L a otra noche, tarde, estaba cenando - tarde - y con la tele puesta de fondo (una manía, para "ambientarme" la cena tardía y a solas). En cinco minutos, tres cócteles molotov en directo:
- Un anuncio del documental estrenado en los USA el año pasado sobre la (falsa) sepultura de Jesús y su familia (padre, madre, esposa, hijos y hermanos). Toma ya!
- En un "magazine" nocturno están parodiando una Primera Comunión.
- Un programa de "para-ciencia" está emitiendo un reportaje asqueroso sobre los Templarios con toda la mierda de la leyenda negra contra la Iglesia etc.
Apago la tele maldiciendo (no se debe maldecir) a los joputas de los masones y demás canallas que patrocinaron el perverso documental, al mariconazo (ser maricón no es malo, es muy recomendable, of course) del programa de la parodia, y al cabrón del programita pseudo-paracientífico.
¡Que revienten! Que revienten y se evaporen apestando el aire como el Voldemort de Harry Potter. Por lo menos. Y ustedes que lo disfruten con salud.
¡Qué tiempos! Hasta que salga un loco que junte a otros pocos como él y se monten una especie de Al-Qaeda católica. Cualquier dia podría pasar.
Yo, que soy más ordenado, preferiría una Inquisición activa y operativa. A toda esa canalla perversa la detenía, le hacía inquisición, le daba una horita de potro, la juzgaba-sentenciaba, y la quemaba. Sin solución de continuidad.
¿Que no? ¿Que no lo digo en serio? ¿Que no lo pienso de verdad?
Ja!
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