No es la primera vez que PP Franciscus arremete contra ciertos supuestos estilos, perfiles, paradigmas, actitudes pretendidamente típicos o identificativos de cierto clero católico, él sabrá cual. Particularmente, intuyo, por experiencia, por treinta años soportando esa clase de arremetidas críticas, contra quienes se dirigen. En muchos sitios, he escuchado muchas veces esas descripciones, pinceladas negativas silueteando un tipo que, más que real, era un collage, una composición a retazos, como el monstruo contrahecho del Dr. Frankenstein, pero con el resultado de un ser-clérigo fantasmal, producto de una selectiva y crítica elucubración, muy tendenciosa y prejuzgada.
En el sermoncete del otro día, volvió a lo mismo, insistiendo, a propósito del Evangelio de San Juan, el de la curación en sábado del paralítico de Betesda.
Siempre me ha resultado problemático extrapolar las censuras, muy concretas, que hace el Señor a farisesos, saduceos, herodianos etc. En los SS.Evangelios se dice, expresamente, que Cristo se refiere a ellos, a su comportamiento, a sus costumbres. PP Franciscus, por su parte, no tiene problema en reconocer en la Iglesia actual aquellos defectos:
"...Cristianos hipócritas, como estos. A ellos sólo les interesaban las formalidades. ¿Era sábado? 'No, no se pueden hacer milagros el sábado, la gracia de Dios no puede actuar el sábado'. ¡Cierran la puerta a la gracia de Dios! ¡Tenemos muchos de éstos en la Iglesia, tenemos muchos!"
Cuando el Papa dice esto, uno siente bastante malestar. No somos tontos e intuimos a dónde y a quién apunta el tiro (porque es un tiro, un tiro que causa heridas y deja heridos). Ya he dicho que tengo treinta sacerdotales años de saberme apuntado, tiroteado y herido. Injustamente, irreverentemente, impíamente. Sin caridad, sin esa caridad pastoral que se mienta tanto mintiendo tanto al mentarla y no practicarla.
La paradoja es que no es verdad, que al PP Franciscus le importan tanto las formas que veta formas e impone formas. Si no le importaran las formas no se habría enfrentado a las formas desde su misma presentación Urbi et Orbi, cuando salió al balcón sin muceta y sin estola. El que no valora las formas, no repara en las formas. Informal, muchísimo más que PP Franciscus, fue Juan Pablo 2º, que se saltaba todas las formas con una consciente inconsciencia muy lejos de la estudiada determinación de PP Franciscus.
Nunca me sentí - confiésolo - ni apuntado, ni disparado, ni herido sacerdotalmente por JP2º. Con PP Franciscus, sin embargo, ya digo.
Y digo también que la claque francisquista, aplaude, también apuntando, disparando e hiriendo. Imagino las escenas, las conversaciones, comentarios, puyas y puyazos, risitas y burlas que los sermoncetes de Stª Marta propiciarán en seminarios, residencias sacerdotales, reuniones arciprestales y demás foros y ocasiones clericales.
Qué pena. Y qué vulgaridad, cuánta triste vulgaridad.
A la postre, como un cómico estrambote, esa informalidad se paga muy caro, pues su precio es el respeto, el déficit de respeto.
Por ejemplo, sin ir más lejos, la descortés escena de hoy mismo: La Queen de la Gran Bretaña se retrasa veinte minutos y hace esperar a PP Franciscus, quien había concertado, previamente, un encuentro 'informal'. Y así ha sido tratado, a su gusto, con toda una regia informalidad.
En el summum de la no-formalidad, el regalo de la Queen al Sumo Pontífice: Una canasta con un pote miel, zumo de manzana y una botella de güiski. Para sonrojo y bochorno de cuantos lo presenciaron.
La vieja Queen de la Gran Bretaña señalaba al Papa la cesta con los comestibles: Esto es miel, esto es zumo, esto es güiski; el consorte de la Queen sonreía socarrón; PP Franciscus miraba estupefacto.
La visita, intercambio de regalos incluido, se despachó, de pie, en un cuarto de hora.
A tal no-señor, tal des-honor.
Lo peor es que no se espera el escarmiento, no se dan signos de corregir los yerros (ni los superficiales anecdóticos, ni los otros, más profundos).
+T.
