martes, 22 de febrero de 2011
¿Qué está pasando con los "santos"?
La comisión juanpablista para santos de rebaja sorprende cada día más; sorpresas que rozan el esperpento, otras casi tangentes con el absurdo. Esta última me ha dejado un grado más perplejo que otras veces:
Era un chico de buena familia (¿por qué salen tantos santos de 'buenas familias'? ¿no hay Santos de familias 'mileuristas'?). Un gamberro, un niño de papá, malcasado, maltratador, una pieza. Que un día se quiso ir de vacaciones al trópico, una aventura caribeña, y como papá no le daba las pelas, atracó un banco y mató a un policía. Fue encarcelado, juzgado y condenado. Y estando en capilla se arrepiente, llora, confiesa, comulga y es guillotinado. En paz descanse y en Gloria esté. Amen.
Así, como este, terminaron muchos, muchos. Yo mismo tengo constancia de escenas más intensas que esa, de reos en capilla comportándose con un nivel de gracia y virtud que conmovían a los capellanes de las prisiones. En Sevilla era una de las obligaciones que cumplían los señores hermanos de la Stª Caridad, que servían y acompañaban durante aquellas negras y amargas y horas a los que iban a ejecutar con garrote. Y contaban luego, emocionados y conmovidos, escenas más demoledoras que la del francés. Pero ninguno de todos aquellos que murieron bien, santamente, en gracia de Dios, perdonando y dando ejemplo de resignación y esperanza, ninguno ha sido propuesto para los altares. Una cosa es morir bien y en gracia, y otra ser "canonizable". Estas diferencias, hasta no hace mucho, se sabían apreciar.
El aval del "beatificable" francés fue el muy equívoco Cardenal Lustiger, Arzobispo que fue de París, en paz descanse también, una de las pifias más sonadas de los muchos (¡muchos!) nombramientos fallidos efectuados por JPIIº. No sé qué vería de particular el Emmº y Revmº Lustiger, Jean Marie, en el niño de papá que mató a un honesto policía cuando robaba un banco para irse a las Antillas. No sé qué le llamó la atención. Supongo que los de la familia del policía asesinado tampoco lo sabrán.
Repito lo del niño rico, la buena clase y buena posición y buena familia de ciertos beatos, beatas, santos y santas de estos últimos años. Más los que hay en la lista, en la fila, esperando turno para ser proclamados. No dispongo de estadísticas al respecto, pero estimo que sería la mar de curioso conocer algunas. Porque algo debe significar.
Volviendo al francés postulado para beato, la gacetilla con la noticia dice - por decir algo - que sería un caso como el de Dimas, el Buen Ladrón. Precisamente. Lo mismito. Y en las mismas circunstancias, dirán también, querrán decir.
Yo digo que algo falla, que algo está fallando en la Congregación para las Causas de los Santos cuando están sucediendo casos como este. La impresión es que basta una buena promoción, unos avales. Y medios, claro, medios para la promoción de la postulación, para gastos de personal y representación y todo eso que no está al alcance de todos.
Si estuviera al alcance de todos, ¿se imaginan ustedes cuántos beatificables/canonizables por día llegarían a los registros de postulación de la Congregación para incoar sus respectivas causas? Porque si el francés niñato-malavida-ladrón-asesino arrepentido antes de la guillotina puede: Dígan ustedes cuantos buenos católicos, inocentes, trabajadores abnegados, madres sacrificadas, padres heróicos, almas fieles y sencillas, pobres de espíritu, límpios de corazón...etc. etc. etc. podrían estar y no están y no van a estar ***. Pero otros, como este, sí: Con una familia pagando y un cardenal empujando. Y una Congregación de Causas de Santos en el nivel más bajo de su historia gracias al Beato Súbito del 1 de Mayo, D. m.
Y si alguno pregunta - como yo pregunto - que qué está pasando, el juanpablismo entusiasmado se escandaliza y aplaude, aplaude, aplaude, para que la fiesta tape las voces de los que preguntan qué pasa, qué está pasando, qué va a pasar.
Algunos dias, con algunas cosas, se me ocurre que el juanpablismo triunfante que nos embarga es una especie de panem et circenses de la catolicidad postmoderna al gusto de los neocón.
*** Quiero decir que no van a estar entre los santos que se fabrican en la tierra, en la lista de beatos y santos proclamados aquí abajo; en la del Cielo, en la definitiva, las sorpresas van a ser tal y cual profetiza el Evangelio: Últimos que serán primeros y primeros que van a ser últimos, colistas, culeros (pero, quizá, con título de beato o santo con sellos y rúbricas de la Sgdª Congregación).
