Lo de los jueces italianos condenando a Alemania por crímenes de guerra cometidos por los nazis, es demencial. Pero Italia es así. En Italia, lo que mejor fuciona es lo que no está gestionado por las instituciones del estado (cioé, en Italia funcionan bien y sin problemas la Mafia, la Camorra, la N'dragheta y esas cosas tan serias).
Si el mal de muchos es consuelo de tontos, sólo los bobos se consolarán pensando que los desvaríos de Zta-p's y el mentecato Garçón-Garçón no son nuestras particulares imbecilidades nacionales, sino que se comparten por los vecinos del Mediterráneo, como si el Mare Nostrum contagiara algo más que las algas rojas. También la sub-normalidad estatal tiene virus e infecta.
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No sé lo que hará Alemania. Yo que la Merkel mandaba contundentemente a paseo (o como se diga en teutón) a toda la comparsa italiana, sin contemplaciones. Vivimos en la ridícula época en que los gusarapos re-plantean la historia según su traumatizado mundillo y bajo los efectos de no se sabe bien qué delirios. Y a los dementes, correa, ducha helada y electro-shock, que es lo que funciona.
En el summum del absurdo, aquí, en España, unos visionarios (o unos delincuentes, según se mire) demandaron al Papa por la extinción de la Orden del Temple y exigían se les reparase daños y prejuicios, a ellos que se auto-reconocían herederos - digamos - de Guy de Bois Gilbert - es un decir - y demás templarios (q.e.p.d.Amen). Pues lo de Italia inculpando a Alemania (la Italia de hoy a la Alemania de hoy de la Unión Europea por un episodio de guerra de hace 60 años). Si la cosa sigue, dentro de nada reabriran el caso delle Fose Ardeatine; y si Alemania despabila, cualquier juececillo con las gónadas alteradas en plan Garçón-Garçón podrá llevar a los tribunales alemanes a los herederos de los autores del atentado de Via Rasella. E tutti contenti, e ricominciamo un'altra volta la nostra fascinante historia. Ecco!
Aunque bien visto, si los rabinos rabiosos ladran contra el gran Pio XII, y dia sí dia no nos sacan a relucir por aquí y por allá lo del cabezota Galileo y los fantasmas del venerable Torquemada, no sé por qué no se puede seguir esa demente lógica con todo lo demás y contra todos los demás.
Y a ver si el monclovita filo-abuelete se pone patriota como debe ser y pide a Obama-mama o al otro de la Palim que nos recompensen lo del auto-atentado del Maine, que todos tuvimos un bisabuelo en Cuba, que a lo mejor nos dan una pensión. O dos.
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p.s. Tengo un amigo que piensa que todo esto es una síndrome infantil: No tuvieron cuando chicos soldaditos de plomo, y ahora que pueden juegan. O algo así.
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La justicia es "constante y perpetua".
ResponderEliminarY final: A veces es mejor - dadas las circunstancias - dejar la vedetta para la justicia final, que será "la" Justicia, definitiva, sin apelación y justa 100%.
ResponderEliminarEl revisionismo en la historia (y Europa tiene una historia delicadísima) es extremadamente peligroso.
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La relación entre la meta y cada una de las etapas es muy curiosa. Aunque la meta no sea el Juicio Final, ¿verdad?
ResponderEliminarSiempre se está revisando la historia (aún les discutimos a los romanos sus historias de Roma (y ahora sabemos más de ella que supieron los romanos)).
¿Más que supieron ellos mismos? No, nunca. El conocimiento del pasado siempre es parcial, y muy esclavo de las subjetividades y prejuicios de turno.
ResponderEliminarDe todas formas, no es buena idea sentar a Tiberio ante un tribunal de herederos afectados, ni pedir a Nerón (o a sus legítimos sucesores) indemnizaciones por el incendio de Roma.
Y desde luego que sí: El punto final con telón y cierre será el Juicio.
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