Lirio hermoso del más sublime valle
frontero a los umbrales de los cielos,
rosa blanca radiante y rociada
con blandura escarchada de luceros,
nardo puro oliendo con decoro
de aroma angelical eterno y nuevo,
ramito de jazmín del paraíso
perfumado en el alba de los tiempos.
Si te pienso, Madre mía, todo es flor,
y olor de gloria con color de cielo.
Si te canto, Santa Madre de Dios,
todo me suena a luz, a amor inmenso.
Alegría de mi alma,
colmo del querer que anhelo.
+T.
Muchas gracias Páter por tan bellísimo poema.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas pero relacionado con Nuestra Señora, acabo de enterarme de que el cardenal Rouco ha autorizado la construcción de la capilla del Escorial (apariciones del Escorial, vidente Amparo).
Para mí la construcción de cualquier capilla bajo una nueva advocación de Nuestra Señora siempre es una muy buena noticia, pero me gustaría conocer su opinión al respecto si fuera posible.
Muchas gracias.
IHS.