sábado, 23 de febrero de 2013
El Papa habla al terminar los ejercicios espirituales
Esta mañana, al concluirse los días de retiro espiritual que el Cardenal Ravasi ha predicado al Papa y la Curia, Benedicto XVI ha hablado, un comunicado breve pero impresionante. Aquí se puede leer.
Destaco su párrafo central, digno de reflexión, dadas las circunstancias y las noticias que circulan durante estos últimos días:
"...Lei, partendo dai Salmi e dalla nostra esperienza di ogni giorno, ha anche fortemente sottolineato che il "molto bello" del sesto giorno – espresso dal Creatore – è permanentemente contraddetto, in questo mondo, dal male, dalla sofferenza, dalla corruzione. E sembra quasi che il maligno voglia permanentemente sporcare la creazione, per contraddire Dio e per rendere irriconoscibile la sua verità e la sua bellezza. In un mondo così marcato anche dal male, il "Logos", la Bellezza eterna e l’"Ars" eterna, deve apparire come "caput cruentatum". Il Figlio incarnato, il "Logos" incarnato, è coronato con una corona di spine; e tuttavia proprio così, in questa figura sofferente del Figlio di Dio, cominciamo a vedere la bellezza più profonda del nostro Creatore e Redentore; possiamo, nel silenzio della "notte oscura", ascoltare tuttavia la Parola. Credere non è altro che, nell’oscurità del mondo, toccare la mano di Dio e così, nel silenzio, ascoltare la Parola, vedere l’Amore.
(...) Alla fine, cari amici, vorrei ringraziare tutti voi, e non solo per questa settimana, ma per questi otto anni, in cui avete portato con me, con grande competenza, affetto, amore, fede, il peso del ministero petrino. Rimane in me questa gratitudine e anche se adesso finisce l’ "esteriore", "visibile" comunione - come ha detto il Cardinale Ravasi - rimane la vicinanza spirituale, rimane una profonda comunione nella preghiera. In questa certezza andiamo avanti, sicuri della vittoria di Dio, sicuri della verità della bellezza e dell’amore.
... Desde los Salmos y también desde nuestra experiencia de cada día, ha subrayado intensamente que el 'muy bello' del sesto día - según la expresión de Creador (Gn 1, 31) - está permanentemente contradicho, en este mundo, por el mal, por el sufrimiento, por la corrupción. Y casi parece que el maligno quisiera ensuciar permanentemente la creación, para contradecir a Dios y para hacer irreconocible su verdad y su belleza. En un mundo tan marcado también por el mal, el 'Logos', la Belleza eterna y el 'Ars' eterna, debe aparecer como 'caput cruentatum' (cabeza/rostro ensangrentado). El Hijo encarnado, el 'Logos' encarnado, está coronado con una corona de espinas; y aun así, en esta figura sufriente del Hijo de Dios, comenzamos a ver la belleza más profunda de nuestro Creador y Redentor; podemos, en el silencio de nuestra 'noche oscura', escuchar todavía la Palabra. Creer no es sino, en la oscuridad del mundo, tocar la mano de Dios y así, en el silencio, escuchar la Palabra, ver el Amor.
Finalmente, queridos amigos, quisiera daros las gracias a todos, no sólo por esta semana, sino por estos ocho años en los que habeis llevado conmigo, con gran competencia, afecto, amor, fe, el peso del ministerio petrino. Resta en mí esta gratitud y si ahora termina la comunión 'exterior y 'visible' - como ha dicho el Cardenal Ravasi - también queda la cercanía espiritual, permanece una profunda comunión en la oración. En esta certeza caminemos adelante, seguros en la victoria de Dios, seguros de la verdad de la belleza y del amor. "
El que tenga oídos para oir que oiga, podría añadirse. O también el joánico-apocalíptico 'quien pueda interpretar que interprete'.
En cualquier caso, las breves reflexiones/consideraciones de Benedicto XVI al terminar sus últimos ejercicios espirituales siendo Papa, me parecen sumamente elocuentes y significativas.
Implícitamente, parece que re-cita aquellas graves palabras de Pablo VI "...por alguna grieta ha entrado el humo de Satanás en el templo de Dios ..." Aunque Benedicto XVI cierre su reflexión con una coda agradecida y optimista, esperanzada en la victoria, no deja de teñir todo el texto una grave admonición que, dicha en ese lugar y con aquellos circunstantes, adquiere un preciso sentido, hic et nunc.
La abigarrada iconografía de la capella Redemptoris Mater, con los estridentes mosáicos de Rupnik, no me parece un marco adecuado para la reflexión, ni para la oración. El mal gusto estético del juanpablismo parece haberse materializado en ese ángulo de los Palacios Apostólicos, tan cerca (¡y tan lejos!) de la Sixtina. El Papa, durante los ejercios, no está propiamente dentro de la capilla, sino que asiste discretamente desde una estancia aneja que abre su puerta al lado derecho del fondo de la capilla. En su pequeño oratorio ocasional, el Papa no sufre la agitada imaginería del Rupnik, manteniéndose en una atmósfera más suavemente matizada en luz y decoración. Desde ese lugar en luminosa penumbra, las sucintas meditaciones de Benedicto XVI resaltan aun más contrastadas con el otro ambiente, el de los demás asistentes de la Curia.
Imagino que al meditar sobre el 'caput cruentatum', Benedicto, desde una estética muy distinta a la de esa capilla estridente, evocaría el bello y conmovente coral pasionista de Bach
+T.