viernes, 29 de julio de 2011
Se les ve el plumero (jmjoteros sin vergüenza)
Yo comprendo muchas cosas, soy muy comprensivo. Pero no disculpo algunas cosas, me repugnan ad nauseam. Suelen ser cosas que tienen que ver con la fe, algo tan trascendental y delicado. Sobre todo cuando la necedad de algunos (culpables, aunque necios) puede afectar nocivamente a la fe de los sencillos. Vean esto, a ver si detectan el punto nauseabundo:
Ocurre en los segundos 52-53-54", cuando elquesea ese con cara de clon (o sobrino, o embrión in vitro, o hijo póstumo) de Pepiño Blanco dice eso:
"Bla bla bla bla...la pequeña guardia suiza nace del cariño al Papa, en particular a Juan Pablo IIº, pero también a todos sus sucesores
No sé de donde sacarán a estos cretinos profesionales, a estos pazguatos vomitivos, repelente-católicos. El que habla debe ser una cota insuperable, de muestrario de feria internacional de elementos repulsivo-apostólicos. No digo que sea malo, ni que no sea eficaz, ni que no sea honrado y virtuoso. Si encima de parecerse a Pepiño cometiera las trapacerías del Pepiño sería tragi-ético-mimético, el desgraciado. Pero el desgraciado lo dice tal cual se puede oir: Le montamos al Papa unos mini-suizos pero conste que por cariño a Juanpablosegundo, conste a todos y cónstele a ese que es solamente su sucesor; repito (viene a decir el Pepiño-bis) repito que a este sólo le montamos los suizitos por ser sucesor de nuestro súper-Papa guapo-guapo-guapo.
Atención, señoras y señores, que el blog, este blog, va a lanzar otro neologismo:
'Juanpablólatra'- Dícese del juanpablista que pasa de frenesí movilizado al estatismo alucinado y ad-do-ra a Juanpablosegundo. Se usa lo mismo para masculino y femenino, pudiéndose decir un/una juanpablólatra (neutros abstenerse).
Y ese es el ganado, esa es la médula de las jmjs, la madrileña rouqueña y - me temo - que las otras también, por el estilo.
Empecé diciendo que comprendía, que comprendía afectos, gratitudes, dependencias, fijaciones etc. Pero tocante a fidelidades actuales me parece quasi herético formal el juanpablismo juanpablólatra que se acompaña como síndrome de una obnuvilación tendente a obviar a Benedicto XVI, el Papa. ¿No han apreciado ustedes ese detalle? Entre el jmjoterismo es bastante acusable.
Lo demás del youtube, bien, muy simpático, los niños muy monos, la costurera parece una versión de mia tia Antoñita hace veinte años.
Pero el bi-Pepiño ese se delata y delata a su troupe (adivina, adivinanza ¿a qué tribu pertenece el re-Pepiño???) y asoma el plumero una barbaridad.
Gente como él, entes de su especie, son la cara competente de la JMJ, los tramoyistas de la pista circense.
+T.
Solo por si quiere Vd. corregir: obnuBilación. Estoy de acuerdo en que el sujeto es un poco repulsivo, pero me parece excesiva su fijación contra JPII. Saludos. J G-C
ResponderEliminarPor cierto: debería Vd. desentrañar la adivinanza. Yo me he quedado con las ganas de saberlo.
ResponderEliminarUn teclazo, of course (y mi torpeza tecleante).
ResponderEliminar¿Fijación, dices? ¿De quién por quién? Yo me limito a comentar lo que corre por ahí. El exceso no lo cometo yo. Un papa muerto y sepultado será muy venerable, pero el Papa es Benedicto 16, no el beato (exprés).
De la adivinanza, rien. Si hubiera querido decir quiénes lo hubiera dicho.
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Juanpablólatras, una palabra afortunada y precisa, recién nacida, que vendrá como anillo al dedo en el próximo circo de cinco pistas. Porque me pregunto porqué la gente relaciona tanto al difunto beato con el espectáculo teatral y circense.
ResponderEliminarLos payasos, los malabaristas y los que hacían actos de magia eran siempre invitados de honor del Vaticano. Devociones? Piedad? Homilías papales con "punch"? No que recuerde. Por aquél tiempo era yo agnóstico y sólo recuerdo de la televisión los estadios, el triunfalismo, las caravanas, la histeria popular, las ventas de toda clase de camisetas, juguetes, recuerdos de la visita, todo ello francamente enajenante y mundano, como si fuera cantante de moda o deportista.
Toda una industria alrededor de la persona, una persona carismática a todas luces, que cometió actos nunca plenamente heréticos, al menos sí marcadamente confusos.
Despúes de las JMJotadas, el vacío doctrinal continuará, los abusos litúrgicos seguirán, la Santa Misa se seguirá obstaculizando desde Alaska a la Cochinchina, cero patatero y a esperar el siguiente circo.
