Cadavérico, que en el XXI pueda haber un Sínodo Aberrante entra dentro de nuestra normalidad histórica. Nihil novum sub sole.
Ya vendrán tiempos mejores y correctores.
Te rogamus, audi nos !!!
+T.
Le agradezco mucho esta entrada, D. Terzio, porque ayuda a ver los sucesos de nuestro tiempo en perspectiva.
ResponderEliminarEfectivamente, lo que estamos viviendo con este sínodo, y con todo este pontificado, es una hora muy baja de la Iglesia. Pero la Iglesia ha pasado por otras, tanto o más esperpénticas que la que, por desgracia o pecado nuestro, nos ha tocado vivir.
No me parece buena idea andar anunciando el fin de los tiempos cada vez que sale un mal pontífice. Que decida la fecha del fin Aquel que tiene que decidirlo, y mientras tanto nosotros paciencia y barajar.
. (y) (y) (y)
ResponderEliminarIsabel
Es la táctica del gran hipócrita, nos asustan con Sodoma para que al final aceptemos casi contentos la comunión de otros pecadores empedernidos.
ResponderEliminarAunque, como viene la mano y ante la pasividad general, ante la ausencia de un Atanasio, capaz que meten todo de un golpe.
"Ya llegarán tiempos mejores". O no. Dios sabe.
ResponderEliminar¿que quiso decir Isabel?
ResponderEliminarLos tiempos mejores y correctores no van a llegar, al menos por la vía de la normalidad histórica. Porque para cualquiera que tenga ojos y lo quiera ver, es evidente que la situación actual no entra dentro de la "normalidad histórica". Y no querer hablar del fin de los tiempos o, dicho de otro modo, no estar pendiente de los signos de los tiempos, es contradecir el Evangelio.
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ResponderEliminarCreo que quiso decir ¡ay!, ¡ay!, ¡ay!
ResponderEliminarDon Terzio. Estoy de acuerdo con usted en el fondo de este artículo. Creo que lleva razón. La forma, como en otros artículos en los que se refiere a la homosexualidad me hiere un poco.
ResponderEliminarDesgraciadamente he estado metido de lleno en ese mundo y ahora intento salir de él porque he visto la luz y me doy cuenta de la perversión que encierra, pero le aseguro que no es nada fácil.
Estoy en una terapia que lleva un grupo de católicos www.esposiblelaesperanza.com
La mentira gay y la ideología de género se han infiltrado de tal modo en la sociedad que es muy fácil para un joven débil verse atrapado en sus redes. No es nada fácil para un joven de 16 años remar a contracorriente.
Desde que decidí salir de ese mundo me he topado con la incomprensión de casi todo mi entorno, incluso de gente que se supone "religiosa". Yo seguiré adelante porque se muy bien donde está la verdad. Pero es doloroso.
Por otro parte yo no decidí ser así, ahora se que tampoco nací así, pero desde luego tampoco me lo propuse. Todo me hubiese sido mucho más sencillo con una tendencia sexual normal.
La única opción que tenemos las personas como yo es precisamente lo que usted dice: arrepentirnos y renunciar a todo eso. Pero de ahí no se sale de la noche a la mañana, se lo puedo asegurar.
Hay muchos jóvenes como yo luchando por vencer esa tendencia y todos los desórdenes que ella acarrea.
Lo que le decía. Que en el fondo lleva usted toda la razón. Me consta que es usted un fiel defensor de la Verdad, de la única Verdad. Usted también rema a contracorriente y eso le honra.
Pero no puedo evitar percibir cierto desprecio en su forma de referirse, en esta entrada y en otras, a las personas homosexuales. Veo poca misericordia, que como bien dice no son tragaderas.
Como le digo, hay muchos como yo que intentan salir, otros no, porque viven en ea gran mentira. Para mí son dignos de lástima y rezo por ellos, por todos, cada día. Porque llevan una vida que sólo puede conducirles a la autodestrucción, lo se bien.
Ahora, que puedo ver las cosas con perspectiva, estoy convencido de que es obra del mismo demonio.
Espero no haberle ofendido. Quizá yo he malinterpretado sus palabras.
Un saludo.
D.L.J.
Si es verdad, lo que cuentas, el primer paso para desligarse de todo eso sería no melodramamatizar: NO melodramatices. Pórtate normalmente y considera que la castidad es dificil para todos, héteros y homos. Ni eres un mónstruo ni te acosa el demonio. En vez de psicólogo, busca un buen confesor. Y no te obsesiones (ni obsexiones).
ResponderEliminarNo te identifiques con modelos/estereotipos de esa aberrante 'cultura' gay.
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Pues yo creo que Isabel quiso decir, a más a más, o dicho de otro: y esto, y lo otro y lo de más allá. Suma y sigue.
ResponderEliminarEstimadísimo D.L.J.:
ResponderEliminarYa sé que es algo muy personal el tema que abordas pero, por tu referencia a la entrada que hemos leido todos, me permito decirte que cuando genéricamente alguien censura los vicios de los que yo debo librarme, siento resquemor, como si no se comprendiera adecuadamente mi situación, como si el que los critica me estuviera zahiriendo.
Hemos trabajado con grupos de oracion de sanacion, liberacion, exorcistas catolicos. El asunto es una guerra contra satanas y sus cochinos demonios que han hecho su trabajo para introducir la doctrina gay en las mentes y corazones. Y sí, los homos y heteros son atacados por demonios a traves de tentaciones que si no se esta firme sobre Jesus y la Virgen, se puede caer tremendamente. El homosexualismo es una burla hecha por el diablo, hilada finamente durante milenios, burla hacia la vida de amor hombre-mujer que se sella en el sacramento. Quien sufre eso, tiene una.lucha muy fuerte, mas aun, cuando decide salir de ahi. No solo es una lucha contra si mismo, sino contra esa subcultura y sobre todo contra el.infierno que no lo quiere dejar ir. Pero se puede...
ResponderEliminarJuan de Dios