+T.
A mi también me ha sorprendido este caso y tampoco entiendo lo que está pasando para proclamar beatos con este curriculum.
ResponderEliminarPersonas malas y que después se han arrepentido, gracias a Dios, han habido un montón en toda la historia, y no por eso, y en mi modesta opinión, creo que hayan motivos para llegar tan lejos.
Pero la Iglesia es la Iglesia y debemos obedecer al Santo Padre nos guste o no.
Un saludo Rvdo.Padre
Ludovicus dijo,
ResponderEliminarevidentemente los standares han cambiado. Luis XVI y María Antonieta deberían haber sido santos súbitos, con mucha mayor razón que este muchacho.
Si los standares cambiaron, es porque la propia noción de santidad está en crisis.
Justo ayer tarde leí sobre esta noticia, primero me quedé perplejo; luego sonreí(con tristeza)y pensé: otro extraño episodio que avala la bien razonada tesis del Páter de que ser propuesto para santo se ha puesto a perra gorda. Tenía entendido,y le pido me corrija si me equivoco Páter, que a parte las intercesiones en los milagros y la vida plena de virtudes cristianas, los santificables eran propuestos como modelo, patrón y ejemplo para el resto de los católicos. En mi opinión, arrepentirnos sinceramente de nuestros pecados y de los males causados a nuestros semejantes, ante la inminencia de la muerte, es el mínimo exigible a cualquier católico y de hecho los auténticos lo hacemos regularmente con el Sacramento de la Penitencia (confesión).
ResponderEliminarDisculpe mi punto de malaje pero no me resisto a comentar que parece mediar un abismo entre la vida y muerte del prenda este en cuestión y las de Fernando III, el Santo.
Gracia y un saludo.
Otrosí,
ResponderEliminarnótense las diferencias entre este Sr. asesino y la Reina Ysabel de Castilla cuyo proceso Lustinger (Javierre dixit) bloqueó repetidamente.
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Puede decirse que el fin de la Redención de Cristo es hacer que los pecadores se conviertan en santos; en este sentido, el arrepentimiento y la muerte en gracia de ese joven francés sería una meta cumplida, obra indudable de la Gracia. Pero el buen final de su muerte nunca podrá borrar su nada ejemplar trayectoria anterior, ni tampoco constituirlo en un modelo cristianamente válido, ni - y esta es mi principal discrepancia en este caso - un motivo suficiente (recalco SUFICIENTE) para postularlo como beatificable/canonizable.
ResponderEliminarEs un disparate. Pero un disparate propiciado por el lamentable deterioro y degradación de los conceptos y los procesos arbitrados por la Congregación para las CC. de los SS.
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Don W.:
ResponderEliminarEl clásico DTC, que era infalibilista, decía que antes de la reforma a los procedimientos de canonización, era suficiente que se encontrasen novedades sospechosas, frivolidades o bien alguna opinión singular opuesta al sentir de los Santos Padres, para detener definitivamente una causa de canonización.
Aprovecho para dejar un enlace por si alguien quiere consultarlo:
http://www.scribd.com/collections/2827939/CANONIZACIONES
Parece que hay una devaluación de la santidad canonizable. Ya no se requiere una ortodoxia insospechable ni tan alta heroicidad de las virtudes.
Saludos.
Pues yo creo que lo que está pasando es que en la Iglesia postmoderna los que cortan el pastel y lo reparten son los Movimientos. Todo es un equilibrio de fuerzas entre ellos.
ResponderEliminarComo ejemplo pongo a la beata Clara Badano. Yo no digo que no haya de ser reconocida beata y mucho menos afirmo que no haya de serlo porque casos como el suyo hay muchos. Y entre esos muchos casos está el de Alexia.
¿Por qué Clara Badano sí (Comunión y Liberación) y Alexia no (Opus Dei)? Pues me huele a que todo depende de qué Movimiento caiga más en gracia en la curia: actualmente, según otros indicios, éste es CyL.
Cuando leí la información sobre este caso, pensé que si D. Juan Tenorio fuera real y no un personaje literario, también sería ahora santo súbito. Al fin y al cabo "...un punto de contrición da a un alma la salvación de toda una eternidad..." Y su caso fue "al universo notorio" y además no era mileurista. Se cumplirían los presupuestos para su canonización.
ResponderEliminarHoy tenemos otro caso, que, posiblemente, acabarán también beatificando porque da el perfil. Ha fallecido Bernard Nathanson converso al catolicismo y miembro activo del movimiento provida después de haber practicado 75000 abortos.
