miércoles, 30 de diciembre de 2009

La discutible Misa multitudinaria de Madrid


Como sé que hay adictos, gente que se ha hecho adicta, para no herir susceptibilidades, no he comentado nada de la Misa de la Familia de este año. Pero me parece que hay que hablar, para que consten las discrepancias.

Mantengo la tesis de que estas concentraciones entretienen al personal de buena voluntad y los distraen de sus obligaciones. Cuando me hablan de cifras y movilizados me pregunto (ya sé que me repito) que dónde están luego esas cifras a la hora de votar. Porque con tantos manifestantes en Madrid más los correspondientes de otros sitios que no van a Madrid pero sienten como los de Madrid, más los influenciados por los manifestantes etc. etc. etc. la cosa debería haber dado un vuelco.

Y no me refiero a que el psoe de Zp deje de des-gobernar, sino a que el Pp del Donmariano deje de existir y se evapore como la Ucd que en paz descanse. Me intranquiliza que las familias de las pancartas al final terminen siendo el sostén de los abortistas anti-familias del Pp. Que son los peligrosos porque no son un “enemigo definido” como los otros, que se les ve venir.

Volviendo a la Misa de familias me chocan varias cosas:

- el centralismo de Rouco, que ni es Primado ni vicario del Papa en España, aunque parece ser que ha asumido este extraño puesto

- el estilo “juanpablista” de macro-celebración que – con todos los respetos para la Misa – debería desaparecer para no volver

- el protagonismo de ciertos grupos comunitarios-eclesiales

- el protagonismo de ciertos grupos para-políticos clientelistas del peperío

De lo primero diré que Rouco es obispo de Madrid y arzobispo de su Archidiócesis y debería atenerse/contenerse a/en sus límites. Esa “dependencia” rouquista que en unos años ha aflorado en parte de nuestra Jerarquía no es buena. Aparte de las amistades y buenas vecindades y oportunas colaboraciones, un obispo católico depende de Roma y del Papa, nunca de la capital y de su arzobispo. Que sea presidente de la CEE no significa ni más ni menos que lo que es, sin atribuciones extras. Conste que lo que digo es católico y lo que es sospechoso de no ser muy católico es lo contrario.

De lo segundo digo que nunca jamás me gustaron las celebraciones puestas de moda por Juan Pablo II. He sido testigo en directo de muchos abusos que no justifican para nada ese tipo de celebraciones masivas. Todavia no he encontrado una razón suficiente. Reunir a la gente y predicarles y rezar con ellos, vale. Pero una Misa multitudinaria organizada como tal Misa para multitudes es un disparate, con el Papa o con Rouco o con el que sea. Me escandalizan esos estrados con obispos arriba y curas abajo; me escandalizan los curas “concelebrantes” con gorras puestas y máquinas de fotos o móviles en las manos; me escandaliza ese “look” del cura chandalero con botines de deporte y vaqueros que se cree que porque lleve camisa de clergyman con tirilla blanca ya está listo y compuesto para la “marcha” católica. Me escandalizan pancartas, y movidas, y pins, y globos, y letreritos y demás parafernalia.

De lo tercero, pienso que ciertos marcan demasiados liderazgos. Valoro lo bueno que hacen, pero no doy por bueno todo lo que hacen y como lo hacen. Al dárseles esos escenarios y concedérseles esos podios se les representa – velis nolis – con demasiada “oficialidad”, como si se asumiera por la Jerarquía todo lo que llevan y profesan, sin distinguir y martizar cosas y detalles muy necesarios de ajustar y corregir.

De lo cuarto, opino que esas “plataformas” e “iniciativas”, “foros”, “páginas-web” y demás tribus son, a la postre, sostenes políticos camuflados y modus vivendi de algunos espabilados que no tienen vis política oficial pero rinden armas a sus patronos peperos.
A lo mejor el cardenal Rouco, tan “germano” de formación, ha soñado con una especie de “Katholikentag” a la española. Pero España es diferente, y los Katholikentag del XIX no son ya los Katholikentag del XX y el XXI. Y esto no es Alemania. Y si algo se pareciera (porque hay parecidos, sin duda) la descomposición cultural/social anticatólica de Zp y su piara a la Kulturkampf de Bismarck, ni las circunstancias ni los protagonistas son equiparables. En el 2010 que vamos a estrenar, Dios mediantes, las armas de esta batalla tienen que ser otras y otros los métodos y las estrategias. Porque estas concentraciones, sean con pancartas sean con Misa, pocos resultados tienen (aparte conseguir el entusiasmo de los entusiasmables (que cada vez – y esa es otra – son menos)).

Los problemas vida-familia-educación que tenemos en España son problemas creados y gestionados por los partidos políticos y los políticos de los partidos, y se solucionarán en las urnas, venciendo a partidos y sustituyendo políticos y/o partidos. Si no, todo seguirá igual de mal y empeorando año tras año.



En el blog de un afín he comentado esta mañana que se necesitan más frutos efectivos y menos efectos especiales. Porque eso es lo que me parecen estas celebraciones : Efectos especiales en una película con buen argumento que disfraza/tapa con movimiento-luz-sonido-cámara a actores, dirección y producción. Yo no digo que malos, pero sí afirmo que “muy discutibles”.


p.s. A los sufridos padres/madres y familias que hayan asistido: Muchas gracias por estar, pero no es eso. Mejor que vayan a Misa a sus parroquias y dejen a Rouco en la Almudena. Y cuando haya elecciones, voten bien o no voten.

n.b. Huelga decir que me importan un pito las opiniones que no concuerden, conque no se molesten en contestar los afectados por el síndrome que critico porque les mando el comentario directamente a la papelera (en este blog se profesa firmemente el pensamiento único de su tiránico y despótico blogger (Sic)).


&.

3 comentarios:

  1. Jajaja, qué divertido e instructivo es usted, don Terzio. Como me da miedo que acabe dejando pasar el tiempo y no lleve a cabo el envío, le hago saber que tengo en mi casa esperando ser enviado a Sevilla un opúsculo que compré en St. Aloysius, el oratorio oxoniense, sobre el Oxford de Newman. Lo digo para obligarme a enviarlo cuanto antes.

    Y, bueno, entiendo sus reticencias. Son necesarias. Las comparto plenamente en todo lo referido al acto concreto del domingo.

    Pero algunos de los hitos de mi vida cristiana van unidos a alguna de de esas macro-celebraciones made in Juan Pablo II, así que no puedo hacer esa enmienda a la totalidad que usted hace.

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  2. Estas historias de misas a las que asisten sopocientas mil personas con pancartas y sacerdotes con cámaras Panasonic y gorritas de Cepsa, me dan que pensar sobre la falta de fe en el sacrificio de la Misa. Si creyeran no harían tantas tonterías.

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  3. A mí esas concentraciones en las que sacerdotes con gorra de visera reparten la Comunión con un paraguas, como quien reparte caramelos, me parecen horribles y, Dios me perdone si digo una barbaridad, casi sacrílegas.

    Tampoco me gustan los politiqueos de Rouco y con los kikos y su fundador tengo muchos reparos. Por lo demás su artículo me parece espléndido, don Terzio y si me lo permite, ha demostrado usted tener un par, lo que desde que le leo no he dudado nunca.

    ¡Feliz Año Nuevo Jubilar del Patrón de España!

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