Mi buen don Terzio, ¿por qué sufre tanto con esto? No se desgañite. Me recuerda usted al erasmista (me siento tal) recalcitrante que no soporta la fe popular tan fácilmente maleable en penosas adhesiones. Dicho todo ello desde unos cuanntos escalones bajo usted. Y desde Nueva York ; o)
ResponderEliminarEstimado mío Agus Alonso: Yo no diría 'sufrir'; sufro, ahora, por ejemplo, cuando veo las fotos de los niños de Somalia. Ver el youtube de los niños suizos y el discursete del cretinete oficial que los explica no me hace sufrir, aunque sí me afecta. Tú que conoces la cita de Terencio "Homo sum: humani nihil a me alienum puto", entenderás que a mí, como católico, todo lo de la Iglesia, sea grande, sea chico, sea documental o sea anecdótico, me afecte, me interese, me preocupe y - también, como tú dices - me haga sufrir. ¿A tí no? Seguro que sí, si no no me hubieras escrito ese comentario a propósito del youtube. A tí también te afecta, aunque se más por mi crítica (y por lo que en ella haya de oportuno).
ResponderEliminarHe borrado el comentario de un 'iraburrita'. Entró en el blog y dejó su huella. Tiene gracia que estén prohibiendo comentarios y blogs en la web iraburrera y se venga aquí a escribir.
ResponderEliminarRecomiéndole menos comentarios y más sinceridad. Y que - si se aatreve y tiene bemoles - mande a donde se merece al p. Arreburro. No le vendría mal al comentarista, para templarse en lides; y al capo di tutti capi Arreburro le vendría la mar de bien encajar el cañazo.
Consejo que doy como misericordia (dar consejo al que lo necesita; y también como corrección al que yerra).
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Es que todos los papas que vengan serán ahora estimados como sucesores del turbobeato, no como vicarios de Cristo y sucesores de San Pedro. Me recuerda a las turbas que, en mi última visita al Vaticano antes de la turbobeatificación y el traslado de sus restos, se agolpaban ante la tumba del Magno, en la cripta donde estaba entonces enterrado, y pasaban de largo ante el sepulcro de San Pedro (total, nada más que príncipe de los apóstoles, primer papa, mártir, columna de la Iglesia). Me recuerda también a un pazguato periodista neocatólico que, cuando el cardenal Ratzinger fue elegido papa y tomó el nombre de Benedicto XVI, observó que era seguramente por humildad por lo que no había querido llamarse Juan Pablo III; o sea, que habría mayor humildad en tomar, no el de su antecesor polaco, sino el nombre de San Benito, patriarca de los monjes de Occidente, y de nuestro Benedicto XIII o Papa Luna, y del sabio Benedicto XIV, autor en el siglo XVIII del tratado clásico sobre beatificaciones y canonizaciones.
ResponderEliminarMe parece indudable que la JMJ está siendo sacada de quicio. La prensa ha dado la noticia de que el Papa, que en su próxima visita tiene que pasar por la misma puerta del Valle de los Caídos en una visita que hará a El Escorial, cuyo monumento conoce porque lo visitó en 1.989, quedando profundamente impresionado (declaró que le gustó más que El Escorial), pues no podrá visitar este monumento en el que unos monjes benedictinos están siendo acosados y asediados por los enemigos de la Fe Católica, porque la organización de la JMJ se opone a que lo haga, a pesar de que el Papa desearía hacer esta visita. Sin hacer más comentarios al respecto, diré que me parecen muy convenientes dos cosas para quien quiera reafirmarse en su condición de católico, empresa difícil hoy día: 1) que si es posible vaya a las misas dominicales al Valle, pues son de una gran belleza litúrgica y se dicen unas homilías inusualmente valientes y necesarias hoy día, y 2) que se abstenga de participar en el lamentable jolgorio de la JMJ. Por una buena salud católica, ya digo.
ResponderEliminarSemper Fidelis dixit:
ResponderEliminarEn la guerra civil hubo creo que doce obispos mártires. Hoy día la jerarquía no se atreve siquiera a ser criticada en la prensa, menos daría testimonio de la fé si se llegara el caso del martirio. Muchos han causado escándalo en sus actos ecuménicos y gratuitamente, sin coacción, con todas las ganas del mundo.
Componendas, el recular y la abyección son las órdenes del día. Vivir a toda costa un día más , gozando de sus posiciones en el candelero y de sus canongías.
Dice bien Rafael, asistir a la Misa del Valle y no abandonar a los buenos monjes. Y celebrar la Santa Misa Tridentina, para levantar ámpula. Saludos.
Como decía Santa Teresa, "Dios está entre los pucheros", en todo, en todas partes, pero hay que buscarlo, ahí os dejo esa tarea.
ResponderEliminarDios está en todas partes, por esencia, preencia y potencia. Además de un modo especial en el alma humana por la gracia. Es esta presencia la que importa a efectos de evangelización -sea nueva o vieja, que da igual-.
ResponderEliminarLas fuentes ordinarias de la gracia son la oración y los sacramentos y , aunque algunos crean lo contrario, no es fuente ordinaria de la gracia la JMJ sino los sacramentos que se impartan durante ella.
A nivel de fuente extraordinaria tanta validez tiene la JMJ como este blog mismo, por citar un ejemplo. De hecho y dado que este blog está visible a toda la cosa esa que antes era mundo y ahora se dice virtual, pues equiparando costes no hay color. gratuidad frente a millones de euros.
