sábado, 26 de mayo de 2012
Un pellizco más de inquietante confusión: Lady Gaga & Fray Alessandro
Perdón, mil perdones por tratar este tema y hablar de este asunto, pero es que la actualidad se nos impone sin querer, forzando, casi obligando un comentario, aunque repugne la materia del mismo.
La repugnante materia es una tal Lady Gaga, un putón rockero-pop-verbenero que hace furor y está de moda. Sórdida-excéntrica como las nenas de Zp, acumula millones y escándalos rentables para su publicidad. Una de las últimas especies, publicada en páginas de información católica, ha sido que la tal sujeta es satanista y utiliza símbolos satánicos en su vestuario, atrezzo de escenario y videoclips. Si se atreven [¡¡atención!! que los enlaces, los videos, las fotos, etc. son tan impropios para este blog como el excursus sodomítico del sermón del Viernes Santo del Ordinario de Alcalá] , si tienen estómagos resistentes al vómito miren estas referencias al respecto (¡Ojo con los contenidos! please, ¡¡repito!! Sólo miren referencias sin entrar en las páginas ni ver los youtubes, please, please!!!).
Pues con todo esto como repugnante prólogo ambientador, me encuentro con esta otra noticia de Rome-Reports, increíble: La discográfica de Lady Gaga producirá el disco de Fra Alessandro
Fra Alessandro es el franciscano que canta en el youtube que he puesto de cabecera el Ave María con la melodía del intermezzo de Cavalería Rusticana, del Mascagni. Imagino que el fraile se está promocionando, estilo al trío The Priests. Seguro que los comisarios de la nuevangelización estarán al loro para incluir a estos clero-cantantes en el muestrario de medios nuevangelizadores, imagino.
A mí, sin embargo, cuando un cura, fraile o monja hace carrera artístico-musical, me asaltan aprensiones y temores, yo creo que bien fundados. Porque me acuerdo, por ejemplo, de la monja aquella, Sor Sonrisa, la del Dominique-nique-nique, tan simpática, y de su posterior historia personal, tan patética y trágica.
Y es que, en la buena tradición católica de los conversos, el camino ha sido a la inversa: De la escena al claustro, de las tablas al convento. Como la historia de nuestra Maria Antonia Fernández, la Caramba . La verdad de una conversión que lleva del mundo al recogimiento penitente, tan válida para una maja madrileña de estampa goyesca como para uno o una de ahora, de nuestro tiempo. Quiero decir que me creo que un rockero, un rapero o un batería de heavy-metal se conviertan de su mala vida y se metan fraile; pero me resisto a tragarme la novelería de que una monja o un fraile se santifiquen haciendo carrera escénico-musical.
Para inquietud añadida, el tema satanista de Lady Gaga se titula 'Alejandro' y el fraile con el que comparte discográfica (de lo que parecen ufanarse los de Rome-Reports) se llama fra 'Allessandro' (¿¿!!)
Es natural que uno se pregunte si tendrá algo que ver, o si será mera (?) coincidencia o, en todo caso, cosa de la discográfica.
Total, para rematar el articulete, me quedo con la historia de La Caramba, en disco de pizarra, cantada por Concha Piquer. Me parece una buena opción (si tuviera que elegir), dado el panorama.
+T.
Un Hildebrando adveniente
La gravísima crisis de descomposición post-conciliar con su coda juanpablista sufre actualmente un episodio de intriga que fascinaría al mismísimo Morris West. Ciertamente, la realidad supera a la ficción, con colorido y pormenores dignos del mejor guión de serial escrito, radiado, filmado o televisado. Apasionante y divertido si no fueran los Palacios Apostólicos la escena del drama.
Volviendo la mirada atras, por registrar en la Historia algún parangón, el caso se podría ilustrar, por ejemplo, con la crisis en torno al 1300. Quiera Dios que no veamos repetirse otro gran rifiuto por agotamiento del Santo Padre. Cuando me sacan al relucir el episodio, siempre recalco que la crisis que empezó con Celestino V no se resolvió hasta Martín V Colonna, un siglo y pico más tarde. E incluso algunos prolongarían el período hasta la clausura de Trento (1545-1563). Las crisis de la Historia de la Iglesia no duran cuarenta días.
Y como las noticias con su dramatis personae han coincidido con la fiesta de gran Gregorio VII, me decía un compadre afín que nuestra Iglesia necesita otro como aquel. Yo le comenté que personajes así no se improvisan, que antes se necesita completar un Hildebrando, y antes de un Hildebrando se precisa un Cluny. Acabé preguntando - una pregunta retórica - si no estaríamos inmersos en un siglo oscuro, o a las puertas de otro siglo de hierro (las coyunturas del siglo económico-político como amenazador telón de fondo), con la posibilidad venturosa de un Hildebrando todavía muy lejos, en remota lontananza.
Si me apuran, convendría por otro lado, en otra dirección, que también tendría que haber un par de Otones, etc. Quiero decir que los remedios necesarios y eficaces para las afecciones extensas y profundas no aparecen de repente, no surgen del vacío. Item más: Con la crónica del pasado en la mano, se demuestra que la Providencia, muchas veces, deja supurar la úlcera hasta que el pus infecto da paso a la sangre limpia, y entonces aplica el remedio a la llaga. En el caso de la Iglesia, los remedios suelen ser personas, y las personas son, frecuentemente, santos.
En algunas encrucijadas, son los Mártires quienes preparan el momento oportuno de la llegada de los Santos providenciales. En otras épocas han sido los claustros, las clausuras, los conventos, quienes han precedido al momento de la sanación eficiente. El problema de nuestra época sería, en parte, dilucidar la tipología de nuestra crisis, pero esto sólo se juzga acertadamente desde la perspectiva del tiempo, un factor que nos falta en el presente. Otros verán como se saldrá y quienes promoverán; nosotros, conscientes o inconscientemente, somos parte del reparto, personajes de la historia que está siendo y será.
Pero eso no nos impide preguntarnos qué Cluny estará gestando al Hildebrando necesario y dónde estará ese Cluny.
Cuando algunos exaltados se excitan por los 50 años de aquello que fue, otros, más serenamente, se recogen y ruegan que al tiempo febril de la crisis suceda ya la necesaria quietud para reaccionar, convalecer, reponerse y sanar.
De luchas, partidos y banderías, no quiero imaginar ni hablar, aunque no las olvide. De persecuciones al Papa, tampoco. Véase, no obstante, la ilustración de la crónica de Gregorio VII que encabeza este articulete: Fue confrontado, contradicho, hostigado, traicionado, perseguido, murió desterrado y fue sepultado extra Urbem. Hasta cuando fue beatificado y canononizado se opusieron a su memoria los reyes de la tierra.
Orémus
Deus in te sperantium fortitudo, qui beatum Gregorium Confessorem tuum atque Pontificem, pro tuenda Ecclesiae libertate virtute constantiae roborasti: da nobis eius exemplo, et intercessione, omnia adversantia fortiter superare.
Per Dóminum...Amen
+T.