Me conmueven especialmente las lágrimas de fe de los humildes, de los sencillos que creen, de los que son heridos en el alma cuando hieren a Dios, o a las cosas de Dios.
No sabía lo del robo de las coronas de la Virgen de la Fuencisla y el Niño (ver
aquí y
aquí), me acabo de enterar, repasando las noticias del día.
En un vuelo, el corazón se me ha ido a Segovia, la capilla de la Virgen, a desagraviar y reparar, a rezar y a llorar también con los sencillos, con las almas de buena voluntad, con los limpios de corazón que ven a Dios y sufren por Él.
Porque es la Madre de Dios, porque es nuestra Madre.
EX VOTO
Las coronas de la Virgen y el Niño han sido recuperadas
Deo gratias !
+T.