Es bien sabido entre los propios del estamento y los extraños afines que cuando uno pretende el cardenalato debe alternar con cardenales, para promocionarse. Por ejemplo, en estos días, el Arzobispo de Valencia, que ha tenido de huésped al Eminentísimo Don Óscar Maradiaga, el desencantante parto de los montes centroamericano que todavía algunos ven como papable, el Señor nos libre.
En Valencia, el Emmº Maradiaga ha dicho esas cosas que dicen los prelados sobre la intonsa (por no practicada) Doctrina Social de la Iglesia. Yo mismo, que sufro atraganto doctrinal social esclesiástico desde mis inocentes años de seminarista, podría dar una conferencia diciendo (con matices, claro) las mismas vagas sentencias que habrá dicho Maradiaga mechadas con un poco de estadísticas y sazonadas con unas cuantas anécdotas globales, que para eso los Cardenales se mueven mucho, y Maradiaga más, siendo presidente de Caritas Internacional. Muy avispado el prelado levantino. A ver si prospera y se queda con la púrpura por la que otros lampan. A ver.
A mí no me gustan los clérigos filosociales, mucho menos si están en el escalafón y son arciprestes, vicarios, obispos o cardenales. Padecí a uno, vicario episcopal con todas las confianzas de su arzobispo, que el mismo año que Aznar ganó las elecciones convocó un 'gesto solidario' protestando por no sé qué achaque social, pretexto que mantuvo e incluso institucionalizó. El acto se desarrollaba así: 1º- concentración cívicocristiana con pancartas, octavillas y lectura de manifiesto 2º- marcha cristianocivíca con pancartas, octavillas y manifiesto ya leído hasta la Metropolitana Iglesia Catedral, donde el susodicho clérigo promotor era canónigo (¡cosas veredes¡) 3º celebración para-litúrgica con intervenciones simbólico-gestuales 4º colecta solidaria que todavía no me he enterado bien a dónde iba. Y así quince años; no sé si se convoca todavía porque hace años que paso del asunto, desde el año que comenzó. El vicario-canónigo pasó, hace un par de años, a mejor vida: Dejó la vicaría, la canongía, la parroquia (todo eso tenía) y se fué alegremente con una señora feligresa viuda, con el escándalo que todo ello supuso. Culminó, en cierto sentido, su gesto solidario y su proclividad social. De forma muy práctica.
Volviendo al Emmº Maradiaga, reconozco que le tengo antipatía desconsiderada desde que estuvo en Sevilla y se dejó ver y retratar en camiseta y pantalón fresquito, porque era verano y hacía calor. Un detalle. Pero un detalle que define mucho, dadas las circunstancias, al sujeto. Verdaderamente, los capelos, algunas veces, parece que se dan al repelón y caen encima de cualquier cabeza. Tampoco me convencen los cardenalatos por cuota nacional-geográfica obligada. Y temo a esos promocionados que llegan a la púrpura con fama de lo que sea, justamente por eso, por lo que sea que les da fama. Lo peor es que al Emmº Maradiaga le quedan unos 10 años de cardenal elector, siendo un peligro, pues.
Yo pensé que con la metedura de pata doble y estrambote de cuando el golpe de estado hondureño de hace unos años, Maradiaga quedó finiquitado, pero se ve que sigue estando en circulación (el ser cardenal y salesiano le favorece, sin duda). Como siempre es de temer, por posible, un Cónclave colapsado y unos eminentísimos aprendices de brujo tramando candidaturas de compromiso ad casum, Maradiaga penderá de la bóveda miguelangelesca de la Sixtina como una amenazante espada de Damocles hasta que cumpla la edad de la exclusión.
Sigo con lo de Reig. Lo de Reig es una bola de nieve que a ver quién la para, considerando que debía haberse parado ya, pero el perlado (sic) insiste, ahora argumentando lesa dignidad: Reig exige al Ayuntamiento de Alcalá que revoque el veto a su persona
Hay prelados que mejor no meneallos ni dejar que meneen rien de rien. Como ya son y están, hay que sufrirlos como se sufre cualquier desgracia familiar, todo sea por Dios. De todas formas, dadas las coyunturas espacio-temporales presentes y proximamente advenientes, sería prudente que la CEE organizara una sub-comisión-patrulla de intervención-cortacircuitos para neutralizar las eventuales calamidades de los calamitosos, pro bono Ecclesiae et Patriae.
