domingo, 31 de marzo de 2013
Resurrexit a mortuis
Hace años que la emoción de la Pascua me viene con notas de verismo, de ópera verista. Como debe de ser, porque la Resurrección primera ocurrió en medio del dolor, del amor, de la pasión y la muerte, como el Regina Coeli y el Inneggiamo de la Cavalleria Rusticana se abren marcando un eje de Vida y Gloria entre los personajes que viven apasionadamente y mueren cruelmente enamorados, con su tragedia y su pena.
Pero en mitad de la escena se ha proclamado la Resurrección, un himno de victoria sobre la muerte, el llanto y la sangre, un himno de ascensión, de subida, un clamor del Cristo que vive y llama a la vida. Ese es el centro, esa es la clave, el Misterio que ha sucedido entre nosotros y que nos convoca con la fuerza de su verismo apasionado, con el Corazón traspasado y latiente de Cristo derramando misericordia e irradiando vida, esperanza y gloria.
En esta producción de Zeffirelli, con Plácido Domingo y Elena Obraztsova, el Regina Coeli seguido del Inneggiamo comienzan en el minuto 7'40 del youtube. Se representa una preciosa procesión de Domingo de Resurrección, al estilo de las de Sicilia o Calabria, con pasos, imágenes del Señor y la Virgen, disciplinantes, música, clero y mucho pueblo, gente sencilla y devota que creen y aclaman el Misterio que les envuelve.
Cuando creemos, alabamos y adoramos al Resucitado, la gracia de Cristo nos envuelve con su luz. Y su Misterio entra en nuestras vidas con todo su verismo. Parece que no cambia nada, pero todo ha cambiado. Un germen de Resurrección y Vida, de eternidad y gloria, ha sido plantado en nuestra tierra. Y germinará. Y crecerá. Florecerá y fructificará.
Que el Señor Resucitado nos santifique con su amor y su gracia.
Feliz Pascua Florida
Cum Bene+dictione
+T.