"Siempre me he referido a una arquitectura más 'humana'. Por ello quiero
intentar explicar qué significa para mí,como arquitecto,esta palabra. Como en la
arquitectura orgánica, la calidad de la humanidad reside dentro del hombre. Así
como el sistema solar se mide en años luz, la luz interior es lo que llamamos
humanidad.
El hombre como luz está fuera de todo cálculo. Buda fue la luz de Asia;
Jesús, la del mundo. La luz del Sol es a la naturaleza lo que aquella luz
interior al espíritu del hombre: luz humana. La humanidad está por encima del
instinto. De esta luz interior nace la imaginación humana, crea y muere, pero
sigue viviendo como luz de vida si estaba viva en el hombre. Ilumina al
espíritu, tanto que su vida misma es esa luz e ilumina a otros.
Las afirmaciones de esta luz en la vida y en la obra humanas es la
verdadera felicidad del hombre. Nada hay más elevado en la conciencia humana que
los destellos de esta luz interior. La llamamos belleza y no es más que el
resplandor de la luz en el hombre: el esplendor del romanticismo elevado de su
humanidad, como sabemos que la arquitectura, el arte,l a filosofía y la religión
son románticas.
Todo alimenta y está alimentado por esta luz inextinguible en el alma del
hombre. No puede hacer ninguna consideración intelectual que sobrepase esta
inspiración. De la cuna a la tumba, su verdadero ser aspira a esta realidad para
asegurar la continuación de su vida como luz en el más allá. Igual que la luz
solar envuelve los objetos indefensos, revelando su forma y su expresión, una
luz correspondiente, cuyo símbolo es el sol, emana de la obra inspirada de la
humanidad. Es la garantía de que la arquitectura, el arte y la religión del
hombre son todo uno: sus emblemas simbólicos. Por ello, podemos decir que la
humanidad es luz inextinguible.
No hay ningún elemento de la inmortalidad más precioso que una humanidad
tan humana.El cielo sólo puede ser el símbolo de esta luz de luces en el sentido
de que el cielo se convierte en un puerto."
Si me pongo inquisitorial, no pasa el cuestionario y, probablemente, termine en la hoguera, como los alumbrados. Pero concedo que no es un teólogo el que habla, ni un filósofo siquiera: Es un artista, muy rico en intuiciones, aunque no queden muy ortodoxamente definidas. Así que cierro el proceso y mitigo el juicio, matizándolo con suave luz, no inquisitiva.
Me gusta, sin embargo, la cita; más, desde luego, que esa inestable y peligrosa casa sobre una cascada.
(Mi confratello Alfaraz disentirá, imagino).
&.
Pues a mí, no.
ResponderEliminarDesde luego que no.
ResponderEliminarInestable? peligrosa?
Estoy seguro que mi moderno apartamento (40 m2) junto a la M30 es más inestable y peligroso que la Fallingwater House.
Y además no tiene una cascada debajo.
.
A Alfaraz: Cásate y compra un adosado; tengo desafinado el concepto de proporciones, pero 40m2 ya se te quedan chicos, pienso.
ResponderEliminarA Tumbaíto: A ti no ¿qué?
'
A mí no me gusta la cita.
ResponderEliminarAh!
ResponderEliminarEs un tanto confusa, pero barrunta bastante (la cita); ya digo que no resistiría una inquisición.
De todas formas me gusta: Quizá porque no la esperaba del Wright arquitecto, la verdad.
+T.
A mí si me gusta este texto, mucho. Roza la categoría de vislumbre mística.
ResponderEliminarFrank Lloyd Wright está hablando aquí del "entendimiento agente" (intellectus agens).
La clave está en la frase: "(el alma) no puede hacer ninguna consideración intelectual que sobrepase esta
inspiración".
Por eso este texto no se puede entender aplicándole reglas lógicas: trata de expresar una experiencia que las supera.
Dejémoslo en "alumbrado"; para místico le falta ortodoxia...aunque vaya relativamente bien encaminado :)
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