lunes, 8 de junio de 2009

Quam pauci !

Mi Tía está feliz porque "hemos ganado". Mi Tía es ottantenne (y un poco más) y vota al PP en la firme creencia de que está votando a Pilar Primo, poco más o menos. Y yo no le quito la ilusión a mi Tía, faltaría más. A esas alturas vitales, ni siquiera se me ocurre "aconsejar" porque puede ser lesivo-traumático. Además soy pro-senectute profeso, filo-gerontócrata incluso.

Pero la veneración no quita el jucio, y por eso el titulillo: ¡Qué pocos! Iba a poner "qué pocos somos", pero yo soy autócrata y no reconozco otro Orden sino el Sagrado (con alguna reserva jerárquica), y no me sumo a ningún círculo. Aunque aliento a los que puedo a que se in-circulen, que para están. Yo no.

Qué pocos son, decía, los buenos. Porque es evidente que los pprros no lo son. Y los otros no tienen (no encuentro) un descalificativo suficiente, piara inmunda de excreciones marxistas y demás pestes. En fin.

Lo que pasa es que 56 coma no sé cuánto de abstención son muchos abstinentes para que los pprros canten victoria, porque pueden ser más los serviles psoeros cabreados que no han votado por despecho que los domesticados pperros que han ido a las urnas en plan revancha. Posiblemente, no digo que probablemente, ni tampoco que realmente.

Yo, personalmente, por ver hocicar en el fango a Zp y su piara y que se partan los piños (también), soy capaz de sonreir condescendiente al entusiasmo de mi Tia. Pero sólo a mi Tía y por ella y sus circunstancias, aclaro y proclamo. Pero que conste que es sólo y nada más que eso: Una condescendiente sonrisa a mi Tía.

Por lo demás, confirmo el título: ¡Qué pocos! Qué pocos son los buenos y cuántos malos sueltos creyéndose que son buenos y votando mal y a los malos.

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