Padre,
ResponderEliminarEscribe genial pero no estoy de acuerdo con que la labor pastoral del PP Franciscus sea necesaria. ¡Es que los esquematismos pastorales de algunos (OD y compañías varias) necesitan ser tirados por la borda. No se sienta usted herido. Seguro que lo hará genial. Pero el AMOR DE DIOS es tan importante... Perdone mi poca sabiduría... Le digo esto para que me explique mejor este tema... No entiendo esa crítica al papa... Pero quiero aprender!!!! :) un abrazo en Cristo Jesús!
JUAN GÓMEZ
Primera vez que veo a Francisco sorprendido.
ResponderEliminarAl tratarse de una visita privada, la reina le regala productos de sus fincas, algo casero.
Los ricos regalan mermelada, dicen en la película ''Seis grados de separación''(1993).
En este artículo, el escritor Héctor Abad Faciolince relata un episodio de regalo de mermelada al escritor Javier Marías:
http://www.elespectador.com/opinion/columna-383622-tres-premios-fallidos
Tan pedestre, que se supone que es elegante.
Eloy
Bueno páter, un regalo digno para un campesino pobre entre los pobres: el papa gaucho, ejemplo y guía de lo que es la humildad.
ResponderEliminarEste papado tendrá el dudoso honor de ser el más cutre de todos los tiempos. Y recemos porque Francisco no termine su papado vestido de chaleco y camisa a cuadros. Y ya me estoy temiendo a San Francisco Bergoglio incluído en el santoral.
Padre,
ResponderEliminarno sé quien dijo que nuestro rey, don Juan Carlos, no aprendió a ser rey hasta que visitó a su prima Isabel, la Queen susodicha.
Quizá la muy impía le ha tratado, a nuestro Santísimo Padre, como correctivamente merecía: le ha hecho esperar (¡oh mitología, cuán herida quedas!), le ha regalado cosas anodinas y su propia imagen enmarcada, como para amueblar la minimalista santa Marta.
De todos modos, me encanta el regalo papal; pero yo hubiera ido al cuello: cualquier testimonio de los muchísimos mártires que la otra (miserable) Isabel elevó a la gloria.
Dios le guarde esta santa Cuaresma. Ansío leerle en Viernes de Dolores, para aumentar la devoción.
+p. Albrit
Pues en la foto de El País el Papa se ríe...
ResponderEliminarhttp://elpais.com/elpais/2014/04/03/gente/1396548946_263247.html
Favor de fijarse en Mundabor, artículo de hoy. Lo pinta bastante bien y en la misa línea.
ResponderEliminarVladimir
ResponderEliminarSegún se lee en la prensa inglesa, el Papa regaló a la Reina una medalla para su bisnieto. Ella le correspondió con una caja de productos del establecimiento proveedor de la Casa Real, que en latitudes británicas suele considerarse un regalo de muy buen gusto.
ResponderEliminarNo obstante, muy lejos queda esta visita privada "por la puerta chica" de esa otra de Benedicto XVI donde entró al Parlamento de Westminster "por la puerta grande" (literalmente).
P. Funes
Me han sorprendido las características de la visita de la reina Isabel II al Papa Francisco. No recuerdo antecedentes donde la reina Isabel haya protagonizado una entrevista tan deshilachada con otro Jefe de Estado. Tal vez así fue acordado, pero pareció que Madame visitaba a un párroco de aldea.
ResponderEliminarNo se puede tener más ojo clínico que Usted, Padre. En El País, además, aparece un vídeo del encuentro... Y de vergüenza ajena! La reina de Inglaterra tratando al Papa da la sensación de que es ella la que hace de anfitriona, o al menos, que es ella la que lleva el peso principal de la escena... Dónde quedó Pío XII!
ResponderEliminarEl vídeo aquí: http://elpais.com/elpais/2014/04/03/gente/1396548946_263247.html
Para anónimo, Juan Gomez : Yo le aconsejo que le pida luz al Espíritu Santo para que pueda discernir lo que el Padre dice, pues habla muy claro y se le entiende todo. Ojala muchos sacerdotes tuvieran la luz que el tiene y amaran a Cristo y a su Iglesia como el la ama. Gracias Padre. Carmen.
ResponderEliminarUna pesadilla cotidiana la que nos toca padecer. Una pena por innecesaria.
ResponderEliminarY al menos como consuelo hemos visto con alivio que la emisión numismática en euros vaticanos se mantiene con decoro con buenos retratos del pontífice.
Los protestantes se rien ,desprecian , se mofan y ridiculizan a Fran-cisco
ResponderEliminarDa pavor pararse a pensar en lo que hay.
ResponderEliminarPor lo que tenemos a la vista todos los días, por lo que se deduce a partir de lo conocido por todos, por lo que significa decirlo en público.
