jueves, 24 de febrero de 2011
Contra-liturgias: Violaciones, permisiones, reacciones y prohibiciones
En estos días de expectación de la instrucción sobre el motu proprio Summorum Pontificum, resulta más clamorosa la impiedad litúrgica manifiesta y hasta gustosamente consentida y atrevidamente promovida por los que están considerados optimiores en nuestra Iglesia Católica (huelga decir que los peores considerados somos los católicos conscientes motupropristas - summorumpontificumsistas (un servidor, el que esto escribe, entre ellos)). Pero voy a lo que decía, a ilustrar con una muestra lo que permite y/o le gusta a la mayoría de nuestra jerarquía:
Es una misa celebrada en la Iglesia de la Stmª Trinidad de Berna, el pasado 19 de Septiembre 2010, Domingo; celebra el párroco Gregor Tolusso (católico) y "concelebra" el pastor protestante Manfred Stuber, de la comunidad luterana de Berna. Aquí pueden leer más detalles.
Adviertan la soltura cargada de suficiencia con la que celebra el sacerdote católico, cómo toma y parte la oblata antes de pronunciar las palabras de la consagración, y cómo eleva luego, con esa premeditada (y seguramente muy ensayada) colocación de manos y Hostia (el anillo que luce es un chocante detalle, no siendo obispo, pero, dadas las demás circunstancias, un pecadillo sin importancia, una vanidad, una fruslería).
En el video parece como si después de la consagración de la Hostia se acercara el pastor protestante a consagrar el cáliz; pero no, no es eso, el vídeo está cortado. El momento en que accede el pastor luterano al altar es cuando toca rezar el Padrenuetro: Dice unas palabras, un comentario ecuménico sobre "la libertad en la diversidad". Y seguidamente rezan todos juntos el Padrenuestro.
Cuando llega la Comunión, el cura celebrante le da la comunión al pastor protestante. Y también le confía una de las píxides para que administre la comunión a los fieles presentes (no es de extrañar que los luteranos presentes, si los hubo, siguieran el ejemplo de su pastor y comulgaran también; no me consta pero lo deduzco).
Al término de la misa, le hicieron una entrevista a los dos, el sacerdote católico y el pastor protestante, que se explicaron con toda su turbadora confusión inter-ecuménica. Aunque el luterano dejó muy claro que donde los católicos veían a Cristo él sólo veía pan (se refería a la Comunión que hacía unos minutos había recibido).
La misa fue retransmitida en directo por la televisión suiza. Suiza es la patria del hace poco nombrado presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch. Ese es su "ambiente", que (probablemente) le influirá en su comprensión del ecumenismo católico. No estoy diciendo - sería temerario por mi parte - que el Cardenal Koch comparta los conceptos pervertidos que animan y la liturgia que violan los curas del estilo del párroco suizo Gregor Tolusso, el del vídeo. Lo que supongo es la influencia (¿mala/buena?) que casos como este, que suceden en su misma patria, ejercerán sobre el Cardenal Koch.
Aunque, a pesar de lo dicho, me atrevo a concluir con cierta desconfianza cuando no me consta que el párroco violador litúrgico haya sido amonestado, sancionado canónicamente y/o removido de su cargo pastoral. Por lo que deduzco que o bien se comparten ideas y formas, o bien se toleran, o bien no se atreven a intervenir. No sé decir cual de estas situaciones de no-respuesta/no-reacción sea más grave
Me hago estas reflexiones en esta misma semana en que un sacerdote francés, el párroco de Thiberville, l'abbé Francis Michel, se despedía de su parroquia y sus feligreses porque su obispo le abrió un expediente canónico, que Roma falló a favor del obispo y contra el cura párroco de Thiberville por haber cometido el horrendo (?) crimen (?) de celebrar la Misa tradicional en su parroquia, gozando del favor de sus feligreses pero en contra de los criterios de su desgraciadamente ya famoso obispo, Mons. Nourrichard, obispo de Evreux.
Y así están las cosas. Y eso es lo que tenemos. A la espera de la instrucción sobre el motu proprio Summorum Pontificum, como dije al empezar.
Un animoso ambiente, cargado de esperanzas, muy optimista, ¿verdad?
p.s. Obvio decir que las violaciones litúrgicas como las de Berna y de toda especie, aun peores, se perpetran cotidie por todo el Orbe, passim, bajo el cayado callado de nuestros impasibles, indiferentes, impertérritos, y/o displicentes prelados.
+T.