Curiosamente, algunas de estas perlas mitradas cuentan con el fervor de los pazguatos recalentados por el Capitan Araña de turno, y jalean la cosa, como si la cosa fuera para sacar pecho. ¡Cuánto mentecato militante!
La tercera muestra comparte detalles de las dos anteriores: Es cardenal y extranjero, como el primero, y teoriza sobre sodomías, como el segundo, aunque difiere del trato dado al tema. Habla el Cardenal Arzobispo de Berlín: Una pareja gay duradera es similar a una heterosexual
Dice el buen hombre que la Iglesia, despaciosa ella, tardará en admitir ciertos particulares sobre el particular. Un juicio relativamente positivo y abierto a mil expectativas que no me atrevo a conjeturar; tampoco me meto a imaginar lo que deba estar incubando el magín del Emmº y Revmº Cardenal Rainer Maria Woelki, que contando su Eminencia con 55 años, solamente, va a ser otra estupenda Espada de Damocles, por lo menos durante 25 años, a no ser que el Señor lo convierta. En lo que sea, pero que lo convierta en algo, aunque sea en una calabaza, como la del cuento de la Cenicienta. No sería la primera (ni la última) calabaza con capelo de treinta borlas.
En fin, como verán Uds. un panorama digno de rogativas dobles con flagelación y ayuno. Un futuro proceloso pero amenizado próximamente por los fastos del Lº aniv. de la Caja de Pandora versión conciliar.
Temiendo estamos a ver qué pueda salir ahora de aquel baúl.
+T.
Lo de Reig sólo se podrá parar, por ejemplo, si la Conferencia Episcopal pide disculpas a los desviados por haber sido “ofendidos” uno de sus miembros. Que no me extrañaría que estuviera deseando. E incluso no sé si Vd. estaría en este caso de parte de la CEE. Pero lo cierto es que el obispo Reig, en una homilía de más de 20 minutos, dedicó solo 1 minuto a hacer algún comentario certero y necesario sobre la homosexualidad.
ResponderEliminar¿Certero y necesario? Blasfemo, diría yo, porque hablar como lo hizo, con los detalles que añadió, en un sermón de Viernes Santo, eso, en boca de cualquier cura, raya la blasfemia por irreverencia; en labios de un obispo, doblemente.
ResponderEliminarReig, como algún otro prelado que anda suelto por ahí, es una calamidad. La armó en Murcia y la está armando en Alcalá; de Murcia salió con escándalo y a saber cual será su final en Alcalá, me temo que glorioso no va a ser, a pesar del aplauso de los católico-pazguatos teledirigidos y agitados por la logia neocón.
Bonita forma de inscribir sus gestas en el episcopologio hispano.
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Supuesto Pedro Romero, debes tener tragaderas muy amplias, del calibre de la Cloaca Máxima calculo, si lees/oyes las indecencias del sermón del obispo de Alcalá y no se te remueve la conciencia y la piedad. Dijo indecencias en mitad de los Oficios del Viernes Santo, y las dijo ante las cámaras que retransmitían a toda España.
ResponderEliminarSi lo hizo a sabiendas, fue un insensato irreverente; si lo hizo sin advertir las consecuencias, fue un necio indiscreto.
Las consecuencias, ahí las tienes: El obispo al borde del odium plebis de Alcalá y los neocons de Madrid y alrededores, con los de Hazteorín y otras logias, armando otra batallita. Patético.
Como el caso demuestra, hay calamidades que jamás debieron recibir mitra y báculo.
En vez de unirte al bando de los petardos, deberías rezar para que el estropicio no vaya a más y el infausto prelado del sermón no tenga que salir otra vez por la puerta falsa, como en Murcia.
