Dos palabras que ya están escritas y que anoche me avisaron me han dejado más motivado para la esperanza, para el bien.
Dos palabras son quasi nada, formalmente; pero con dos palabras, como con la palanca y el punto de apoyo adecuados que pedía Arquímedes, se puede mover un mundo, el mundo entero.
Motu proprio, gaudium magnum, Deo gratias...
Dos palabras: Fiat, fiat!
Para comenzar; que también se dice con dos palabras:
In principio.
+T.