En la medida que puedo, rezo por usted.
Su Santidad puede hacer con su persona lo que crea oportuno de acuerdo a las luces que Dios le ha dado; pero como papa nos debería ahorrar estos espectáculos, que no son sino el corolario de la altura teológica que despliega en su desempeño cotidiano.
ResponderEliminarClaro que, con todo el significado que estos episodios muestran, lo peor es el desconcierto que Grancisco está sembrando en el pueblo de Dios.
No una medalla, un mundo de lapislazuli con una cruz pequena sobre y la queen dicio: 'Ojala cuando estara mayor podria jugar con elo'mira que la reina esta vestida de moredo y no de negro como las mujeres delante del papa, pardon elo es solamente obispo de Roma, desculpame. Anonymous.
ResponderEliminarla muy pícara de Isabel le llevó unos regalos que recuerdan a los que llevó Caperucita Roja a su abuelita!!! Qué le habrá querido decir?...mmm.Andrea,Argentina. PD:Y cuánto quisiéramos nosotros los argentinos que le hubiese recordado Bergoglio a la reina que las Malvinas son argentinas!!!
ResponderEliminarLa audiencia tiene toda la apariencia de una soberana tomada de pelo al Romano Pontífice: vergonzoso atraso, insulsas disculpas, el regalito del whisky -de sumo mal gusto atendida la augusta calidad del destinatario-, la reina vestida de color lila, color de conocido significado en estos tiempos..., lugares comunes y sonrisas irónicas por parte de la veterana monarca, etc. Hasta el momento de este posteo, ni el servicio fotográfico de L' Osservatore Romano ni Foto Felici han publicado las correspondientes galerías. Interesante estar atento a esto.
ResponderEliminar¿que significa el color lila?
ResponderEliminarBueno, al menos la chabela no le obsequio al PP Fco productos de las islas malvinas (o farkland, of course) eso habría sido mas cruel que el trato protocolario, talvez la tardanza fue porque en el camino se acordaron que no le llevaban nada al obispo y pasaron a algu 7 eleven a comprar cosillas. Yo del magisterio ordinario de sta marta ya tuve suficiente con tratar de leer un par de sermoncetes...vealo desde donde lo vea la cosa no sale bien, era visita de estado? Ecumenica? pues HH MM es la decadente la cabeza de la decadente iglesia de inglaterra, se ve ya el poco respeto que la Iglesia genera para el mundo... Ya ni les importa guardar las formas, menos
ResponderEliminarMal que Fco no se inclino
Para que la isabel lo bendijera
Rezo por Usted. Que Dios lo guarde, y Maria Santisima lo cubra con su Manto.
ResponderEliminarCon que prisa, se suceden los acontecimientos.
Esto de la Reina de la Gran Bretaña, se opaca, con el tremendo Sacrilegio del Bautizo en Arguentina.
Y ahora ???
Isabel León F
Genjo. De acuerdo con todo su comentario.
Meeting between a chief of a ridiculous Church and a ridiculous chief of a Church.....there's no more to be added.KM.
ResponderEliminarEs el tiempo ya de seguir a Cristo y no a hombres...
ResponderEliminarIoannes
Soy sacerdote argentino, la verdad es la primera vez que me animo a escribir en su blog, el que sigo porque me identifico en muchas cosas. Como Ud. Padre el Papa me choca, y tal como bien dice hiere con dolor indecible porque es el Pastor Universal. Si bien, como arzobispo de Bs. As. ya era así, ambiguo, poco cuidado en formas y demás, me hubiera imaginado que en el solio pontificio esto por lo menos se suavizara. No es así, pero como Ud. rezo por él, tal como siempre la ha pedido, pero no puedo negarme a que del Papa espero otra cosa. Da latigazos, patea, y no se da cuenta o sí, que muchos quedan tendidos, a pesar que dice que la Iglesia debe ser un hospital para los lastimados. Dios no de fortaleza para asumir, y al Papa mayor delicadeza con el rebaño. Saludos.
ResponderEliminarTengo fotografias de la reina Isabel II con Juan XXIII rigurosamente vestida de oscuro con mantilla y con Juan Pablo II diciendole a la soberana , esta es ya su casa majestad. Respeto, elegancia, decoro, todo se ha perdido con la llegada del Papa Francisco. Se daran cuenta los francisquistas? Pero es que ademas el mismo Francisco. (Bergoglio) ni siquiera hace las tres genuflexiones ante el Santisimo Sacramento prescritas por el Misal Romano durante la Misa. Proh dolor !
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