El glorioso y tonante TeDeum de Marc Antoine de Charpentier comienza con una tamborrada, muy marcial, muy francesa, muy grand siécle. Sigue el precioso preludio a toda orquesta, trompas, trompetas, sacabuches, cuerda y percusión; si lo tocan con órgano y trompeta, resulta también espléndido.
Pero ni mi casa ni yo estamos estas semanas para tambores y espejos versallescos. Conque acompaño mi TeDeum con un Charpentier quedo, solista y charango, íntimo y recogidito:
De un Te Deum importa - es oración - la intención del orante y el Destinatario de la oración, que es Él. Y Él sabe por qué el Te Deum, y también por qué el "piano", sin tamborradas, ni cromatismo efectista a la francesa. Pero tan Te Deum, como si la Grande Ecurie et la Chambre du Roy tocaran la partitura de Charpentier en la Galérie des Glaces, con peluconas, chorreras de chantilly, y casacones de raso y tisú.
Al fin, aunque suene quedo, un Te Deum es un canto al único Dios, el Dios de la Vida que se hizo vida nuestra para darnos su Vida.
"...Fiat misericordia tua, Dómine, super nos,
quemádmodum esperávimus in Te...! "
Es costumbre piadosa que lucra indulgencia plenaria - con las condiciones acostumbradas - rezar el Te Deum el día de fin de año. Servidor lo reza, gracias a Dios. Como sé que hay píos que leen este blog, para ellos; como sé que hay impíos que lo leen también, por ellos.
Y si quieren rezarlo, ahí va:
Te Deum laudamus:te Dominum confitemur.
Te aeternum patrem,omnis terra veneratur.
Tibi omnes angeli,tibi caeli et universae potestates:
tibi cherubim et seraphim,incessabili voce proclamant:
"Sanctus, Sanctus, SanctusDominus Deus Sabaoth.
Pleni sunt caeli et terramajestatis gloriae tuae."
Te gloriosus Apostolorum chorus,
te prophetarum laudabilis numerus,
te martyrum candidatus laudat exercitus.
Te per orbem terrarumsancta confitetur Ecclesia,
Patrem immensae maiestatis;
venerandum tuum verum et unicum Filium;
Sanctum quoque Paraclitum Spiritum.
Tu rex gloriae, Christe.
Tu Patris sempiternus es Filius.
Tu, ad liberandum suscepturus hominem,
non horruisti Virginis uterum.
Tu, devicto mortis aculeo,
aperuisti credentibus regna caelorum.
Tu ad dexteram Dei sedes,in gloria Patris.
Iudex crederis esse venturus.
Te ergo quaesumus, tuis famulis subveni,
quos pretioso sanguine redemisti.
Aeterna faccum sanctis tuis in gloria numerari.
Salvum fac populum tuum, Domine,
et benedic hereditati tuae.
Et rege eos,et extolle illos usque in aeternum.
Per singulos dies benedicimus te;
et laudamus nomen tuum in saeculum,
et in saeculum saeculi.
Dignare, Domine, die isto
sine peccato nos custodire.
Miserere nostri, Domine,miserere nostri.
Fiat misericordia tua, Domine, super nos,
quemadmodum speravimus in te.
In te, Domine, speravi:
non confundar in aeternum.
Amén
(Si no entienden el latín, no importa: Él si lo entiende)
+T.
Estoy impresionadísimo al ver a esos deditos tan ágiles!
ResponderEliminarFeliz 2008!
:]
Yo también lo recé ayer, y sí, resuenan tambores triunfales, aunque sea sin orquesta.
ResponderEliminar"tibi cherubim et seraphim,incessabili voce proclamant"
¿Habrá acompañamiento más grandioso? ¡Feliz Año!
¿Seremos buenos este año?
ResponderEliminarCuando me despedía de mi yaya siempre me pedía que fuese bueno.
Gracias y ¡ánimo con las penas! Un ánimo que es ya oración.
ResponderEliminarfeliz año!
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