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Ese minuto de "gloria", sin duda inane, y de indecencia y de falta de decoro del obispo complutense se ha convertido ya en un verdadero culebrón mediático. Se olvida la doctrina moral acerca de la malicia intrínseca de los actos homosexuales y todo se enmascara con un toma y daca de aprobación, aplauso, rechazo, repulsa. Todo un tiempo de Pascua marcado por unas palabras y detalles escabrosos,no de la sustancia de la moral cristiana, sino de lo más contingente y accidental como es la cosa de los prostíbulos. Menuda imagen para los muchísimos católicos no practicantes que necesitan, como todos toditos, de la misericordia y de la conversión!
ResponderEliminarEn el mismo bando el berliner Kardinal; se olvida este Herr de la esencia del matrimonio, uno e indisoluble, para caer en una descripción social de lo que sucede, del Dasein que dicen aquéllos y se olvida del Sollen, del deber ser del matrimonio fundado por Dios Nuestro Señor. Y además añade una profecía, más bien una caprichosa prognosis, sobre lo que la Iglesia aceptará.
Pues nada, cada loco con su tema y la casa sin barrer. Qué les zurzan!!!
ivan
Pero el problema de Reig en la diócesis de Cartagena lo tuvo con sus amados neocatecúmenos. Se encuentra con una universidad católica y le echan a patadas, para que después vaya erigiendo seminarios Redemptoris Mater.
ResponderEliminarEn fin, hay gente que nunca aprenderá.
A Maite (por 2 comentarios no publicados) y al otro por 1 : Soy consciente de que 'blasfemo' es exagerado strictu sensu, pero, sensu latiore blasfemia es también irreverencia por referencia y circunstancia. Si decían los moralistas que pecar en lugar sagrado añadía gravedad al acto, hablar de mariconadas (y con detalles escabrosos, indecentes, impúdicos) el Viernes Santo, en una Catedral, durante el sermón, retransmitiéndose el acto para toda España, si no es blasfemia le falta un pelo. O lo parece. O me parece.
ResponderEliminarInsisto en el ME, por el espacio en que lo escribo y subrayo, que no es ante una cámara retransmitiendo a España entera, sino en ExOrbe, cuyo espacio (tan particular) me reservo para decir y comentar libérrimamente.
El susodicho prelado es un insensato archi-comprobado. Es de temer que meta más pata porque el nefasto parece tener patentes habilidades para tal, y no da visos de mejoría, todo lo contrario.
Si Uds. le tienen devoción, pónganle velas y tírenle cohetes. Aquí, sin embargo, le daremos escobazo cada vez que el mentecato lo merezca, según nos parezca.
No sé si me he explicado, ni si se me ha entendido.
p.s. Por supuesto, sobran los comentarios de ustedes dos y de todos los demás que insistan en lo mismo: Si dan leña al mono, sean uds. bienvenidos; si aplauden al infausto, váyanse con viento fresco (a ver si, de camino, se les despeja el coco).
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Creo que la crónica negra encarnada que se avecina va a dejar pequeñitas estas cosas.
ResponderEliminarTiene usted toda la razón Padre. He estado escuchando la homilía del Viernes Santo en Gloria.tv y no he podido terminarla. Es una infumable sucesión de despropósitos. Parafraseando a un político famoso, cuando Monseñor Reig comenzó a hablar no sabía lo que iba a decir; mientras hablaba, no sabía lo que decía y cuando terminó de hablar no sabía lo que había dicho. Una improvisación llena de provocaciones que hubieran pasado en otro momento pero no frente a las cámaras y un público potencialmente hostil. Lo felicito por la firmeza de sus pareceres y Usted mismo profetizó ya desde el comienzo que esa homilía inoportuna traería problemas.
ResponderEliminarMe alegro que desde un blog de probada y contrastada ortodoxia católica se tenga la capacidad de hacer evidentes las incontinencias bocales y vitales de un señor obispo que no se le ocurre nada mejor que sacar en una predicación (que además los expertos dicen que debe ser escueta y sustancial) un tema incendiario. Y eso ocurrió ni más ni menos que la tarde del pasado Viernes Santo y ante las cámaras de un canal con el alcance de TVE2.
ResponderEliminarSi los católicos perdemos la capacidad de la autocrítica no sé que nos va a quedar.