jueves, 8 de septiembre de 2011
Pues naceis Vos
Canten hoy, pues nacéis vos,
los ángeles, gran Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Canten hoy pues a ver vienen
nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de ella
es por quien la gracia tienen.
Digan, Señora de vos,
que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
Pues de aquí a catorce años,
que en buena hora cumpláis,
verán el bien que nos dais,
remedio de tantos daños.
Canten y digan, por vos,
que desde hoy tienen Señora,
y ensáyense desde ahora,
para cuando venga Dios.
Y nosotros que esperamos
que llegue pronto Belén,
prepararemos también
el corazón y las manos.
Vete sembrando, Señora,
de paz nuestro corazón,
y ensayemos, desde ahora,
para cuando nazca Dios.
(Lope de Vega).
Ex Voto
+T.
Que bello!, padre. Un saludo
ResponderEliminarAcertadísimo como casi siempre. Más acertado aun, no añadir comentario alguno, pues todo lo que había que decir, dicho queda. Alegrémonos pues por nuestra suerte al tenerla como madre, y quedemos a la espera del que nos traerá.
ResponderEliminarY mientras tanto en uno de los pueblos de España se pelean porque una imagen de Nuestra Madre salga ataviada de un modo u otro y hasta se decide en pleno municipal el uso de peluca por la Imagen Sagrada. Al final tiene que intervenir la Guardia Civil.
ResponderEliminarDecía José Antonio que el pueblo español es implacablemente realista. El pueblo español, que exige a sus santos patronos que le traigan la lluvia cuando hace falta, y si no se la traen los vuelve de espaldas en el altar se pelea y lleva al pleno del municipio la defensa de las tradiciones del pueblo contra el parecer de la parroquia.
El realismo aquí indica que la tradición humana es algo muy querido y que no se puede cambiar sin lucha y que se acude a lo civil si la Iglesia lo niega. Fíjense por donde amanece la fiesta de la Madre de Dios, alumbrando peleas en su nombre y en nombre de tradiciones humanas.
Palestrina y Lope de Vega, dos grandes monstruos del arte europeo.
ResponderEliminarEspléndido Lope, y maravilloso Palestrina.
ResponderEliminarTodo lo mejor para nuestra Madre.
Páter, el otro día el cura de mi parroquia finalizó la misa cantando el himno de la alegría de Miguel Rios. ¿Es esto normal?
Me quedé con cara de abobao escuchando la retahila y aguanté el tirón por no hacer el feo de salirme antes de tiempo.
Interpretar a Palestrina, Tomás Luís de Victoria o Francisco Guerrero no es muy complicado. Con unas leves nociones de solfeo, un buen oído, ritmo y muchas ganas de agradar a Dios, en cualquier parroquia, convento o monasterio se podría montar un coro decente que supliera las guitarras y los cantencitos pazguatos por la músicas de estos titanes.
Me duele decir esto, pero es que se me cae el mundo al suelo que la Iglesia teniendo el patrimonio musical que tiene se conforme con estas melodías plomazas. Es como si una persona que tiene un Mercedes decidiera cambiarlo por un Seat Panda para empatizar con los vecinos de su calle.
El ejemplo es malísimo, pero es que estoy con un gripazo atroz, y aparte, es que yo no doy para más.
Un cordial saludo
@ Torrijitas
El problema es múltiple (ambiente, cultura, formación, espiritualidad), y todo converge finalmente en la degradación litúrgica.
ResponderEliminarEntristece comprobar que es fuera de España (Inglaterra muy principalmente) donde se valora y cultiva la gran música hispana del Siglo de Oro, ausente de nuestros repertorios de coros y conciertos nacionales y - ¡y este es el escándalo mayor¡ - de nuestras catedrales, parroquias, iglesias, etc.
¿Es posible una recuperación de gustos y sensibilidades? Por supuesto: A costa de una profunda renovación de la educación escolar (colegios y bachilleratos) y eclesiática (seminarios) que hoy por hoy no está presente ni en las intenciones de nuestros pésimos gobernantes ni en la voluntad de nuestros mediocrísimos obispos.
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