Insisto: comparar el capítulo del Kahal de Hugo Wast dedicado al macroevento en Buenos Aires con este de la JMJ es necesario para entender como se encuentra a Dios entre los pucheros. Hugo habla de miles de comuniones y confesiones. Carteles anunciando y pidiendo que se acuda a los sacramentos y donde se facilita la confesión y el verdadero encuentro ordinario con la gracia de Dios en la oración apoyado todo ello por la predicación. En la JMJ hay millones de cosas, aparte de euros, pero nada como lo que se ve en ese capítulo. Poner lo ordinario al servicio de lo extraordinario y esta misma extraordinariedad como fin debe ser algun tipo de herejía o como mínimo doctrina temeraria, peligrosa y escandalosa para los píos oídos. Doctores tiene la Iglesia que lo pondrán clarito algún día.
Luego, que alguno hagan pucheritos al decir Juan Pablo II ha reunido a medio mundo obviando la doctrna más elemental (esta anterior de la gracia) y el más elemental sentido común católico de fidelidad al Papa, que no es fidelidad a un Papa determinado, pues es tarea pendiente que nadie hace y mucho menos encarga. ¿Por qué será?
Exacto, Ronin. Todavía me resuena aquel temperado "yo estaré en la novena, que es donde debo estar", como respuesta de D. Terzio a la invitación a la jmj.
ResponderEliminarAl Chaval que dice que fue de chico unos de estos "suizitos" se le ve muchos domingos en la misa tradicional de las salesas de Madrid.
ResponderEliminarYo también pensaba que los Papas son sucesores de Pedro, no de JP2. La verdad es que sí, que forma de enseñar el plumero.
ResponderEliminarY a mi también me emocionó el relato de Hugo Wast, altamente recomendable, el relato y la novela entera.
ME encuentro hoy con esta sentencia a raiz de los confesionarios en la JMJ.
ResponderEliminar"En la JMJ la ocasión es singular, sobre todo si uno pertenece a los elegidos para confesarse con el mismo Papa de Roma."
Y me confirma en lo dicho. Se hace de lo extraordinario el fin al que tiende lo ordinario. Salvo que se tenga una excomunión reservada a la Santa Sede, eso de pertenecer a los elegidos que se han de confesar con el Papa en ocasión singular suena a modo de hablar por costumbre que de algún modo niega el ex opere operato. En fin. Pobres ancianitas las que se confiesen en la novena, no serán de las elegidas ni tendrán ocasión singular de encontrarse con Cristo, supongo.
Concuerdo con que el personaje JMJotero es un retrato casi caricaturesco de una triste realidad muy bien definida en el neologísmo juanpablolatra.
ResponderEliminarEs un fruto inmaduro o podrido, o quizás ambos a la vez - es decir un fruto que sin madurar se ha podrido - de la generación de jovenes que no saben de la Misa la media pero sí lo saben todo de Juan Pablo II.
La lástima es que toda esa cosecha de jóvenes abonados con el populismo de JPII, cuya beatitud no me atrevo a negar, no deje de ser una juventud (que ahora cuenta con entre 35 y 45 años) con una voluntad y bondad dignas de elogio.
La lástima es que tanto fruto bueno se haya echado a perder por caer en terreno pedregoso, el que no se nutre de Jesucristo, de la Iglesia, de la Tradición: el terreno fértil de vivo sustrato.
La lástima es que se hayan cultivado jardines japoneses que no dejan de ser tan admirables como naturalezas muertas de Sánchez Cotán o de Zurbarán: pero que no están vivas.
Ruego que estos pensamientos en voz alta se entiendan como cuitas de un católico, apostólico y romano (y por añadidura: pecador y evidentemente imperfecto) frente a hechos que no alcanza a comprender ni a ver en su verdadera magnitud.
Amo a Jesucristo y a su Iglesia, por esto amo al Vicario de Cristo pero, a poco que lo razono, no puedo perder el norte y comprender siempre que el Amado es Jesús.
Me despido a la espera de nuevos neologísmos aunque para muchos sean barbarismos.
Brillante su neologismo, Páter, muchas gracias.
ResponderEliminarAl primer anónimo que figura entre los comentarios, decirle que si bien el maremagnum que ha originado el papado del beato Juan Pablo II en la Iglesia, tardará varios lustros en ser encauzado y corregido, (esto lo sé porque me lo han enseñado, no de motu proprio) creo que como Papa, como beato y lo que es más importante como católico merece el debido respeto de todos los demás católicos. Es cierto que llenó los estadios y vació las Iglesias pero no me parece justo, ni católico, descalificarle personalmente, cosa que el Páter jamás ha hecho a pesar de las severísimas críticas a su papado y consecuencias (perfectamente lícitas).
En fin, que me duele como católico, que se compare a un papa con un payaso o con un cómico, si me explico como diría el Páter. Gracias.
Me recordó a Don Bosco cuando les decía a sus niños: "No digan ¡Viva "Pio IX"!, sino ¡Viva el Papa!"
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