Que Dios le haya perdonado, y que le tenga en su gloria.
Si beatifican al chico francés del que habla el post, a Bernard Nathanson posiblemente también. ¿qué le parece, D. Terzio?
Esperanza, me has leído el pensamiento, porque he estado a punto de escribir alguna pamplina irónica sobre la beatificación del Dr. Nathanson. Lo grave es que habrá más de uno (y de una) que estaría dispuesto y animadísimo, dispuesto a pedirla. Nada más hay que leer los articuletes sobre la muerte del médico multi-abortador, que parece que están dando el parte de un héroe caído en combate (por supuesto q.e.p.d.A).
ResponderEliminar'
He visto el video, de este personaje, al parecer camino de los altares, y hay cosas dignas de atención: un año en prisión, arrepintiéndose, y un "diario espiritual". ¿Por qué no, santo? ¿Cuál es la 'vacatio' de la vida de pecado? Pienso en el pasado de pecado de San Agustín (incluyendo sus profundas heterodoxias intelectuales, su maniqueísmo, su pasajera afición a la astrología...).
ResponderEliminarEl caso, M. Ellingham, es degenerativo. Hace mucho que empecé a sufrir el síndrome del estremecimiento católico: La primera vez, muy joven, fue con el Denzinger; y también recuerdo los escalofríos leyendo las páginas del DTC, consultando algún artículo a sabiendas de que me produciría un efecto parecido al del Salmo 136 Super flumina Babilonys (con la deprecación final incluída, of course).
ResponderEliminarY así estamos.
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Lo de san Agustín fue por una negligencia de la madre, que después le costó lágrimas de sangre. Asi que Joaq ¿porque no santo? porque no. Pero Roma locuta causa perduta. Coincido con quaerens. Y una cosa es que se hayan redimido y otra que sean casos para el canon.
ResponderEliminarLudovicus dijo,
ResponderEliminarA este ritmo, se cumplirá el apotegma de Andy Warhol (fiel catolico ortodoxo, nee Warholia, by the way), adaptado a la catolicidad: en el futuro, todos tendrán derecho a quince minutos de fama... de santidad.
Han encontrado un santito que es un destilado de James Dean. Estarán encantados. Para ellos, santos como el P. Pío son tan, tan «casposos»... (Mire: este era hijo de modestos labradores, ¿no le digo?).
ResponderEliminarLos hagiógrafos actuales se hacen lenguas de lo «de buena familia» que eran sus santos, y caen en lo ridículo. S. Josemaría o el Hno. Rafael, dos grandes santos de verdad, sufren de esto. Según nos cuentan, la llegada de aquél al seminario o de éste a la Trapa fue un cataclismo por el contraste entre la chusma que allí había y la distinción y refinamiento del santito. (Como la irrupción de Mariana en el cine de barrio, en el prólogo de «Eloísa»). Y eso que los Arnáiz no pasaban de familia acomodada (¡con tío duque, no se deje Vd. al tío duque!), y en cuanto a los Escrivá... hoy te dicen que qué más da de qué extracción fueran. Pues eso digo yo: ¿Qué más daba?
ResponderEliminarEs como que ahora razonan al mejor estilo luteriense, con eso de que pequen mucho que total Dios es misericordioso. Hasta parece que cuanto mas ha caído mas héroe es. Asi es como parece razonar esta nueva iglesia.
ResponderEliminarUn anónimo ha preguntado por la imagen de cabeceea: Para preguntar debería haberse identificado, y no aparecer como anónimo. Por eso no le publico el comentario. Pero informo, de todas formas, por si hubiera algún interesado más:
ResponderEliminarEs un detalle de uno de los grandes tapices diseñados por John Nava para el interior de la nueva Catedral de los Angeles-California, la muy discutible obra del arquitecto español Rafael Moneo. Representan grupos de Santos en actitud de dirigirse hacia el presbiterio-altar mayor (los tapices está colgados en las paredes de la nave central). En la imagen se identifican a S.Juan Mª Vianney, San Martín de Porres, San Bernardo, San Antonio Mª Claret y Stª Catalina de Siena (los niños no sé quienes son). Como se advierte, son retratos idealizados inspirados directamente en modelos reales/actuales.
En este enlace puede encontrar información e imágenes (seguir-->about-->artists-->John Nava-->tapestries).
En este blog tengo publicadas algunas entradas ilustradas con fotos de las tapicerías, pero no recuerdo ahora mismo en qué artículos concretamente.
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