No sé quién me ha pedido por mail que me sumara a la movilización para que metan a la Alhambra entre las 7 maravillas del Mundo. He tirado el mail sin contestar a la papelera, claro.
No me gusta la Alhambra. Me fascina Granada y es una de mis ciudades de querencia. Me gusta especialmente en invierno, cuando desde Loja se ve Sierra Nevada, blanca y brillante, recortándose en el cielo. En ese perfil de Granada, con sus cubos y prismas entre las puntas de los cipreses, con la Sierra de fondo, la Alhambra sí es una belleza; pero el edificio nazarí, con los patios y los salones, no. El Generalife en verano, sí; pero para maravilla del mundo entre seis más, no.
El "estilo nazarí" alhambreño, es uno de los más obsesivos y decadentes estilos de todo el arte medieval; como la dinastía degenerada que lo ideó/construyó, que eran moros y emboscados en su último reducto español. La Alhambra por dentro me suscita profundas reacciones/prejuicios, como demuestro. Además, una cosa que le gusta a los americanos...(Le gustaba hasta al Washigton Irving, que es el colmo del yanqui, con permiso de Mark Twain).
Por su parte, la misma ocurrencia de nombrar 7 maravillas es una ordinariez. Paradójicamente, el siglo heredero del que se ha cargado más maravillas del mundo y que recién estrenado sigue la misma vocación destructora de su predecesor, viene con la genialidad de elegir siete maravillas como cuando se escoge una miss entre veinte re-putadas misses más. Ja! Jajá! Jajajá!
Yo me aprendí de carrerilla las siete Maravillas del Mundo antiguo cuando tenía seis o siete años. Como sólo queda la Pirámide Keops con las otras dos de Gizé, de los otros seis monumentazos, me hice pronto una idea muy crítica:
Los jardines colgantes de Babilonia: Una especie de huerto en zigurat (o de zigurat con huerto), con Nabucodonosor en su carro arriba y abajo.
El Templo de Diana en Éfeso: Un mega-Partenón, con proporciones exageradas y metros y metros de pórticos con vendedores de estatuillas de la diosa-idolillo de las cincuenta tetas.
El Coloso de Rodas: Una barbaridad que se derrumbó a los pocos años porque una cosa así no podía aguantar en pié mucho tiempo; me figuro que los que iban en los barcos, al pasar entre las piernas del Coloso, mirarían para arriba y le verían las pelotas al Coloso y se reirían colosalmente...hasta el dia que se les cayó encima.
La estatua de Zeus en Olimpia: Como parece ser que era de Fidias, podría ser algo digno de admirar, pero como cuentan que era crisoelefantina, dudo del efecto.
El Mausoleo de Halicarnaso: Un panteón grande, por mucho que se quiera; la cuádriga de lo alto con el difunto a las riendas, sí que sería formidable; me imagino caballos como los del Circo de Constantinopla que están en San Marco, y reconozco que el conjunto tuvo que tener su efecto.
El Faro de de Alejandría: Este también me fascina; pero más que nada por el ambiente de la ciudad, con la isla de Pharos (y su faro), el puerto, las calles, la Biblioteca, los palacios helenísticos; hasta me imagino a los Setenta trabajando en la versión.
Y las tres pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos (bueno, ahora dicen que de Kufu, Kafra y Menkaura; o de Juphu, Japhra y Menjhauré, que es ganas de estropearles el nombre de toda la vida). Son indiscutibles desafíos de la antigüedad a todos los tiempos, de las cosas que ponen al progreso y a la arquitectura progre en su sitio. Inefables (menos en lo del "misterio de las pirámides" que es una capullada masónico-imbecilista muy newage made in USA, ya se sabe).
¿Que cuales son/serían/desearía que fuesen la maravillas del mundo según mi selecto gusto y entender? Muy señora mía: Mi selecto y gustoso entender no tiene el mal gusto de hacer listas de maravillas y/o bellezas.
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Pués a mí me encantaría un viaje por esas 7 maravillas antiguas contigo como guía. Para eso eres ideal.
ResponderEliminarA mí tampoco me gusta mucho la Alhambra, la verdad.
Pero desde luego, soy menos (y peor) crítico que tú.
Pos a mi si me gusta la Alhambra.
ResponderEliminarPetardo.
Hombre! Petardo no, nunca.
ResponderEliminarPero no gusta, y ya está.
Item más: El palacio de Carlos V de Machuca, tan denostado por los guías turísticos, tiene más arquitectura que toda la Alhambra y sus anejos.
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Me he reído muy a gusto.
ResponderEliminarPues a mí, aunque me parece muy bonito, me parece de mal gusto plantar un palacio de esas características en medio de una ciudad fortaleza árabe. Es de masiado contraste.
ResponderEliminarYo donde esté el Partenón... eso sí, mejor con su friso (dammed queen...). La Alhambra no me parece fea pero vamos tampoco está entre mis favoritos. De España yo me quedo con las Catedrales de Segovia y Sevilla.
ResponderEliminarTerzio, estás en plena forma. A mí la Alhambra me gustó bastante, y el palacio de Carlos V en todo el medio, también.
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