Así mi alma te busca a Tí, Dios mio.
Tiene sed de Dios, del Dios vivo...
De Tí, Cristo del sepulcro,
Fuente de Vida, Jesús,
con cinco llagas de gracia
abiertas en cinco veneros
de misericordia y luz:
Tu corazón, tus manos,
tus pies,
manantiales de dulce consuelo
y poder.
Con ansias te busca mi alma
sedienta, Señor, de Tí.
Porque vives, porque han visto
tus pasos en el jardín,
y estando sacrificado
tu Cuerpo resucitado
en comunión viene a mí.
Con ansias mi alma quiere
amarte tan sólo a Tí.
Con ansias de Pascua teme
mi alma quedar sin Tí.
Como un ciervo temeroso
mi corazón tembloroso
sediento va en pos de Tí.
+T.