miércoles, 25 de diciembre de 2013
Villancico - I
Ha aparecido una estrella
en el cielo. -¿De quién es?
Es la estrella del Mesias,
Jesús nacido en Belén,
Hijo de Dios y la Virgen,
esposa de San José.
Por un caminito blanco
llegaron con burro y hato
la Virgen y el Patriarca
pidiendo lumbre y descanso.
Sin posada, se recogen
en la gruta de un establo
donde una mula y un buey
están al pesebre atados.
Ha preparado María
un pañal de lienzo blanco
y el Patriarca musita
los ciento cincuenta salmos.
No se ven, pero han llegado
miríadas de Ángeles Santos
que, aunque no ocupan lugar.
todo Belén han colmado
de revuelos celestiales
ya subiendo, ya bajando
las escaleras del Cielo;
en todo el día han parado.
Sólo cuando atardeció
sus vuelos han refrenado.
En el cielo de Belén,
además de las estrellas,
hay Querubines brillando
con Serafines radiantes:
Los Nueve Coros, estáticos,
con todas las Jerarquías,
Belén están rodeando
en silencio angelical...
Hasta que a la medianoche
todos a una, cantando
están en Belén - ¡Gloria
a Dios en lo más alto!
Dentro del establo quedan
la Madre y el Niño en brazos,
mientras José llora y rie
y sigue rezando salmos.
Unos pastores que llegan
preguntan por el Nacido
y la Virgen les enseña
el pesebre con su Niño.
Los pastores, de rodillas,
reflejan en sus pupilas
la gloria del Hijo Santo
del Eterno, tan humilde,
tan pobre, allí recostado
envuelto en pañales limpios.
Un pastorcillo ha empezado
a cantar al Niño un himno;
con un tambor y una flauta
otro pastor le ha seguido
y al punto la melodía
del pesebre han recogido
los Ángeles coreando
con voz celestial lo mismo
El Cielo y la Tierra juntos
unidos para alabar
al Dios Eterno, Uno y Trino
que en el Hijo, hecho Niño,
se nos quiso revelar.
¡Quién pudiera con la Virgen
nanas al Niño cantar!
...y con José, el Patriarca,
salmos rezar y rezar.
+T.