Sobre el caso sirio, con otro tono que el de Francisco, el Patriarcado de Moscú dice otras cosas:
"...Otra vez, como en el caso de Irak, los EEUU se comportan como justicieros internacionales (...)De forma absolutamente unilateral, sin ningún aval de la ONU, quieren decidir el destino de un país con millones de habitantes (...) Otra vez millares de víctimas serán sacrificadas sobre el altar de una imaginaria democracia (...) los cristianos, de cuya suerte nadie se preocupa, corren el riesgo de convertirse en rehenes de la situación y ser las víctimas de las fuerzas radicales extremistas, que con la ayuda de los Estados Unidos llegarán al poder (...) La comunidad internacional debe hacer todo lo posible para evitar que los acontecimientos puedan llegar a eso"
Quien habla es el metropolita Hilarión Alfeyev, como jefe del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú (ver noticia en VaticanInsider y en Asia News).
Sin duda, la diplomacia vaticana sigue de cerca la situación. La prevista audiencia del Papa al rey Abdallah de Jordania (si los acontecimientos no se precipitan) debe entenderse en relación con el conflicto de Siria y su peligrosa internacionalización. Es otra forma de enfrentarse a los hechos. Pero cuando las amenazas están a punto de perpetrarse, una palabra del Papa, firme y contundente, sería todo un signo. Pedir paz cuando ya haya guerra es muy distinto de clamar justicia internacional y contención de agresiones ahora, cuando es el momento crítico.
La política de los EEUU en Oriente Medio es un crimen de lesa globalidad. El Patriarcado de Moscú se nos ha adelantado en decirlo. Algunos dirán que por la boca del metropolita Hilarión Alfeyev hablan los rusos, la Jerarquía rusa supeditada al régimen de Putin y sus intereses, sería pacato no reconocerlo, pero también sería necio el condenarlo, porque la verdad es tal cual, dígala Agamenón o su porquero, y, en este caso, Hilarión de Volokolamsk dice lo que todo el mundo (honrado) piensa.
De todas formas ¿acaso es el Vaticano cliente de los USA para que se imponga la prudencia timorata que mide palabras por no irritar a Obama y su nación? Yo mismo, que pregunto, no sabría responder a la cuestión.
Cuando alguna vez me recuerdan lo peligrosa que fue la URSS para la Iglesia y la fe, suelo responder que más daño han causado a la Iglesia y a la fe los EEUU, ayer, hoy y, previsiblemente, mañana también.
La coyuntura es extrema. Oriente Medio parece un laberinto de conflictos, odio y violencia, con el demencial estado de Israel en el centro, como una espina sensible siempre hiriente (o un detonante siempre activo). La situación creada en la post-primavera árabe vuelve a hacer del Mediterráneo el centro neurálgico del mundo
La ira del mundo islámico contra Occidente crece. El Papa pide diálogo. ¿Pero cómo dialogar con quién no razona?
De los artículos leídos estos últimos días, dos me han interesado especialmente: El de Sandro Magister retomando el ya polémico discurso de Benedicto XVI en Ratisbona, y otro de Jon Juaristi titulado 'Revueltas', muy inteligentes ambos.
Mientras aguardamos (pesimistas) el desenlace, oremus cum Papa Francisco, a ver si la Providencia del Altísimo propicia una salida mejor que la de la implicación criminal de las 'democracias occidentales' en el avispero islámico.
Sinceramente, me gustaría oír que PP Franciscus dijera algo como lo de Alfeyev. Si no con la sabiduría de su predecesor, Benedictus, al menos con ese estilo suyo que tantos entusiasmos suscita.
+T.